Acta Pediátrica Española

ISSN 2014-2986
Resultados de la búsqueda para: mental retardation

El cáncer en adolescentes y jóvenes adultos es una enfermedad rara. De los 14 millones de casos de cáncer que se diagnostican cada año en el mundo, solo un 5% afecta menores de 25 años. Para ofrecer un acompañamiento de acuerdo a sus necesidades, el Hospital Universitario Vall d’Hebron ha creado una consulta oncológica para adolescentes y jóvenes adultos.

Se encuentra en el Hospital Infantil y la ha puesto en marcha los servicios de Oncología Pediátrica y Oncología Médica para sumar la experiencia de los dos equipos y ofrecer una atención multidisciplinar. Al frente, están la Dra. Paula Pérez, adjunta de Oncología Pediátrica e investigadora del grupo de Cáncer y enfermedades hematológicas infantiles del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), y la Dra. Macarena González, adjunta de Oncología Médica e investigadora del Grupo del programa de Tumores Genitourinarios, SNC y Sarcomas del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO). Actualmente, el equipo de enfermería especializado en oncohematología pediátrica y de adultos ofrecen la atención y las curas que requieren los pacientes. Pero en breve, contará con la Enfermera de Práctica Avanzada específica para adolescentes y jóvenes adultos, que les ofrecerá atención empática e integral. En un momento en el que los cambios biológicos, psicosociales y emocionales acontecen más rápidamente, la enfermedad se suma como un factor muy estresante que pone en jaque sus estrategias de gestión. “Planteamos un abordaje específico para dar respuesta a sus necesidades y nos preparamos para reaccionar con más eficacia”, apunta Esther Díaz, supervisora de Enfermería. La consulta dispone además de un trabajador social sanitario, Marc Sánchez, que se ha sumado al equipo gracias al apoyo de AFANOC (Asociación de Familiares y Amigos de Niños Oncológicos de Cataluña). También cuenta con los equipos de cirugía, anestesiología, radiología, radioterapia, medicina nuclear, salud mental, fisioterapia, rehabilitación, terapia ocupacional y nutrición. “En nuestro trabajo tenemos que ser muy técnicos y rigurosos para tener el mejor diagnóstico y tratamiento, pero sobre todo nos tenemos que ocupar de las personas, de los pacientes y sus familias”, reflexiona la Dra. Paula Pérez. Este es el quid de esta nueva consulta que empezó a andar hace un año, cada semana visita entre 10 y 12 pacientes, y cada mes, entre dos y tres casos nuevos.

 

Tumores vinculados al desarrollo

La Dra. Macarena González explica que hay unos tumores propios de la edad adolescente y de los jóvenes adultos, que describe entre los 15 y 25 años. Son los tumores cerebrales -diferentes de los del adulto-, el cáncer de tiroides, los tumores de los huesos, como el osteosarcoma o el sarcoma de Ewing, y los tumores germinales, que afectan testículos y ovarios. En la consulta, por ahora, se centran en tratar un grupo de tumores sólidos: tumores cerebrales, tumores germinales, y sarcomas óseos y de partes blandas. A nivel estatal, los cánceres pediátricos se cuentan entre los 0 y 19 años y se relacionan con el desarrollo. Pero estos tipos de tumores no desaparecen a los 19 años y pueden diagnosticarse a los 20, 25, incluso a los 60 años. “En la consulta oncológica de adolescentes y jóvenes adultos, tratamos casos de adultos con tumores propios de la edad pediátrica y a la inversa, como el caso de una señora de 60 años con un tumor de Wilms, y un hombre de 48 años con un neuroblastoma, dos enfermedades propias de niños pequeños”, puntualiza la Dra. Paula Pérez. La suma de la experiencia de Oncología Pediátrica y Oncología Médica ayuda a acceder a ensayos clínicos, nuevos tratamientos y protocolos adecuados para cada caso. El Reino Unido fue pionero y abrió la primera unidad oncológica especializada en adolescentes y jóvenes adultos en el Hospital Middlesex de Londres en 1998 y hoy cuenta con 28 unidades. “Son una inspiración para crear estas unidades en el resto de Europa”, añade. Los adolescentes y jóvenes adultos, según la biología del tumor y su localización, tienen unas tasas de curación próximas al 80% con un abordaje adecuado. La Dra. Macarena González destaca que “tener consulta propia nos ayuda a ofrecer un abordaje más personalizado y cuidadoso, porque los equipos estamos al día de ensayos clínicos y protocolos para este grupo”.

A través de la investigación que se lleva a cabo en el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y en el Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), y de la colaboración activa de la Dra. Macarena González y la Dra. Paula Pérez en los grupos de trabajo de adolescentes y jóvenes adultos de sociedades oncológicas nacionales e internacionales, los pacientes se puedan beneficiar de los ensayos clínicos hechos para adultos y niños. “Gracias al trabajo en red, hemos derivado muchos pacientes a ensayos clínicos de fase 1”, explica la Dra. Paula Pérez. Aun y así, destacan la necesidad de continuar avanzando en la investigación para esta franja de edad. Los tumores de la edad adulta se investigan más porque afectan un mayor volumen de población y los cánceres infantiles, porque hay más concienciación. “El cáncer adolescente y del joven adulto tiene unas características biológicas particulares. En general, crece más deprisa, por lo cual requiere un diagnóstico y tratamiento más intensivos, que a la vez es más efectivo”, reflexiona. Además de una atención especializada, el diagnóstico precoz juega un papel clave en el pronóstico de los adolescentes y jóvenes adultos con cáncer.

 

Acompañamiento psicoemocional

Uno de los objetivos de esta consulta es concienciar a la sociedad de que un cambio de peso inexplicable o un dolor persistente se tienen que valorar. El equipo también cuida el efecto de los tratamientos sobre la fertilidad. Siempre que se pueda se hace una reserva de espermas en chicos y una preservación de ovocitos y/o córtex ovárico en chicas. “No tratamos enfermedades, tratamos personas que tienen una enfermedad”, insiste la Dra. Paula Pérez. Y en el caso de un diagnóstico a un adolescente tenemos que tener en cuenta el acompañamiento psicosocial y emocional. En un momento en el cual su entorno está lleno de vida y la persona está construyendo su identidad, el diagnóstico de un cáncer los obliga a parar y hacerse preguntas. “Además del aspecto médico, cuidamos su bienestar emocional. Pueden aparecer secuelas funcionales, estéticas o tener que reajustar los planes académicos. Y estas secuelas pueden incidir en su autonomía”, reflexiona Marc Sánchez.Desde la disciplina de trabajo social, ejercemos un acompañamiento socioemocional enfocado a promover actividades de bienestar y acompañamiento asistencial para los jóvenes”, añade.

Como jefe de sección de Oncología Médica y responsable de la Unidad de Genitourinario, Sistema Nervioso Central, Sarcoma y Tumores de Origen Desconocido, el Dr. Joan Carles destaca que “la creación de esta unidad nos permitirá hacer un diagnóstico más conciso, buscar las terapias más consensuadas y hacer un seguimiento de las toxicidades tardías derivadas de los tratamientos oncológicos, así como facilitar una transición y seguimiento sin interrupciones desde la edad pediátrica en la edad adulta”. La nueva consulta ha empezado con los tumores sólidos más frecuentes en estas edades, pero la idea es ampliar la consulta a otras áreas como son los linfomas y las leucemias. Como centro integral de atención oncológica acreditado por la OECI, en los próximos dos años, Vall d’Hebron desplegará un modelo de atención 360° para adolescentes y jóvenes adultos con cáncer. “Este Hospital tiene una posición privilegiada para ofrecer una atención especializada a adolescentes y jóvenes adultos con cáncer, porque cuenta con equipos con experiencia y una larga trayectoria en la atención a adultos y pacientes pediátricos, en nuevas terapias dirigidas, terapias avanzadas y acceso a tecnología para el manejo de casos más complejas”, concluye el Dr. Lucas Moreno, jefe de Oncología Pediátrica. Vall d’Hebron también está reinventando espacios específicos para estos pacientes, tanto en las consultas, como el hospital de día o la planta de hospitalización. La futura nueva Área de Hospitalización de Oncología y Hematología Pediátricas, un proyecto con la Fundación A.Bosch, Fundación Aladina y Fundación Small, tendrá espacios específicos

Publicado en Noticias

Resumen
Introducción: El síndrome confusional agudo (SCA), también denominado delirium, es un síndrome mental orgánico transitorio en el que se alteran de forma variable las funciones cognitivas, en especial la atención. Es más frecuente en ancianos y niños, aunque en estos últimos la literatura aún es escasa. Las causas del SCA se pueden clasificar en tres grandes grupos: procesos sistémicos, ingesta de fármacos/drogas y enfermedades neurológicas, siendo las causas más frecuentes en niños la intoxicación, la epilepsia, los traumatismos craneoencefálicos (TCE) y las infecciones del sistema nervioso central. Ante un SCA en la edad pediátrica siempre deben hacerse una correcta anamnesis y un diagnóstico diferencial adecuado. Es importante descartar siempre la posibilidad de una patología orgánica ante un comportamiento anómalo o agresivo de inicio brusco y no atribuirlo a trastornos del comportamiento o patología psiquiátrica.

Casos clínicos: Presentamos cuatro casos clínicos de SCA de distinta etiología del Servicio de Urgencias Pediátricas de un hospital secundario.

Conclusiones: Aunque el SCA es más frecuente en adultos, los pediatras debemos estar preparados para identificarlo, tratar sus síntomas y averiguar la causa subyacente con el fin de instaurar tratamiento precoz.

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School-aged children who are not progressing academically: considerations for paediatricians
Rey-Casserly C, McGuinn L, Lavin A; AAP Committee on psychosocial aspects of child and family health. Section on Developmental and Behavioural Pediatrics. Pediatrics. 2019; 144: e20192520.

«El fracaso escolar es un gran problema que debiera ser abordado desde todos los ámbitos», apuntaba el buen pediatra Venancio Martínez en un editorial de Pediatría Integral en septiembre de 2014, sobre una observación de las cifras de fracaso escolar en España que nos colocan en los puestos de cabeza de la Unión Europea. En Estados Unidos las cifras se sitúan en entorno de la media europea. La Academia Americana de Pediatría (AAP) ha considerado que el fracaso escolar es también responsabilidad del pediatra y ha publicado unas consideraciones para los pediatras que pasamos a resumir.
Se estima que un 13% de los niños escolarizados tiene algún tipo de problema de aprendizaje. De estos, un 35% tendría algún problema específico de aprendizaje (entendido como una alteración en uno o más de los procesos psicológicos básicos que participan en el entendimiento y en el uso del lenguaje, que se manifiestan como una incapacidad para escuchar, pensar, hablar, leer, escribir, deletrear o hacer cálculos matemáticos), un 20% alteraciones del lenguaje y un 13% otros problemas de salud que limitan la capacidad de estar alerta o la vitalidad, como las cardiopatías, el asma o la epilepsia, entre otros. Un 9% de esos niños estaban diagnosticados de trastorno del espectro autista, un 6% de discapacidad intelectual y otro 6% de retraso del desarrollo psicomotor. Algo menos del 2% de los niños presentaba múltiples discapacidades.
Aunque la mayor parte de la responsabilidad para la evaluación y el manejo de estos niños con problemas académicos recae tradicionalmente en el sistema escolar, los pediatras, como garantes del bienestar y de la salud de los niños, contribuyen de forma importante. La AAP, a través de la Sección de Neurodesarrollo y Conducta, señala en este documento de posicionamiento el papel que debe corresponder al pediatra, que incluye las siguientes funciones:
• Prevención. Incluye la contribución a proteger a estos niños frente al daño cerebral. Las vacunaciones, el seguimiento del crecimiento y del desarrollo, el cribado de la anemia, la promoción del uso de cascos en las actividades deportivas, las medidas de fijación para los vehículos, la prevención en el uso de tabaco, alcohol y otras sustancias, junto con la identificación del riesgo psicosocial, son algunas de las herramientas que emplean los pediatras en su práctica habitual.
• Reconocimiento temprano de los problemas de aprendizaje. Debe realizarse una historia detallada previa en el periodo perinatal, del desarrollo y el comportamiento y del patrón de sueño. La recogida precisa de una historia familiar y social (p. ej., algunas veces las historias de trauma personal y la ansiedad pueden interferir en el aprendizaje), así como de múltiples cambios de colegio. Debe completarse con una exploración física exhaustiva, poniendo especial atención a las alteraciones neurológicas (tono, coordinación).
• Diagnóstico de las afecciones médicas subyacentes. En algunos niños, la historia y los hallazgos físicos revelan la necesidad de realizar pruebas adicionales, como el electroencefalograma, las pruebas de neuroimagen y los test genéticos y/o metabólicos.
• Remisión para evaluaciones más específicas. Es frecuente requerir la valoración por parte de psicólogos, neuropsicólogos o logopedas que evalúen las habilidades de capacidad cognitiva, el funcionamiento adaptativo de los logros académicos, las habilidades de comunicación, el funcionamiento motor, el estado emocional y/o de comportamiento de estos niños. A pesar de estas derivaciones, el pediatra acompañará a la familia y le ayudará a tomar decisiones.

Lo que aporta este trabajo:
Lo que tradicionalmente se ha considerado un problema de las familias y las escuelas, el fracaso escolar, es también un aspecto en el que el pediatra se debe ver involucrado. Por una parte, porque existen motivos directamente médicos por los que los niños pueden fracasar en el colegio. Pero, por otra, el fracaso escolar, además de otras situaciones del entorno escolar, está muy directamente relacionado con la salud. Como bien comenta Venancio Martínez, «el estudio del desarrollo en la edad preescolar, precisamente cuando nuestro contacto con los padres es más frecuente, debería detectar a estos niños antes de que puedan tener dificultades en la escuela». Asimismo, deberían participar más activamente en el asesoramiento del diseño de los planes educativos. El reto es grande e implica una mejora en los programas de formación de los pediatras en el periodo de residencia, pero también en la formación continuada, en especial en el ámbito de la atención primaria, además de una mayor cercanía a la realidad de los centros educativos. Abordajes como el de la AAP, a través de su estrategia «Bright Futures: Guidelines for health supervision of infants, children and Adolescents», pueden servir de guía para ello.
• Tratamiento. Algunos niños necesitan tratamientos médicos concretos, y otros más ayuda por parte de logopedas, fisioterapeutas o terapeutas ocupacionales. El pediatra debe ser el que coordine estos tratamientos. La meta última del tratamiento es permitir al niño alcanzar su máximo potencial, lo cual requiere muchas veces ciertas adaptaciones y modificaciones en la educación (regulado por ley). La evidencia revela que hacer repetir de curso a un niño no es una estrategia efectiva para ayudarle a encontrar su máximo potencial.
• Monitorización. Se utilizan instrumentos y cuestionarios estructurados para medir en los niños el funcionamiento cognitivo y adaptativo, el habla y el lenguaje, el estado conductual y emocional, las habilidades motoras finas y la coordinación en las evaluaciones. Los logros académicos del niño se valoran usando medidas estandarizadas. Es importante establecer un diálogo continuo entre los pediatras y las escuelas.
Un papel clave para el pediatra que atiende a niños con alteraciones de salud mental o del neurodesarrollo es ayudar a los adultos implicados en su educación a percibir apropiadamente las fortalezas y los desafíos que en ella se plantean. Estos niños pueden ser percibidos como perezosos o intencionadamente oposicionistas, más que como niños con un déficit neurocognitivo que les imposibilita alcanzar un progreso académico típico.

M.J. Galiano Segovia
Pediatra. Centro de Salud María Montessori. Leganés (Madrid)

 


Associations between screen based media use and brain White matter integrity in preschool-aged children
Hutton JS, Dudley J, Horowitz-Kraus T, DeWitt T, Holland SK. JAMA Pediatr. [DOI: 10.1001/jamapediatrics,2019.386].

En este estudio, los investigadores se plantearon confirmar científicamente si existen riesgos neurobiológicos debido al uso de dispositivos electrónicos en niños preescolares. Analizaron la asociación entre el uso de pantallas a esa edad y los índices de integridad y mielinización de la sustancia blanca, especialmente de los tractos relacionados con el lenguaje, las funciones ejecutivas y el inicio de la lectura. Partieron de la hipótesis de que un mayor tiempo de uso de pantallas estaría asociado con una menor mielinización en esas áreas cerebrales y con peores puntuaciones en los test que evaluaban dichas capacidades.
La investigación fue coordinada por el Dr. Hutton, pediatra del Hospital Infantil de Cincinnati. Se llevó a cabo un estudio transversal entre agosto de 2017 y noviembre de 2018. Completó todas las pruebas un total de 47 niños sanos de 3-5 años de edad, nacidos con, al menos, 36 semanas de edad gestacional, y sin factores de riesgo ni alteraciones en su neurodesarrollo.
Los padres rellenaron una encuesta sobre el uso de dispositivos con pantallas (Screen Q survey), que consta de 15 ítems en los que se valora el acceso a pantallas, la frecuencia de uso y el contenido visualizado, solos o en compañía de los padres. Las puntuaciones van de 0 a 26, y las más altas reflejan un mayor uso de dispositivos electrónicos.
A los niños se les realizaron test para valorar el lenguaje, la comprensión lectora y el procesamiento fonológico (CTOPP-2), test de denominación rápida de objetos, test de vocabulario expresivo (EVT-2) y test de habilidades prelectoras Get Ready to Read (GRTR).
Se completó el trabajo realizando a los niños estudios de neuroimagen mediante resonancia magnética dinámica, una potente técnica para cuantificar la integridad de la sustancia blanca cerebral, y en concreto valorar la organización y la mielinización de los tractos. Se valoraron especialmente las áreas relacionadas con el lenguaje. El fascículo arqueado co¬necta las áreas cerebrales receptiva (Wernicke) y expresiva (Broca) del lenguaje, y se asocia con habilidades como la fonología y el vocabulario. El fascículo uncinado y el fascículo longitudinal inferior se relacionan con el procesamiento semántico, la integración emocional y la incorporación de imágenes visuales.
Aunque las redes sensoriales maduran relativamente pronto, las conexiones para habilidades intelectuales superiores, como el lenguaje, las funciones ejecutivas y la lectura, tienen
un desarrollo un poco más tardío, y dependen mucho de la es¬timulación tanto en el hogar como en otros ambientes.

Resultados y conclusiones del estudio
Al analizar estadísticamente los resultados obtenidos en el estudio, se observó una asociación entre un mayor uso de pantallas en los niños preescolares y una menor mielinización de las áreas y tractos de sustancia blanca cerebral relacionados con el lenguaje, la función ejecutiva y las habilidades para la lectura. Es decir, los niños con un mayor uso de pantallas tenían una menor «maduración» en las áreas cerebrales que intervienen tanto en el lenguaje como en la lectura, así como puntuaciones más bajas en los test del lenguaje y vocabulario.
En este estudio se pone de manifiesto que, al menos en algu¬nos aspectos, el uso de dispositivos con pantallas durante la temprana infancia se acompaña de riesgos neurobiológicos.

Lo que aporta este trabajo:
Los autores responden a la demanda de la sociedad de apoyar consejos saludables en datos objetivos y con rigor científico. Es la primera vez que se publica un estudio con pruebas de neuroimagen sobre la repercusión del uso de pantallas en niños preescolares. Aunque la muestra no es muy amplia, hay que valorar el enorme esfuerzo que supone llevar a cabo este tipo de estudios en niños tan pequeños. Es difícil que los preescolares colaboren en los test, y las pruebas de neuroimagen no siempre pueden realizarse correctamente a esta edad.
Los resultados de este artículo apoyan las recomendaciones que tanto desde la Asociación Española de Pediatría, la Academia Americana de Pediatría y la Organización Mundial de la Salud se están realizando sobre la importancia de limitar el uso de pantallas en niños pequeños.
Se necesitan más estudios de este tipo para conocer cómo influye el uso de pantallas según las diferentes edades de los niños y confirmar su alcance a largo plazo.

C. Esteve Cornejo
Pediatra. Clínica Universidad de Navarra. Madrid

En el tratamiento del niño con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) debemos incluir desde el principio a la familia, principalmente a los padres, ya que a través de ellos nuestras intervenciones podrán tener una mayor repercusión y beneficio para el menor.
Proponemos como pilar de cualquier intervención los grupos psicoeducativos de padres, en los que se les da la información y las herramientas necesarias para comenzar a entender el problema de su hijo, cómo ayudarlo y las distintas alternativas de tratamientos, y desde ahí mejorar la alianza con los terapeutas que van a intervenir.
Se establece en el centro de salud mental un programa psicoeducativo de 4 sesiones de 2 horas cada una para padres con hijos con TDAH, dirigido por la psicóloga y la psiquiatra del programa infantojuvenil. Al final de cada grupo se hace una evaluación anónima para tener un feedback sobre cómo los padres habían recibido la información transmitida con 4 preguntas, la valoración de las sesiones y la posibilidad de aportar sugerencias.
Se hace un análisis de los cuestionarios recogidos durante un curso escolar, obteniéndose una valoración muy positiva en todos los aspectos sugeridos, y con la posibilidad de ampliarlos o incluir más temas en nuevas sesiones.
Estos resultados nos animan a mejorar esta alternativa e incluirla como base en todos los tratamientos de los niños con TDAH, y se propone a los padres que ante este diagnóstico inicien este grupo y desde ahí se plantee cada caso de forma individualizada.

Publicado en Revisión

Con motivo del Día Mundial de las Enfermedades Raras, que se celebró el pasado 29 de febrero, los pacientes subrayan que uno de los principales problemas a los que se enfrentan es el retraso en el diagnóstico. Esta demora diagnóstica priva a los pacientes de intervenciones terapéuticas, lo que conlleva, en un 30% de los casos, un agravamiento de la enfermedad.

Publicado en Noticias

Tamana SK, Ezeugwu V, Chikuma J, Lefebvre DL, Azad MB, Moraes TJ, et al. PLoS One. 2019; 14(4): e0213995.

Los niños comienzan cada vez antes a utilizar dispositivos basados en pantallas, y a pasar más tiempo delante de las mismas, lo cual se asocia con patrones de dieta insanos, una pobre calidad de sueño, un aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y una mayor frecuencia de obesidad, así como consecuencias negativas para la salud mental.
En este trabajo los autores examinan la asociación entre el tiempo que los preescolares están delante de una pantalla y las posibles alteraciones del comportamiento. El estudio se realizó analizando los datos del estudio CHILD (Canadian Healthy Infant Longitudinal Development), un ensayo de cohortes desde el nacimiento, observacional, inicialmente diseñado para examinar la interacción entre los genes y el ambiente sobre el desarrollo de asma y atopia. Se reclutaron mujeres embarazadas, mayores de 18 años, durante el segundo y tercer trimestre de su embarazo, entre 2009 y 2012 en 4 ciudades de Canadá (Edmonton, Toronto, Vancouver y Manitoba). Se incluyeron 3.455 díadas padres-niños. Los padres completaban cuestionarios sobre la familia y las características del niño (estatus socioeconómico, etnia, estado de nutrición de la madre y el niño, y estrés de la madre al inicio y durante el seguimiento). En las visitas clínicas de los 3 y los 5 años, las familias participantes completaban cuestionarios acerca del tiempo que los niños pasaban delante de las pantallas, la calidad del sueño y la actividad física. A los 5 años, los padres completaban cuestionarios para valorar el comportamiento de sus hijos (Child Behavior CheckList [CBCL], medida validada empíricamente de 99 ítems sobre problemas de comportamiento). De las 3.455 familias incluidas, a los 5 años completaron el CBCL 2.427 (70,2%).
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la Universidad de Toronto y se recogió el consentimiento informado en todos los casos.
Los datos sobre potenciales covariantes asociadas con el tiempo que los niños pasaban delante de las pantallas o el comportamiento se recogieron de las historias del hospital (sexo, peso al nacer, edad gestacional, número de orden de nacimiento, diabetes gestacional, edad materna) o a través de cuestionarios estandarizados (duración y tipo de sueño, actividad física, estatus socioeconómico, estado marital, etnia, exposición al tabaco en convivientes, lactancia materna, depresión materna, interacción padre-niño y estrés de los padres en los 5 años de seguimiento).
El tiempo delante de las pantallas (TV/DVD, ordenadores, tabletas, móviles o videojuegos) se valoró a los 3 y 5 años. Se agruparon los participantes en 3 categorías: menos de 30 minutos al día, entre 30 minutos y 2 horas diarias, y más de 2 horas al día. El umbral más alto para el tiempo total de pantalla a la edad de 3 años estaba ajustado a 1 h/día, y a los 5 años a 2 h/día, basado en las guías canadienses.
Las puntuaciones más altas obtenidas en las encuestas específicas (CBCL) indican problemas mayores de comportamiento, tanto internos (ansiedad/depresión, abstinencia, somáticos, emocionalmente reactivos), como externos (inatención, agresividad) y totales (internos, externos, problemas de sueño y otros). El punto de corte (≥65) indica problemas de comportamiento clínicamente significativos.
Al analizar los datos del CBCL, se observaron problemas de comportamiento externo clínicamente significativo en el 1,2% de los niños (n= 28) y problemas de comportamiento interno en el 2,5% (n= 61). Menos del 1% de los niños (n= 18) tenían ambos problemas. Los niños tenían una puntuación media en el CBCL más alto (media de 40,6 ± 9,9) que las niñas (media de 38,7 ± 9) (p ≤0,001). No se encontraron diferencias respecto a los problemas de comportamiento interno cuando se evaluó por sexos.
En cuanto al tiempo que los niños pasaban delante de alguna pantalla, a los 5 años, el 13% (n= 317) estaban expuestos a más de 2 h/día, mientras que el 83% (n= 2.005) de los niños cumplieron con las pautas canadienses de tiempo de pantalla recomendadas de menos de 2 h/día. A los 3 años, el 58% de los niños (n= 1.415) cumplieron con las pautas canadienses de tiempo de pantalla recomendadas de menos de 1 h/día. No hubo diferencias significativas por sexos.
Los niños expuestos a más tiempo de pantalla a los 3 y 5 años mostraron una mayor morbilidad conductual a los 5 años, con una relación dosis-respuesta entre el tiempo de pantalla y los problemas de comportamiento. Los niños que pasaban delante de una pantalla más de 2 h/día obtuvieron puntuaciones más altas en los problemas de comportamiento externo (sobre todo de inatención) clínicamente relevante, comparados con los que pasaban menos de 30 minutos. No había ninguna asociación significativa entre el tiempo de pantalla y los problemas de comportamiento agresivo.
La asociación entre el tiempo de pantalla y la morbilidad del comportamiento fue mayor que cualquier otro factor de riesgo, incluida la duración de sueño, el estrés parental y los factores socioeconómicos. Realizar más de 2 horas de actividad física a la semana se relacionaba con una menor morbilidad de salud mental.
Una de las limitaciones de este estudio es que los datos, el tiempo de pantallas, dormir y la actividad física no se validaron con medidas objetivas, sino que se recogieron de la información facilitada por los padres. También era posible que los padres pudieran responder a los niños que mostraban más dificultades de comportamiento externo ofreciendo más tiempo de pantallas como una estrategia para tranquilizarlos.
Un tiempo de pantalla por encima del umbral de las 2 horas a los 5 años se asoció con un riesgo aumentado de morbilidad externa clínicamente relevante, y específicamente con problemas de inatención. La asociación entre el tiempo de pantalla y la morbilidad comportamental era mayor que cualquier otro factor de riesgo, como dormir, el estrés parental y los factores socioeconómicos. Los hallazgos de este estudio indican que la edad preescolar puede ser un periodo crítico en el que apoyar a los padres y a las familias acerca de limitar el tiempo de pantalla y favorecer la actividad física.
 
Lo que aporta este trabajo:
Las nuevas formas de comunicación y de ocio, basadas fundamentalmente en el uso de imágenes a través de dispositivos móviles u otro tipo de pantallas, ha cambiado de forma radical nuestra forma de vida e, indudablemente, la forma de entender el ocio. En el caso de los niños, ha significado una disminución de la forma de jugar y también de interactuar con el medio y con sus iguales. A pesar de que el tiempo transcurrido desde este cambio de paradigma todavía es escaso para poder valorar las consecuencias a largo plazo, se publican cada vez más estudios que señalan un aumento de la morbilidad, fundamentalmente en el ámbito del comportamiento, ya en edades tempranas. Como en otras esferas de la maduración del niño, las edades más tempranas son especialmente sensibles, lo que implica que debamos prestar especial atención a estos periodos. Este artículo no hace sino reforzar el papel de los pediatras para ofrecer recomendaciones a las familias sobre el tiempo adecuado de permanencia delante de una pantalla de los niños. En España las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría son coincidentes con los de la Asociación Pediátrica de Canadá y de la Academia Americana de Pediatría, que recomiendan un máximo de 2 h/día en los niños de 5 años y de 1 h/día en los de 3 años.

