Acta Pediátrica Española

ISSN 2014-2986
Resultados de la búsqueda para: Breast feeding

Introducción: Tras realizar algunas puntualizaciones −no suficientemente aclaradas en las guías de alimentación− hemos recurrido a la dieta mediterránea tradicional y hemos medido los valores antropométricos al comienzo y al finalizar el año del estudio en pacientes que hacían un cumplimiento razonablemente correcto de las guías, y aun así tenían sobrepeso y obesidad.
Pacientes y métodos: Se incluyeron niños de 2 a 8 años con sobrepeso y obesidad en un programa de educación nutricional denominado «Aprendiendo a comer del Mediterráneo». Para evaluar la calidad de la dieta, hemos utilizado el test Kidmed y para poder medir las nuevas propuestas hemos diseñado el test de la Dieta Mediterránea Tradicional.
Resultados: Se obtuvo una muestra de 92 pacientes (42 niñas y 50 niños). La edad media fue de 5,3 años. Tras un año de intervención dejaron de ser obesos el 75,7% y dejaron de tener sobrepeso el 74,3%. En conjunto, el percentil del IMC descendió 12,1 puntos. Se consiguió una mejoría en la calidad de la alimentación reflejada en una mejor puntuación de ambos índices. El test Kidmed no resultó apropiado para el control del sobrepeso.
Conclusiones: La aplicación de un patrón de dieta mediterránea tradicional en el ámbito familiar ha resultado muy efectiva en el control de niños con sobrepeso u obesidad. Consideramos que el cumplimiento del test de la Dieta Mediterránea Tradicional junto al programa nutricional «Aprendiendo a comer del Mediterráneo» han sido claves en los resultados.

Publicado en Nutrición infantil
Viernes, 29 Mayo 2020 09:41

No es muguet todo lo que parece

Resumen
La lengua vellosa negra (LVN) consiste en una hipertrofia papilar de la lengua que adquiere un aspecto velloso debido al cúmulo de queratina y un color negruzco por la proliferación de bacterias cromógenas. Es un proceso benigno y de etiología comúnmente desconocida, siendo la antibioterapia de amplio espectro el factor etiológico más frecuentemente implicado. Su aparición resulta anecdótica en la edad pediátrica. En este artículo se describe el caso de un lactante de dos meses de vida con lesiones negras sobre una base blanquecina en la lengua, diagnosticado en primera instancia de muguet oral. No presentó ninguna mejoría con el tratamiento antifúngico tópico. Se tomaron cultivos para bacterias y hongos, que resultaron negativos. El lactante se mantuvo asintomático en todo momento y con mejoría progresiva de las lesiones. El cuadro fue compatible con LVN. Su diagnóstico es clínico, siendo primordial hacer un diagnóstico diferencial con el muguet oral, pero también con la pigmentación oscura por ingestión de fármacos o alimentos, mácula melánica congénita y leucoplasia oral vellosa. Es un cuadro autolimitado en pocas semanas cuyo tiempo de evolución se puede acortar con el uso de queratinolíticos.

Publicado en Notas clínicas

Las recomendaciones en la introducción de la alimentación complementaria (AC) han ido variando a lo largo de las últimas décadas, y aun hoy en día existen algunas diferencias entre regiones y sociedades científicas, unas veces motivadas por la ausencia de suficiente evidencia científica y otras muchas por diferencias culturales en relación con la alimentación. El objetivo principal de esta revisión es recopilar las últimas recomendaciones sobre AC de los Comités de Nutrición de las principales sociedades científicas pediátricas de influencia en nuestro entorno (Asociación Española de Pediatría [AEP], Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica [ESPGHAN] y Academia Americana de Pediatría [AAP]), haciendo especial énfasis en las diferencias que entre ellas pudieran existir.
La definición de AC es compartida por las tres sociedades, y las recomendaciones en relación con su introducción son muy similares entre sí. Establecen que debería iniciarse no antes de los 4 meses pero tampoco más allá de los 6, principalmente por motivos nutricionales y de desarrollo neurológico. De acuerdo con las últimas evidencias científicas publicadas, todas ellas propugnan que tanto los alimentos potencialmente alergénicos como el gluten pueden introducirse con el resto de la AC, en cualquier momento a partir de los 4 meses. Asimismo, ninguna de las tres sociedades realiza recomendaciones acerca de cuál es el mejor método de alimentación para introducir la AC, si bien la ESPGHAN y la AEP comentan la necesidad de que se realicen más estudios comparativos a largo plazo.

