- Entre las causas principales se encuentran aquellas relacionadas con infecciones de las vías respiratorias, las alergias y el aparato digestivo
- La microbiota tiene un papel clave en el desarrollo de un sistema inmunológico fuerte y la prevención de enfermedades
- Los prebióticos y probióticos contribuyen a mantener el equilibrio en la microbiota intestinal y reforzar el sistema inmunitario de pequeños y adultos
Madrid, 10 de octubre de 2018.- El desconocimiento del porqué de los lloros del bebé y el miedo a que el bebé enferme son dos de los mayores temores de los padres y madres españoles. Así lo revela el 36% y 33% de los encuestados, en cada uno de los casos, en un estudio realizado por Danone Nutricia Early Life Nutrition. Con la llegada de otoño y la bajada de temperaturas, estos miedos se acrecientan ya que aparecen los primeros virus y resfriados del periodo escolar. De hecho, el otoño abarca el 20% de los ingresos anuales de urgencias y visitas a demanda en Pediatría1. Entre las causas principales se encuentran aquellas relacionadas con infecciones de las vías respiratorias, las alergias y el aparato digestivo, todas ellas estrechamente ligadas al sistema inmunitario, del cual el 70% de las células se encuentra en la microbiota, encargada de formar la barrera intestinal al evitar la anidación y penetración de patógenos.
La tos es el motivo de consulta más frecuente en atención primaria. La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP) estima que los niños en edad de guardería padecen una media de seis infecciones respiratorias al año, concentradas en los meses de otoño a invierno. Por otro lado, más del 50% de los niños padece algún episodio de tos con sibilancias en los primeros años de vida y un tercio sufre asma bronquial a los seis años2.
Generalmente, las infecciones de las vías respiratorias son provocadas por microorganismos, como virus, bacterias u hongos de diversos tipos, por lo que la mejor manera de prevenirlos es a través de un sistema inmunológico fuerte. Para ello es fundamental una buena nutrición, ya que los alimentos que consumimos y nuestro modo de vida pueden alterar la microbiota intestinal que, entre otras funciones, se encarga de proteger nuestro organismo frente a enfermedades.
No obstante, el uso de antibióticos que se recetan para combatir las enfermedades de origen bacteriano, como por ejemplo las faringoamigdalitis bacterianas o inflamaciones de la faringe y las amígdalas, puede alterar la microbiota intestinal. Esta alteración provoca cambios en los patrones microbianos y metabólicos incluso durante las fases iniciales del tratamiento con antibióticos3. En estos casos, el uso de prebióticos, probióticos y simbióticos puede ayudar a restablecer el equilibrio en la microbiota intestinal.
Las alergias son el segundo motivo más frecuente de visitas médicas a demanda o urgencias en Pediatría. Actualmente entre el 10% y el 40% de la población mundial sufre algún tipo de enfermedad alérgica. Ejemplo de ello es la rinoconjuntivitis alérgica, que afecta al 15%-20% de la población general2, y la dermatitis atópica, que es la enfermedad alérgica más frecuente en la edad pediátrica, con una prevalencia del 10%. Asimismo, en los últimos años la incidencia de las alergias alimentarias se ha incrementado considerablemente, especialmente en niños. En este sentido, estudios recientes han mostrado que existe un vínculo entre el sistema inmune, la microbiota intestinal y la aparición de alergias4.
Otro motivo de consulta pediátrica en atención primaria (10%) es el dolor abdominal, sobre todo en edad escolar y durante el curso escolar. A pesar de que hay más de cien causas orgánicas posibles de dolor abdominal, en la mayoría de ocasiones se etiqueta de dolor funcional. Otros motivos frecuentes de las visitas a demanda o urgencias en Pediatría relacionados con el aparato digestivo son los vómitos y la diarrea aguda -en muchos casos síntomas de cuadros infecciosos o víricos2, o el estreñimiento, que representa entre el 3% y el 5% de las visitas al pediatra y hasta el 25% de los niños enviados a la consulta de gastroenterología pediátrica5, según datos de la Asociación Española de Pediatría.
Para evitar estas dolencias, alergias o infecciones es importante contar con un sistema inmunológico fuerte. Es por ello que es importante el cuidado de la microbiota, la cual desempeña un papel clave en el desarrollo del sistema inmunitario, ya que actúa como barrera frente a patógenos y es responsable de funciones importantes, como la producción de factores de crecimiento y vitaminas (como Vitamina K, esencial para la coagulación, y algunas vitaminas del Grupo B). En este sentido, los prebióticos y los probióticos ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal.
«En los últimos años la popularidad de los probióticos y los prebióticos se ha incrementado considerablemente gracias a su papel modulador en el equilibrio de la flora intestinal. Ejemplo de ello es que el 70% de los profesionales de salud pediátricos los utiliza en su práctica clínica, según una encuesta realizada por la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP)»6, explica Lucía Martínez Palacios, Healthcare Nutrition Manager en Danone Nutricia Early Life Nutrition.
Administrados adecuadamente, los prebióticos y probióticos contribuyen a mantener el equilibrio en la microbiota intestinal y reforzar el sistema inmunitario de pequeños y adultos. En el caso de los bebés, los prebióticos, presentes de forma natural en la leche materna, refuerzan el sistema inmunitario de los bebés, disminuyendo el riesgo de padecer infecciones gastrointestinales o en las vías respiratorias altas, de los procesos alérgicos y del estreñimiento7. En el caso de los lactantes alimentados con leche de fórmula, las leches suplementadas con prebióticos scGOS/lcFOS (9:1) ayudan al establecimiento de una microbiota intestinal similar a la de la leche materna8, reforzando así el sistema inmunitario del bebé. En concreto, la mezcla de prebióticos scGOS/IcFOS 9:1 de Danone Nutricia Early Life Nutrition ha demostrado contribuir a reducir hasta un 53% en la incidencia acumulada de cualquier manifestación alérgica y hasta en un 83% en la prevalencia de cualquier manifestación alérgica persistente a los 5 años9.
Bibliografía
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3.Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El tratamiento con antibióticos puede alterar la flora intestinal. Publicado el 28 de diciembre de 2012. Disponible en: http://www.csic.es/web/guest/canales?p_p_id=contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet&p_p_lifecycle=0&p_p_state=maximized&p_p_mode=view&_contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet_struts_action=%2Fcontentviewer%2Fview&_contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet_nodeRef=workspace%3A%2F%2FSpacesStore%2Ffb26d02c-af0b-4776-86e3-f7e8c63fd997&_contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet_contentType=news
4.Gut Microbiota For Health. Algunas bacterias podrían contribuir a reforzar la barrera intestinal y a reducir las alergias alimentarias. Publicado el 29 de octubre de 2014. Disponible en: http://www.gutmicrobiotaforhealth.com/es/algunas-bacterias-podrian-contribuir-a-reforzar-la-barrera-intestinal-y-a-reducir-las-alergias-alimentarias/
5.Sánchez Ruiz F, Gilbert JJ, Bedate Calderón P, Espín Jaime B. En: Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. Cap. 7. Estreñimiento y encopresis. SEGHNP-AEP, 2010; 53.
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