M.J. Galiano Segovia

Pediatra. Centro de Salud María Montessori. Leganés (Madrid)

Cannanbis concentrate use in adolescents

Meier MH, Docherty M, Leischow SJ, Grimm KJ, Pardini D. Pediatrics. 2019; 144(3): e20190338.

Los concentrados de cannabis, compuestos por extractos de plantas que contienen altas concentraciones del tetrahidrocannabinol (THC), se han ido haciendo cada vez más populares entre los adultos de Estados Unidos. El presente estudio pretende conocer el uso de estas sustancias entre los adolescentes. Para ello, se reclutaron durante el año 2018 un total de 47.142 estudiantes de 8.º, 10.º y 12.º grado de 245 colegios de Arizona, pertenecientes a grupos raciales y étnicos diversos, con edades entre 14 y 19 años. Los participantes contestaron a una encuesta que contenía, entre otras, 4 preguntas relacionadas con el consumo de cannabis. Se les peguntaba si habían consumido marihuana, concentrado de cannabis u otras sustancias en alguna ocasión, y si lo habían hecho en el último mes. También se les preguntaba sobre el consumo de alcohol, tabaco, cigarrillos electrónicos y otras drogas, así como la edad de comienzo de su uso. Especial interés tenían las preguntas realizadas sobre los factores de riesgo personal, compañeros, familia, colegio y comunidad.
Se compararon 3 grupos (consumidores de concentrados cannabinoides, consumidores de cannabis no concentrado y no consumidores de cannabis), para comprobar si había distinciones en cuanto a factores sociodemográficos, uso de otras sustancias o factores de riesgo o de protección relacionados con el uso de drogas.
En los resultados destaca que el 33% de los adolescentes había consumido cannabis, y el 24% concentrados cannabinoides en alguna ocasión en su vida. Como era de esperar, la prevalencia de consumo se incrementaba con la edad, desde el 19,9% en los participantes de menor edad hasta el 46,6% en los mayores, variando el consumo de concentrados de cannabis en esos mismos grupos de edad del 14,7 al 32,9%. La mayoría (72%) de los adolescentes que habían consumido marihuana había utilizado también concentrados de cannabis en alguna ocasión.
En este estudio, la prevalencia de consumidores de cannabis era ligeramente superior en las chicas que en los chicos. El consumo también era superior en los adolescentes cuyos padres no habían completado los estudios de Educación Secundaria. En cuanto a la asociación con el consumo de otras drogas, los consumidores de concentrados de cannabis también utilizan cigarrillos electrónicos 24 veces más frecuentemente que los que no consumen cannabis, y habían iniciado el uso de sustancias antes de los 17 años. Además, es 13,86 veces más frecuente el consumo de alcohol antes de los 17 años en los adolescentes consumidores de cannabis que en los no consumidores.
Como señalan los autores de este artículo, los consumidores de concentrados de cannabis asocian más factores de riesgo, como son: no percibir los daños de la marihuana, tener amigos que también consumen, permisividad de los padres y disponibilidad de las drogas en sus entornos próximos. Además, estos adolescentes presentan menos factores de protección frente al consumo de drogas.
Comentario y situación en España
El consumo de cannabis se está incrementando de forma paralela a la disminución de la percepción del riesgo que supone para la salud. El THC es el principal constituyente psicoactivo del cannabis y tiene relación dosis-efecto en la adicción, la discapacidad cognitiva y las experiencias psicóticas. Se ha pasado de contenidos del 12% de THC de la marihuana a contenidos superiores al 39-69% o incluso más del 80%, según los medios utilizados para producir los concentrados de cannabis. El uso de estos concentrados incrementa enormemente los efectos adversos.
En España, según el Informe 2018 del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, el cannabis es la sustancia psicoactiva ilegal con mayor prevalencia entre los estudiantes de 14-18 años, y se indica que, en 2016, 3 de cada 10 (31,1%) habían consumido esta sustancia alguna vez en la vida. Durante los años 2004-2012 su consumo descendió. Sin embargo, desde 2014 se ha producido un cambio de tendencia (creciente). En cuanto a la edad, los jóvenes comienzan a consumir esta droga antes de cumplir los 15 años.
El porro o canuto es la forma más extendida (el 97,7% de los alumnos que han consumido cannabis en los últimos 30 días así lo han señalado), seguido del uso de pipas de agua, bongs, cachimbas o shishas, aunque mucho menos habitual (17%). El consumo de hachís (resina o chocolate) se encuentra menos extendido que la marihuana: una minoría (el 12,2% de los consumidores) señala que lo que ha fumado principalmente en los últimos 30 días ha sido hachís. El consumo por vía oral (pasteles, galletas...) o usando cigarrillos electrónicos es minoritario: tan sólo el 5,7 y el 1,8%, respectivamente, han utilizado estos métodos.
En España el consumo de cannabis se encuentra más extendido entre los varones (a diferencia de los datos reflejados de los adolescentes de Arizona), y se ha observado que en el grupo de 18 años ya son 1 de cada 2 los que lo han consumido en alguna ocasión (56,3%).
En cuanto a la hora de valorar estrategias para frenar el consumo de drogas, los expertos indican que los jóvenes, en general, conocen en parte los riesgos, pero les compensan los beneficios que consiguen, como son la evasión y la satisfacción inmediata. En cualquier caso, hay que asegurar que les llegue la información correcta de los riesgos tanto a corto como a largo plazo. La evidencia científica señala que se incrementa entre 3 y 5 veces el riesgo de sufrir brotes psicóticos o incluso esquizofrenia, especialmente al consumir cannabis de mayor concentración. En los estudios de neuroimagen de consumidores crónicos de cannabis se observa una disminución del tamaño de áreas del cerebro, como el hipocampo y el lóbulo frontal, con una mayor densidad de receptores cannabinoides, que conlleva la pérdida, por ejemplo, de la capacidad de reflexionar. Estos cambios estructurales en el cerebro no se observan en un consumo puntual, pero sí en los grandes consumidores, sobre todo cuando empiezan a consumir cannabis desde la adolescencia. La edad de inicio y la concentración del cannabis consumido son los principales predictores del daño cerebral.
Además de las consecuencias para la salud, el consumo de drogas afecta a otras esferas de la vida, ya que propicia la aparición de problemas judiciales o legales, el aumento del absentismo y el fracaso escolar y probables problemas delincuenciales para obtener las drogas. El porcentaje de repetidores de curso en consumidores de cannabis es del doble respecto a los que no consumen, así como los problemas de agresividad que desencadenan en el entorno familiar.
 
Lo que aporta este trabajo:
Los estudios a través de encuestas están sujetos a limitaciones, pero son herramientas útiles para conocer datos poblacionales. Los investigadores de este artículo aportan así información sobre el alcance del consumo de drogas entre los adolescentes del estado de Arizona, y reflejan unas tendencias que son comunes en otros países como España. Los resultados indican que las cifras del consumo de cannabis a estas edades son realmente alarmantes, especialmente el uso de concentrados cannabinoides y la asociación con el consumo de otras drogas.
Artículos como este deben impulsarnos a insistir en la población, especialmente a los adolescentes, sobre los riesgos reales del consumo de drogas. No se puede trivializar. El consumo de concentrados de cannabis se está convirtiendo en un problema de salud pública de una magnitud que todavía no ha alcanzado sus cotas máximas, ya que sigue aumentando. Los psiquiatras nos alertan de que las altas prevalencias del consumo de cannabis en los adolescentes están incrementando el número de jóvenes con depresión, psicosis y suicidios, así como el desarrollo de trastornos mentales crónicos en la edad adulta.

C. Esteve Cornejo

Pediatra. Clínica Universidad de Navarra. Madrid

Muth ND, Dietz WH, Magge SN, Johnson RK
Pediatrics. 2019; 134: e20190282
 
Resumen
El consumo excesivo de azúcares añadidos, especialmente el de las bebidas azucaradas, contribuye a la alta prevalencia de obesidad en la infancia y la adolescencia. También aumenta el riesgo de caries dental, enfermedad cardiovascular, hipertensión, dislipemia, resistencia a la insulina, diabetes mellitus tipo 2 e hígado graso.
 La Organización Mundial de la Salud recomienda limitar la ingesta de azúcares añadidos a menos del 10% del total de calorías –aunque sería deseable que fuera menor del 5%– para aumentar los beneficios en la salud. Pero los azúcares añadidos todavía representan en los niños norteamericanos un 17% del total de sus calorías, la mitad de las mismas procedentes de bebidas azucaradas. Los azúcares añadidos no incluyen la fructosa y la lactosa, que se encuentran de forma natural en frutas, verduras y leche sin azúcar. La Academia Americana del Corazón recomienda que los azúcares añadidos no deberían incluirse en la dieta habitual de niños menores de 2 años.
 Por tanto, parece necesario implementar estrategias políticas para reducir el consumo de bebidas azucaradas en niños y adolescentes.
 Los pediatras desempeñan un papel muy importante en la identificación temprana, la prevención y el tratamiento de la obesidad. Pero son necesarios cambios en la política pública de salud para mejorar la nutrición infantil reduciendo el consumo de bebidas azucaradas. El pediatra de cabecera puede contribuir a implementar estas medidas.
 
Recomendaciones de política de salud pública
Aumentar el precio de las bebidas azucaradas mediante la imposición de impuestos a la producción y la distribución. Este aumento de impuestos se debe acompañar de una amplia campaña de educación para ayudar a las partes interesadas a entender los riesgos de su consumo, así como la justificación y los beneficios del impuesto. Esos ingresos por impuestos deben asignarse, al menos en parte, a la reducción de las diferencias socioeconómicas y en el acceso a la salud. 
Estas medidas se han demostrado eficaces, ya que han conseguido reducir las ventas de bebidas azucaradas en alrededor de un 10%.
Apoyar los esfuerzos para disminuir la publicidad de bebidas azucaradas destinada a niños y adolescentes.
Aunque las empresas están protegidas por los derechos comerciales de libre comercio, se podría eliminar el subsidio publicitario para los alimentos y bebidas nutricionalmente pobres que se comercializan para los niños.
También se debería prohibir la venta y evitar la publicidad tanto en autobuses como alrededor de las zonas escolares, así como el patrocinio de bebidas azucaradas en eventos deportivos para jóvenes.
Garantizar el acceso a alimentos y bebidas saludables y de-salentar el consumo de bebidas azucaradas en todos los programas de nutrición que ofrece el gobierno para ayudar a familias de bajos ingresos.
Se ha demostrado que dar 30 céntimos por cada dólar que se gasta en fruta y verdura aumenta la compra de estos alimentos un 26%. La educación debería extenderse además resaltando los beneficios de consumir frutas y verduras y los riesgos para la salud de las bebidas azucaradas y los azúcares añadidos.
Los niños, los adolescentes y sus familias deberían tener acceso a una información nutricional creíble, incluidas las etiquetas de nutrición, los menús de restaurantes, los anuncios, etc.
No está claro que las etiquetas nutricionales ayuden a mejorar la salud, pero el consumidor que lee las etiquetas tiende a hacer elecciones más saludables.
Se deberían adaptar y seguir políticas que propiciaran que las bebidas saludables fueran la elección por defecto. Por ejemplo, servir agua o leche como bebida por defecto en los menús infantiles. Si la opción más saludable resulta la más fácil de escoger (o por defecto), esta será la más probable.
Los hospitales deberían servir como modelo de implementación de políticas para limitar o desincentivar la compra de bebida azucaradas.
Habría que aumentar la concienciación pública sobre la contribución de las bebidas azucaradas a la obesidad y, por tanto, cambiar las normas sociales respecto a las bebidas azucaradas.
El consumo de azúcares añadidos supone un porcentaje alto de las calorías en las dietas habituales de niños y adolescentes, lo que contribuye a aumentar la incidencia de enfermedades crónicas y, sobre todo, la obesidad.
Es labor de todos intentar disminuir el consumo de azúcares añadidos, pero para ello es necesario que los gobiernos colaboren mucho más en la adopción de medidas de salud pública, concienciando a la población con campañas de educación. También los pediatras, desde sus consultas, pueden contribuir informando a las familias; asimismo, se puede contribuir a través de la participación en los consejos escolares, de salud, las juntas, los comités de hospitales, etc., a mejorar la alimentación de niños y adolescentes. 
 
Lo que aporta este estudio:
Frente a la realidad del aumento en la ganancia de peso de la población infantojuvenil, las medidas de consejo e intervención nutricional desde las consultas de pediatría o desde los centros escolares no son suficientes. Se necesitan políticas de salud pública que incluyan un gravamen sobre las bebidas azucaradas (en España esta medida está implementada en Cataluña desde 2017), y una regulación estricta en la publicidad dirigida a niños y adolescentes, pero en la que también deben estar involucrados los pediatras, en especial en el ámbito de la atención primaria, no sólo en el aspecto asistencial, sino mediante su participación en las estructuras administrativas locales y autonómicas.
 
M.J. Galiano Segovia
Centro de Salud María Montessori. Leganés (Madrid)
 
 
 
White MP, Alcock I, Grellier J, Wheeler BW, Hartig T, Warber SL, et al.
Scientific Reports. 2019; 9: 7.730.
 
Resumen
Cada vez hay más datos de estudios epidemiológicos que sugieren que, a mayor contacto con la naturaleza (parques, bosques o playas), mejor es el estado de salud y el bienestar, al menos en poblaciones favorecidas, mayoritariamente urbanas. Vivir en una zona urbana más verde se asocia con una menor probabilidad de padecer enfermedad cardiovascular, obesidad, diabetes mellitus y enfermedad mental, entre otras afecciones, en población adulta, y con un menor riesgo de sufrir obesidad y miopía en niños. La mayoría de datos se obtienen de forma indirecta, a través del conocimiento de su lugar de residencia, pero no se correlaciona necesariamente con la cantidad de contacto «directo», es decir, el tiempo que realmente se pasa en ambientes naturales.
En este estudio los autores han diseñado un modelo para medir el tiempo real de contacto con un ambiente natural por semana y correlacionarlo con variables de salud bien conocidas. Como se trataba de una muestra nacional representativa, les permitió estratificar por variables socioeconómicas que podían condicionar los resultados. El estudio se realizó en Reino Unido y comprendía una muestra de 4.000 personas por semana, procedentes de las encuestas de los años 2014-2016 del programa «Monitor of Engagement with the Natural Environment» (MENE). La muestra final evaluada estaba constituida por 20.654 adultos. Tanto la valoración del estado de salud como del bienestar se realizaron mediante autodeclaración. La duración del contacto con el medio natural se obtuvo multiplicando el número de visitas semanales por la duración de una de las visitas escogidas aleatoriamente en esa semana. Con estos datos la duración se estratificó en 7 categorías (entre 0 y ≥300 min).
 
Comentario
Los autores encontraron una asociación significativa entre los sujetos que señalaron que su estado de salud era bueno y el bienestar elevado con haber estado en contacto con la naturaleza ≥60 minutos/semana; esta significación se mantuvo después de corregir por las variables socioeconómicas sólo para el grupo que estuvo al aire libre ≥120 minutos/semana, sin encontrar una mejoría mayor con duraciones más prolongadas.
Por debajo de 120 minutos de visita semanal a ambientes naturales no se encontró ninguna diferencia al comparar con el grupo que no tenía ningún contacto, como si 120 minutos fuera un umbral a partir del cual se obtienen beneficios para la salud.
Entre las posibles explicaciones que los autores encuentran puede estar el hecho de que permanecer más tiempo en contacto con la naturaleza sea un marcador indirecto de actividad física. Señalan también que no importa el modo en que se llegue al umbral de 120 minutos para conseguir el beneficio (p. ej., largos paseos 1 o 2 veces a la semana frente a paseos diarios de corta duración).
Es cierto que el estudio tiene limitaciones, incluida la falta de evaluación de la «calidad» de la exposición; sin embargo, los hallazgos van en la línea de lo obtenido en los estudios epidemiológicos en que se estimaba de una forma indirecta las salidas al aire libre. Los autores sugieren en sus conclusiones que pasar ≥120 minutos a la semana en ambientes naturales puede representar un «umbral» importante para la salud y el bienestar en la población adulta inglesa.
 
Lo que aporta este artículo:
A veces nos cuesta aceptar lo que parece de sentido común: vivir más en contacto con la naturaleza nos hace estar más sanos y sentirnos mejor. En una época en que parece que todo debe ser mensurable para ser creído y, por tanto, aceptado, sean bienvenidos estudios como el comentado para reforzar las ideas que proporcionan el sentido común y la observación. Como en muchas otras estrategias encaminadas a hacer que la población siga unos hábitos de vida saludables, la pregunta es cómo se lo transmitimos a los ciudadanos y, especialmente, cómo hacemos que nuestros niños y nuestros jóvenes aprecien que vivir más en contacto con la naturaleza no sólo consigue que se encuentren mejor hoy, sino que también tengan una vida más saludable y, ¿por qué no?, quizá más feliz.
 
J.M. Moreno Villares
Clínica Universidad de Navarra. Madrid

Advanced ultrasound techniques for pediatric imaging
Hwang M, Piskunowicz M, Darge K. Pediatrics. 2019; 143: e20182609.

Resumen
La ecografía constituye una herramienta esencial en el abordaje diagnóstico en pediatría, por su disponibilidad, seguridad y bajo precio. En esta revisión se presentan los avances más recientes en la técnica ecográfica y su aplicabilidad clínica, que se concretan en mejoría de la sensibilidad de la escala de grises convencional, el uso de Doppler color y la posibilidad de obtener una información funcional adicional. Además, la revisión ilustra el empleo de cada técnica en casos clínicos paradigmáticos.

Ecografía de contraste
En este tipo de ecografía se usan agentes de contraste que son microburbujas de gas microencapsuladas con fosfolípidos de 2-3 µm de tamaño, que generan una señal potente de ultrasonidos. La técnica requiere la inyección del contraste en una vía periférica, que se elimina por exhalación a través de los pulmones, por lo que es más seguro que el contraste usado en la tomografía computarizada (TC) o en la resonancia magnética (RM). Además, elimina la necesidad de sedación en niños.

La principal utilidad de esta prueba en niños pequeños es su capacidad para diagnosticar algunas lesiones focales benignas en el hígado, como los hemangiomas, la hiperplasia nodular o la infiltración grasa. Al ser capaz de delimitar bien el patrón de vascularización de una lesión, puede ser de ayuda para distinguir entre lesiones benignas y malignas. En las lesiones malignas, generalmente muy vascularizadas, el fenómeno de aclarado rápido del contraste es uno de los rasgos más característicos de la ecografía de contraste y, además, puede identificar áreas de necrosis frente a áreas de tumor viable, por lo que sirve de guía para las biopsias dirigidas. Como es útil para el seguimiento de estas lesiones, disminuye la necesidad de realizar TC o RM.

También es útil para el diagnóstico de la isquemia o el daño en un órgano (p. ej., para valorar el grado de afectación en una enterocolitis necrosante). En el caso de los lactantes podría incluso servir como método alternativo para el diagnóstico de muerte cerebral. También serviría para valorar el grado de inflamación, fibrosis o cicatrización (p. ej., para distinguir lesiones fibróticas o una inflamación en un paciente con enfermedad de Crohn).

Una indicación de esta técnica aprobada por la Food and Drug Administration en niños es su empleo en la urosonografía de eliminación, para el diagnóstico del reflujo vesicoureteral, como una alternativa a la cistourografía convencional. La técnica consiste en la administración de las microburbujas a través de una sonda urinaria y evaluar la existencia de reflujo con la ecografía. Su mayor sensibilidad y la posibilidad de evaluar de forma detallada la uretra han posibilitado que reemplace a la cistografía convencional.

Elastografía
La elastografía es una técnica de imagen funcional que valora la rigidez de los tejidos determinando la velocidad de conducción de las ondas de ultrasonido. Cuanto más rígido es un tejido, más rápido viajan las ondas.

Hay dos tipos de elastografías: de onda cortante (hear-wave) y de tensión o de deformación (strain). La primera se usa para cuantificar el grado absoluto de rigidez de un tejido, y se basa en aplicar ondas de alta intensidad midiendo cómo se propagan lateralmente con la deformación de los tejidos. La segunda es una técnica semicuantitativa de la compresión manual o el movimiento interno fisiológico (p. ej., el latido cardiaco) que resultan en el desplazamiento axial reflejo de la elasticidad del tejido.

Una de las principales ventajas de la elastografía es que ha disminuido la necesidad de realizar biopsias hepáticas. Podría usarse en el diagnóstico de otras patologías, como la detección de un segmento fibrótico en el intestino o de cicatrices renales.

Ecografía en 3 o en 4 dimensiones
Tradicionalmente, el inconveniente de las ecografías en 3 dimensiones (3D) era la duración del procesamiento de las imágenes. Los nuevos avances tecnológicos permiten realizar reconstrucciones de imágenes muy rápidas a partir de los cortes en 2 dimensiones. Son útiles para determinar el volumen de un órgano o de una masa. La ecografía en 4D permite añadir la dimensión tiempo a la ecografía en 3D.

Ecografía Doppler ultrarrápida
Consiste en una técnica Doppler avanzada con una resolución muy alta, muy superior a la convencional. Permite detectar con una sensibilidad 50 veces superior los cambios de flujo en el cerebro, que se correlacionan bien con la actividad neuronal valorada en el electroencefalograma. Esta resolución temporal es muy superior a la de la RM funcional.

Ecografía de alta frecuencia
La ecografía de alta frecuencia proporciona un gran aumento en la resolución, hasta llegar a los 30 µm, superior a la TC o la RM. Se aplica principalmente en neonatología y dermatología, o para el estudio neuromuscular, vascular de tiroides, linfáticos, etc.

Lo que aporta este estudio:
La ecografía ya constituía una herramienta clave en el diagnóstico de todo tipo de lesiones en el paciente pediátrico. Los avances tecnológicos permiten aumentar mucho sus posibilidades no sólo para el diagnóstico, sino también para el seguimiento de las lesiones y, por tanto, como guía en el tratamiento. Ya no sólo proporcionan imágenes, sino que además aportan una información funcional. La ecografía combina facilidad de desplazamiento, bajo precio, ausencia de radiación y sedación innecesaria junto con seguridad, por lo que adquiere una gran relevancia como herramienta en la clínica. Quizás, en un sistema como el español, haya que dilucidar la accesibilidad de esta técnica y la dependencia del radiólogo para su realización. Mientras que otras técnicas de imagen pueden realizarlas los técnicos ante de ser evaluadas por los radiólogos, de momento no ocurre lo mismo con la ecografía. Probablemente, en el marco de la profesión se requiera una reflexión sobre el mejor modo de hacer accesible a la población infantil una herramienta de diagnóstico con tantas virtudes y tan pocos inconvenientes como la ecografía.

J.M. Moreno-Villares
Clínica Universidad de Navarra. Madrid

 

Estado general de salud y satisfacción vital en niños con enfermedades crónicas
General health and life satisfaction in children with chronic illness
Blackwell CK, Elliott AJ, Ganiban J, Herbstman J, Hunt K, Forrest CB, et al. General health and life satisfaction in children with chronic illness. Pediatrics. 2019; 143(6): e20182988.

Resumen
Los autores de este artículo se plantearon investigar cómo repercuten las enfermedades crónicas en el estado general de salud y en la satisfacción vital de los niños. Gracias a los avances de la medicina y a los cuidados específicos, algunas enfermedades que hace un tiempo eran mortales son actualmente tratables. Se incrementa cada vez más la expectativa de vida, por lo que también se eleva el número de años que se vive con esas enfermedades. La prevalencia de enfermedades crónicas en Estados Unidos y en otros países desarrollados continúa en aumento. Se estima que 1 de cada 5 niños tiene una enfermedad crónica. Los pacientes con estas enfermedades pueden sufrir tanto limitaciones físicas y retrasos del desarrollo psicomotor como dificultades escolares y sociales. De todas formas, aún no se ha determinado el grado de satisfacción vital que tienen estos niños a pesar de su enfermedad.

La satisfacción vital es un componente de la salud y parte de la construcción multidimensional del bienestar, y se define como la evaluación individual de la propia vida como buena y satisfactoria.

Es llamativa la ausencia de estudios sobre satisfacción vital en el contexto de enfermedades crónicas, especialmente en la edad pediátrica.
Los investigadores de este trabajo plantearon dos hipótesis: a) la enfermedad crónica está negativamente asociada con la salud general, y b) la enfermedad crónica no se asocia con la satisfacción vital.

En total, 1.113 cuidadores, pertenecientes a 3 estudios simultáneos de cohortes, completaron el Patient-Reported Outcomes Measurement Information System (PROMIS) para padres con el fin de evaluar el estado general de salud física, mental y social, así como el PROMIS en relación con la satisfacción vital. Participaron 1.253 niños de 5-9 años de edad, entre marzo de 2017 y diciembre de 2017. Un 20% de los niños tenía, al menos, una enfermedad crónica, y un 8,5% más de dos. Los investigadores armonizaron los factores demográficos y los factores ambientales y familiares estresantes (familias monoparentales, salud mental materna e ingresos familiares) con medidas comunes en todas las cohortes. Para examinar las asociaciones entre enfermedades crónicas y el estado de salud de los niños y la satisfacción vital, se ajustaron modelos de regresión lineal.

En cuanto a los resultados del estudio, como era de esperar, los niños con enfermedades crónicas tenían un peor estado general que aquellos sin enfermedades (β ajustada= –1,20; intervalo de confianza [IC] del 95%: –2,49 a 0,09). Sorprendentemente y por contraste, los niños con enfermedades crónicas tenían similares niveles de satisfacción vital (β ajustada= –0,19; IC del 95%: –1,25 a 0,87). En cambio, los niños con diagnóstico psicológico de estrés tenían la asociación negativa más fuerte, tanto para el estado de salud como para la satisfacción vital.

Comentario
La plataforma PROMIS se creó en 2004 por el National Institutes of Health de Estados Unidos para poder evaluar el estado de salud y el resultado de las intervenciones que se realizan al respecto. Es un sistema de información que mide los resultados referidos por los propios pacientes. La valoración del estado de salud, especialmente el de la satisfacción vital, es algo muy personal. Para los investigadores es un reto saber qué es lo que sucede en el interior de los pacientes, cómo valoran su estado de salud y su calidad de vida, y hasta qué grado son consistentes sus respuestas. Esta preocupación ha llevado a la creación de múltiples herramientas de medida del estado de salud y de las intervenciones sociosanitarias. Así surge PROMIS como resultado del trabajo colaborativo de grupos de investigación y centros de reconocido prestigio estadounidenses. Esta plataforma permite generar medidas de resultados referidos por los pacientes de forma estandarizada. Además, se ha hecho el esfuerzo de adaptarlas idiomáticamente para que su uso pueda tener un alcance internacional en la investigación y la práctica clínica. Durante el periodo 2006-2007, el PROMIS recopiló datos de muestras amplísimas, tanto de pacientes como de población general americana, asegurando que existiera una representación adecuada según la edad, el sexo, el nivel educativo, el estatus socioeconómico y el grupo étnico. Con toda esta información se crearon «bancos de ítems», que son herramientas muy útiles para medir aspectos relacionados con la calidad de vida. La plataforma PROMIS cuenta además con el apoyo de modelos matemáticos, que permiten una mayor precisión a la hora de valorar las respuestas de los pacientes. Con estos análisis matemáticos se puede medir el funcionamiento mental humano a la hora de responder a un cuestionario sobre su salud, estableciendo una relación entre el nivel de habilidad del examinado y la probabilidad de que responda correctamente a las preguntas. Los resultados obtenidos son más fiables y se simplifica el estudio, ya que de esta manera los investigadores no necesitan un tamaño muestral tan grande, al contar con herramientas ya validadas y de aplicación universal.

Los autores de este artículo concluyen que, aunque los padres de los niños con enfermedades crónicas valoran con peores resultados la salud de sus hijos, la satisfacción vital de estos niños resulta comparable con la de sus compañeros sanos.

Los niños con enfermedades crónicas aprenden a afrontar y superar situaciones adversas (dolor, sufrimiento, limitaciones funcionales...) y nos dan una lección a los adultos cuando les vemos sonreír y jugar a pesar de sus dificultades.

Lo que aporta este artículo:
Este trabajo de investigación tiene el interés de haber sido realizado a través de la plataforma PROMIS, considerada una herramienta útil y fiable para estudios en relación con el estado de salud y la satisfacción vital, también en la edad pediátrica.

Los progresos de la medicina están facilitando que sobrevivan cada vez más niños con enfermedades graves y crónicas. Con este estudio los autores aportan la evidencia de que las enfermedades crónicas no imposibilitan a los niños tener una vida feliz y satisfactoria.

C. Esteve Cornejo
Pediatra. Clínica Universidad de Navarra. Madrid



El próximo viernes 10 de mayo se celebrará en el Hospital Universitari Vall d’Hebron la XVII Jornada ADANA sobre los trastornos del neurodesarrollo y su transición a la vida adulta. La jornada está dirigida a profesionales de la salud, principalmente psiquiatras, psicólogos, neuropediatras y médicos de atención primaria.