Publicado en Nutrición infantil

Introducción: La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva 6 meses y la mantenida hasta 2 años o más. Nuestro objetivo es estudiar la evolución de indicadores de lactancia (duración, porcentajes de inicio y mantenimiento hasta los 12 meses) en los últimos 12 años en nuestro centro, acreditado recientemente como Centro de Salud IHAN, y la asociación de estos indicadores con distintos factores: educación maternal, forma de nacimiento (parto vaginal o cesárea) y tipo de maternidad (pública o privada).
Material y métodos: Estudio descriptivo prospectivo de cohorte con 803 lactantes nacidos en dos periodos de tiempo separados 12 años: 2003-2004 y 2015-2016. Datos recogidos por entrevista personal en las revisiones del niño sano.
Resultados: La mediana de duración de la lactancia ha mejorado de forma significativa en el segundo periodo (10 meses) respecto al primero (5 meses; p <0,001); también los porcentajes de lactancia al nacimiento y hasta 12 meses (p <0,05). La asistencia a educación maternal ha sido el factor que se asocia de forma más significativa a estos indicadores en ambos periodos; también el parto vaginal (en el primer periodo) y la maternidad pública (en el segundo). Estos resultados se confirman en el análisis multivariante.
Conclusiones: En estos 12 años se ha producido una mejora significativa en los indicadores de lactancia de nuestro centro. Los factores favorables para iniciar y mantener la lactancia materna son asistir a los cursos de educación maternal (el más importante), nacer por parto vaginal y en maternidad pública.

Publicado en Originales

La protección inmunológica del recién nacido depende principalmente de factores inmunitarios maternos proporcionados a través de la leche. Sin embargo, muy pocos estudios han evaluado la variabilidad natural de los diferentes compuestos inmunitarios presentes en la leche humana de mujeres sanas pertenecientes a poblaciones heterogéneas. En este contexto, el objetivo de este trabajo fue la detección y cuantificación de una amplia gama de factores inmunitarios solubles, entre los que se incluyen factores de inmunidad innata (IL-1β, IL-6, IL-12, INFγ, TNFα) y adquirida (IL-2, IL-4, IL-10, IL-13, IL-17), quimioquinas (IL-8, Groα, MCP1, MIP1β), factores de crecimiento (IL-5, IL-7, EGF, G-CSF, GM-CSF, TGFβ2) e inmunoglobulinas (IgA, IgG, IgM), en la leche producida por mujeres sanas de diversas etnias procedentes de distintos entornos geográficos, dietéticos, socioeconómicos y ambientales. A partir de los resultados de este trabajo, pudimos determinar que un grupo de estos factores (IgA, IgG, IgM, EGF, TGFβ2, IL-7, IL-8, Groα y MIP1β) estaba presente en todas o en la mayoría de las muestras recogidas en todas las cohortes y, por tanto, podría considerarse como el núcleo común (core) de la leche humana en condiciones fisiológicas.

Publicado en Nutrición infantil

Introducción: La alimentación del niño en sus 2 primeros años está influida por diversos factores que condicionarán su crecimiento y futura salud. Con este estudio se pretende elaborar un consenso sobre los factores implicados en la correcta alimentación de los niños de 6-24 meses de edad que pueda emplearse en la práctica clínica.
Material y métodos: Un comité científico de 3 pediatras expertos en nutrición infantil desarrolló una primera propuesta de ítems/dimensiones (fase I). La inclusión de estos ítems en el consenso fue evaluada por 51 pediatras. Se seleccionaron los ítems que alcanzaron acuerdo en ≥66,6% de los pediatras y/o ≥2 miembros del comité (fase II). Otros 29 pediatras más evaluaron el uso del consenso mientras atendían a 87 niños en su práctica clínica (fase III).
Resultados: Se alcanzó consenso en una sola ronda, que incluyó 33 de los 36 ítems propuestos, agrupados en 3 dimensiones: ambiente familiar (n= 6), historia clínica del niño (n= 4) y alimentación complementaria (n= 23). La evaluación del uso del consenso en la práctica clínica mostró que, en el 90,8-94,3% de los casos, los pediatras estaban conformes con los ítems y los comprendían satisfactoriamente. Además, el 70,1-88,5% lo consideró fácil de usar, con un tiempo de utilización adaptable al de la práctica clínica e integralmente adecuado.
Conclusiones: Este estudio permitió desarrollar un consenso sobre los factores a tener en cuenta en la correcta alimentación de los niños de 6-24 meses de edad que pueda emplearse como guía de consulta por los pediatras en su práctica clínica

Publicado en Nutrición infantil

Introducción: El dolor durante el amamantamiento destaca entre las principales causas de destete precoz; sin embargo, los estudios acerca de su etiopatogenia son escasos. El objetivo de este trabajo fue analizar la incidencia de dolor durante la lactancia y los factores de riesgo implicados en su aparición.