 

La detección, el diagnóstico y el tratamiento temprano de los trastornos del neurodesarrollo, del aprendizaje y de la conducta se ha incrementado de forma importante en la última década y, por tanto, aumenta el número de afectados que llegan a las unidades de adultos. Esta transición supone un reto para los afectados y los familiares, pero también para los profesionales sanitarios.
 
  • ¿Qué atención necesitan estos jóvenes o adultos?
  • ¿Tienen la misma eficacia los tratamientos y terapias utilizados en la infancia?
  • ¿Qué papel desempeñan las familias en el proceso de transición y en el acompañamiento del paciente adulto?
 
Para dar respuesta a estas preguntas la Jornada cuenta con un destacado panel de expertos encabezado por:
Dra. Sandra Kooji, psiquiatra e investigadora (Holanda)
Dr. Ramos Quiroga, jefe Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitari Vall d’Hebron (Barcelona)
Dr. José Martínez-Raga, jefe de Sección de Psiquiatría del Hospital Universitario Doctor Peset (Valencia)
Dra. Amaia Hervás, jefe de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del Hospital Universitario Mútua de Terrassa (Barcelona)
Lda. Rosa Nicolau, psicóloga del Hospital Clínic (Barcelona)
 
Más información e inscripciones en la web de la Fundación Adana
Publicado en Noticias
Introducción: Las calcificaciones cerebrales son un hallazgo frecuente y no siempre tienen un significado patológico. El diagnóstico diferencial incluye diversas entidades en la población pediátrica, como tumores cerebrales, infecciones connatales y perinatales, síndromes neurocutáneos, enfermedades autoinmunes (p. ej., celiaquía) y, con mayor frecuencia, trastornos del metabolismo del calcio, entre los que se incluye el hipoparatiroidismo.
Caso clínico: Varón de 12 años de edad que ingresa en la unidad de pediatría tras haber presentado 2 crisis tónico-clónicas generalizadas, sin relajación de esfínteres. Estuvo afebril en todo momento. Durante el ingreso presentó un estatus convulsivo con características similares a las crisis previas, acompañado de espasmos carpopedales. En las pruebas complementarias realizadas durante el ingreso destacaba la presencia de una calcemia de 5,3 mg/dL, un calcio iónico de 0,84 mmol/L y un fósforo de 6,9 mg/dL. El paciente se encontraba en fase de seguimiento debido a un retraso psicomotor, y 2 años antes, a raíz de otro episodio comicial, se habían detectado calcificaciones cerebrales bilaterales en la resonancia magnética realizada.
Conclusiones: En el amplio abordaje de las calcificaciones cerebrales, es obligado realizar un estudio del metabolismo del calcio, aun en el caso de que éstas sean asintomáticas y se consideren un hallazgo casual.
Publicado en Notas clínicas
 
Escoliosis idiopática en adolescentes: preguntas frecuentes que debe responder el médico de atención primaria 
Ghanem I, Zizkallah M. Curr Opin Pediatr. 2019; 31: 48-53.
 
 
Resumen
La escoliosis es una deformidad tridimensional de la columna vertebral. El tipo más frecuente es la escoliosis idiopática de la adolescencia (EIA), que se desarrolla en niños por lo demás sanos, y con más frecuencia en niñas alrededor de la pubertad. Los estudios epidemiológicos muestran que alrededor del 2-4% de la población de riesgo (niñas de 10-16 años de edad) desarrollará algún grado de curvatura de la columna.
Se han llevado a cabo muchos estudios para intentar determinar qué factores influyen en su desarrollo, incluidos los factores genéticos, ambientales y biomecánicos.
Existe un gran interés social respecto a la EIA, ya que es una enfermedad frecuente y se percibe como una causa de deterioro de la calidad de vida. La mayoría de los padres tienen muchas preguntas sin respuesta, miedos y creencias en relación con la EIA y sus posibles tratamientos.
 
Comentario
Los autores del presente artículo realizan una revisión de las publicaciones recientes sobre la EIA, los factores asociados y su repercusión en la vida adulta, y llegan a diversas conclusiones.
En cuanto al impacto de las carteras escolares y la sobrecarga de peso, estos autores no han observado ninguna evidencia científica de asociación con el desarrollo de escoliosis; sin embargo, consideran que los pacientes diagnosticados de EIA deberían cargar la mochila de forma simétrica (sujetándola con las dos asas a la espalda) y evitar que la carga exceda el 10% de su peso corporal, según un consenso europeo, o el 20% según la Academia Americana de Pediatría.
No se ha encontrado ninguna relación entre la realización de ejercicio sistemático en general y el desarrollo de EIA, aunque se ha observado que la natación de competición y el ballet clásico, especialmente si se ha iniciado antes de los 7 años de edad, están asociados con una mayor frecuencia de EIA.
La EIA es más frecuente entre la población femenina (la padece un 85% más de mujeres que de hombres). Los padres de las pacientes con EIA muestran cierta preocupación por la posible futura repercusión conyugal y reproductiva de sus hijas. No se han observado diferencias en las tasas de nupcialidad entre las mujeres con EIA y las de grupos control, ni entre las tratadas quirúrgicamente o con corsés, aunque algunos estudios sí reflejan cierta limitación en la actividad sexual por problemas de espalda en pacientes con EIA, independientemente del tratamiento que hubieran seguido. Las limitaciones se debían a la dificultad en la participación en actividades físicas más vigorosas o a un acomplejamiento por el aspecto físico, más que por dolor.
En cuanto a los embarazos, aunque no se aprecian diferencias significativas, parece que existe una tendencia a incrementarse la nuliparidad en las mujeres con EIA. También se ha observado una tasa más elevada de necesidad de tratamientos de fertilidad en las pacientes con EIA, pero no se encuentran diferencias respecto a la edad gestacional. Aunque en las pacientes con EIA se refirió cierto incremento del dolor en la parte baja de la espalda durante el embarazo, éste no fue significativo. En algunas mujeres se detecta un ligero incremento de la curva escoliótica durante el embarazo, pero sin repercusión clínica.
Aunque se había publicado que existía una tasa de fallos en la anestesia epidural superior en mujeres con EIA tratadas quirúrgicamente, en recientes estudios se aprecia un incremento del éxito de la epidural en estas pacientes. Se ha encontrado una tasa de cesáreas similar tanto en las mujeres afectadas de EIA como en los grupos control, aunque en las pacientes con EIA que habían sido intervenidas, el parto vaginal tuvo que ser instrumentado en un mayor número de casos. Las complicaciones perinatales son similares tanto en las pacientes con EIA como en los grupos control. 
Otro aspecto que cabe tratar es la relación entre la EIA y la calidad de vida de estos pacientes. Las evidencias disponibles muestran que los adultos con una EIA tienen una actividad física similar a los controles, aunque algo menor en los que han sido tratados quirúrgicamente. De todas formas, en uno de los estudios revisados por los autores del presente artículo se ha observado que cuanto más caudal sea la fusión de las vértebras en el tratamiento quirúrgico, más se ve afectada la calidad de vida. En cualquier caso, los adultos con EIA, tanto si han sido tratados como si no, tienen una buena calidad de vida.
No se ha encontrado ninguna evidencia científica de asociación entre el uso de las mochilas escolares y el desarrollo de escoliosis; sin embargo, se aconseja que los pacientes diagnosticados de EIA lleven las mochilas sobre la espalda de forma simétrica y que la carga no exceda el 10-20% del peso del paciente.
No se aprecia ninguna relación entre la realización de ejercicio físico en general y el desarrollo de EIA, pero si se practica natación de competición o ballet clásico, especialmente si se inicia antes de los 7 años de edad, se observa una mayor frecuencia de EIA.
En las mujeres diagnosticadas de EIA se describe cierta limitación en la actividad sexual y una mayor necesidad de tratamientos por infertilidad. No se encuentran diferencias en cuanto a la edad gestacional, las complicaciones perinatales o la tasa de cesáreas en relación con los grupos control.
Los adultos con EIA tienen una actividad física similar a los controles, aunque algo menor en los tratados quirúrgicamente. En cualquier caso, tienen una buena calidad de vida.
 
Lo que aporta este estudio:
En este artículo los autores realizan una revisión de las publicaciones recientes sobre EIA, con el objetivo de aportar a los médicos de atención primaria evidencias científicas para responder a las preguntas más frecuentes de los padres. Aclaran así las dudas que se plantean sobre la relación de la EIA con las mochilas escolares, el ejercicio físico, su repercusión en la salud reproductiva de la mujer, y el pronóstico y la calidad de vida en la edad adulta.
 
C. Esteve Cornejo
Pediatra. Cínica Universidad de Navarra. Madrid
 
Disciplina eficaz para criar niños sanos
Sege RD, Siegel BS; Council on Child Abuse and Neglect; Committee on Psychosocial Aspects of Child and Family Health. Effective Discipline to Raise Healthy Children. Pediatrics. 2018;142(6):e20183112. Pediatrics. 2019 Feb;143(2).
 
 
Resumen
Los padres piden consejo a los pediatras cada vez con más frecuencia sobre cómo educar a sus hijos con disciplina.
En 1989, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño pidió a todos los estados miembros que prohibieran el castigo corporal e instituyeran programas educativos basados en una autoridad positiva.
El desarrollo normal de los niños requiere el compromiso activo de los adultos, quienes, entre otras funciones, deben enseñarles un comportamiento aceptable. Por ello, el empleo de estrategias de disciplina efectiva, adecuadas a la edad del niño y a su desarrollo, le ayuda a regular su propio comportamiento, a protegerlo de peligros y a desarrollar habilidades para alcanzar un buen desarrollo cognitivo y socioemocional. Por tanto, es recomendable que en la consulta del pediatra se comente qué tipo de elementos de autoridad se emplean para educar a los hijos.
 
Uso del castigo corporal
En un estudio realizado en Estados Unidos, en 2004, se constató que la mayoría de los padres usaba una estrategia de disciplina verbal antes del castigo corporal, pero sólo transcurría una media de 30 segundos antes de recurrir al castigo físico, lo que sugiere que la respuesta era impulsiva. Los resultados del castigo físico eran transitorios: antes de los 10 minutos, la mayoría de los niños (73%) había reanudado el mismo comportamiento por el cual habían sido castigados.
La evidencia obtenida de otro estudio de cohortes longitudinal sugería que el castigo corporal de los niños se asociaba con comportamientos posteriores agresivos. El estudio se basaba en una cohorte de aproximadamente 5.000 niños de 20 grandes ciudades norteamericanas nacidos entre 1998 y 2000; los datos se recogían al nacimiento y a los 1, 3, 5 y 9 años de edad. Los niños más pequeños que eran azotados más de 2 veces por mes antes de los 3 años eran más agresivos a la edad de 5 años. Un metaanálisis posterior demostró que no se obtenía ningún beneficio a largo plazo del castigo físico, y concluía que cuanto más se azotaba a los niños, peor comportamiento mostraban, lo que a su vez llevaba a un nuevo castigo físico (espiral negativa compleja).
Los niños de orfanatos que experimentaron abusos o negligencias durante su estancia en ellos pueden mostrar comportamientos desafiantes, que se ponen de manifiesto en las familias de acogida. Existen programas para ayudar a los padres adoptivos en la educación de estos niños.
Un castigo corporal repetido puede afectar negativamente a las relaciones parentales. También se asocia a un riesgo aumentado en los niños de desarrollar alteraciones en la salud mental y problemas cognitivos.
El riesgo de castigo físico aumenta en las familias que están pasando por situaciones estresantes, como problemas económicos, problemas de salud mental, violencia de pareja o abuso. Los padres depresivos tienen valoraciones más negativas del comportamiento del niño y, como consecuencia de ello, utilizan el castigo corporal más frecuentemente. También los padres que han pasado por algún trauma en su infancia usan disciplinas más severas ante comportamientos negativos de sus hijos, en un intento de prevenir futuros problemas de conducta.
El castigo corporal en niños menores de 18 meses aumenta la probabilidad de que se produzcan lesiones. Una historia continuada de castigo corporal se asocia con cambios en la anatomía del cerebro, que en la resonancia magnética se observa como una reducción del volumen de la sustancia gris cortical prefrontal.
 
Estrategias para promover disciplina efectiva
Los pediatras pueden ayudar a los padres proporcionando información acerca del desarrollo del niño y estrategias de crianza, en la que se debe evitar cualquier forma de castigo corporal, ya que ésta no es efectiva y aumenta su agresividad y enfado en lugar de enseñarle responsabilidad y autocontrol. Estas recomendaciones se pueden apoyar mediante material por escrito sobre educación parental o mostrando vídeos.
La Academia Americana de Pediatría facilita a los padres contenidos sobre cómo educar a los hijos de una forma ordenada mediante distintas iniciativas: «Healthychildren.org» en la web y su «Connected kids: safe, strong, secure and bright futures programs». Cada uno de estos recursos anima a los padres a usar refuerzos positivos como un medio fundamental para enseñar comportamientos aceptables a sus hijos.
 
Conclusiones
Los pediatras deben aconsejar a los padres sobre la educación de sus hijos y, al mismo tiempo, informarles sobre otros recursos a los que pueden acceder y animarles a utilizarlos. Deben informar sobre los riesgos del castigo corporal y su falta de eficacia para conseguir mejorar las conductas o comportamientos de sus hijos.
 
Lo que aporta este estudio:
Educar a un niño no es tarea fácil. Educar a los niños en la responsabilidad y respeto requiere altas dosis de paciencia, pero, sobre todo, de cariño. Y el castigo físico nunca es una buena solución, e incluso contribuye con frecuencia a empeorar la situación. La tarea del pediatra es velar por la salud del niño y favorecer que se desarrolle de una forma adecuada. Asesorar a los padres sobre las mejores herramientas para conseguir una educación responsable entra dentro de sus tareas.
 
M.J. Galiano Segovia
Pediatra. Centro de Salud María Montessori. Leganés (Madrid)

El síndrome de Kleefstra se caracteriza por una facies peculiar y la presencia de hipotonía, déficit intelectual y retraso grave en la expresión oral, aunque pueden aparecer otras anomalías: cardiacas, de audición, defectos genitales en varones, epilepsia, infecciones respiratorias severas, sobrepeso y alteraciones del comportamiento. Se trata de una enfermedad genética poco frecuente, ocasionada por mutaciones puntuales en el gen histona-lisina-N-metiltransferasa 1 eucromática (EHMT1) o por una microdeleción cromosómica en 9q34.3 (en el 75% de los casos). Este gen codifica una enzima que modifica la función de la histona, esencial para el desarrollo normal. Presentamos el caso clínico de un niño con hipotonía, retraso psicomotor, ausencia de habla y facies peculiar, cuyo diagnóstico se obtuvo gracias a las nuevas técnicas de genética molecular.

 
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El próximo 10 de mayo se celebrará en el Hospital Universitari Vall d’Hebron la XVII Jornada ADANA, que en esta edición se dedica a Los trastornos del neurodesarrollo y su transición a la vida adulta

 
El programa, que se desarrollará en horario de mañana, incluye los siguientes temas:
TDAH y edad adulta: consecuencias en el ánimo, en el sueño y en las relaciones.
Dra. Sandra Kooji, psiquiatra e investigadora (Holanda)
Patología Dual centrada en los trastornos del neurodesarrollo y sus comorbilidades.
Dr. José Martínez-Raga, jefe de la sección de Psiquiatría del Hospital Universitario Dr. Peset de València
Necesidades, capacidades y oportunidades de las mujeres con TEA.
Ángela Vidal, psicóloga del Hospital Clínic de Barcelona
Debate: ¿Qué se encuentran estos pacientes en su transición a la vida adulta?
Dra. Sandra Kooji, Dr. José Martínez-Raga, Ángela Vidal, Dr. Ramos Quiroga, jefe del Servicio de Psiquiatría de Vall d’Hebron, y Rosa Nicolau, psicóloga del Hospital Clínic de Barcelona
Mesa redonda: Necesidad del trabajo conjunto entre profesionales, afectados y familiares.
Dra.Amaia Hervás, jefe de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del Hospital Universitario Mutua de Terrassa, Neus Payerol, directora de la Fundació Junts Autisme y vocal de la Federacdió Catalana d’Autisme y Juan Pérez, presidente de la Federación Catalana de Asociaciones de Afectados y Familiares de TDHA.
 
Las inscripciones (aforo limitado a 140 personas) ya pueden realizarse a través de la página web de la Fundación ADANA
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La atención pediátrica hasta los 18 años permitiría mejorar la salud de los adolescentes 
 
  • En España la ley recomienda atender a adolescentes hasta los 18 años, pero en general a partir de los 14 son atendidos por médicos de familia
  • En la Comunidad Valenciana hay 1.047 plazas de pediatría para los más de 600.000 niños menores de 14 años. El 30% de estas plazas no están cubiertas por estos especialistas en atención infantil
  • Los pediatras consiguen mejores tasas en diversos aspectos de salud en la atención de este colectivo
 
 
Valencia, 10 de octubre de 2018.- La atención pediátrica hasta los 18 años permitiría la prevención de hábitos tóxicos y de determinadas patologías en adolescentes, como el tabaquismo o la obesidad, según la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP), que, con motivo del Día de la Pediatría, que se celebra este miércoles 10 de octubre, aboga para que esta sea una meta futura a conseguir. Pese a que la ley española vigente hace esta recomendación, la SVP señala que lo habitual es que a partir de los 14 o 15 años sean atendidos por el médico generalista. Sin embargo, “este es el periodo más decisivo de la adolescencia y en el que la prevención temprana de conductas de riesgo puede ser clave para su salud en el futuro”, advierte el doctor Luis Blesa, presidente de la SVP. “Estar con ellos en el momento que empiezan a tomar sus propias decisiones y a ser más protagonistas de su vida, es una labor esencial para la que el pediatra tiene una mayor capacitación”, asegura.
 
En la Comunidad Valenciana hay 1.047 plazas de pediatría para los más de 600.000 niños menores de 14 años, de las cuales solo el 70% (746) están en manos de médicos especialistas en pediatría, según datos de la SVP. Por ello, la SVP solicita, por un lado, el aumento de las plazas de pediatría en los centros de salud para adecuar los cupos a la asistencia de esta población adolescente, y, por otro, que la totalidad de las plazas para atención infantil sean ocupadas por médicos pediatras. “Todo ello sin menospreciar el trabajo del médico de familia, que realiza dicha labor actualmente, en ocasiones motivado por la falta de pediatras”, asegura el doctor Blesa.
 
Mayor conocimiento de la mentalidad adolescente
El paso de la niñez a la adolescencia supone una serie de cambios físicos y emocionales que es necesario conocer bien para elaborar una estrategia preventiva y de acción eficaz, que consiga resultados positivos, así como saber ‘conectar’ con la mente del joven. 
 
El pediatra “es el especialista de referencia para el niño durante su paso a la madurez, y la confianza en él le ayuda a afrontar las enfermedades, sobre todo las crónicas, con un apoyo más sólido”, explica el doctor Blesa. Además, su labor en la educación y prevención temprana contra el tabaco y el alcohol es necesaria en esa etapa. Según los datos disponibles, la edad media de inicio de consumo de alcohol se encuentra en los 13 años, por lo que “es importante actuar antes y continuar el control durante los siguientes años”, advierte. 
 
Por otro lado, la educación sexual es otra de las cuestiones relevantes que se deben abordar a tiempo en las consultas de pediatría para prevenir las enfermedades de transmisión sexual o los embarazos no deseados. En definitiva, “si el seguimiento sanitario que realiza el pediatra durante la infancia, se ve reforzado al continuarlo durante los años cruciales de la adolescencia, los efectos sobre la salud serán mejores”, sugiere el presidente de la SVP.
 
También se recuerda la importancia de crear unidades de transición para dar ese paso del cambio del pediatra al médico general. Algunos centros ya han puesto en marcha consultas para hacer su transición clínica más gradual, donde los adolescentes son atendidos por su pediatra y su futuro médico. De esta forma, el profesional pediátrico puede informar al nuevo doctor sobre el historial del paciente y mejorar así su futura relación.
 
Mejora de las perspectivas de salud
La atención en la adolescencia hasta los 18 años es una reivindicación que comparte gran parte del colectivo pediátrico desde hace tiempo, basándose en criterios de salud. “La especialidad de pediatría tiene la formación necesaria y específica para hacer frente a las patologías y problemas característicos de la infancia y la adolescencia”, sostiene el doctor Blesa. El pediatra se forma, no solo para tratar enfermedades más propias de la población infantil, sino que también conoce mejor los recursos y herramientas para llevar a cabo acciones de prevención y concienciación. De hecho, diferentes estudios han demostrado algunas mejoras que aporta la atención pediátrica, como la menor prescripción de antibióticos ante infecciones, sobre todo respiratorias, con un probable origen vírico. “Además, consigue una mayor cobertura de vacunación, permite un manejo más óptimo de enfermedades como el asma o la otitis media aguda, con características especiales en la edad infantil, e incluso un menor volumen de visitas a urgencias o derivaciones hospitalarias”, indica el doctor Blesa. Por último, tienen un mejor conocimiento del historial clínico del menor y de las características más destacables e importantes de su entorno familiar. 
 
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  • El 9 y 10 de junio, seis parques de ocio familiar se suman a la 9ª edición de «Un Dia de Nassos», ofreciendo entradas a mitad de precio.
  • Un evento con el que Pallapupas desea sensibilizar a la sociedad sobre los beneficios de la risa en niños hospitalizados.
 
Barcelona, 8 de mayo de 2018.– «Un Dia de Nassos» se celebra este año los días 9 y 10 de junio. El gran evento solidario que Pallapupas organiza con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la risa como herramienta para mejorar el estado emocional de los niños hospitalizados, contará con la colaboración de seis parques referentes de ocio familiar.
 
Parques temáticos de toda Cataluña se suman a esta iniciativa
PortAventura, Tibidabo, Zoo de Barcelona, Catalunya en Miniatura, Granja d’Aventura Park y Illa Fantasia participan en «Un Dia de Nassos» 2018 ofreciendo las entradas para estos días a mitad de precio. Parte de esta recaudación irá destinada a la entidad. Las entradas se pueden adquirir únicamente y de forma anticipada a partir de hoy (8 de mayo), a través de la web de Pallapupas www.pallapupas.org.

Por su parte, El Club Super3 también aporta su granito de arena, haciendo que todos sus socios puedan entrar al Zoo y a Catalunya en Miniatura de forma totalmente gratuita con la compra de una nariz solidaria el mismo día.

Además, los Pallapupas visitarán los parques, haciendo que grandes y pequeños disfruten de una divertida jornada.

Este año, gracias a la incorporación de nuevos espacios como es el caso de Illa Fantasia, Pallapupas espera superar la participación de la anterior edición, llegando a las 10.000 entradas vendidas.

Creemos una «marea de narices»
Con el fin de dar visibilidad a esta gran fiesta, Pallapupas anima a todo el mundo a crear una gran «marea de narices» en redes sociales, compartiendo fotografías con una nariz de payaso y el hashtag #nasvermell. La iniciativa cuenta con el soporte de varios personajes públicos como Mònica Terribas, Jordi Évole, Thais Villas, Òscar Dalmau, Manel Fuentes, Gemma Mengual o Risto Mejide.

Las narices solidarias se pueden adquirir en la página web de «Un Dia de Nassos» así como en varios comercios adheridos a la iniciativa o in situ, en los parques colaboradores.

Parques y fechas de «Un Dia de Nassos 2018»
Port Aventura: 20 de mayo
Tibidabo: 9 y 10 de junio
Zoo de Barcelona: 9 y 10 de junio
Catalunya en Miniatura: 9 y 10 de junio
Granja d’Aventura Park: 9 y 10 de junio
Illa Fantasia: 10 de junio
 

Sobre Pallapupas
Pallapupas es una organización sin ánimo de lucro fundada en el año 2000 que ayuda a pacientes y a sus familiares a hacer un cambio positivo, gracias al humor y al teatro, para mejorar su estado de ánimo y crecer como persona en el proceso de la enfermedad.
Pallapupas está compuesta por actores y actrices profesionales formados en una metodología teatral y asistencial adaptada a cada persona.

Su labor llega a cerca de 40.000 beneficiarios en Cataluña: niños y niñas hospitalizados, adultos diagnosticados con cáncer, gente mayor y personas con algún tipo de trastorno mental. También ayuda a familiares de pacientes a superar el proceso de la enfermedad y al personal médico a facilitar su labor asistencial en 12 centros de toda Cataluña.

www.pallapupas.org

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Nuestra salud está programada desde los primeros días de vida
 
• Los hábitos de vida durante los primeros 1.000 días del bebé pueden condicionar el riesgo de padecer algunas enfermedades en el futuro.
• Algunos estudios señalan que posibles alteraciones en la formación de la microbiota intestinal pueden ser un factor de riesgo en la aparición de trastornos crónicos inmunológicos, como alergias o enfermedades autoinmunes.
• La Cátedra Ordesa de Nutrición Infantil reúne en Barcelona a cerca de 300 expertos mundiales en nutrición infantil en sus V Jornadas Científicas.
 
 
Barcelona, 26 de abril de 2018.- La prevención de enfermedades debe empezar desde el momento del nacimiento e incluso antes. «Existe una sólida evidencia científica de que tanto la nutrición como los hábitos de vida durante los primeros 1.000 días pueden tener efectos a largo plazo, programando nuestra salud y el riesgo de padecer enfermedades» afirma Cristina Campoy, directora de la Cátedra Ordesa de Nutrición Infantil.
 
Éste es uno de los principales temas que se abordarán en las V Jornadas Científicas organizadas por la Cátedra Ordesa de Nutrición Infantil, y que tendrán lugar hoy y mañana en Barcelona, con la participación de destacados expertos internacionales. La nutrición infantil en los primeros años de vida se ha convertido actualmente en una de las áreas de investigación de máximo interés y ha registrado considerables avances en los últimos años.
 
Los estudios existentes señalan que factores como el índice de masa corporal de la madre antes de la gestación, la ganancia de peso durante el embarazo, el tipo de parto o la alimentación en los primeros meses de vida, pueden marcar nuestra salud en el futuro y contribuir a tener una mayor predisposición a padecer determinadas enfermedades. 
 
Estas evidencias están orientando la tendencia hacia una alimentación más individualizada en los primeros años. «Los avances en alimentación infantil conllevarán el desarrollo de productos altamente especializados, capaces de prevenir patologías como la obesidad, el síndrome metabólico, la diabetes tipo 2, la hipertensión, alergias, la disbiosis intestinal, alteraciones del desarrollo cognitivo, enfermedades mentales, patologías autoinmunes o cáncer» añade Campoy.
 
De esta forma, los especialistas se centran en conocer cómo podemos promover desde las etapas más precoces una vida y envejecimiento saludables. Para Susan Ozanne, Profesora de Desarrollo Endocrino de la Universidad de Cambridge, «el contexto al que estamos expuestos durante las etapas del desarrollo tiene un impacto permanente en nuestra salud a largo plazo. La nutrición es uno de estos factores, que se ha demostrado tiene una capacidad programática en el ser humano». 
 
Según el Dr. Gonzalo Pin, Coordinador de la Unidad de Pediatría del Hospital Quirónsalud de Valencia, a lo largo de nuestra vida, «nuestro bienestar estará influido por cómo se alimentaron nuestras madres durante el embarazo, como nos alimentaron durante nuestros primeros años de vida y lo que ingerimos en nuestra niñez».
 
La formación de la microbiota, clave en el primer año de vida
La formación de la microbiota y la influencia en nuestra salud es otro de los aspectos que centrarán las conferencias de las V Jornadas Científicas. Estos microorganismos juegan un papel fundamental en la creación del sistema inmunológico. De hecho, numerosas investigaciones científicas relacionan algunas enfermedades con desequilibrios tempranos de la microbiota intestinal. Cualquier alteración o desequilibrio puede ser un factor de riesgo en el desarrollo de trastornos crónicos inmunológicos, como alergias o enfermedades autoinmunes.
 
«Existen argumentos científicos sólidos que apuntan a que los trastornos inmunológicos observados en los adultos podrían ser la consecuencia de una implantación bacteriana inadecuada en la mucosa intestinal en una edad temprana» afirma Flavia Indrio, responsable de la Unidad de Gastroenterología Pediátrica y Motilidad de la Universidad de Bari. Diversos factores como el entorno de la madre, su estado de salud y su nutrición durante y tras el nacimiento, así como el uso de antibióticos se ha demostrado pueden alterar de manera significativa la creación de la microbiota en los lactantes.
 
«Entender los factores que determinan la colonización en edades tempranas podría facilitar estrategias para la adquisición de un microbioma que ayude a promover la salud» aconseja el profesor Francisco Guarner, de la Unidad de Investigación del Sistema Digestivo del Hospital Universitario Vall d’Hebrón.
 
En este sentido, los especialistas sugieren que la toma de probióticos y prebióticos durante las primeras semanas de vida puede contribuir a la formación de una microbiota sana, que junto a la ingesta de nutrientes funcionales pueden prevenir enfermedades en etapas posteriores de la vida. Un ejemplo son los resultados que presentará Natalia Ferré, de la Universitat Rovira i Virgili, acerca del probiótico Bifidobacterium infantis IM1, desarrollado por Laboratorios Ordesa, que ayuda a reducir la incidencia de diarreas en el lactante cuando se suplementa en fórmulas infantiles. 
 
Manual de recomendaciones del Libro Blanco de la Nutrición Infantil
Durante las V Jornadas Científicas de la Cátedra Ordesa se presentará el manual de Recomendaciones del Libro Blanco de Nutrición Infantil, que pretende ser una guía didáctica y amena que recoge los consejos prácticos incluidos en el libro. «La elaboración de este manual tiene como objetivo ser una herramienta útil para profesionales sanitarios, educadores y para que también los padres puedan aplicarlos de manera sencilla, favoreciendo de esta forma la mejora de los hábitos saludables en la alimentación de niños y jóvenes» explica la Dra. Montserrat Rivero, presidenta de la Comisión Mixta de la Cátedra Ordesa.
 
El Libro Blanco de la Nutrición Infantil en España es una completa recopilación de todo el conocimiento existente en alimentación infantil en nuestro país publicado en 2016. El documento, impulsado por la Cátedra, surge fruto de la colaboración con entidades como la Asociación Española de Pediatría (AEP), el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) y la Fundación Española de Nutrición (FEN).
 
Liderando la divulgación e investigación en nutrición infantil
La Cátedra Ordesa de Nutrición Infantil es la primera cátedra de nutrición infantil en España. Nace en 2013, siguiendo la vocación científica e investigadora de Laboratorios Ordesa, con el objetivo de generar investigación avanzada, promover nuevo conocimiento, dar difusión a los nuevos avances y fomentar la formación en el área de la nutrición infantil.
 
La sede de la Cátedra Ordesa está situada en la Universidad de Granada, bajo la dirección de la Dra. Cristina Campoy, profesora titular de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada. También integran la entidad la Universidad de Cantabria y la Universidad de Zaragoza, siendo la única cátedra de España integrada por tres universidades.
 
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  • Más del 90% de las cepas circulantes de meningococo B en España estarían cubiertas con la nueva vacuna Trumenba®
  • Trumenba® puede administrarse a partir de los 10 años de edad y junto con otras vacunas del calendario oficial
  • Trumenba® tiene un perfil de seguridad basado en once estudios clínicos en todo el mundo, con más de 15.000 sujetos de 10 años de edad y mayores
 
 
Madrid, 3 de abril de 2018.- Trumenba®, la nueva vacuna antimeningocócica B de Pfizer, ya está disponible en España. Está indicada para la inmunización activa de individuos de 10 años de edad y mayores para la prevención de la enfermedad meningocócica invasiva causada por Neisseria meningitidis del serogrupo B, de acuerdo con las recomendaciones oficiales, proporcionando amplia cobertura frente a la mayoría de cepas de este tipo de meningococo.
 
En la temporada 2015-2016 (últimos datos disponibles), del total de casos confirmados de enfermedad meningocócica, alrededor del 60% se debieron al serogrupo B1. «Ello significa que la enfermedad meningocócica de tipo B es en la actualidad la causa más común de meningitis bacteriana en nuestro país», ha apuntado María José Cilleruelo, médico adjunto del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid.
 
Hasta ahora, la única vacuna de la que se disponía frente a la enfermedad meningocócica por serogrupo B ofrecía cobertura para aproximadamente el 69% de las cepas invasivas de meningococo B en nuestro país. «Trumenba® está diseñada para proporcionar una amplia cobertura al incluir un antígeno vacunal que es una diana adecuada para más del 90% de las cepas invasivas de meningococo B», ha explicado Cristina Méndez, directora médica de la Unidad de Vacunas de Pfizer. «Para Pfizer supone una gran satisfacción anunciar la disponibilidad de una nueva vacuna para prevenir la enfermedad por meningococo B, porque el esfuerzo investigador de nuestra compañía se traduce en la protección de muchas personas», ha señalado Méndez.
 
Trumenba®, la única vacuna que incluye las subfamilias A y B de la proteína fHbp
El meningococo es una bacteria que presenta en su membrana externa varias proteínas, entre ellas, una proteína con capacidad de unión al factor H humano (fHbp, por sus siglas en inglés). Esta unión permite a la bacteria evadir la acción de nuestro sistema de defensa.
 
«La identificación del papel de fHbp en la defensa del meningococo, por tanto, se ha revelado fundamental en el desarrollo de nuevas vacunas frente a la enfermedad meningocócica invasiva, pues la proteína se expresa en la membrana externa en más del 96% de las cepas invasivas de meningococo B», señala la doctora María José Cilleruelo. Asimismo, la pediatra del Hospital Puerta de Hierro apunta que las secuencias de fHbp se dividen en dos subfamilias genética e inmunológicamente diferentes, A y B. «Conocer la distribución de las subfamilias de fHbp entre diferentes cepas del meningococo B es crucial para plantear estrategias de vacunación, así como la inclusión de un antígeno vacunal dirigido a cada una de las subfamilias A y B; como ocurre con Trumenba®, diseñada para proporcionar una amplia cobertura frente al meningococo de tipo B», apunta.
 
En resumen, la nueva vacuna desarrollada por Pfizer contiene la proteína fHbp y evita que el factor H humano se una a ella, eliminando este sistema de protección que utiliza la bacteria, y, además, es la única vacuna frente al meningococo B que contiene una variante de cada una de las dos subfamilias de fHbp, A y B, lo cual asegura una respuesta de anticuerpos frente a cepas que expresen cualquiera de las dos subfamilias. Por otro lado, Trumenba® puede administrarse junto con otras vacunas del calendario oficial como la vacuna frente al virus del papiloma humano, la vacuna frente a difteria, tétanos y tosferina, así como la vacuna antimeningocócica ACWY. Además, puede administrarse en una pauta de dos dosis y cuenta con un perfil de seguridad respaldado por once ensayos clínicos en todo el mundo.
 
«Trumenba® es la vacuna frente al meningococo B que se ha estudiado en un mayor número de individuos de diez años de edad y mayores hasta la fecha y su perfil de seguridad se basa en el análisis de más de 15.000 sujetos adolescentes y adultos», ha detallado la directora médica de la Unidad de Vacunas de Pfizer, la doctora Cristina Méndez.
 
Los niños mayores y adolescentes son un grupo importante para la vacunación La enfermedad meningocócica se produce de forma aguda y a cualquier edad. La bacteria que la causa, el meningococo, se transmite de persona a persona a través del contacto con las secreciones respiratorias o de la garganta de portadores asintomáticos o, excepcionalmente, por contacto directo con pacientes con enfermedad meningocócica. En el caso de los niños mayores y adolescentes, el riesgo de contraerla aumenta por la tendencia a mantener contactos estrechos en alojamientos y ciertos hábitos de ocio.
 
«Los niños mayores y adolescentes son un grupo muy importante para la vacunación, ya que hasta uno de cada cuatro puede ser portador asintomático de Neisseria meningitidis», ha destacado el Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Costa del Sol de Málaga, Javier Álvarez Aldeán. El pronóstico de una infección por este germen es grave y, debido a la rápida progresión de la enfermedad, la vida del paciente puede peligrar en cuestión de unas pocas horas. «ncluso con el cuidado adecuado, hasta el 10% de los pacientes mueren, normalmente entre las 24-48 horas tras la aparición de los síntomas»2, ha afirmado el doctor Álvarez Aldeán. Entre quienes sobreviven, un 10-20% experimenta graves secuelas para toda la vida. «Las complicaciones permanentes de la enfermedad meningocócica pueden incluir retraso mental, disfunción neurológica, epilepsia, discapacidad auditiva, cicatrices en la piel o amputación de miembros», ha añadido este experto.
 
En cuanto a los síntomas iniciales de la enfermedad meningocócica, «son inespecíficos (fiebre, dolor de cabeza) y difíciles de identificar, pudiendo confundirse con los de otras patologías como la gripe. Por ello, la vacunación es la mejor opción para prevenir y manejar esta enfermedad», continúa el especialista en vacunas. 
 
Pfizer cuenta con vacunas que ofrecen protección frente a los serogrupos más frecuentes que causan enfermedad meningocócica: A, B, C, W e Y. «Con Trumenba®, ponemos a disposición de los profesionales sanitarios y los ciudadanos una herramienta de prevención más frente a la enfermedad meningocócica, que viene a ampliar nuestra cartera de vacunas antimeningocócicas que cuenta con NeisVac-C®, para la prevención de la meningitis tipo C y Nimenrix®, frente a cuatro de los cinco serogrupos más frecuentes (A, C, W e Y)», concluye Cristina Méndez, quien añade que «esta nueva vacuna frente al meningococo B contribuirá a reducir la carga de la enfermedad meningocócica en nuestro entorno».
 
Referencias
1. Enfermedad meningocócica en España. Análisis de la temporada 2015-2016. Centro Nacional de Epidemiología. Instituto de Salud Carlos III. Boletín epidemiológico semanal.
2. World Health Organization. Meningococcal vaccines: WHO position paper, 2011. Wkly Epidemiol Rec. 2011; 86(47); 521-540. http://www.who.int/wer/2011/wer8647.pdf?ua=1. Published 2011. Accessed March 2017
 
 
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Introducción: La agenesia del cuerpo calloso (ACC) se caracteriza por la ausencia total o parcial de la principal comisura interhe-misférica, y puede presentarse de forma aislada o asociada a otras anomalías. El síndrome de deleción y duplicación invertida del brazo corto del cromosoma 8, o invdupdel(8p), es una cromosomopatía rara, y la ACC es una de sus principales características. Cursa con discapacidad intelectual leve-moderada, retraso del desarrollo psicomotor, hipotonía con tendencia a desarrollar hi-pertonía progresiva y anomalías ortopédicas.
Caso clínico: Presentamos el caso de una recién nacida pretérmino de 31 semanas de edad gestacional, que precisó ingreso hospitalario por prematuridad y dificultad respiratoria. Carecía de antecedentes obstétricos de interés, y entre sus antecedentes familiares destacaban varias muertes neonatales de causa desconocida (en la descendencia de la abuela materna). Presentaba escasa movilidad espontánea e hipotonía generalizada, junto con artrogriposis de las articulaciones, especialmente de las muñe-cas y las manos. Precisó fisioterapia respiratoria y soporte respiratorio hasta el alta, a los 3 meses de vida. En la ecografía cerebral se observó una ACC, que se confirmó en la resonancia magnética. Se descartaron enfermedades metabólicas e infecciosas, y el estudio genético fue informado como síndrome de deleción/duplicación del brazo corto del cromosoma 8, que se confirmó me-diante hibridación genómica comparada mediante microarrays.
Conclusiones: Destacamos la importancia del diagnóstico prenatal de anomalías como la ACC que pueden orientar a la presencia de cromosomopatías poco frecuentes, como invdupdel(8p), así como realizar un cariotipo a todos los pacientes con anomalías congénitas. Ante la presencia de ACC junto con hipotonía, debe descartarse la cromosomopatía invdupdel(8p).
 
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• Las XII Jornadas Científicas se celebrarán el jueves 26 y el viernes 27 de octubre y abordarán la salud mental de la niñez (6-12 años)

 
Madrid, 19 de julio de 2017.- La Fundación Alicia Koplowitz ha presentado la XII edición de sus Jornadas Científicas, que se celebrarán el jueves 26 y el viernes 27 de octubre en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid. En la presentación, la doctora María Concepción Guisasola, Doctora en Medicina y Cirugía y Coordinadora Científica de la Fundación, y D. José Leoncio Areal López, secretario de la Fundación, han detallado las temáticas de las conferencias y las personalidades científicas que participarán.
 
Esta edición se centrará en la salud mental en la niñez, periodo comprendido entre los 6 y los 12 años, también denominados como años de latencia o infancia media, etapa que se desarrolla entre la primera infancia y la eclosión de la adolescencia. En este período se producen importantes cambios en el desarrollo físico, emocional, social y psicosocial, pero recibe menor atención de la comunidad investigadora que las etapas previa y posterior.
 
Las jornadas contarán con la participación de diversas personalidades científicas como la doctora Gemma Ochando, el profesor Juan Calamaestra, la doctora María de Gracia Domínguez, la doctora Ángela Vidal, la doctora Mercedes Serrano, la doctora Gisela Sugraynes, la doctora Blanca García Delgar, la doctora Lorena Fernández de la Cruz, la doctora Luisa Lázaro, la doctora Noemi Balmaña, el doctor Samuele Cortese, la doctora Maite Ferrin, el profesor José Antonio Piqueras, el doctor Javier Goti, la doctora Mª Victoria del Barrio, la doctora  Itziar Baltasar Tello, la doctora Beatriz Paya, la doctora Maite Garaigordobil y la doctora Mar Vila. Las conferencias magistrales estarán impartidas por el doctor Pablo Mir, que detallará los avances en el síndrome de Tourette, y por la profesora clínica Charlotte Ulrikka Rask, quien impartirá una conferencia con traducción simultánea inglés-español sobre los trastornos psicosomáticos en la niñez. 
 
“Son diversos los factores que hacen que el estudio de la psicopatología de esta edad sea especialmente importante. En primer lugar, las consultas a los servicios de salud mental aumentan rápidamente a partir de los 5 años. En segundo lugar, los problemas de salud mental están estrechamente entrelazados con la actividad escolar y su desarrollo educativo; en tercer lugar, los problemas de salud mental parece que cristalizan en patrones más firmes durante la infancia media que en los años preescolares”, según ha destacado la Dra. María Concepción Guisasola.
 
Además, según ha subrayado María Guisasola, el reto de la comunidad científica para mejorar la salud mental en la niñez es “impulsar el conocimiento de los diferentes aspectos del desarrollo del niño (pensamiento lógico, razonamiento, capacidad para resolver problemas, relaciones sociales, etc.), para detectar anomalías de forma precoz y poder consultar con el especialista para instaurar el tratamiento más adecuado”. Y este hecho, es especialmente grave en España ya que, junto con Bulgaria, son los dos únicos países de la UE donde no está implantada la especialidad de Psiquiatría del Niño y el Adolescente. Por lo tanto, todo lo que se refiere a asistencia, formación e investigación en éste área es minoritario y poco avanzado.
 
La Fundación Alicia Koplowitz y la Asociación de Científicos en Salud Mental del Niño y el Adolescente - “Fundación Alicia Koplowitz” decidieron, hace dos años, dedicar las Jornadas Científicas a abordar la salud mental en los distintos estadios del ciclo vital del niño y del adolescente desde el punto de vista del desarrollo: infancia (0-5 años), niñez (6-12 años) y adolescencia (13-18). En 2016, las jornadas se centraron en Psiquiatría perinatal y de la Primera Infancia, en 2017 a Psiquiatría de la Niñez, y en 2018 se centrarán en la Psiquiatría del Adolescente.
 

 

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Committee on Adolescent Health Care
ACOG May 2016; number 662.
 
Durante la adolescencia el cuerpo experimenta cambios importantes por efecto de las hormonas sexuales. En las chicas destaca el rápido crecimiento mamario y la trasformación del tejido genital, lo que les puede plantear dudas sobre la normalidad de su nueva apariencia, tamaño, simetría o función. Estos cambios bruscos que pueden percibir como anormales, junto con la nueva percepción social del cuerpo femenino ideal, les genera grandes preocupaciones. En estos casos suelen acudir al ginecólogo buscando consejo sobre cómo conseguir una mejor apariencia mamaria o de vulva. En ocasiones están interesadas en la modificación quirúrgica del pecho y/o los genitales. 
Los ginecólogos que atienden a estas adolescentes deberían asesorar sobre alternativas no quirúrgicas, así como informarles de las indicaciones y el tiempo de intervención quirúrgica de referencia. Aunque la cirugía consigue la corrección de anormalidades (causadas por defectos congénitos, trauma, infección o enfermedad) o con un fin cosmético para reconfigurar estructuras normales que puedan mejorar la función, la apariencia y la autoestima, no está indicado en todas las adolescentes.
 
Labioplastia
Durante la pubertad los labios mayores aumentan de tamaño. El labio menor normal puede tener una marcada variación en tamaño, forma y apariencia. La asimetría es común y puede ser vista como una variante de la normalidad. No existe un consenso sobre la definición de hipertrofia labial o criterios para la intervención quirúrgica.
 
Aunque puede haber una percepción que la labioplastia es un procedimiento quirúrgico menor, pueden ocurrir complicaciones serias (cicatriz dolorosa, dispareunia, hematoma, edema, o infección).
 
Cuando las adolescentes buscan tratamiento médico, el primer escalón es, a menudo, la educación y la información respecto a las variaciones normales en la anatomía, el crecimiento y el desarrollo. Se pueden ofrecer alternativas no quirúrgicas: medidas cosméticas o medidas de higiene personal (tales como el uso de emolientes). Sólo si el disconfort emocional o los síntomas persisten, se puede considerar la corrección quirúrgica.
 
Cirugía reductora de mama
En adolescentes con mamas grandes, puede aliviar el dolor de espalda, hombro y cuello. La cirugía correctora en adolescentes se ha asociado con la mejoría de la autoestima, con más de 75% de tasas de satisfacción. Se recomienda posponer la cirugía hasta que se alcance la maduración mamaria, esperando hasta que haya estabilidad en el tamaño de la copa durante 6 meses, y esperar hasta la edad de 18 años. 
 
Se recomiendo una valoración de la maduración física, emocional y psicológica del adolescente. El cirujano debería asegurar que los objetivos de las adolescentes son realistas y que ella y su familia tienen un claro sentido de riesgo, beneficios y limitaciones de la reducción de mama.
 
Hay alternativas no quirúrgicas como el uso de prendas adecuadas, y en algunos casos, la reducción de peso. La cirugía de reducción de pecho en adolescentes no afecta la capacidad de amamantar posterior.
 
Aumento de pecho
El aumento de pecho en adolescentes puede realizarse para la reconstrucción de condiciones genéticas con deformidad o asimetría grave o como un proceder electivo para aumentar un pecho de talla pequeña o una asimetría benigna. 
La Sociedad Americana de Cirugía Plástica ha hecho las siguientes recomendaciones para mujeres que consideran aumentar de pecho:
1. Deberían tener, al menos, 18 años de edad. 
2. Tener la madurez física y emocional necesaria. 
3. Tener una comprensión realista de los potenciales resultados, así como la posible necesidad de cirugía adicional. 
 
Los implantes rellenos de salino son los únicos tipos de implantes aprobados por la U.S. Food and Drug Administration para mujeres menores de 22 años (tienen un periodo de vida de 10 años).   
 
Lo que aporta este trabajo:
La edad pediátrica en nuestro país se ha elevado hasta los 16 años y no resultaría extraño que, en un futuro próximo, alcanzase los 18. Algunos problemas a los que el pediatra se enfrentaba de forma excepcional, se han convertido en motivo frecuente de consulta. Por ejemplo, el empleo de tatuajes o la colocación de piercings. Pero también el consejo sobre algunos tipos de cirugías plásticas. El pediatra ha de conocer las indicaciones y las características de algunos de estos procedimientos y asesorar a las pacientes el momento y a quién solicitar una valoración más detallada. 
 
  
M.J. Galiano Segovia

 

Recommended amount of sleep for pediatric populations: A statement of the American Academy of Sleep Medicine

Paruthi S, Brooks LJ, D’Ambrosio C, Hall W, Kotagal S, Lloyd RM, et al.
J Clin Sleep Med. 2016; 12: 785-786. 
 
Dormir es esencial para la salud, sobre todo en los niños y en los adolescentes. Y un sueño saludable implica una duración suficiente, el momento adecuado, buena calidad, regularidad y la ausencia de problemas o alteraciones del sueño. Un panel de 13 expertos en el sueño ha revisado la evidencia científica publicada para elaborar un elenco de recomendaciones que han sido aceptadas, entre otras, por la Academia Americana de Pediatría.
 
Dichas recomendaciones son las siguientes:
  1. Los lactantes entre 4 y 12 meses deberían dormir entre 12 y 16 horas al día de forma regular para tener una salud óptima. No hay recomendaciones en menores de 4 meses, debido a la amplia variabilidad en los patrones y en la duración del sueño a esa edad y su correlación con el estado de salud.
  2. Los niños entre 1 y 2 años deberían dormir entre 11 y 14 horas al día (incluyendo siestas) para tener una buena salud.
  3. Entre 3 y 5 años deberían dormir entre 9 y 12 horas (incluyendo siestas).
  4. Los niños de 6 a 12 años deberían dormir entre 9 y 12 horas diarias.
  5. Finalmente, los adolescentes entre 13 y 18 años deben dormir entre 8 y 10 horas de forma regular.
 
Dormir el número de horas aconsejadas se asocia a una mejor atención, conducta, aprendizaje, memoria, equilibrio emocional, calidad de vida y salud física y mental. Por el contrario, dormir pocas horas se asocia a problemas en esas mismas áreas. También aumenta el riesgo de accidentes, de hipertensión, obesidad, diabetes y depresión. Y en adolescentes, mayor riesgo de conductas autolesivas y pensamiento e intentos de suicidio. Dormir de más también tiene efectos negativos para la salud, entre otros, riesgo de hipertensión, diabetes, obesidad y problemas mentales. Los padres deben ser conscientes de que, si sus hijos presentan problemas de sueño, deberían consultar con el pediatra o buscar un especialista del sueño. 
 
Necesitamos, sin embargo, conocer más a qué se deben las variaciones individuales del sueño y entender los mecanismos biológicos que subyace en la necesidad de dormir.
Proporcionar recomendaciones sobre la duración ideal del sueño servirá para concienciar a los padres, los adolescentes y los profesionales de la salud, pero también a los cargos públicos en la importancia que el sueño tiene para la salud.   
 
Lo que aporta este trabajo:
No siempre se ha tenido en cuenta la importancia de dormir un número suficiente de horas en cada etapa de la infancia y la adolescencia y sus repercusiones sobre la salud. Cada vez hay una mayor concienciación en las repercusiones que tienen las alteraciones del sueño. Quedan muchos campos por investigar: desde la influencia de los factores genéticos y ambientales hasta cómo repercuten en la salud de los padres y de los demás miembros de la familia.
 
En España hay pocas Unidades del Sueño, aunque la mayoría se dedican al estudio de la patología respiratoria y su influencia sobre el sueño. Existe también una sociedad científica, la Sociedad Española del Sueño (http://www.ses.org.es/), que tiene un grupo de trabajo pediátrico. 

 

J.M. Moreno-Villares
Unidad de Nutrición Clínica. Hospital Universitario «12 de Octubre». Madrid

Las malformaciones de las extremidades son raras y su etiología, variable. Existen síndromes genéticos que combinan estas malformaciones con discapacidad intelectual y otras malformaciones graves, como el síndrome de Cornelia de Lange. Presentamos el caso de una paciente con malformaciones severas en las 4 extremidades, discapacidad intelectual y características faciales peculiares que llevaron al diagnóstico presuntivo de síndrome de Cornelia de Lange. Presentamos el caso de una niña de 4 años de edad, padres consanguíneos y etnia gitana, con antecedentes de retraso del crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer, microcefalia y múltiples malformaciones en ambas manos y pies, incluida la mano derecha hendida, con diagnóstico presuntivo de síndrome de Cornelia de Lange. Durante el primer año de vida se realizaron varios estudios con los siguientes resultados: cariotipo 46, XX; estudio de deleciones subteloméricas (técnica MLPA) normal; ecocardiograma y electrocardiograma sin hallazgos; evaluación oftalmológica y auditiva normales; ultrasonido abdominal y transfontanelar normales. A los 4 años se le aplicó una técnica de array de hibridación genómica comparada (comparative genomic hybridization) (array-CGH) con resolución de 180 kb, que detectó una deleción causal de 8,4 Mb en la citobanda 2q31.1q31.2. La deleción de 2q31 está asociada a la malformación de mano/pie hendido, y la correlación genotipo-fenotipo indica que las deleciones intersticiales de la región 2q31.1 muestran malformaciones en los miembros si incluyen una región crítica de 2,5 Mb, que incluye el cluster de HOXD y las regiones adyacentes en sentido 5´y 3´. Concluimos que ante un paciente con malformaciones graves y signos y síntomas superpuestos de varios síndromes, es aconsejable comenzar el plan de trabajo con array-CGH, y si esta técnica no está disponible, realizar un cariotipo de alta resolución con la intención de descartar reordenamientos cromosómicos.

Publicado en Notas clínicas
  • La crisis económica y los cambios sociales vividos en los últimos años han tenido impacto en el incremento de adolescentes con problemas de comportamiento.
  • El Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona con la colaboración de Laboratorios Ordesa edita el informe FAROS «Adolescentes con trastornos de comportamiento, ¿Cómo podemos detectarlos? ¿Qué se debe hacer?».
  • El estudio analiza la evolución actual de los problemas de comportamiento en la adolescencia para detectar nuevas necesidades y proponer cómo mejorar el tratamiento de estos trastornos.

 

Madrid, 27 de enero de 2016.- La crisis económica ha tenido un impacto directo en el aumento de los niños y adolescentes con problemas de comportamiento. Según el informe «Adolescentes con trastornos de comportamiento, ¿Cómo podemos detectarlos? ¿Qué se debe hacer?» editado por el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona en colaboración con Laboratorios Ordesa, en los últimos cinco años se ha detectado un significativo aumento en el diagnóstico de trastornos de conducta en menores, provocado en parte por el aumento de las familias con problemas económicos y los cambios sociales vividos.
 
El informe, que se ha presentado hoy en la sede de la OMC (Organización Médica Colegial) en Madrid, se ha elaborado a partir de los datos recogidos en una encuesta realizada entre padres y madres, profesores, pediatras y profesionales de la salud mental de todo el territorio español, para tratar de detectar nueva necesidades, mejorar la prevención, la detección precoz y proponer recomendaciones para mejorar el abordaje de los problemas de conducta.
 
La gran mayoría de los profesionales encuestados para el informe afirma haber detectado un aumento en las demandas por problemas de conducta (96% de pediatras), convirtiéndose en la principal causa de consulta sobre salud mental, según afirman psicólogos y psiquiatras. 
 
Además de la situación económica, los cambios experimentados en la sociedad respecto a las estructuras familiares en los últimos años, junto a un auge de valores como el individualismo, la necesidad de recompensa inmediata o la poca tolerancia al malestar, han comportado un aumento de los trastornos de comportamiento que afectan al entorno del menor. Una situación que tiene un gran impacto principalmente en el ámbito familiar y educativo.
 
 
¿Cómo podemos detectarlos?
Se estima que uno de cada cinco niños tendrá a lo largo de su infancia o adolescencia algún trastorno de conducta. Se trata de un problema de salud más frecuente entre los chicos que las chicas y cuya mayor prevalencia se da entre los 13 y 16 años.
 
Existen diferentes situaciones de riesgo que pueden provocar la aparición de trastornos de comportamiento, entre las que se pueden destacar: 
 
Situaciones personales 
       Comportamiento disocial.
       Inicio precoz de conductas agresivas. 
       Pocos vínculos sociales.
       Abuso de sustancias. 
       Impulsividad. 
       Baja capacidad de atención.
       Actitud negativa ante lo escolar.
       Bajo rendimiento académico.
       Baja tolerancia a la frustración.
       Pérdida de valor a la autoridad.
 
Situaciones familiares
       Padres que no tienen tiempo de estar con sus hijos.
       Familias desbordadas.
       Control parental inadecuado.
       Falta de comunicación y conocimiento de los problemas de los hijos.
       Bajo nivel socio-económico.
       Padres abusivos o ruptura con el hogar en la infancia.
 
Por otro lado, también existen algunos factores protectores para evitar la aparición de trastornos de conducta, como el hecho de ser mujer, tener una orientación social positiva, alta inteligencia, poseer buenas habilidades de afrontamiento del estrés, establecer relaciones de calidad y de apoyo con adultos. También está demostrado que ayuda la implicación personal y familiar en valores sociales o ser competente al menos en una habilidad.
 
 
Un mayor aumento de los problemas de aprendizaje
Según el informe, los trastornos de conducta que han experimentado un mayor aumento son los problemas de aprendizaje y el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención). Aunque en menor medida también ha crecido el número de casos de consultas por síntomas del trastorno negativista desafiante o trastorno disocial. 
 
Las principales características de estos trastornos suelen ser: 
 
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH): es el trastorno que genera mayor número de visitas a los servicios de salud. Se caracteriza  por la dificultad para mantener la atención, hiperactividad o exceso de movimiento e impulsividad. Su incidencia está entre el 3% y el 7% de la población, siendo más frecuente entre los chicos. 
 