Pacientes y métodos: Se realizó un estudio observacional longitudinal prospectivo, en el que se incluyeron 63 díadas madre-hijo. Se evaluó la incidencia e intensidad del dolor (Escala Visual Analógica [EVA]) y se valoró de forma sistemática la técnica de lactancia y la presencia de anquiloglosia en el lactante, entre otros factores de riesgo potencialmente implicados en el dolor. También se realizó un análisis microbiológico de la leche materna.

Resultados: Un 65% de las madres lactantes refirió dolor (EVA ≥3) durante más de 1 semana y, entre ellas, el 29% más de 2 meses. La técnica de lactancia y la anquiloglosia no se relacionaron con un mayor riesgo de aparición de dolor. En cambio, un cultivo de leche materna positivo se asoció con un riesgo muy significativo de dolor (p <0,0001). Se aislaron las mismas especies en las muestras de mujeres con dolor y sin dolor (Staphylococcus epidermidis, S. aureus, estreptocos del grupo viridans, Rothia mucilaginosa y Corynebacterium spp.), pero con una concentración significativamente mayor en el primer grupo. No se aisló Candida spp. en ninguna muestra.

Conclusiones: El análisis microbiológico de la leche materna puede ser un aspecto clave para un abordaje del dolor adecuado y efectivo durante la lactancia.

Publicado en Originales

En las últimas décadas se han publicado numerosos estudios observacionales en los que se muestra la relación que existe entre la desincronización de los patrones alimentarios y de sueño con el riesgo de padecer enfermedades metabólicas, en especial con la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2. Los estudios realizados en niños son poco frecuentes. En esta revisión se comentan las bases de los mecanismos que regulan los ritmos circadianos en relación con la nutrición y las consecuencias de su alteración.


Dos estudios recientes muestran que los lactantes que hacen un mayor número de tomas durante la noche tienen un riesgo de tener un mayor índice de masa corporal durante la infancia. No se dispone de estudios en otros grupos de edad, excepto para la omisión del desayuno (asociada a un riesgo aumentado de padecer exceso de peso).


A pesar de la escasa evidencia científica disponible, parece razonable adecuar el patrón de alimentación (frecuencia de comidas, tipo de alimentos) a las necesidades variables a lo largo del día. Estas medidas pueden contribuir a mejorar el estilo de vida y a prevenir la enfermedad cardiovascular.

Publicado en Nutrición infantil

La colocación de sondas nasogástricas (SNG) es habitual en unidades de cuidados intensivos. La localización intracraneal de las mismas es excepcional en pacientes sin un trauma craneal previo. Se presenta el caso de un prematuro extremo de 25 semanas de gestación y 650 g de peso, que tras colocación de una SNG presenta un sangrado inmediato y el hundimiento de la fontanela anterior, sin otros síntomas. Se comprueba su localización intracraneal mediante ecografía de cráneo urgente y radiografía lateral de cráneo. El servicio de neurocirugía retira la sonda bajo control ecográfico sin incidencias. El paciente recibe antibioterapia empírica. La resonancia magnética craneal muestra un defecto en la lámina cribosa de 3 mm, relleno de líquido cefalorraquídeo compatible con meningocele. Es recomendable la comprobación mediante radiografía de la correcta colocación de la SNG, de especial relevancia si existe sangrado, antes de administrar medicación y/o alimentación. Es importante descartar defectos en la lámina cribosa que comprometan el manejo del paciente.