Trastorno Disocial: su principal característica es reincidir en comportamientos que atentan contra los derechos de los demás o las normas sociales. Por ejemplo, comportamientos agresivos, acosar o amenazar a otros, iniciar peleas, uso de armas, robos, etc. Se calcula que la prevalencia en la población general es de entre 1,5 y 3,4% y es más prevalente entre los varones.
 
Trastorno Negativista Desafiante (TND): sigue un patrón de comportamiento negativista, desafiante, desobediente y hostil hacia las figuras de autoridad. Se caracteriza por actitudes como accesos de cólera, discusiones con adultos, hacer deliberadamente cosas que molestan a los demás, ser quisquilloso, mostrarse rencoroso o vengativo. Aproximadamente afecta entre un 3% y un 8% de los niños, siendo entre 2 y 3 veces más frecuentes en niños que en niñas.
 
Un 60% de los padres preguntados para este informe afirmaron que sus hijos manifestaban algún trastorno de comportamiento, en la mayoría de los casos (22%) se trataba de problemas de aprendizaje. Mientras que pediatras y profesores también destacaban un mayor número de casos que presentaban síntomas de trastorno negativista desafiante, TDAH o trastorno disocial
 
 
¿Qué podemos hacer?
Las mayoría de los grupos participantes en este estudio reclamaron un aumento de los recursos, mejorar la coordinación entre los diferentes profesionales implicados y proporcionar más formación sobre los problemas de conducta y los recursos o estrategias existentes para su abordaje. 
 
La crisis ha generado nuevas necesidades y hace fundamental la mejora en la coordinación y la realización de un abordaje multidisciplinar que englobe a pediatras, educadores, padres y profesionales de la salud mental para lograr una mejor prevención y tratamiento de los problemas de conducta, así como favorecer la detección precoz.
 
La mayoría de los padres ante un posible trastorno de conducta en sus hijos decide acudir al pediatra o médico de familia o acuden directamente a un psicólogo. En muchos casos (49,2%), la familia ni tan siquiera comunica el problema a la escuela. Un dato que muestra la necesidad de mejorar la relación entre los padres y la escuela, espacio dónde también se detecta un importante porcentaje de casos (46,3%).  
 
La coordinación de los diferentes colectivos implicado es el principal reto en estos momentos. Los pediatras parecen ser el profesional referente para estos casos como reconocen padres y profesores quiénes defienden la necesidad de establecer una ágil comunicación entre las diferentes áreas implicadas. 
 
Los diferentes profesionales que han reflejado su opinión en este informe también inciden en la importancia de la intervención precoz. En el ámbito escolar el 99% de los casos detectados se intentan resolver desde el aula. Los profesores coinciden que la mejor forma de actuar es de forma inmediata y aseguran que en un 50% de los casos la intervención es bastante rápida.
 
En el ámbito educativo, el 90% de los profesores aseguran que existen buenos recursos pero insuficientes, y denuncian que además han disminuido en los últimos años. Los padres también consideran necesario incrementar los recursos asistenciales para tratar los problemas de comportamiento. Por su parte, los pediatras valoran positivamente las estrategias terapéuticas existentes pero consideran que desde los recursos escolares y los servicios sociales se realiza un trabajo insuficiente.
 
Más formación sobre los problemas de comportamiento y mayor conocimiento de los recursos existentes es otro de los aspectos que reclaman los diferentes colectivos. Los profesores aseguran no disponer de la formación adecuada para hacer frente a este tipo de situaciones, mientras una gran parte de los pediatras dice desconocer los recursos educativos existentes para tratar estos problemas o las estrategias terapéuticas a utilizar.
 
 
Más de 1.000 pediatras, profesores, padres y profesionales de la salud mental
El estudio se ha realizado a través de una encuesta descriptiva contestado por personas de los diferentes colectivos implicados como pediatras, profesores, padres y madres, psicólogos y otros profesionales de la salud mental. En total han participado más de 1.300 personas de todo el territorio español que han respondido a diferentes cuestiones para poder analizar los aspectos más relevantes relacionados con los problemas de conducta.
 
El informe «Adolescentes con trastornos de comportamiento, ¿Cómo podemos detectarlos? ¿Qué se debe hacer?» ha sido coordinado por Josep Matalí, psicólogo clínico y Coordinador de la Unidad de Conductas Adictivas del Servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona junto a otros cinco autores entre los que se encuentran pediatras, psicólogos y psiquiatras infantiles. El documento está editado por el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, con la colaboración de Laboratorios Ordesa,  dentro de la colección FAROS de guías de salud y bienestar para las familias. 
 
 
 
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• El Dr. Alberto Aldana, del Servicio de Pediatría de Policlínica Gipuzkoa, explica cómo afecta el uso excesivo de los videojuegos en la salud infantil, aunque un consumo moderado tiene beneficios para los niños.

• Uno de los mayores riesgos de los videojuegos es el sedentarismo que puede provocar obesidad infantil.

 

San Sebastián, 21/12/2015. Hoy en día, y prácticamente desde que nacen, los niños tienen acceso al chip electrónico, la televisión, internet, y principalmente los videojuegos son los culpables de que los más pequeños tengan una enorme pasión por las pantallas.

 
El Dr. Aldana, del Servicio de Pediatría de Policlínica Gipuzkoa, explica que «aunque los videojuegos pueden ayudar al desarrollo de la mente, cada vez es mayor el abuso que se hace de las pantallas digitales lo que puede provocar riesgos en la salud de los más pequeños de la casa».
 
En este tiempo de fiestas navideñas es muy habitual regalar a los niños juguetes digitales cuando «deberíamos fomentar los juegos al aire libre que obliguen a los niños a moverse e interactuar con otros niños como por ejemplo una bicicleta o una comba» apunta la especialista.
 
 
Pueden ayudar a desarrollar la mente
Son varios los beneficios que aportan este tipo de juegos a los niños pero hay que saber escoger los que pueden ayudar a desarrollar la mente, el Dr. Aldana asegura que «pueden ayudar a agudizar la actividad deductiva se estimula la lógica, la agudeza visual, y se desarrollan los actos reflejos».
 
La principal capacidad que desarrollan los videojuegos son la coordinación, principalmente entre el ojo y la mano, pero cada vez vemos más los videojuegos en los que puedes mover las piernas y los pies. Además, algunos videojuegos mejoran el razonamiento lógico, la capacidad de decisión, fomentan el trabajo en equipo y promueven la decisión de enfrentarse a los retos.
 
 
 
Una adicción con graves riesgos 
El principal riesgo de los videojuegos es su adicción, en muchas ocasiones los más pequeños prefieren realizar este tipo de actividades y rechazan otras, como es la actividad física. La tendencia al sedentarismo y a la obesidad en la infancia es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los niños adictos a los videojuegos, se olvidan de cualquier tipo de actividad al aire libre y sólo permanece el interés en el juego.
 
«Los niños que parecen obesidad infantil son más propensos a desarrollar enfermedades durante la edad adulta como pueden ser diabetes tipo 2, apnea obstructiva del sueño, hipertensión, dislipidemia, síndrome metabólico, problemas cardiovasculares e incluso cáncer, además de generar problemas para el desarrollo de relaciones sociales», explica el Dr. Aldana.
 
«Además, hay otro factor bastante preocupante y es el visual. A edades tempranas los niños aún no tienen bien desarrollados los conductos oculares, por lo que les cuesta focalizar o fijar las imágenes, el aparato visual se desarrolla hasta los ocho años aproximadamente. Si continuamente les exponemos a las pantallas que se ven a una distancia mínima, pueden aparecer problemas tempranos de miopía, astigmatismo y otros errores refractivos», recalca el experto.
 
Otras de las patologías que pueden aparecer como causa de un exceso de videojuegos es el insomnio, si los juegos son utilizados antes de la hora de dormir, producen alteraciones en el sueño, tanto en su estructura como en la conciliación del mismo. Esto puede afectar al rendimiento escolar, a la habilidad emocional y a las relaciones familiares.
 
La salud mental también se deteriora por el uso desmedido de este tipo de tecnología, pues, si no existen unos límites, puede intensificarse la posibilidad de que los niños se enfrenten a un mayor aislamiento social.
 
Algunos de los síntomas que señalan una posible adicción al uso de los dispositivos electrónicos son la ansiedad, la irritabilidad y la ira.
 
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• La mayoría de los menores con problemas de comportamiento presentan un peso, talla e IMC inferior a la media de otros niños.
• El Estudio Época ha analizado durante 2015 cerca de 1.000 niños entre 6 y 12 años que presentan síntomas de algún trastorno de conducta.
 
Madrid, 9 de noviembre de 2015.- Aplicar una terapia psicológica, introducir cambios de hábitos y la suplementación con omega-3 son las medidas más empleadas por los pediatras para abordar los problemas de conducta en niños. Ésta es una de las principales conclusiones del Estudio Época impulsado por Laboratorios Ordesa con menores entre 6 y 12 años.
 
Según la última Encuesta Nacional de Salud el 2,2% de los menores presentan algún trastorno de conducta y el 1% trastornos de salud mental. Sin embargo, existe un importante número de consultas a pediatras por parte de padres y cuidadores sobre problemas de comportamiento en niños que no llegan a presentar ninguna  patología específica. 
 
En el caso del Estudio Época, la mayoría de consultas recibidas por los pediatras participantes fueron sobre comportamiento, falta de atención, nerviosismo, hiperactividad, bajo rendimiento escolar, poca concentración o dificultades de aprendizaje.
 
En estos casos, según el estudio, los pediatras no acostumbran a prescribir  tratamientos farmacológicos. Un 26,2% optan por realizar consejos generales de comportamiento y el resto recomiendan cambios de hábitos (actividad física, higiene del sueño, medidas cognitivo-conductuales o recomendaciones dietéticas), en algunos casos también les derivan al psicólogo, les prescriben algún complemento alimenticio rico en omega 3 o combinan varias de las opciones anteriores.
 
El Estudio Época muestra que estas medidas provocan apreciables mejoras en la calidad de vida de los niños, en su estado de salud general y particularmente en su salud mental. En un breve espacio de tiempo (aproximadamente 3 meses), la mayoría de estos pacientes redujeron los problemas emocionales, conductuales y de hiperactividad que presentaban. 
 
Los problemas de conducta no sólo afectan al niño que lo padece. Según los datos recogidos en el estudio, cerca de un 50% de las familias presentaban afectación del estado de ánimo como tristeza, desesperanza o ansiedad y, en general, una peor calidad de vida. Esta situación también influía negativamente en la salud física de los padres y afectaba a sus relaciones interpersonales.
 
Aunque este tipo de trastornos son considerados leves pueden alterar el entorno familiar y educativo del niño y afectar a la calidad de vida de las familias. «En estos casos puede ser de gran ayuda prescribir una suplementación nutricional que aporte ácidos grasos omega-3, junto a la psicoeducación, el entrenamiento en el manejo conductual y el apoyo académico» explica el Dr. Ferran Cachadiña, director médico de la Clínica Corachán de Barcelona e investigador principal del estudio. De hecho, los menores que mostraron un mayor grado de mejora fueron aquellos que combinaron otras medidas junto a la suplementación alimenticia con ácidos grasos omega-3, nutrientes que está comprobado son fundamentales en la dieta para mantener una adecuada función cerebral. 
 
Peor estado de salud y un menor crecimiento
El estudio muestra que aquellos menores que presentaban problemas de conducta, tenían en general un peor estado de salud y calidad de vida, y mostraban menor talla, peso e IMC que la media del resto de la población de su edad. La mayoría de estos niños seguían una  alimentación más desequilibrada con un consumo más bajo de pescado, verduras y frutas que la media, y más elevado de refrescos con azúcar y snacks. También destaca el hecho que los niños con problemas de comportamiento dormían aproximadamente media hora menos de lo habitual para su edad.
 
Como es normal en este tipo de estudios, los problemas de comportamiento son más frecuentes en los niños que en las niñas. Los principales factores que parecen estar relacionados con la aparición de problemas de conducta son la obesidad, los factores de riesgo en el entorno social o familiar, un nivel socio-económico bajo, el consumo de alimentos no recomendables o la falta de sueño. 
 
El Estudio Época sobre los problemas de conducta en menores de 12 años
El Estudio Época se ha realizado a través de una muestra de cerca de 1.000 niños entre 6 y 12 años y han intervenido en el mismo más de 200 pediatras. Su objetivo ha sido analizar el impacto de los problemas de conducta en la infancia sobre la salud y la calidad de vida del niño y su familia. El estudio pretende conocer el perfil de los menores afectados y los factores asociados  a su aparición y evolución. 
 
Los datos del estudio, que se han publicado en el número de octubre de la revista Acta Pediátrica Española, sugieren que existe un alto porcentaje de niños aparentemente sanos que una vez evaluados presentan probables problemas de salud mental, que afectan a su salud, su calidad de vida y la de sus padres. Por esta razón, es de particular importancia que los pediatras y, en general, los profesionales de la salud, que reciban consultas por parte de los padres y tutores sobre problemas de conducta o comportamiento, realicen una evaluación profesional de los mismos y apliquen medidas no farmacológicas que ayuden a reducirlos.
 
Con los resultados obtenidos se pretende aportar datos relevantes y aconsejar a los profesionales en pediatría sobre cómo abordar este tipo de trastornos para mejorar la calidad de vida de los más pequeños y sus familias. 
 
 
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Zucker N, Copeland W, Franz L, Carpenter K, Keeling L, Angold A, et al.
Pediatrics. 2015; 136(3): 1-9. Epub 3 agosto 2015.
 

En el artículo se revisa la evolución de preescolares que presentan un patrón de alimentación selectiva (los conocidos como picky eaters, comedores selectivos o melindrosos). La alimentación selectiva es muy frecuente en la infancia, sobre todo en los preescolares (de 2 a 5 años); tan frecuente que a menudo se ve como parte de un desarrollo normal. Sin embargo, algunos de estos niños mantienen ese patrón de conducta hasta la adolescencia o más tarde. Para conocer la repercusión del trastorno en el niño y en su familia, los autores estudiaron a una cohorte de 917 niños de 24-71 meses de edad con estas características, que acuden a centros de atención primaria en un área de salud del sudeste norteamericano. Los padres cumplimentaron unas encuestas diagnósticas estructuradas, relacionadas con los hábitos alimentarios, la capacidad de autorregulación, los síntomas psiquiátricos y las variables del ambiente del hogar. Una subcohorte de 188 parejas se evaluó 24,7 meses después.

Resultados
Los patrones de alimentación selectiva entre moderados e intensos se asociaban a síntomas psicopatológicos (ansiedad, depresión, déficit de atención e hiperactividad), tanto en el momento de la primera encuesta como en el seguimiento. La gravedad de los síntomas era mayor cuanto peor era la conducta selectiva. Se observó también una alteración en el funcionamiento familiar más allá de los aspectos relacionados con la comida o la aversión alimentaria.

Conclusiones
Los autores concluyen que a la vista de estos hallazgos, los pediatras han de intervenir de forma temprana en los niños que presentan un patrón de conducta alimentaria selectiva de moderada intensidad, con el fin de prevenir el desarrollo de una psicopatología posterior. En el último Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fith Edition (DSM-V) se recoge este cuadro como un trastorno de la conducta alimentaria restrictivo-evitativo (avoidant/restrictive food intake disorder [ARFID]) y sugieren evitar el término «comedor selectivo».

Comentario
Los trastornos de la conducta alimentaria en el niño pequeño son frecuentes y suelen tener un carácter adaptativo. Los padres, preocupados por las posibles implicaciones sociales y sobre la salud de sus hijos, suelen consultar con el pediatra. No hay generalmente un protocolo de actuación. Los clínicos tratan de minimizar la alarma de los padres que, con frecuencia, se sienten culpabilizados por los sanitarios por no saber ofrecer una cantidad suficiente de comida nueva. Con un enfoque correcto, encaminado a reafirmar a los padres y dar pautas concretas a las familias, es posible normalizar el hábito alimentario y el funcionamiento familiar. Sin embargo, los casos más graves pueden generar una gran conflictividad familiar y se asocian a psicopatologías, tanto en el niño como en el resto de miembros de la familia, y precisan un abordaje y un tratamiento más intenso. La alimentación selectiva en los niños puede ser una señal de alarma de gran vulnerabilidad, lo que conlleva un riesgo de presentar una psicopatología posteriormente.

M.ªJ. Galiano Segovia

New pediatricians: first jobs and future workplace goals
Freed GL, McGuinness GA, Moran LM, Spera L, Althouse LA
Pediatrics. 2015; 135(4): 701-706.

Existe cierta preocupación sobre cuáles son las posibilidades de los pediatras jóvenes de encontrar un trabajo que cumpla con sus expectativas. Para ello, los autores de este artículo decidieron encuestar a los 5.210 pediatras que tuvieron que pasar el Examen de Certificado de Pediatría en 2014 (en Estados Unidos es preciso certificarse en Pediatría tras terminar la residencia mediante un examen nacional, aunque no se precisa de forma inmediata para conseguir un trabajo; https://www.abp.org/become-certified/general-pediatrics/admission-requirements), con el fin de preguntarles acerca del grado de satisfacción sobre su primer trabajo y si se adecuaba a sus expectativas laborales.

El cuestionario estructurado podía cumplimentarse en menos de 10 minutos y fue respondido por más del 99% de los pediatras.

Resultados
El 45% de los que respondieron trabajaban con pediatras generales. El 75% de los pediatras que terminaron en los 2 últimos años eran mujeres. El principal factor a la hora de elegir el primer trabajo, tanto en hombres como en mujeres, era el estilo de vida y las consideraciones sobre la familia o la pareja, aunque más en las mujeres que en los hombres (el 69 frente al 55%; p <0,0001). Las consideraciones económicas tenían un peso considerablemente menor, y en este caso importaban más a los hombres. La mayoría de los encuestados referían encontrarse satisfechos con su trabajo actual en relación con sus expectativas, tanto los hombres como las mujeres. La mayoría de los que trabajan en atención primaria no tenía ningún interés en realizar una actividad hospitalaria. De los que habían terminado su residencia en los últimos 2 años, un 23% tenía planeado trabajar a tiempo parcial durante un cierto periodo en los próximos 5 años.

Conclusiones
Pese a la preocupación sobre si los jóvenes pediatras tenían la posibilidad de encontrar un trabajo acorde a sus ideales de trabajo, la mayoría de los encuestados trabajaba en empleos que se ajustaban bastante a sus deseos profesionales y enfocados, sobre todo, al trabajo clínico.

Comentario
Con unas características demográficas muy similares a las nuestras (aunque con un porcentaje más elevado de mujeres, la mayoría trabajando en atención primaria), los resultados obtenidos en este estudio parecen ser discordantes con lo que ocurre en España. Sería interesante realizar una encuesta sobre el grado de satisfacción de los pediatras jóvenes de nuestro país sobre su empleo y cómo se ajustaría a sus planes personales y profesionales.

J.M. Moreno-Villares
Servicio de Pediatría. Hospital Universitario «12 de Octubre». Madrid

 

Introducción: El objetivo del estudio EPOCA fue conocer el impacto de los problemas de conducta en el estado de salud y la calidad de vida (CV) de la población pediátrica, así como el tipo de recomendaciones no farmacológicas que realiza el pediatra en este tipo de consultas.

Métodos: Estudio multicéntrico y observacional de niños de entre 6 y 12 años de edad, sin patología neurológica y/o psiquiátrica conocida, que acudieron a la consulta del pediatra y refirieron problemas de conducta. Se compararon los datos basales de la muestra con los de población infantil de la Encuesta Nacional de Salud de España (ENSE 2011), los resultados basales frente a los obtenidos al cabo de 3 meses, y también las diferencias a los 3 meses según las medidas recomendadas por el pediatra, en un grupo al que se le recomendó un suplemento alimentario a base de ácidos grasos (AG) omega-3 y otro grupo sin esta recomendación.

Resultados: Las puntuaciones basales mostraron que el 67,8% de los participantes presentaban «probables» problemas de salud mental, además de una puntuación menor en la calidad de vida (CV) respecto a la muestra de la ENSE. La CV de los padres también se vio afectada en función de la presencia o no de problemas de conducta en sus hijos. Entre las medidas recomendadas por el pediatra, la complementación con AG omega-3 durante 3 meses se asoció a un porcentaje de mejora significativamente mayor en las puntuaciones de salud mental (el 35,1 vs. 25,5%; p= 0,019), de problemas de conducta (el 40,9 vs. 29,3%; p= 0,017) y de hiperactividad (el 35,9 vs. 24,1%; p= 0,017). La misma tendencia se observó en los resultados sobre «prestar atención» y «sentirse lleno de energía» (p <0,05; 79,7 ± 103,6 vs. 65,2 ± 98,3, y 20,1 ± 80 vs. 13,3 ± 94,5, respectivamente).

Conclusiones: En general, los niños con problemas de conducta presentan un peor estado de salud y una peor CV que los de la población general. La CV de los padres también se ve notablemente afectada por los problemas de conducta de sus hijos. La suplementación de la dieta con AG omega-3 parece tener efectos positivos en distintos factores relacionados con el estado de salud de los niños que refieren problemas de conducta. Las medidas no farmacológicas recomendadas por el pediatra, incluido el uso de un suplemento a base de omega-3, muestran un efecto positivo y sumatorio en la mejoría de tales problemas.

 

Publicado en Originales
Introducción: El síndrome de Jacobsen se debe a una deleción parcial del brazo largo del cromosoma 11. En un 85% de los casos, la deleción ocurre de novo. Los signos más comunes incluyen retraso en el crecimiento pre/posnatal, retraso psicomotor y malformaciones, así como una dismorfia facial característica. Con frecuencia, desde el nacimiento existe una función plaquetaria anormal, una trombocitopenia o una pancitopenia. Aproximadamente un 20% de los pacientes fallece durante los 2 primeros años de vida.
Caso clínico: Recién nacida a término, sin antecedentes familiares de interés, que presenta un fenotipo peculiar (pabellones auriculares pequeños, de implantación baja, puente nasal ancho, hipertelorismo, fisuras palpebrales inclinadas hacia abajo, boca «en carpa», microrretrognatia), fisura palatina, lesiones de aspecto petequial en tórax y muslo derecho, asociado a himen imperforado. Cariotipo 46,XX,del(11)(q14.1q23.3)dn, el estudio de ambos progenitores fue normal. Desde las 2 semanas de vida, la niña presentó una importante trombocitosis, con nula adquisición de los ítems madurativos. La paciente falleció a los 3 meses de vida, tras un accidente cerebrovascular hemorrágico espontáneo.
Conclusiones: Las manifestaciones clínicas se relacionan con el tamaño de la deleción. Generalmente, el punto de rotura se localiza en 11q23.3. Entre las alteraciones hematológicas, la más frecuente es la trombopenia, aunque no fue así en esta paciente, que presentaba una trombocitosis. Esto parece deberse a que cuando la deleción afecta a la banda 11q24 se produce la pérdida del gen FLI-1, entre otros genes, que desempeñan un papel fundamental en la megacariopoyesis.
 
Publicado en Notas clínicas
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es el trastorno del neurodesarrollo más frecuente en la edad pediátrica. Se han sugerido etiologías bioquímicas diversas en relación con la dieta: alergias a alimentos y aditivos, toxicidad por metales pesados y otros tóxicos ambientales, dietas bajas en proteínas con alto contenido en hidratos de carbono, desequilibrios de minerales y micronutrientes, ingesta inadecuada de ácidos grasos esenciales y déficit de fosfolípidos, deficiencias de aminoácidos, deficiencias en el complejo vitamínico B y fitonutrientes y trastornos de tiroides.
El tratamiento de este trastorno con fármacos estimulantes no está exento de efectos secundarios, como los que ejercen sobre el sueño y el apetito. La aparición de estos efectos secundarios, junto con una falta de respuesta al tratamiento médico, hace que muchos padres lo cuestionen y rechacen, llegando a recurrir a terapias alternativas, como los «tratamientos dietéticos». Por este motivo, los pediatras debemos estar familiarizados con estas terapias alternativas para poder valorar y aconsejar acerca de sus repercusiones nutricionales sobre el niño.
 
Publicado en Nutrición infantil
La especialista del Departamento de Psiquiatría de la Clínica Universidad de Navarra fue nombrada en el último Congreso Nacional de la Asociación Española de Pediatría
 
 
Pamplona, 2 de julio de 2015. La doctora Azucena Díez Suárez, especialista del Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica de la Clínica Universidad de Navarra, ha sido nombrada nueva presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría. El nombramiento se produjo en el curso del último Congreso Nacional de dicha Asociación, celebrado en Bilbao entre los pasados 11 y 13 de junio.
 
El fin de la Sociedad de Psiquiatría Infantil es servir a la salud integral infantil potenciando la formación de los profesionales e informar correctamente a la sociedad sobre la especialidad.
 
Formación en psiquiatría de los pediatras
La prioridad principal de la nueva presidenta es seguir ofreciendo formación a los pediatras, en especial a los residentes en formación. Tras la reciente publicación del Real Decreto del Ministerio de Sanidad, está prevista la aprobación de la Especialidad de Psiquiatría del Niño y Adolescente desde el tronco de Psiquiatría. 
 
Sin embargo, los pediatras son los profesionales que atienden a todos los niños, conocen a sus familias y son los primeros en recibir la información sobre las posibles dificultades relacionadas con la salud mental del niño. Por ello es imprescindible la formación en Psiquiatría Infantil y la coordinación con los equipos de Psiquiatría Infantil a los que puedan derivar los casos. 
 
La Sociedad de Psiquiatría Infantil 
La SPI-AEP (Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría) acoge principalmente a pediatras, pero también a médicos u otros profesionales con una dedicación preferente a la psiquiatría del niño y del adolescente.  
 
El fin principal de la Sociedad es el servicio a la salud integral de los niños y adolescentes. Para ello, los objetivos que persigue son: ofrecer formación en psiquiatría infantil a los pediatras, proporcionar información a las familias y también a los medios de comunicación que soliciten a la AEP datos sobre temas de actualidad relacionados con la especialidad. 
 
La nueva presidenta
La nueva presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría, Azucena Díez Suárez, es licenciada en Medicina (1998) y Doctora (2004) por la Universidad de Navarra. Realizó la especialidad de Pediatría en la Clínica Universidad de Navarra (1999-2003), y posteriormente una Sub-Especialización en Psiquiatría Infantil y Adolescente (2004-2006). Tras dedicarse varios años a la Pediatría de Atención Primaria, completó su formación con la Especialidad de Psiquiatría (2007-2011) en el Complejo Hospitalario de Navarra. Es profesora asociada de la Universidad de Navarra, donde imparte clases de Grado de Medicina en las asignaturas de Psicología Médica y  Psiquiatría, y es titular de la Asignatura de Psiquiatría del Niño y Adolescente. Desde el año 2011 ha sido secretaria de la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría (SPI-AEP) hasta su recientemente nombramiento como presidenta de la misma. 
 
Publicado en Noticias

Los trastornos del espectro autista (TEA) son alteraciones del neurodesarrollo caracterizadas por una afectación de la interacción social y de la comunicación asociada a comportamientos rituales, estereotipados y repetitivos, que habitualmente son diagnosticados en los niños. Su prevalencia parece estar aumentando, aunque este incremento podía deberse a un mejor conocimiento del problema y, por tanto, a una mayor sospecha clínica. Los clínicos, y sobre todo los pediatras que tratan a niños diagnosticados de TEA, deberían adquirir conocimientos científicos sobre los tratamientos considerados en este momento alternativos, para poder proporcionar información y consejos sobre sus posibles riesgos y beneficios.

Publicado en Nutrición infantil
Introducción: España es el primer país de Europa en número de adopciones internacionales. Los niños adoptados podrían tener mayor riesgo de presentar una patología neurológica. 
Objetivo: Describir la serie de pacientes adoptados atendidos en la consulta de neuropediatría durante un periodo de 22 años, determinar las patologías neurológicas más prevalentes y analizar los posibles factores de riesgo. 
Pacientes y métodos: Niños adoptados atendidos desde mayo de 1990 hasta mayo de 2012 (n= 226), divididos en dos grupos: adoptados nacionales (AN= 59) y adoptados internacionales (AI= 167). El grupo AI fue subdividido en cuatro áreas de procedencia: Europa del Este (AI-E), Latinoamérica (AI-L), países orientales (AI-O) e India (AI-I). 
Resultados: Se desconoce la mayoría de antecedentes previos a la adopción, entre los cuales los más frecuentes son el consumo materno de alcohol durante la gestación (9,3%), los malos tratos (3,5%) y el abandono (3,5%). La edad media de adopción en AI (2,71 años) fue significativamente mayor que en AN, sin diferencias en la edad media de la primera visita. Fueron remitidos desde atención primaria el 51,3% de los casos. Los motivos de consulta principales fueron el retraso psicomotor (20,8%) y los problemas escolares (12,4%). Las patologías neurológicas más prevalentes fueron los problemas de atención (30,5%, significativamente más frecuentes en los grupos AI y AI-E), la discapacidad intelectual (18,6%) y el retraso psicomotor (7,5%). El síndrome alcohólico fetal (18,1%) es prácticamente exclusivo del subgrupo AI-E.
Discusión: El país de origen puede influir en el tipo de patología neurológica de los niños adoptados. Ciertos factores, como la edad de adopción, los antecedentes familiares o la estancia en orfanatos, marcan las posibilidades de desarrollo del niño. 
 
Publicado en Originales
  • Cerca de 2.000 pediatras se reúnen estos días en Bilbao con motivo del 63º Congreso de la Asociación Española de Pediatría.
  • La campaña «Únete a la Tropa Supersana. Descubre tus poderes» pretende concienciar sobre las claves prácticas de la salud infantil y fomentar la prevención de enfermedades de forma sencilla, cercana y divertida.
  • La web cuenta con una web propia (www.tropasupersana.es) y perfiles sociales en Facebook y Twitter.
 
Bilbao, 11 de junio de 2015.- La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha presentado la campaña «Únete a la tropa súpersana. Descubre tus poderes» en su 63º Congreso Anual que comienza hoy en Bilbao y en el que se reúnen cerca de 2.000 pediatras. Esta iniciativa tiene como finalidad difundir unos hábitos de vida saludables a padres y niños, desde las primeras etapas de la vida para ganar así la batalla a los enemigos de la salud infantil como el sedentarismo, la obesidad o los virus. Durante el Congreso, se distribuirán pósteres de la campaña para llegar a las consultas de los pediatras.
 
Bajo el lema «Alimentación, Ejercicio, Prevención… ¡Activaos!», la AEP ha desarrollado una serie de materiales informativos (web, cómics, vídeo informativo…) que buscan fomentar los tres superpoderes de los niños «supersanos»: una buena Alimentación, la realización de Ejercicio de forma habitual y el cuidado de la Prevención frente a las enfermedades a través de la higiene personal y las vacunas. Estos materiales servirán de apoyo para padres, profesores y pediatras a la hora de difundir una forma de vida más saludable entre los niños con un mensaje más cercano y atractivo para el público infantil.
El protagonista de esta campaña es Álex, un superhéroe cuya misión es luchar con los villanos que atacan la salud de los niños y buscar a nuevos miembros que se unan a la «Tropa Supersana». Misión a la que ahora se suman casi dos millares de pediatras asistentes a la presentación de la campaña en Bilbao, como figuras de referencia en el cuidado de la salud de los niños: «a través de un lenguaje sencillo, cercano y divertido, queremos transmitirles a los padres y a los niños las claves prácticas del estilo de vida saludable, basado en la Alimentación, el Ejercicio y la Prevención, para contribuir a su salud no sólo durante la etapa infantil, sino también durante la adulta», explica el profesor Serafín Málaga, presidente de la Asociación Española de Pediatría. Así, esta campaña responde al compromiso de la organización con la divulgación sanitaria y la educación en salud.

 

La Historia de Álex
A través de los cómics, que se pueden descargar desde la web www.tropasupersana.es, y las redes sociales (@tropasupersana y www.facebook.com/tropasupersana), Álex narrará sus historias para luchar contra los villanos de la salud: desde Mr. Sillón (el sedentarismo), que atrapa a los niños frente a las pantallas de televisión y los videojuegos; hasta Mr. Glotonetix (la obesidad) que roba los desayunos, o el ejército de virus comandado por Mr. Sarampión y Ms. Paperas. Además, los niños podrán descargarse los personajes para pintar.

 
La AEP también recuerda a los padres que «un héroe no nace, se hace», para lo que cuenta con un apartado específico en el que irá proporcionando información práctica sobre hábitos saludables en torno a estas tres cuestiones: la alimentación, el ejercicio y la prevención. Por último, los pediatras podrán solicitar un póster de Álex para sus consultas en el que tendrán todas las «coordenadas digitales» de la campaña.
 
El superpoder de la Alimentación: la importancia del desayuno
Los pediatras recomiendan que padres y niños coman de forma variada (incluyendo verduras y frutas) y equilibrada para tener una buena salud. «En los últimos años, hemos observado un cambio en el patrón alimenticio. Ha disminuido el consumo de pan y hortalizas y ha aumentado el de zumos y refrescos. También hemos advertido un consumo de proteínas muy por encima de las recomendaciones», advierte el doctor José Manuel Moreno, coordinador del Comité de Nutrición. Así recuerda que los menores deben comer «cereales, pan y pasta a diario; poca sal y pescado 3 o 4 veces a la semana». En cuanto a las bebidas, apunta al agua como la bebida principal y la importancia de beber diariamente «de dos a tres raciones de leche (400 a 600 ml)».
 
Según datos del Estudio Aladino 2013, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el 43% de los escolares del estudio presentaba exceso de peso (es decir obesidad o sobrepeso). De ellos, sólo un 4,2% hacía un desayuno «recomendado» formado por lácteos, cereales y frutas, mientras que el 56,5% desayunaba sólo lácteos y cereales, y el 28,5% sólo lácteos. «El desayuno es una comida imprescindible», destaca el doctor Moreno. Por ello, el primer cómic de la Tropa Supersana, “El misterio del desayuno que desaparecía”, se ha dedicado a resaltar la importancia de desayunar para poder realizar la actividad diaria.
 
Igualmente importante es «cuidar el entorno de la comida, es decir, comer en familia y sin televisión; así como, en la medida de sus posibilidades, fomentar que participen en hacer la compra, ayudar en la cocina, recoger la mesa», explica el coordinador del Comité de Nutrición de la AEP. Por último, destaca que, en la lucha contra la obesidad y el sedentarismo, «el superpoder de la Alimentación se ve potenciado con el del ejercicio».
 
El superpoder del Ejercicio: Mínimo, una hora al día
El ejercicio tiene el «superpoder» de mejorar la salud social, mental, ósea, cardiovascular y metabólica. «La realización de, al menos, una hora de ejercicio físico moderado o intenso en el niño se asocia a una mejora en la condición cardiorrespiratoria y muscular, mejora el riesgo de obesidad y sobrepeso, aumenta la densidad mineral ósea, y mejora la salud funcional y cognitiva», resume el doctor Gerardo Rodríguez, coordinador del Comité de Actividad Física de la AEP. Además, la actividad física moderada-vigorosa se asocia a menores cifras de tensión arterial sistólica, menores cifras de triglicéridos, LDL colesterol e insulina en plasma y menor perímetro abdominal y adiposidad. 
 
Por ello, este experto recomienda como mínimo una hora de ejercicio al día, «principalmente aeróbico, en equipo, divertido, que incorpore la carrera y la coordinación. Si puede ser al aire libre y con las medidas de protección y seguridad adecuadas». Además, añade que «el deporte que deben practicar es el que más les guste y más asequible sea. Y, por supuesto, que los desplazamientos se realicen a pie si es posible (caminar al cole, subir escaleras, etc.)».
 
Por otro lado, ha llamado la atención sobre el «exceso de ocio sedentario que existe en la población pediátrica española, es decir, el tiempo que se dedica a los videojuegos, la televisión…». De hecho, se estima que solo un 15-20 % de los niños españoles alcanzan las recomendaciones de ejercicio físico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para conseguir un efecto saludable significativo en la mejora de la salud.
 
El superpoder de la Prevención: ¡Más vale prevenir!
Para «desarrollar el superpoder» de la prevención, el doctor David Moreno, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la AEP (CAV-AEP), apuesta, además de por una correcta alimentación y el ejercicio, por «fomentar hábitos saludables como la higiene personal y una correcta vacunación». En este último punto, destaca que «España tiene las coberturas más altas de vacunación, aunque son mejorables a partir de los 3 años de edad». Según los datos del Ministerio de Sanidad, «en torno al 10% de los niños no recibe la segunda dosis de la vacuna triple vírica a los 3 años, que protege frente al sarampión, las paperas y la rubéola; un 11% no se vacuna frente a las Tdpa de los 4-6 años, una cifra que alcanza el 23% en el caso de la vacuna de la Td a los 14 años. Igualmente, 1 de cada 4 niñas no recibe la dosis del papilomavirus a los 14 años», recuerda el doctor Moreno.
 
Los niños han de vacunarse para protegerse de enfermedades que no están erradicadas. Se ha comprobado que si desciende el índice de vacunación de estas infecciones, aumentan los casos. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el sarampión.
 
Por todo ello, el coordinador del comité de Vacunas señala que, además de lavarse las manos a menudo con agua templada y jabón, y cepillarse los dientes después de cada comida, hay que «seguir el calendario de vacunación para protegerte de muchas enfermedades que se pueden prevenir». Asimismo, recomienda que ante la mínima duda sobre vacunación se consulte al pediatra y, de mirar en Internet, «hacerlo en páginas acreditadas y fiables». «Uno de los mayores temores para un pediatra es que un niño padezca una enfermedad prevenible por la vacunación. Es nuestro deber como pediatras defender a los niños reivindicando una mayor inversión en prevención infantil y que no se practiquen medidas de recorte sanitario en esta materia», concluye.
 
Sobre la AEP
La Asociación Española de Pediatría es una sociedad científica que representa a más de 9.000 pediatras que trabajan tanto en el ámbito hospitalario como de atención primaria. Está integrada por todas las sociedades científicas de pediatría regionales y las sociedades de pediatría de las distintas especialidades. El principal objetivo de la asociación es velar por la adecuada atención sanitaria, fomentar el desarrollo de la especialidad, tanto en sus aspectos asistenciales como en los docentes y de investigación, además de asesorar a todas aquellas instituciones competentes en asuntos que puedan afectar o afecten a la salud, desarrollo e integridad del niño y del adolescente.
 
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La Fundación Adana abre la sexta edición del postgrado Experto en TDAH, que se puede realizar de forma presencial y online.
 
El postgrado Expertos en TDAH vuelve un año más para formar a nuevos alumnos. Los estudios forman parte de los títulos propios del Centro Universitario La Salle, que está adscrito a la Universidad Autónoma de Madrid. 
 
La titulación está reconocida por diversos organismos públicos y privados de salud mental e infantil a nivel español y catalán: la Asociación Española de Pediatría, la Sociedad de Psiquiatría Infantil la Asociación Española de Pediatría, la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental, y la Asociación Española de psiquiatría del Niño y del Adolescente. Además, el Consell Català de Formació continuada de les Professions Sanitaries ha dotado el curso de posgrado con 34,8 créditos.  
 
El curso, de 25 créditos ETC, cuenta con una parte teórica de 200 horas y una práctica de 50 horas para abordar de una manera más completa los trastornos de aprendizaje y de conducta relacionados con el déficit de atención e hiperactividad. El alumno tiene la posibilidad de elegir su recorrido práctico con el consejo de su tutor. El programa aborda los problemas que tienen su inicio en la infancia, los de la adolescencia y la edad adulta, y las posibles causas y mecanismos que activan su aparición. Además, la programación también trata sobre cómo evaluar los trastornos y cómo tratarlos. La resolución de conflictos y el fracaso escolar también forman parte del temario.
 
También está disponible la modalidad online para aquellos a quienes no les sea posible asistir a las clases. Los estudios están ideados para que tengan una carga sobretodo práctica. El curso está constituido de 4 módulos que pueden cursarse de manera independiente si no se quiere hacer el posgrado en su totalidad.  
 
La matrícula de inscripción a la versión presencial finaliza el 14 de octubre del 2015.  
  
 
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El Palacio de Conde Ansúrez acoge hoy viernes y el sábado el XXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente (SEPYPNA)

  Psiquiatras, psicólogos y psicoterapeutas especialistas en la salud mental del niño y adolescente participan en talleres, debates y conferencias

VALLADOLID (17-04-2015).- El Palacio de Congresos Conde Ansúrez de Valladolid (Calle Real de Burgos) acoge hoy viernes y el sábado el XXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente (SEPYPNA), asociación científica formada por cerca de 500 profesionales relacionados con la psiquiatría, psicología y psicoterapia de niños y adolescentes. Durante estas jornadas expertos en psicología, psiquiatría y psicoterapia de la salud mental del niño y el adolescente realizarán mesas redondas, conferencias y talleres donde se reflexionará acerca de diferentes trastornos emocionales en los niños y los adolescentes. En la primera jornada del congreso, cuyo comité local organizador está compuesto por profesionales de la salud mental infantojuvenil adscritos al Hospital Río Hortega de Valladolid, se abordarán aspectos como la socialización en la primera infancia y en la latencia; el concepto de socialización primaria; lo social y lo íntimo en la latencia: juegos y amistades de la infancia; influencias epigenéticas en los trastornos mentales en la infancia, la importancia de los vínculos para el desarrollo psíquico y la identidad o la mesa adolescencia y transgresión. Ya en la segunda jornada, la del sábado, el congreso abrirá debates en torno a enfoques terapéuticos grupales; o la intervención de Carrilet, centro específico para niños con autismo.

 

 

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El duelo infantil es muy diferente del adulto, y presenta una expresividad variable en cada niño y en cada edad. A menudo, la información que los progenitores proporcionan al niño sobre la muerte es escasa, tardía y equívoca. Además, suelen ocultar sus emociones negando el impacto de la muerte, en un intento fallido de proteger al hijo del sufrimiento, lo cual impide al menor expresar sus propios sentimientos y favorece la aparición de psicopatologías presentes y futuras. Incluso en el ámbito escolar se aborda también tímidamente el concepto de muerte por parte del profesorado.
Los pediatras de atención primaria y el personal docente escolar, como grupos profesionales referentes en estrecho contacto con el niño, pueden desempeñar un papel relevante en el asesoramiento y el apoyo de las familias en duelo, minimizando la necesidad de recurrir a intervenciones psicológicas que podrían inducir a la interpretación y asimilación como enfermedad de una situación vital que, si se maneja correctamente desde sus inicios, no tiene por qué llegar a serlo.
Se proponen unas pautas de actuación dirigidas a los padres, demás familiares y profesorado, para educar en salud mental desde las consultas de pediatría de atención primaria y también desde las aulas.

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Sr. Director:

Cannabis sativa es una planta con propiedades psicoactivas. Es ilegal, pero su consumo en España, al igual que en otros países, va en aumento1. La intoxicación accidental por cannabis en niños es poco frecuente, pero puede ser grave.
Presentamos el caso de una niña de 16 meses de origen marroquí, previamente sana, con intoxicación aguda por cannabis. La anamnesis resultó difícil debido a la barrera idiomática. Los padres refirieron que, mientras la niña jugaba, comenzó a presentar somnolencia, y 2 horas después, un episodio de rigidez generalizada. Avisaron a los servicios de urgencias, que le administraron diazepam rectal por sospecha de una crisis convulsiva, con lo que se resolvió la rigidez. La niña no asociaba más sintomatología y los padres negaban cualquier otro antecedente. Al llegar al servicio de urgencias del hospital, presentaba un estado general regular, se encontraba estuporosa y respondía sólo a estímulos dolorosos con el llanto (en la escala de coma de Glasgow mostraba una puntuación de 9 sobre 15). No presentaba focalidad neurológica en la exploración, las pupilas eran midriáticas y reaccionaban lentamente a la luz. Las constantes vitales eran normales y presentaba un adecuado estado de hidratación y perfusión. Se realizaron pruebas complementarias (analítica de sangre, escáner craneal y punción lumbar), que resultaron normales. El análisis para la detección de tóxicos en orina resultó positivo en cannabis. En las primeras horas de ingreso, la paciente presentó hipotermia y dificultad respiratoria, detectándose sibilancias en la auscultación. Se pautó salbutamol nebulizado y oxígeno suplementario en gafas nasales, con lo que su estado mejoró. En las siguientes 12 horas se resolvió la hipotermia y la paciente presentó varios picos febriles, taquicardia y despertares espontáneos con llanto intenso. Experimentó una mejoría progresiva del nivel de conciencia hasta la normalización a las 24 horas de su ingreso. Ante la positividad a cannabis en orina, se informó a la familia, y los padres recordaron que sus vecinos estuvieron fumando marihuana en la casa, por lo que el probable mecanismo de intoxicación fue su ingesta. La paciente fue dada de alta 3 días después, tras poner el caso en conocimiento de los servicios sociales y realizar un parte de lesiones.
Los cannabinoides actúan en el organismo a través de dos receptores principales, unos están en el sistema nervioso central y otros en los tejidos periféricos. Los primeros son los principales responsables de sus efectos psicológicos y cognitivos2-4. En España es la droga ilícita más consumida y está socialmente aceptada. La frecuencia de su consumo va en aumento y, por tanto, también la posibilidad de intoxicación de la población infantil5,6. Hay que tener en cuenta una precaución añadida: la intoxicación aguda se produce en niños que, con más probabilidad, están expuestos de manera crónica a más de una sustancia7. El efecto tras su inhalación es inmediato. Tras su ingesta, la absorción es errática, los efectos se inician 1 hora después y se mantienen durante 5 horas2,8,9, aunque en este caso fueron más prolongados.
En cuanto al tratamiento, es eficaz realizar un lavado gástrico y administrar carbón activado en las primeras 2 horas postingesta. Posteriormente, los esfuerzos terapéuticos deben ir encaminados a tratar los síntomas, ya que no existe un antídoto específico10. En este caso no se realizó el lavado gástrico, ya que la posible ingesta había ocurrido entre 4 y 6 horas antes del diagnóstico.
Este caso tiene algunas peculiaridades que conviene resaltar: a) la niña presentó una crisis convulsiva, lo cual ha sido referido únicamente en 3 publicaciones previas5,7,8; b) la paciente presentó una alteración autónoma con hipotermia seguida de hipertermia; c) además, cursó con una crisis de broncoespasmo, que se contradice con el efecto de broncodilatación descrito en el cannabis, y d) una complicación añadida en esta paciente fue la barrera idiomática, que dificultó enormemente la entrevista con la familia.
La alteración del estado mental de un niño pequeño tiene un amplio diagnóstico diferencial, que incluye infecciones, traumatismos, trastornos metabólicos e intoxicaciones. La anamnesis es fundamental para orientar el diagnóstico, pero en casos de intoxicaciones, como sucedió en el caso que presentamos, la familia no siempre va a referir datos que apoyen el diagnóstico. Por tanto, debe sospecharse siempre ante un niño con sintomatología neurológica no atribuible a otra causa evidente.
El pilar más importante del tratamiento debería ser la prevención. Hay que educar a los padres acerca de los efectos adversos del consumo abusivo de sustancias, ya sea en presencia o no de los niños.

Bibliografía

  1. Comisión Clínica de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (DGPNSD). Informe sobre cannabis, febrero de 2006 [consultado el 27/11/2013]. Disponible en: http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/publica/pdf/CannabisII.pdf
  2. Atakan Z. Cannabis, a complex plant: different compounds and different effects on individuals. Ther Adv Psychopharmacol. 2012; 2: 241-254.
  3. Fitzgerald KT, Bronstein AC, Newquist KL. Marijuana poisoning. Topics in Compan An Med. 2013; 28: 8-12.
  4. Martin Santos R, Crippa JA, Batalla A, Bhattacharyya S, Atakan Z, Borwardt S, et al. Acute effects of a single, oral dose of d9-tetrahydrocannabinol (THC) and cannabidiol (CBD) administration in healthy volunteers. Curr Pharm Des. 2012; 18(32): 4.966-4.979.
  5. Croche Santander B, Alonso Salas MT, Loscertales Abril M. Intoxicación accidental por cannabis: presentación de cuatro casos pediátricos en un hospital terciario del sur de España. Arch Argent Pediatr. 2011; 109(1): e4-7.
  6. Velasco Arnaiz E, Trenchs Sainz de la Maza V, Curco y Barcenilla AI, Velasco Rodríguez J, Matalí Costa JL, Luaces Cubells C. ¿Quién da positivo para cannabis en urgencias de pediatría? An Pediatr (Barc). 2010; 72(6): 385-390.
  7. García-Algar O, Mur Sierra A. Exposición a drogas de abuso en pediatría. An Pediatr (Barc). 2013; 79(2): 65-67.
  8. Bonkowsky JL, Sarco D, Pomeroy SL. Ataxia and shaking in a 2-year-old girl. Acute marijuana intoxication presenting as seizure. Pediatr Emerg Care. 2005; 21(8): 527-528.
  9. Hervás JA, Fiol M, Vidal C, Masip MC. Intoxicación por ingestión de hachís en niños. Med Clin (Barc). 1987; 88(14): 563.
  10. Rubio F, Quintero S, Hernández A, Fernández S, Cozar L, Lobato IM, et al. Flumazenil for coma reversal in children after cannabis. Lancet. 1993; 341: 1.028-1.029.

 

Publicado en Cartas al Director

La afalia es una es una anomalía extremadamente rara, cuya incidencia es de 1 por cada 30 millones de recién nacidos vivos. Hasta la actualidad se han descrito menos de 100 casos en la literatura médica. Se describe un caso de afalia asociado a cardiopatía congénita de diagnóstico posnatal en un recién nacido con retraso del crecimiento intrauterino, sin otro hallazgo prenatal. Se decidió una reasignación de sexo masculino. En el estudio cromosómico se determinó un cariotipo 46XY. No se describieron otras anomalías asociadas.

Publicado en Notas clínicas

Introducción: La población infantil sujeta a medidas de protección es una franja de población vulnerable, no sólo desde el punto de vista social, sino también sanitario. La principal limitación detectada en la bibliografía recientemente revisada es la escasez de estudios que evalúen la situación sanitaria de los menores durante su estancia en el sistema de protección. Nos proponemos analizar el estado de salud de una población en programa residencial básico, atendiendo a las diferencias entre grupos etarios, así como la asociación de distintas variables con el tiempo de institucionalización.
Material y métodos: Se diseña un estudio transversal, realizándose dos visitas a los 26 centros de la provincia de Granada (entre diciembre de 2006 y marzo de 2007). En la primera se revisan los expedientes de los menores y en la segunda se procede a su valoración clínica. En cuanto al estudio estadístico, la muestra se distribuye en tres grupos de edad (0-5, 6-12 y 13-18 años), y se realiza el análisis comparativo y la inferencia estadística mediante las pruebas de la chi2, Kruskal-Wallis y Mann-Whitney.
Resultados: Se revisa un total de 294 menores. La prevalencia global de desnutrición es del 4%, más frecuente en el grupo de 0-5 años, y la de sobrepeso del 18%, más habitual en el grupo de 6-12 años. Las alteraciones más frecuentemente detectadas son otorrinolaringológicas (ORL) (63,9%), dermatológicas (34,9%) –más prevalentes en los menores de 12 años– y conductuales (28,1%), más frecuentes en los mayores de 6 años. El seguimiento en consultas especializadas fue del 40%. En cuanto al tiempo de estancia en la institución, se observaron mayores estancias en los menores con un diagnóstico psicopatológico y con un mayor número de seguimientos en las consultas especializadas.
Conclusiones: El estado de salud de los menores institucionalizados se podría considerar adecuado en líneas generales. Las principales diferencias con la población general derivan de la existencia de tasas de desnutrición algo superiores en los menores de 0-5 años y una alta prevalencia de patología ORL, dermatológica, mental y conductual. Cabe destacar la vulnerabilidad del grupo de niños de 6-12 años con un número más elevado de necesidades sanitarias.

Publicado en Originales
Introducción: El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es el trastorno neuroconductual más común en la infancia, y sus síntomas pueden persistir en la adolescencia.
Objetivos: Evaluar la respuesta al metilfenidato de liberación inmediata (MPH-IR) en pacientes pediátricos y adolescentes diagnosticados de TDAH, así como conocer las pautas de tratamiento actuales con este fármaco y su seguridad. Pacientes y métodos: Estudio multicéntrico, observacional y retrospectivo, basado en la revisión de historias clínicas, en orden secuencial, de 561 pacientes de 4-16 años de edad diagnosticados de TDAH que hubieran iniciado el tratamiento con MPH-IR. Se analizaron descriptivamente la puntuación de los parámetros del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, en su cuarta edición revisada (DSM-IV-TR), los subtipos de TDAH, la satisfacción con el tratamiento, el uso de medicación concomitante y las reacciones adversas.
Resultados: Los síntomas de inatención fueron los más frecuentes en los jóvenes de 6-16 años (95,45%), y los de hiperactividad en el grupo de niños <6 años (91,18%). Las puntuaciones medias de la escala de Impresión Clínica Global y del número de síntomas según el DSM-IV-TR presentaron descensos tras 1 año de tratamiento con MPH-IR en el 59% del grupo de <6 años y en el 63% del grupo de 6-16 años, más de un 44% respecto al número de síntomas en subtipos de TDAH. El nivel de satisfacción con el tratamiento, «muy satisfechos» o «satisfechos», se indicó en el 73,91% de los niños <6 años y en el 87,84% de los jóvenes de 6-16 años. La presencia de al menos un efecto adverso estuvo presente en el 26,03% de los pacientes, aunque no se detectó ninguna reacción adversa grave. Más del 42% seguía en tratamiento con MPH-IR al finalizar el estudio, con una media de tiempo de unos 3,7 años.
Conclusiones: El tratamiento con MPH-IR tiene una buena respuesta y un buen perfil de seguridad en los pacientes diagnosticados de TDAH.
Publicado en Originales

La tetrasomía X es una rara aberración cromosómica, causada por la presencia de 4 cromosomas X por un defecto de la meiosis. Descrita inicialmente en 1961, han sido comunicados alrededor de 50 casos sobre esta afección en la literatura médica. Presentamos aquí el caso de una niña, gestada a partir de fecundación in vitro con donación de ovocitos, que fue remitida a nuestra policlínica por detectársele en las ecografías prenatales una ventriculomegalia discreta. En la exploración resaltaba una facies peculiar, lo que motivó la realización del estudio genético que confirmó la presencia de 4 cromosomas X en lugar de 2 (48,XXXX).

Publicado en Notas clínicas

El seudohipoparatiroidismo neonatal transitorio es un cuadro escasamente descrito, que cursa con hipocalcemia neonatal tardía, hiperfosfatemia y niveles elevados de hormona paratiroidea (PTH), lo que refleja resistencia periférica a su acción. Es una causa infrecuente de hipocalcemia neonatal tardía, y el defecto bioquímico parece residir en una inmadurez funcional de los receptores renales de la PTH. Para su corrección, se precisan aportes elevados de calcio y análogos de vitamina D. Su carácter autolimitado lo diferencia de otros seudohipoparatiroidismos persistentes. Exponemos el caso de una recién nacida pretérmino, con crecimiento intrauterino retardado, que presentó esta patología. Analizaremos los hallazgos clínicos y bioquímicos, así como el diagnóstico diferencial y el manejo de este raro trastorno.

Publicado en Notas clínicas

El síndrome de fenilcetonuria materna (SFM) aparece en hijos de madres afectadas por hiperfenilalaninemia grave o moderada con concentraciones plasmáticas elevadas de fenilalanina (Phe) durante los meses previos y/o la gestación. Cursa con malformaciones similares al síndrome alcoholicofetal y es especialmente frecuente la aparición de microcefalia y retardo mental y del desarrollo. La planificación y los controles estrictos de Phe durante el embarazo son fundamentales para evitar la aparición de SFM. Presentamos un protocolo de seguimiento y nuestra experiencia en tres embarazos que han finalizado con éxito.

Publicado en Nutrición infantil

El síndrome de DiGeorge es un defecto heterogéneo relacionado con una embriogénesis anormal de la tercera y la cuarta bolsa faríngea. Los pacientes con esta anomalía suelen presentar alteraciones en el timo, que conducen, en muchos casos, a una deficiencia en la respuesta de las células T, así como a alteraciones cardiacas, hipocalcemia, hipoparatiroidismo, dimorfismo facial y retraso psicomotor. En la mayoría de los casos, se ha identificado como responsable de esta anomalía la deleción 22q11.2, que comprende genes como el UFD1L, TBX1 y CRKL, que se muestran como firmes candidatos a estar asociados con esta enfermedad. Sin embargo, existe una gran variabilidad en las alteraciones que aparecen en los distintos individuos con esta alteración cromosómica. La gravedad de la inmunodeficiencia observada en estos pacientes varía entre una función de células T similar a la de los individuos sanos a una ausencia total de células T en circulación. En estos casos de anomalía de DiGeorge completa, se ha demostrado que distintos tratamientos como el trasplante de médula ósea, de tejido tímico e incluso la infusión de células mononucleares de sangre periférica pueden reconstituir de forma eficaz el sistema inmunitario ofreciendo una protección frente a las infecciones oportunistas que pueden sufrir estos individuos inmunodeficientes.

Publicado en Revisión

Sr. Director:

El artículo de Sequí et al.1, publicado en Acta Pediátrica Española, expone la experiencia sobre el programa de cribado universal de hipoacusia en el recién nacido (RN) de un hospital comarcal de Valencia (3.309 RN en 3 años) y ofrece unos consejos para un modelo de organización más factible, eficiente y efectivo, avalado por la experiencia reconocida de su autor en esta línea de investigación. Creo que es un artículo honesto y útil, pero que merece una reflexión y comentarios de algunos puntos, avalados por pruebas científicas actuales, según las cuales no permiten establecer con claridad si el programa de cribado universal de hipoacusia en el RN facilita el desarrollo de una práctica clínica (en sus 3 componentes, científico-técnico, relacional-percibido y organizativo-económico) más apropiada que el cribado universal selectivo2-9.

• Hemos de confirmar que el programa cumple los objetivos en todos los niveles (primer nivel, cribado con otoemisiones acústicas; segundo nivel, confirmación mediante un segundo pase con otoemisiones; tercer nivel, diagnóstico mediante potenciales evocados; cuarto nivel, tratamiento; quinto nivel, evaluación). Como es habitual en este tipo de estudios8, el autor nos ofrece resultados «intermedios» hasta el tercer nivel (17 hipoacusias con déficit >30 dB HL, 5 de las cuales tenían factores de riesgo), sin ofrecernos resultados «finales» del tipo de tratamiento y evaluación a medio plazo (mejoría del lenguaje y comunicación en la edad preescolar) y a largo plazo (mejoría de la salud mental, función psicosocial y cognitiva, rendimiento escolar y ocupacional a lo largo de la vida), que es lo que marca la verdadera utilidad de todo programa en términos de calidad de vida relacionada con la salud. Se puede argumentar que ése no era el objetivo de su artículo, pero, en cualquier caso, sí se pretendía establecer el tipo de hipoacusia detectada, congénita bilateral moderada (41-60 dB HL), grave (61-80 dB HL) y/o profunda (>80 dB HL), y cuál de ellas se asocia con factores de riesgo. Al contabilizar las situaciones de hipoacusia leve (30-40 dB HL en este estudio) y/o unilateral estamos sobrestimando la verdadera utilidad de la prueba, pues consideramos como verdaderos positivos los casos con enfermedad poco significativa, a la hora de plantear el «punto crítico de irreversibilidad» en la etapa subclínica de la enfermedad, y el «tiempo de adelanto diagnóstico» de una prueba de cribado, frente al diagnóstico clínico usual en la etapa clínica, así como el verdadero valor a largo plazo de un diagnóstico y tratamiento precoz de la hipoacusia bilateral moderada-profunda9.

• Aun cuando el cribado universal puede ser más efectivo que el selectivo para la identificación de un porcentaje mayor de RN con hipoacusia, no se ha confirmado que tales programas aporten necesariamente mejores resultados a largo plazo, sobre la base de las revisiones sistemáticas existentes con ausencia de estudios de calidad bien controlados6,10. Algunas preguntas fundamentales son:

–¿Cuántos casos más se identifican con el cribado universal frente al selectivo? El NNT (número de pacientes que es necesario tratar) se calcula en 1.440 RN para detectar un caso adicional y en 2.401 para realizar un tratamiento precoz adicional (antes de los 10 meses)2,3.

–¿En qué medida la identificación temprana de la sordera del cribado universal sobre el selectivo propicia un tratamiento precoz y éste mejora los resultados a largo plazo de los RN con hipoacusia bilateral moderada a profunda? En vista de la ausencia de ensayos clínicos aleatorizados en esta área y de la dificultad de realizarlos, una opción es llevar a cabo estudios del tipo «antes y después», y que éstos eviten los errores aleatorios y sistemáticos (sesgos) habituales2,3,6,7,10: resultados primarios relevantes y validados en el área del lenguaje y la capacidad cognitiva, defectos metodológicos (tamaño muestral pequeño, no aleatorización de los grupos, no descripción adecuada de la población de estudio, no enmascaramiento de los grupos, seguimiento incompleto, etc.) y factores de confusión (edad al momento del diagnóstico, edad al inicio del tratamiento, cociente intelectual y comorbilidad diferentes en los grupos comparados, características de los patrones de referencia y tratamientos realizados, etc.). Estos errores son habituales en los estudios epidemiológicos sobre hipoacusia, incluso en los más persuasivos respecto a la bondad del programa11-13. Los factores principales que deciden la forma en que la sordera afecta al desarrollo de un niño son el grado de deficiencia auditiva y la edad a la que se diagnostica, si bien el reciente estudio de Wake et al.14 concluye que el peor pronóstico en el área del lenguaje a los 7-8 años se relaciona con las formas más graves de hipoacusia, pero no con el diagnóstico tardío.

Aunque Sequí et al.1 argumentan que las críticas efectuadas en la década de los noventa por los doctores Bess y Paradise (sobre la prueba y el programa de cribado de hipoacusia) están sobradamente contestadas por la comunidad científica, siento no compartir esta tranquilidad7-9, al igual que la US Preventive Service Task Force-Agency of Healthcare Research and Quality2,3 o la Cochrane Iberoamericana6.

• No es admisible argumentar las implicaciones legales para justificar la realización de un programa de cribado sin haber demostrado su verdadero alcance, y menos actualmente, en que las actividades preventivas se encuentran en debate permanente y se plantea que no siempre «hacer más es hacer mejor»15. Dado que se centran en el estudio de la población general sana, los programas preventivos deben estar fundamentados en el mayor nivel de evidencia científica para conocer los beneficios-perjuicios-costes, resaltando el potencial perjuicio del sobrediagnóstico (falsos positivos) y los sesgos del cribado (adelanto del diagnóstico, duración de la enfermedad y participación)9, lo que constituirá la base para establecer políticas de salud basadas en pruebas científicas, y no en la medicalización de la vida secundada por una medicina «proteccionista»16. Abogar por implicaciones legales me lleva a apoyar los comentarios de algunos autores, que, ante la «arrogancia» de la medicina preventiva, han llegado a preguntarse si no deberían llevar un etiquetado similar al que se ha impuesto en el tabaco, con «este programa de cribado puede afectar gravemente su salud»17,18... la de los pacientes y la de los médicos.

• En España la implantación del programa de cribado universal de hipoacusia es desigual; está establecido y en marcha en Asturias, Cantabria, Euskadi, Extremadura, La Rioja, Navarra y Valencia19. Sequí et al.1 comentan que en la Comunidad Valenciana el programa «cubre gran parte de los RN (datos no publicados)», y entendemos que la publicación de los datos empieza a ser prioritaria, pues no coincide con los datos de los hospitales de Alicante que cuentan con maternidad: el programa de cribado universal de hipoacusia está implantado en menos de la mitad de los 8 hospitales públicos y en ninguno de los 10 hospitales privados de la provincia. A esta falta de equidad se suma el distinto modelo organizativo de los distintos centros en los que se practica; por ejemplo, en mi hospital dista mucho de aproximarse al que proponen dichos autores.

• La decisión de desarrollar un programa de cribado precisa una evaluación externa e interna, en la que participen los tres actores básicos del sistema y los tres componentes de una práctica clínica apropiada en gestión clínica9:

–Los médicos pondrán el acento en la calidad científico-técnica (según los conceptos de eficacia, efectividad y seguridad), así como la facilidad de aplicación de la prueba y de ulteriores acciones (tratamientos); en esta valoración intervienen los resultados de los ensayos clínicos comunitarios y, eventualmente, los consensos científicos.

–Los pacientes pondrán el acento en la calidad relacional-percibida (según los conceptos de satisfacción, aceptabilidad e información).

–Las autoridades sanitarias pondrán el acento en la calidad organizativo-económica (según los conceptos de eficiencia, accesibilidad y equidad).

La excelencia médica intenta evitar errores y sesgos en el proceso asistencial médico; si es importante evitar los errores en el proceso diagnóstico-terapéutico individual, cuánto más lo será cuando este proceso atañe a la población, como es el caso de las pruebas de cribado. Richard Smith apuntaba, como editor de British Medical Journal, «cuando estoy enfermo quiero ser atendido por doctores que duden cada día del valor y la sensatez de lo que hacen». Y ése es el valor añadido del trabajo de Sequí et al.1 y de mi carta al director: permitir desarrollar una evidence-based medicine, evitando los riesgos para la ciencia y para los pacientes de la evidence-b(i)ased medicine20.

 

Bibliografía

1. Sequí Canet JM, Collar del Castillo J, Lorente Mayor L, Oller Prie¬to A, Morant Barber M, Peñalver Giner O, et al. Organización del cribado auditivo neonatal con otoemisiones en hospitales secundarios: factible, eficiente y efectivo. Acta Pediatr Esp. 2005; 63: 465-470.

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3. Helfand M, Thompson D, Davis R, McPhillips H, Lieu TL, Homer CH. Newborn hearing screening [en línea] [citado 21 Ene 2006]. Disponible en: http://www.ahrq.gov/clinic/3rduspstf/newbornscreen/newborn sum1.htm#Comment

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7. González de Dios J, Mollar Maseres J, Rebagliato Russo M. Eva¬luación del programa de detección precoz universal de la hipoacusia en el recién nacido. An Pediatr (Barc). 2005; 63: 230-237.

8. González de Dios J, Mollar Maseres J. Cribado universal de hipoacusia neonatal: evaluación de la prueba frente a evaluación del programa. Acta Otorrinolaringol Esp. 2005; 56: 331-334.

9. González de Dios J, Mollar Maseres J, Rebagliato Russo M. Eva¬luación de las pruebas y programas de detección precoz (cribado o screening) de enfermedades. Rev Pediatr Aten Primaria. 2006 (en prensa).

10. Thompson D, McPhilips H, Davis R, Lieu T, Homer C, Helfand M. Universal newborn hearing screening: summary of evidence. JAMA. 2001; 286: 2.000-2.010.

11. Yoshinaga-Itano C, Sedey AL, Coulter DK, Mehl AL. Language of early and later-identified children with hearing loss. Pediatrics. 1998; 102: 1.161-1.171.

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14. Wake M, Poulakis Z, Hughes EK, Carey-Sargeant C, Rickards FW. Hearing impairment: a population study of age at diagnosis, seve¬rity, and language outcomes at 7-8 years. Arch Dis Child. 2005; 90: 238-244.

15. Godlee F. Preventive medicine make us miserable. BMJ. 2005; 330 [en línea] [citado 21 Ene 2006]. Disponible en: http://bmj.bmjjournals.com/cgi/reprint/330/7497/0-f 

16. Márquez S, Meneu R. La medicalización de la vida y sus protagonistas. Gestión Clínica y Sanitaria. 2003; 5: 47-53 [en línea] [citado 21 Ene 2006]. Disponible en: http://www.iiss.es/gc/gestion16.pdf 

17. Sackett DL. The arrogance of preventive medicine. CMAJ. 2002; 167 [en línea] [citado 21 Ene 2006]. Disponible en: http://www.cmj.ca/cgi/content/full/167/363 

18. Stewart-Brown S, Farmer A. Screening could seriously damage your health. BMJ. 1997; 314: 533-534.

19. Alzina de Aguilar V. Detección precoz de la hipoacusia en el recién nacido. An Pediatr (Barc). 2005; 63: 193-198.

20. Peiró S. La construcción de la evidence b(i)ased medicine. Gestión Clínica y Sanitaria. 2005; 7: 131-138 [en línea] [citado 15 Ene 2006]. Disponible en: http://www.iiss.es/gc/gestion26.pdf 


Publicado en Cartas al Director

El síndrome de Miller-Dieker es una entidad que se caracteriza por una lisencefalia tipo I, microcefalia, frente prominente, estrechamiento craneal bitemporal, nariz estrecha con narinas antevertidas, labio superior prominente y micrognatia, ocasionada por mutaciones en el cromosoma 17p13, y que se manifiesta con retraso psicomotor severo, epilepsia de difícil control y trastornos de la alimentación.

Presentamos el caso de una niña de 7,5 meses, con retraso psicomotor, epilepsia de difícil control, perímetro craneal en el límite bajo de la normalidad, frente prominente y micrognatia, en la que se comprobó una lisencefalia tipo I mediante resonancia magnética y la deleción del gen LIS1 mediante hibridación in situ (FISH).

El síndrome de Miller-Dieker debe sospecharse ante un paciente con lisencefalia tipo I, los rasgos fenotípicos descritos y convulsiones de difícil control. El estudio genético mediante FISH resulta útil tanto para el diagnóstico definitivo como para el consejo genético.

Publicado en Notas clínicas
Jueves, 19 Octubre 2006 08:49

Lentiginosis segmentaria

La lentiginosis segmentaria (LS) es un trastorno pigmentario poco común, en el que aparecen múltiples lentigos agrupados unilateralmente en un segmento corporal. Se diferencia del nevus spilus en que la piel sobre la que asienta presenta una coloración normal.

Puede asociarse a diversas anomalías del desarrollo, como neurofibromatosis segmentaria, retraso mental, epilepsia u otros trastornos pigmentarios; sin embargo, lo más frecuente es que se presente como un hecho aislado.

Se desconoce su comportamiento a largo plazo, aunque en ningún caso se ha comunicado su malignización. Concluimos que el abordaje debe ser con un tratamiento expectante y sólo se realizará la biopsia en caso de acontecimientos sospechosos.

La enfermedad celiaca constituye una enfermedad autoinmune de gran relevancia en la edad pediátrica y, aunque se desconoce cómo se pone en marcha su desarrollo en pacientes genéticamente predispuestos, se postula que, entre otros, los factores fetales podrían tener influencia sobre el desarrollo posterior de esta enfermedad. Presentamos el caso de una niña con retraso del crecimiento intrauterino cuya madre sufrió una infección vírica durante la gestación, y que más tarde desarrolló enfermedad celiaca. Especulamos con la posibilidad de que la infección viral durante la gestación pudiera haber sido la causante del retraso del crecimiento intrauterino y del desarrollo de la enfermedad celiaca. La similitud existente entre los antígenos víricos y la gliadina explicarían que una exposición intraútero a dichos antígenos virales sensibilizara frente a la gliadina y, posteriormente, la exposición al gluten, a partir de su introducción en la dieta, pondría en marcha el resto de los mecanismos de la enfermedad.

Publicado en Notas clínicas

Se comunica un nuevo caso de deleción proximal del brazo largo del cromosoma 4 de novo, en un niño de 3 años de edad con rasgos fenotípicos compatibles con un síndrome de Waardemburg tipo II. Presentaba mechón de pelo blanco frontal, hipoacusia neurosensorial bilateral, desplazamiento lateral de cantos internos, heterocromía de iris, fisura velopalatina, lesiones hipocrómicas en tronco, hipotonía axial, extremidades cortas, deformidades de cuerpos vertebrales, retraso mental y ponderoestatural, reflujo gastroesofágico, síndrome de malabsorción, panhipopituitarismo, comunicación interauricular tipo ostium secundum, hipermetropía (11 dioptrías) y dificultad para la deglución. El cariotipo de alta resolución realizado en células de sangre periférica y piel hipo/hiperpigmentada puso de manifiesto una deleción intersticial en el brazo largo del cromosoma 4(4q12-q21.1). El estudio mutacional del gen MITF (Waardenburg II) fue normal.

Se revisan los casos similares descritos anteriormente en la bibliografía y se resalta que la asociación retraso mental y ponderoestatural en niños con rasgos fenotípicos que recuerdan al síndrome de Waardenburg o al piebaldismo aislado deben alertar sobre posibles deleciones en la estructura del brazo largo del cromosoma 4.

Publicado en Notas clínicas
AÑO XVI ACTA PEDIÁTRICA ESPAÑOLA NÚM. 182
SUMARIO DEL NÚMERO DE FEBRERO DE 1958

El Dr. Sánchez-Villares, de Salamanca


ARTÍCULOS ORIGINALES

Trabajos doctrinales y casos clínicos

Adición de sustancias espesativas a la papilla baritada, por el doctor R. Fernández Salvador

Diagnóstico precoz de las anormalidades mentales en la primera infancia, por el doctor F. Mendiguchía

Pólipos vaginales del recién nacido, por el doctor L. Torres Marty

Enfisema mediastínico en el niño, por el doctor J. Martínez Fernández

Trastornos digestivo-nutritivos por «salmonellas» en el niño, por los doctores Ruiz López y colaboradores

Alimentación del niño sano en la ciudad de Mendoza, por los doctores Bustelo y colaboradores


CRÓNICA

Panorama de la Pediatría Social, por el doctor Justo Vega


CENTENARIO DEL DOCTOR TOLOSA-LATOUR

El niño en el asilo, por el doctor Rodríguez Pedreira

El doctor M. Tolosa-Latour enjuiciado por un médico de niños, por el doctor C. Sainz de los Terreros 


Publicado en Hace 50 años
Martes, 12 Febrero 2008 10:51

La importancia de la comida en familia

 

Señor director:

Señalábamos en un artículo reciente la relevancia de algunos factores sociales en la consecución de hábitos de vida saludables en niños y adolescentes, en especial el papel que podía tener la comida en familia1. La familia ejerce una fuerte influencia en la dieta de los niños y de los adolescentes y en sus conductas relacionadas con la alimentación2. Esta influencia puede tener un impacto relevante sobre la ganancia de peso3. Comer varias veces a la semana en familia (más de 5 veces) se asocia a un mayor consumo de frutas y verduras, una mejora en el desayuno y una incidencia menor de sobrepeso y obesidad4,5.

Sin embargo, es preciso hacer algunas consideraciones a la luz de algunos artículos aparecidos en el último año.

Los cambios sociales experimentados en los últimos años en relación con la estructura familiar y la incorporación de la mujer al mercado laboral, junto con una mayor longevidad de la población y los limitados servicios públicos de apoyo a la familia, han llevado a una creciente incorporación de los abuelos en la tarea de educar a los hijos (en este caso, a sus nietos), en especial las abuelas. Esto significa que en Estados Unidos hay 2,4 millones de abuelos que son los responsables principales del cuidado de sus nietos6. De acuerdo con los datos del Panel Europeo sobre los hogares, alrededor del 12% de las mujeres de entre 50 y 65 años de edad atendían a niños una media de 35 horas a la semana7, y hasta un 5,6% de personas mayores de 65 años, la mayoría mujeres, se dedican diariamente y sin remuneración al cuidado de sus nietos8. Aunque esa tarea puede tener un impacto positivo sobre la salud mental y el apoyo social de estas personas mayores9, puede significar un descuido de su propia salud10, además de una situación estresante que se acompañe de mayor consumo de alcohol, tabaco o una ingestión excesiva de alimentos. Esto ha llevado a la creación de grupos de apoyo, consejo individual o en grupo, y otros recursos encaminados a solucionar los problemas a los que los abuelos-cuidadores-de-nietos podrían enfrentarse. Se han comenzado a estudiar, de momento como proyecto piloto, el impacto de un programa de nutrición y actividad física en los abuelos al cuidado de sus nietos. Los resultados preliminares muestran que aumentaban los conocimientos en ambas materias y, al mismo tiempo, que la satisfacción con el programa era elevada. Estos resultados abren la puerta a futuras intervenciones nutricionales en este grupo, para contribuir así a promover la salud de los abuelos y su capacidad para atender a sus nietos11.

Comentábamos también la importancia del desayuno, relacionado directamente con la calidad nutricional de la dieta en niños y adolescentes12. Entre sus ventajas demostradas están una mejora del rendimiento escolar13 y una influencia favorable sobre el índice de masa corporal (IMC)14. Sin embargo, la tendencia es que hacia el 10-30% de los niños se salta el desayuno15. El porcentaje es mayor en la población adolescente, sobre todo femenina y de bajo nivel socioeconómico. Varios estudios han encontrado una asociación entre un menor número de días en los que se desayuna y un aumento en el IMC en la edad adulta16,17. Desayunar en casa de forma habitual implica tener más fácilmente hábitos saludables y mejor elección en los alimentos que no hacerlo18,19. Como parece haber una fuerte asociación entre el desayuno de los padres y el patrón de desayuno en los adolescentes20, la implicación del desayuno familiar en la consecución de hábitos de vida saludable parece manifiesta21.

La influencia positiva de la comida en familia puede verse anulada si la comida tiene lugar delante de la televisión22. Ver la televisión se asocia con un aumento en el consumo energético, tanto en adultos23 como en jóvenes24 y niños (entre 136 y 198 kcal/día)25. Parte de ese aumento se debe al consumo de alimentos anunciados (generalmente dulces, galletas, aperitivos salados y bebidas carbonatadas), y otra parte se debe al descenso en el consumo de frutas y verduras26. Por tanto, parece razonable, por un lado, mantener el consejo de que las horas de las comidas no sean un momento «en torno al televisor», y por otro, a la espera de regulaciones específicas en la publicidad dirigida a niños y adolescentes, hay que continuar recomendando que el tiempo de ver televisión sea inferior a 2 horas diarias27.

Finalizábamos el artículo en cuestión con un comentario sobre los comedores escolares, haciéndonos eco de la realidad creciente: un porcentaje elevado de los niños españoles, sobre todo en las ciudades, realizan la comida de mediodía en el comedor escolar. Sería éste un lugar interesante para realizar intervenciones nutricionales encaminadas a conseguir hábitos de vida saludables. Comer con otros lleva a consumir mayores cantidades de alimento28. Este hecho también se ha podido comprobar en niños de edad preescolar (2,5-6,5 años): el consumo era mayor (un 30% superior) en los grupos mayores (9 niños) que en los pequeños (3 niños), y esta asociación era mayor cuanto mayor era la duración de la comida29. Este efecto podría ser de interés en niños con problemas para comer (p. ej., con toda la familia en la mesa), pero podría tener el efecto contrario en relación con la obesidad. Otras intervenciones en la escuela pueden influir positivamente en los hábitos de ingesta: la participación en actividades de cuidado de una pequeña huerta escolar se han asociado con un mayor consumo de frutas y verduras30.

Es manifiesta la preocupación de la Administración y de los profesionales de la salud por conseguir hábitos de vida saludables en nuestros niños y adolescentes, en relación sobre todo con la alimentación y la actividad física. Sin embargo, los resultados obtenidos han sido poco satisfactorios. Son muchas las variables que inciden en el desarrollo de esos hábitos saludables, lo cual, aunque a priori pueda dificultar las intervenciones poblacionales, por otra parte, abre innumerables posibilidades, como hemos intentado apuntar en estas líneas. Potenciar la comida en familia puede ser un buen comienzo del camino.

Bibliografía

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Publicado en Cartas al Director

En la última década, muchos estudios comprueban o sugieren que algunos de los llamados alimentos funcionales pueden proyectar su eficacia madurativa y preventiva del niño al adulto. Entre ellos, los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (LC-PUFA) desempeñan un importante papel tanto en el desarrollo del sistema nervioso como en la prevención de diferentes enfermedades neuropsiquiátricas. Otros nutrientes, como los nucleótidos, los oligosacáridos, los gangliósidos, el colesterol o los micronutrientes (hierro, cinc, ácido fólico), también están involucrados directa o indirectamente en la salud mental del propio niño o el adulto, y se describen más someramente en este artículo de revisión.

Publicado en Nutrición infantil

Introducción: El síndrome de Bannayan-Riley-Ruvalcaba (SBRR) es una enfermedad autosómica dominante, caracterizada por lesiones hamartomatosas que afectan a diversos tejidos. Los tumores más habituales son los lipomas y las malformaciones vasculares (hemangiomas). El SBRR produce macrosomía y macrocefalia en la mayoría de los pacientes, retraso mental de leve a grave y, ocasionalmente, tiroiditis autoinmunitaria. Con frecuencia, el SBRR se asocia a mutaciones en la línea germinal del gen de supresión tumoral PTEN.

Caso clínico: Niña de 12 años que acude a nuestro servicio de neuropediatría por presentar hemangioma lingual, macrosomía sin macrocefalia, tiroiditis autoinmunitaria y problemas escolares, que llevaron al diagnóstico de trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Ante la sospecha de un SBRR, se realiza un test genético, en el que detecta una mutación intrónica del gen PTEN.

Conclusiones: PTEN es un supresor tumoral. Mutaciones en diferentes splice sites de PTEN producen deleciones de diferentes exones, que conducen a resultados distintos. Los pacientes que presentan una mutación tipo intrón profundo (deep intronic mutation) parecen tener un fenotipo más leve que los que muestran otros tipos de mutaciones. La presencia de macrocefalia no es imprescindible para el diagnóstico. Dado el riesgo que presentan estos pacientes de desarrollar tumores, es importante realizar un diagnóstico adecuado.

Publicado en Notas clínicas

Introducción: La región cromosómica 15q11q13 es inestable debido a la presencia de elementos de ADN repetidos. En esta región pueden producirse muchas reordenaciones estructurales que habitualmente afectan a la región crítica Prader-Willi-Angelman (RCPWA), como deleciones, translocaciones, inversiones y cromosomas marcadores supernumerarios (CMS), formados por la duplicación invertida de la región proximal del cromosoma 15.

En este artículo, se describen clínicamente los casos de 2 pacientes afectados del síndrome producido por una duplicación invertida del cromosoma 15, que se denomina inv dup(15) o idic(15).

Casos clínicos: Presentamos 2 casos clínicos con diagnóstico mediante técnica de hibridación in situ (FISH) de inv dup(15) con afectación de la RCPWA, caracterizados por retraso mental, trastorno generalizado del desarrollo y fenotipo peculiar. El segundo caso clínico presentaba una epilepsia parcial compleja, con un electroencefalograma que ponía de manifiesto, principalmente, una actividad de fondo lentificada y paroxismos generalizados, caracterizados por complejos de puntas y polipuntas u ondas agudas/ondas. La respuesta a oxcarbazepina fue muy satisfactoria.

Conclusiones: Los CMS del cromosoma 15 que incluyen la RCPWA son casi siempre esporádicos y de origen materno. Causan una tetrasomía 15p y una tetrasomía parcial 15q. El objetivo del presente artículo es dirigir la atención de los pediatras a un síndrome neurogenético que puede sospecharse clínicamente, incluso en ausencia de confirmación citogenética.

Publicado en Originales

El síndrome alcohólico fetal (SAF) se define como un defecto congénito permanente causado por el consumo excesivo de alcohol materno durante el embarazo. Se caracteriza por un crecimiento disminuido, una alteración del sistema nervioso central y un conjunto de alteraciones faciales menores. La incidencia estimada es de 0,33-2,2/1.000 recién nacidos vivos en Estados Unidos. Hasta los años noventa no hubo una serie de criterios unificados y objetivos para llegar al diagnóstico de SAF. Se presenta el caso clínico de un niño de 5 años y 10 meses con este síndrome. El objetivo de este artículo es revisar los criterios diagnósticos del SAF y su actualización.

Publicado en Notas clínicas

Introducción: La esquisencefalia (ESQ) es un raro trastorno de la migración neuronal que se caracteriza por la presencia de hendiduras que, atravesando el hemisferio cerebral, se extienden desde los ventrículos laterales hasta la superficie cortical.

Caso clínico: Mujer de 11 años con discapacidad intelectual y crisis convulsivas parciales que progresan hacia un síndrome de Lennox-Gastaut de difícil control.

La resonancia magnética (RM) cerebral muestra una ESQ parietooccipital bilateral de labio abierto en el lado derecho.

Discusión: Clínicamente, la ESQ se caracteriza por diversas discapacidades del desarrollo, entre las que destacan la hemiparesia y las crisis convulsivas. La RM es la modalidad de imagen de elección para el diagnóstico de ESQ. La gravedad del trastorno motor se ve muy influenciada en función de la extensión, la apertura labial, la bilateralidad y el tamaño de la malformación.

Publicado en Imagen del mes
Viernes, 23 Marzo 2007 11:27

Síndrome tricodental

El síndrome tricodental es una displasia ectodérmica poco frecuente. Se hereda con patrón autosómico dominante. Cursa con afectación del pelo y los dientes. El pelo suele ser fino, deslustrado y escaso. Las alteraciones dentarias más frecuentes son la escasez de piezas, los defectos del esmalte, los incisivos afilados y los dientes «en coraza». Además, puede haber alteraciones en las cejas y la nariz, microcefalia, retraso mental leve o moderado y/o epicanto. Presentamos un caso clínico de esta entidad en un paciente de 5 años.

Publicado en Notas clínicas

Las inversiones son una de las anomalías cromosómicas más comunes. Se producen cuando ocurren dos roturas en un cromosoma; el segmento así originado se invierte y se vuelve a reinsertar sobre el mismo cromosoma.

Generalmente, una inversión no provoca un fenotipo anormal en el portador, pero sí puede hacerlo en su descendencia, por lo que a veces se halla asociada a casos de retraso mental, malformaciones congénitas o fallos reproductivos.

Es importante determinar si la inversión es de origen familiar, en la que normalmente no hay riesgos para el individuo, o si es una mutación de novo, en la que el riesgo es algo mayor debido posiblemente a la interrupción de una secuencia clave del gen.

La inversión pericéntrica del cromosoma 9 es una de las variaciones cromosómicas estructurales más comunes, y se ha observado tanto en la población general como en pacientes con distintos fenotipos anormales y enfermedades.

Presentamos el caso de una niña evaluada por presentar un hipocrecimiento de inicio al tercer mes de vida, en la que se detecta en el estudio citogenético una inversión del cromosoma 9 de origen paterno, y cuyo hermano mayor presenta el mismo reordenamiento cromosómico. En este caso no hay evidencia de que la talla baja tenga relación con la inversión cromosómica.

Se destaca la importancia de realizar estudios cromosómicos familiares para identificar a los portadores, ofrecer consejo genético y emplear las inversiones como marcador familiar.

Publicado en Originales

La incontinencia salival, o babeo, es un problema frecuentemente asociado a varios cuadros neuropediátricos. En los casos severos conlleva graves consecuencias clínicas y psicosociales. Se han propuesto múltiples procedimientos para su tratamiento, con resultados variables. El primer escalón terapéutico consiste en la combinación de entrenamiento logopédico o neurorrehabilitador y la aplicación de fármacos anticolinérgicos, entre los cuales los más utilizados son el trihexifenidilo y la escopolamina, este último aplicado mediante parches transdérmicos. Dados los efectos indeseables a distancia de estos fármacos, se comienza a utilizar la infiltración de las glándulas submaxilares con toxina botulínica A, bajo control ecográfico. Este procedimiento es efectivo en el 50% de los casos, pero presenta el inconveniente de que su efecto es temporal, y se requiere repetir la infiltración cada 4-6 meses. Finalmente, en pacientes con babeo invalidante que no responden a la terapia farmacológica y rehabilitadora, a largo plazo estaría indicada la realización de una técnica supresora definitiva. En la actualidad la técnica más segura y eficaz es la combinación de una submaxilectomía bilateral y la ligadura de ambos conductos parotídeos. Este sencillo procedimiento elimina de forma completa la incontinencia salival en más del 90% de los casos, con mínimas complicaciones, y debe seguirse de una correcta higiene bucodental.

Publicado en Revisión
AÑO XVII ACTA PEDIÁTRICA ESPAÑOLA NÚM. 193
SUMARIO DEL NÚMERO DE ENERO DE 1959
FIGURAS DE LA PEDIATRÍA

El doctor Pérez Moreno, de Valladolid


ARTÍCULOS ORIGINALES

Trabajos doctrinales y casos clínicos

«El futuro mental y social de los niños acogidos en instituciones de asistencia», por el doctor F.J. Mendiguchía
«Tuberculosis pulmonar infantil. Resultados de una encuesta radiológica», por el doctor J. Martínez Fernández
«Sobre un caso de hernia diafragmática con estómago intratorácico en un niño de 8 años», por el doctor J. López Bravo
«Poliomielitis. Los insectos en su epidemiología», por el doctor J. Rodríguez Pedreira


Publicado en Hace 50 años

La esquisencefalia es un infrecuente trastorno de la migración neuronal, caracterizado por presentar una hendidura profunda cerebral, unilateral o bilateral, desde la piamadre hasta la superficie del ventrículo, recubierta de sustancia gris. Hay dos tipos: el tipo I, de labios cerrados, y el tipo II, más infrecuente, de labios abiertos. Suele cursar de forma asintomática en el neonato, y la clínica aparece en el segundo trimestre de la vida, con alteraciones en el perímetro craneal, espasmos infantiles, epilepsia parcial rebelde, monoparesia espástica, retraso mental con espasticidad, etc. Describimos los casos de dos pacientes inmigrantes diagnosticados de parálisis cerebral en sus países de origen, en los que se diagnosticaron los dos tipos de esquisencefalia al ser remitidos a nuestro centro. También pretendemos subrayar la rareza del tipo II.

Publicado en Notas clínicas

El citomegalovirus congénito es la etiología más frecuente de infección congénita viral y la principal causa de deficiencia neurosensorial adquirida intraútero. La infección derivada de una primoinfección materna tiene consecuencias más graves que las recurrentes en cuanto a la tasa de transmisión vertical, gravedad del cuadro clínico y secuelas a largo plazo.

Se comunica una nueva observación de citomegalovirus congénito neonatal, en la que el diagnóstico se sospechó ante la presencia de un retraso de crecimiento intrauterino armónico, con clínica neurológica y alteraciones neurorradiológicas características, y se revisan los principales aspectos clínicos y epidemiológicos de la afección.

Publicado en Notas clínicas
Viernes, 09 Octubre 2009 09:31

Viajar

Sr. Director:

En el mes de octubre participé en el «trekking del Everest», nombre que recibe el recorrido que, desde Lukla (2.840 m de altitud), llega en varias jornadas a pie hasta el Campo Base del Everest (5.364 m), en el Nepal.

Los primeros síntomas de mal de altura aparecieron en la tercera jornada, en Namche Bazar (3.440 m), en un varón de 31 años, y se agudizarían en los días posteriores extendiéndose a gran parte del grupo. La clínica más frecuente fue la cefalea, presente en 7 de los 16 participantes (44%). Precisaron medicación 9 de ellos (56%), y 3 tuvieron que administrarse acetazolamida. Descendieron tres compañeros: un varón de 31 años, en la octava jornada y desde una altitud de 4.940 m por cefalea intensa; una mujer de 43 años, que descendió poco después por cefalea y disnea a mínimos esfuerzos, y una mujer de 41 años, en la jornada 11, desde una altitud de unos 4.700 m, por un edema agudo de pulmón.

Afortunadamente, en la sexta jornada tuvimos ocasión de asistir a una charla sobre el mal de altura ofrecida por un médico del pequeño hospital de Pheriche (4.240 m), especializado en el tema.

La disminución de oxígeno en zonas de gran altitud (por encima de 2.500 m) es el origen de una serie de síntomas que se engloban bajo el nombre de «mal de altura» o «mal agudo de montaña». La tolerancia individual es muy variable y no se puede predecir quién lo va a padecer. Puede llegar a ser mortal si aparece edema cerebral o pulmonar.

Existen tres tipos: mal agudo de montaña, edema cerebral de altura elevada (HACE) y edema pulmonar de altura elevada (HAPE).

El «mal agudo de montaña moderado» se caracteriza por uno o más de los siguientes síntomas: cefalea, astenia, náuseas, anorexia, vértigo e insomnio. Se aconseja no ascender más, descansar e hidratarse, la administración de analgésicos (el salicílico, el paracetamol o el ibuprofeno no enmascararán una cefalea peligrosa) y de acetazolamida (125 mg/2 veces al día). En el «mal agudo de montaña severo» se acentúan los síntomas anteriores, aparecen vómitos y se aconseja descender acompañado, consultar con un médico y la administración de acetazolamida (250 mg/2 veces al día) (dexametasona si es necesario) y oxígeno (cámara hiperbárica si es preciso).

El edema cerebral es una emergencia. Además de los síntomas de mal de altura, el paciente presenta confusión mental, desorientación, alucinaciones, ataxia y puede llegar al coma. El tratamiento es similar al que debe implantarse ante el «mal agudo de montaña severo».

El edema de pulmón es la causa más frecuente de muerte en altitud. Puede presentar o no clínica de mal de altura. Presenta disnea de esfuerzo, taquipnea y taquicardia. La tos puede estar ausente. Se aconseja el descenso acompañado, reducir en lo posible el ejercicio, consultar con un médico y la administración de acetazolamida (250 mg/2 veces al día) (nifedipina si es preciso) y oxígeno (cámara hiperbárica si es necesario).

Por tanto, las indicaciones de acetazolamida (Edemox" comprimidos de 250 mg) serían): 1) como prevención si existen antecedentes de mal de altura o se realiza una ascensión rápida por encima de los 3.000 m (dosis: 125 mg/2 veces al día); 2) tratamiento del mal de altura moderado mientras se permanece a la misma altura (dosis: 125 mg/2 veces al día); 3) tratamiento del mal de altura severo, HACE o HAPE mientras se desciende (dosis: 250 mg/2 veces al día), y 4) insomnio (dosis: 125 mg en el momento de irse a dormir).

La acetazolamida está contraindicada en el embarazo y en la alergia a las sulfamidas.

Prevención: 1) ascender despacio, 300-400 m/día desde 2.500 m; 2) realizar una dieta ligera con abundantes hidratos de carbono. Es muy importante beber bastante líquido (3-4 L/día), aunque no se tenga sensación de sed; 3) evitar el ejercicio intenso, el alcohol, el tabaco y los somníferos; 4) dormir a una altura menor que la alcanzada durante el día, y 5) estar atento a tempranos signos de mal de altura. Cualquier sintomatología por encima de 2.500 m debe sugerir el diagnóstico.

Ante la duda, es mejor descender, si es posible hasta una altitud de 1.200 m. En los niños el mal de altura es más frecuente. Además, pueden no reconocer la sintomatología, por lo que los padres deben fijarse cuidadosamente en cualquier señal de alarma. Los pacientes con enfermedad cardiovascular, pulmonar o anemia deben pedir consejo médico antes de iniciar un viaje a zonas de gran altitud.

Tabla_1En la revisión bibliográfica realizada, no se han obtenido artículos específicos sobre el mal de altura en la infancia.

Esta experiencia me hace reflexionar: los viajes pueden suponer un riesgo para la salud. Cada vez más, los padres solicitan información antes de cruzar nuestras fronteras (vacaciones, regreso temporal a su país de origen, adopción...). Deseosa de anticiparme a las necesidades de mis pacientes, he elaborado una hoja informativa con las páginas web y los teléfonos más relevantes (tabla 1). Viajar enriquece y nunca debería mermar la salud.

Publicado en Cartas al Director

Sr. Director:

La mancha mongólica (MM), también llamada melanocitosis dérmica congénita, suele aparecer en el nacimiento o durante las primeras semanas de vida. Aumenta en los 2 primeros años y después desaparece de modo gradual. A los 10 años la mayoría de estas manchas han remitido; si la mancha se mantiene en la edad adulta, se denomina MM persistente (3-4% de los orientales). Su frecuencia, similar en ambos sexos, varía entre los distintos grupos raciales. El término «mancha mongólica» se debe a su frecuencia elevada en las razas orientales, sobre todo en los mongoles, en quienes aparece en el 90% de los recién nacidos. Se observa en el 80% de los individuos de raza negra, en el 40% de los latinos y en menos del 10% de los caucasianos y judíos1-3.

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Figura 1. Neonato caucasiano, con múltiples máculas de tonalidad gris azulada en la espalda y las nalgas

La localización clásica es la región lumbosacra y las nalgas. Se conoce como MM aberrante cuando se presenta en áreas atípicas, como la espalda, los hombros, el cuero cabelludo y las extremidades (figuras 1 y 2). Ésta es más probable que persista en la edad adulta. La forma extensa o generalizada no es excepcional, ya que aparece en más del 3% de los niños asiáticos, indios americanos y negros3-5.

Clínicamente, se presenta como una o varias máculas de morfología angulada, redonda u ovalada. El tamaño varía entre 1 y 20 cm y los bordes están mal definidos (las más grandes están mejor delimitadas). Tienen una coloración homogénea azul grisácea (figura 1) que no se acentúa en la exploración con lámpara de Wood. En personas de piel oscura adopta un tono verdoso (figura 2). La MM sobreimpuesta es una variante con zonas más oscuras en su seno3,6.

Figura 2. Niño de raza negra, con una mácula extensa de color azul verdoso en el costado derecho
Figura 2. Niño de raza negra, con una mácula extensa de color azul verdoso en el costado derecho

El estudio histológico muestra melanocitos dendríticos fusiformes dispersos entre los haces de colágeno de los tercios inferiores de la dermis. Esta melanocitosis dérmica se debe a que no se ha completado el proceso de migración de los melanocitos desde la cresta neural a la unión dermoepidérmica. Normalmente no hay melanocitos dérmicos desde la semana 20 de gestación. Las diferencias raciales podrían indicar la existencia de factores genéticos implicados en este proceso. La coloración azulada de las lesiones se debe al fenómeno de Tyndall: la pigmentación dérmica se ve azul, por la menor reflectancia de la región con longitudes de onda mayores en comparación con la zona que la rodea2,3.

No se han descrito casos de malignización de las MM. Dado que las máculas desaparecen con el paso de los años, no suelen necesitar tratamiento. En las lesiones persistentes se puede emplear maquillaje o laserterapia (con una mejor respuesta en MM aberrantes de pacientes de menos de 20 años)7.

La mayoría de las MM no tienen significación patológica. En ocasiones la presencia de formas aberrantes, extensas o múltiples puede facilitar el diagnóstico y posterior tratamiento precoz de ciertas enfermedades8:

1. Facomatosis pigmentovascular. Consiste en la combinación de una malformación vascular (casi siempre una mancha en vino de Oporto) con un lesión hiperpigmentada cutánea congénita (nevo epidérmico, nevo spilus o melanocitosis dérmica). Puede existir un nevo anémico. Se han clasificado en cinco tipos, que a su vez se han subdividido en a o b, en función de la ausencia o presencia de manifestaciones extracutáneas (como los síndromes de Sturge-Weber y de Klippel-Trenaunay). Aparece una MM en: a) facomatosis pigmentovascular tipo II (la más frecuente) asociada a una malformación capilar tipo mancha en vino de Oporto; b) tipo IV combinada con una mancha en vino de Oporto y un nevo spilus, y c) tipo V (facomatosis cesiomarmorata), que coexiste con cutis marmorata telangiectásica congénita4.

2. Gangliosidosis GM1, tipo 1 o infantil. Enfermedad debida a una deficiencia de la betagalactosidasa. En los primeros 6 meses de vida los pacientes presentan facies tosca, cuello corto, hipertrofia gingival, macroglosia, hipotonía, hipertricosis, retraso psicomotor y del desarrollo, convulsiones, hepatosplenomegalia, deformación de los cuerpos vertebrales, de la silla turca, anomalías de los huesos largos y de la pelvis, y manchas rojo cereza en la mácula. Los niños raramente sobreviven más de 3 años5,8.

3. Síndrome de Hurler. Mucopolisacaridosis tipo I, la más frecuente, producida por un déficit de alfa-L-iduronidasa. Comparte muchos rasgos con la gangliosidosis GM1 infantil. Alrededor de los 6 meses se observa opacidad corneal, visceromegalia, disostosis múltiple y rasgos faciales anormales. Provoca retraso mental, infecciones respiratorias y cardiopatía mortal alrededor de los 10 años de edad8.

4. Síndrome de Hunter. Mucopolisacaridosis tipo II, causada por un déficit de la enzima iduronato-2-sulfatasa y con un espectro de gravedad amplio. La forma grave cursa con síntomas similares al síndrome de Hurler9.

5. Labio leporino. Muchos niños japoneses con este defecto presentan una MM en la hendidura.

Se han descrito casos aislados en pacientes con enfermedad de Niemann-Pick, alfamanosidosis, síndrome de Sjögren-Larsson, hemangioma congénito, manchas café con leche (facomatosis pigmentopigmentaria), dedos supernumeraciones y melanosis leptomeníngea. Quizás algunas de estas asociaciones puedan ser casuales4,8.

El diagnóstico de la MM es fácil de establecer cuando la morfología clínica y la localización son típicas. En otras localizaciones podría confundirse con las siguientes entidades:

• Otras melanocitosis dérmicas, como el nevo azul (rara vez congénito y de localización muy variada), el nevo de Ota (sobre todo en la región periorbitaria, la sien, el área malar y la esclerótica ipsolateral), el nevo de Ito (regiones supraclavicular, escapular o deltoidea) y el hamartoma melanocítico dérmico (nalgas, manos y piernas)3.

• Otras neoplasias melanocíticas benignas, como la mancha café con leche, la melanosis de Becker y el nevo melanocítico congénito. El nevo melanocítico gigante, cuando afecta a la zona baja de la espalda y las nalgas, adopta un aspecto «en traje de baño». Difieren de la MM en el color y en los bordes bien definidos.

• Malformaciones vasculares, como las malformaciones glomovenosas o las manchas en vino de Oporto (se asocian a la MM en la facomatosis pigmentovascular) o los «precursores» de hemangiomas.

• Contusiones o hematomas. Éstos, si aparecen en lactantes de menos de 9 meses de edad y se sitúan en regiones típicamente protegidas, como las nalgas o la espalda, representan los signos físicos de maltrato infantil más frecuentes. Por tanto, una MM no diagnosticada o el desconocimiento de la variante aberrante, múltiple o sobreimpuesta podrían generar una sospecha errónea de maltrato. Cabe resaltar que el 40% de los neonatos de etnia gitana presentan MM (población con mayor incidencia de sufrir malos tratos según algunos estudios). Es curioso que el 12,5% de las madres atribuyan dichas manchas a un traumatismo durante el parto1. Por ello, es necesario anotar en la historia neonatal la presencia y la localización de las MM y proporcionar una correcta información a los padres10.

• Otras: argiria, ocronosis, eritema discrómico persistente (dermatosis cenicienta), hiperpigmentación postinflamatoria, hipermelanosis nevoide lineal y espiral, atrofodermia idiopática de Pasini y Pierini, y erupción fija medicamentosa.

En conclusión, la población española actual cuenta con más grupos raciales en que es frecuente la aparición de MM. Es importante conocer sus variantes (aberrante, persistente, múltiple, extensa o generalizada y sobreimpuesta), las enfermedades asociadas (facomatosis pigmentovascular, labio leporino y metabolopatías) y evitar su confusión con las lesiones de maltrato infantil.

 

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Publicado en Cartas al Director
AÑO XVII ACTA PEDIÁTRICA ESPAÑOLA NÚM. 216
SUMARIO DEL NÚMERO DE OCTUBRE DE 1960
FIGURAS DE LA PEDIATRÍA

El doctor Garrido-Lestache

 

ARTÍCULOS ORIGINALES

Trabajos doctrinales y casos clínicos

Psiquiatría y pediatría, por el profesor A. Galdó

Meningitis tuberculosa y salud mental, por el doctor Martínez Valverde

Cardiopatías infantiles y salud mental, por el doctor R. Talavera

Proyección mental del periodo perinatal, por el doctor J. Moreno

Lo neurológico y lo mental en la parálisis cerebral infantil, por el doctor A. Román de la Rosa

Publicado en Hace 50 años

Introducción: Desde hace varios años, se ha producido un aumento en las visitas por patología psiquiátrica en los servicios de urgencias pediátricas. Por ello, es importante la coordinación entre los equipos de urgencias pediátricas y los de salud mental para mejorar la atención de los pacientes pediátricos con una enfermedad mental.

Objetivos: Analizar las características de los pacientes pediátricos del servicio de urgencias psiquiátricas de nuestro hospital.

Metodología: Estudio transversal descriptivo de las urgencias psiquiátricas atendidas en el Servicio de Urgencias de Pediatría que precisaron atención en el Servicio de Psiquiatría de la Corporació Sanitària «Parc Taulí» de Sabadell (periodo 2006-2007). Analizamos las variables sociodemográficas y los diagnósticos psiquiátricos, así como la necesidad de tratamiento y el destino final del paciente.

Resultados: Se realizaron 104 visitas psiquiátricas de un total de 93.908 urgencias (0,1%), con una media de edad de los pacientes de 12,37 años (rango: 6-15). Los motivos de consulta principales fueron: empeoramiento de la enfermedad de base (51%), alteración de la conducta de diversos tipos (31,7%) e intento de suicidio (17,3%). Muchos de los casos presentaban factores asociados o distocia social: un 68,2% presentaba antecedentes de enfermedad familiar psiquiátrica, un 39,4% abuso de alcohol y/o drogas, y un 25,9% una separación traumática de los padres. Sólo un 26% de los casos precisaron una intervención farmacológica fuera de su tratamiento habitual. Los diagnósticos principales al alta fueron, en el 50% de los casos, trastornos de conducta no especificados y conversivos. Se dio de alta a su domicilio al 64% de los pacientes, y un 36% precisó ingreso hospitalario.

Conclusiones: Las urgencias psiquiátricas pediátricas son complejas y graves. Últimamente se ha producido un aumento de ellas, lo que puede obedecer a múltiples causas, algunas de las cuales representan tendencias epidemiológicas que pueden estudiarse y preverse.

Publicado en Originales

El presente trabajo trata de reflejar la eficacia observada en estudios recientes sobre los tratamientos psicoterapéuticos en niños y adolescentes que presentan problemas de comportamiento y agresividad, limitándonos exclusivamente a la intervención familiar.

La metodología utilizada fue la búsqueda bibliográfica de estudios en metabuscadores (Tripdatabase, Biblioteca Cochrane) y bases de datos (MEDLINE, CINAHL, EMBASE), centrándonos en metaanálisis, revisiones sistemáticas y ensayos clínicos aleatorizados publicados desde el 01/01/1999.

El análisis de dichos estudios indica que la intervención familiar es eficaz y necesaria para la modificación del comportamiento perturbador en los menores, y supone una optimización de la economía sanitaria pública, al reducir de forma notable las demandas a la red sanitaria de salud mental.

También exponemos un ejemplo de este tipo de intervención en España, la Escuela de Padres, válida especialmente para los casos en que se observa un problema relacionado con la crianza del niño (Z.62, CIE-10). Sin embargo, tras la búsqueda bibliográfica, no encontramos estudios de relevancia sobre este tema en nuestro país.

Publicado en Originales

Presentamos el caso de un varón de 8 años de edad, que fue diagnosticado en el periodo neonatal de síndrome de Klinefelter (SK), por mostrar rasgos dismórficos en las manos, los pies y la cara, así como un bajo peso al nacimiento, en cuyo estudio genético se obtuvo un cariotipo 48 XXYY.

Si bien el SK típico (con incidencia de 1/500-1.000 recién nacidos varones) se debe a errores en la meiosis paterna o materna, esta variante mucho menos frecuente (un 3% de la forma clásica, supone la dotación cromosómica anómala de ambos gametos.

Evolutivamente, ha presentado un importante retraso psicomotor y escolar. En la actualidad, además de retraso ponderoestatural, presenta los rasgos fenotípicos del SK. No se detectan alteraciones hormonales de gonadotropinas ni de la testosterona. Todavía no ha presentado alteraciones psiquiátricas conductuales, y su carácter es tranquilo y apacible. Su edad, aún prepuberal, justifica la ausencia de ginecomastia y de las alteraciones psiquiátricas descritas.

Se realiza una revisión conceptual del SK y sus variantes.

Publicado en Notas clínicas

Introducción: Las acidemias orgánicas son un grupo de enfermedades caracterizadas por la excreción aumentada de ácidos orgánicos en la orina. Dentro de este grupo se encuentra la aciduria D-glicérica, trastorno infrecuente y del que hay pocos casos referidos en la bibliografía médica.

Caso clínico: Presentamos el caso de una niña de 2 meses de edad, que acudió a nuestra consulta por la presencia de crisis generalizadas con un patrón electroencefalográfico (EEG) de brote-supresión y posterior retraso psicomotor. Al realizar el cribado de enfermedades metabólicas, se detectaron valores de ácido D-glicérico en orina de 216 mmol/mol creatinina (valores normales: <26), compatibles con aciduria D-glicérica. Las imágenes obtenidas mediante resonancia magnética craneal (hipoplasia del cuerpo calloso y atrofia generalizada) no mostraron hallazgos específicos. En su evolución, la paciente presentó un retraso psicomotor moderado-grave, una diparesia espástica y una epilepsia resistente a fármacos.

La aciduria D-glicérica es una entidad con una clínica muy heterogénea; en algunas ocasiones se presenta como un hallazgo casual en pacientes asintomáticos u oligosintomáticos, y en otras en niños con profunda encefalopatía. Se han descrito casos con respuesta parcial a una dieta restringida en fructosa, aunque dicha mejoría clínica no se produjo en el presente caso. Esta etiología se debería plantear en el diagnóstico diferencial de los niños que presenten una encefalopatía progresiva, EEG tipo salva-supresión, hipotonía y epilepsia multifocal.

Publicado en Nutrición infantil

Los niños con una enfermedad renal crónica tienen un alto riesgo de desnutrición y requieren un soporte nutricional especializado, sobre todo en un estadio de la enfermedad ≥2. La pérdida de función de un órgano metabólicamente tan activo entraña alteraciones en el metabolismo intermediario de los nutrientes, así como en la biodisponibilidad y la pérdida de éstos. El riñón enfermo tiene una pérdida de función progresiva en la que están implicados muchos factores, entre los que el factor nutricional es importante.

El retraso de crecimiento es la afectación más importante durante la infancia. La alteración depende del grado de afectación y de la edad del paciente. El riesgo es mayor cuando la enfermedad es congénita, porque durante el primer año la velocidad de crecimiento es muy alta y los requerimientos nutricionales muy elevados y de difícil cobertura.

Las alteraciones motoras del tracto gastrointestinal producen anorexia y vómitos que dificultan la ingesta; por ello, estos pacientes frecuentemente requieren suplementación nutricional y una nutrición enteral prolongada mediante gastrostomía, que en general es endoscópica percutánea.

Publicado en Nutrición infantil
Jueves, 12 Mayo 2011 12:50

Tenemos que educar

Tenemos que educar

P. Castells
Barcelona: Editorial Península, 2011; 242 páginas

Mucho ha avanzado la pediatría desde sus comienzos científicos a principios del siglo XX, y de manera evidente sus objetivos han ido cambiando a medida que se producía una modificación profunda de todo lo referente al niño y su entorno. Ahora el pediatra dedica buena parte de su tiempo a tareas de prevención, a fin de que su paciente no sufra viejas enfermedades infecciosas, tenga una nutrición correcta, sin deficiencias ni excesos, y alcance un crecimiento óptimo. Tal vez el pediatra no pueda abarcarlo todo, pero hay algo que no puede derivar hacia un especialista, como preguntarse en cada consulta si el niño está progresando bien en los estudios, si tiene equilibrio mental o estabilidad psíquica, si adquiere los valores morales o desarrolla un juicio recto, o bien si necesita ayuda para afrontar los contratiempos y sacar de ellos no un daño sino un posible provecho. Es posible que así cumpla uno de los papeles del médico de niños, como ser también educador.

Y es que para educar bien a los niños hay que empezar por el principio, y estar muy seguro de lo que se dice. Esto es lo primero que salta a la vista al hojear el libro que tengo el gusto de presentar a los lectores de Acta Pediátrica Española, tanto que la personalidad de su autor se confunde con su obra, de manera que lo que escribe Paulino Castells Cuixart se parece cada vez más a lo que realmente es. Ahora es un eficaz profesor en las licenciaturas o grados de Psicología y Magisterio en la Universidad Abat Oliba, CEU de Barcelona, con especial dedicación a la psicología de la familia, ámbito en el que es un reconocido experto. Él ha llegado a este alto nivel docente después de una carrera ascendente, que he tenido la suerte de seguir, desde su comienzo como vocacional estudiante de medicina, inquieto alumno interno de pediatría y especialista prestigioso en pediatría, neuropediatría y psiquiatría infantil. A pesar de dedicar mucho tiempo al trabajo asistencial, la faceta docente le va envolviendo y procura enseñar con todos los métodos posibles, entre ellos sus numerosos libros.

Si las anteriores obras del Dr. Castells se cuentan por éxitos y han sido siempre tan atractivas como eficaces y recomendables, en esta ocasión Tenemos que enseñar suma la valentía de romper con esa especie de cuidado o temor de tantos, tal vez por miedo a la mala educación de otros y ser tachados de retrógrados, a una exposición libre de sus «ideas para salir de la crisis de autoridad y de la mala educación». Éste es precisamente el subtítulo del libro comentado. En efecto, a lo largo de sus 242 páginas se van desarrollando temas de la mayor actualidad, como la educación permisiva dominante, donde los pediatras hemos tenido una cierta culpa a partir de la publicación de la obra de Benjamin Spock, su comparación con el pasado, el valor del ejemplo dado por los padres, maestros y pediatras, el inicio de hábitos de comer y dormir, ya desde la cuna, el capítulo todavía difícil o sujeto a controversias de la educación sexual, la repercusión indudable de los cambios recientes en la familia, el viejo peligro del alcohol y el más nuevo de las drogas o la limitada educación religiosa. Llevado por su lectura amena, llega uno pronto a la parte final, donde se encuentra con unas útiles nociones básicas para enseñar una buena educación en nuestros días y modificar la mala conducta en su caso, analizando algunas técnicas, como la psicoterapia en sentido amplio, el papel de la autoridad, los siempre discutidos límites del castigo, el valor de la recompensa acertada y el elogio de la disciplina.

Dicho lo anterior, la recomendación del nuevo libro del Dr. Castells me resulta obligada y fácil, con la seguridad de que padres, pediatras, pedagogos, psicólogos, psiquiatras y sociólogos, entre otros, encontrarán numerosos consejos útiles y muchos puntos de coincidencia o nuevos. Como yo mismo, le agradecerán su esfuerzo y le felicitarán una vez más, deseando de todo corazón que no predique en el desierto.

Publicado en Crítica de libros
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