Publicado en Notas clínicas

La leche humana es un fluido muy complejo que contiene numerosos compuestos bioactivos. Entre ellos, incluye concentraciones muy elevadas de oligosacáridos (human milk oligosaccharides [HMO]), que agrupan más de un centenar de azúcares complejos. Se presenta una revisión extensa de la composición y las funciones de los HMO, destacando la influencia del genotipo materno FUT2 (fucosiltransferasa 2) en el tipo y la concentración, esta última muy superior en mujeres secretoras FUT. Los HMO no son digeribles en el intestino del lactante, por lo que proporcionan un sustrato para el desarrollo de una microbiota intestinal rica, fundamentalmente en bifidobacterias. Además, como algunos de estos HMO comparten secuencias estructurales con receptores para patógenos intestinales, actúan como señuelo bloqueando estos receptores e impidiendo su adhesión y proliferación. Los beneficios que aporta el consumo de dichos HMO se consideran únicos; por ello, la síntesis de HMO estructuralmente idénticos a los encontrados en la leche materna, con una funcionalidad similar demostrada en diversos estudios clínicos, abre una línea de investigación sumamente interesante en el campo de la nutrición infantil. Se analizan los primeros estudios clínicos realizados con HMO, aunque se considera que es necesario llevar a cabo nuevos ensayos de intervención clínica en lactantes para confirmar dichos efectos sobre el sistema inmunitario y la reducción de la frecuencia de infecciones del tracto respiratorio y gastrointestinal.

Publicado en Nutrición infantil
Durante los primeros 6 meses de vida, el lactante se puede alimentar exclusivamente con leche materna o, en su defecto, con una fórmula infantil, que cubre totalmente sus necesidades nutricionales. Sin embargo, el aumento de los requerimientos nutricionales a partir de esta edad, así como la maduración neurológica, digestiva y renal, hacen necesaria la diversificación de la dieta del lactante. Atendiendo a estas razones, así como a otras de tipo sociocultural, los cereales constituyen una fuente nutricional de gran interés en esta etapa, que con frecuencia es el primer alimento distinto a la leche materna o fórmula que se introduce en su alimentación. Representan una importante fuente de energía por su contenido en hidratos de carbono, y también aportan, aunque en menor cantidad, proteínas de bajo valor biológico, minerales, ácidos grasos esenciales y vitaminas.
En este trabajo se revisan los principales aspectos relacionados con su origen, uso, composición y regulación, así como su papel en la adquisición de unos hábitos de alimentación saludables en la infancia.
Publicado en Nutrición infantil
La alergia a las proteínas de la leche de vaca (APLV) es la alergia alimentaria más frecuente en lactantes y niños de corta edad, con una prevalencia de un 2-3%. Las recomendaciones para el tratamiento de la APLV se fundamentan en las guías de las sociedades médicas, como DRACMA (Diagnosis and Rationale for Action against Cow’s Milk Allergy) de la World Allergy Organization, el Comité de Nutrición de la European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition (ESPGHAN) y el Comité de alergia alimentaria de la Spanish Society of Pediatric Allergy, Asthma and Clinical Immunology (SEICAP), basadas en 3 puntos fundamentales: evitación estricta de la proteína vacuna, mantenimiento del estado nutricional óptimo y adquisición de la tolerancia lo antes posible. 
Las fórmulas sustitutivas (cuando la lactancia materna no es posible) para nutrir a los niños afectados de APLV son las denominadas fórmulas hipoalergénicas: fórmulas a base de proteínas de leche de vaca extensivamente hidrolizadas (con/sin lactosa), fórmulas a base de proteínas de arroz hidrolizado, fórmulas de soja (aislado o hidrolizado) y fórmulas elementales a base de L-aminoácidos libres.
Conocer la composición de cada una de estas fórmulas es importante para decidir qué tipo de alimentación está indicado en cada caso.
 
Publicado en Nutrición infantil
La osteopontina (OPN) es una proteína bioactiva cuya ubicuidad y alta variabilidad molecular determinan que asuma funciones muy diversas por todo el organismo, aunque aún no están totalmente establecidas.
La OPN está presente en la leche humana, donde es capaz de interaccionar favorablemente con otros componentes de la leche materna, como el calcio, y potenciar la actividad de proteínas como la lactoferrina y la lactoperoxidasa. Sin embargo, también desempeña un papel fundamental en el paso del estado prenatal al posnatal del sistema de respuesta inmunitaria-inflamatoria. La OPN láctea se perfila como un componente bioactivo capaz de emitir señales esenciales para la maduración del sistema inmunitario del lactante y la defensa frente a microorganismos patógenos. Por su similitud estructural y funcional, la adición de OPN de leche bovina a fórmulas infantiles puede promover una actividad fisiológica no nutritiva beneficiosa para el lactante. Se espera disponer de nuevos estudios que consoliden la evidencia y proporcionen datos cuantitativos de estos beneficios.
 
Publicado en Originales
Introducción: Numerosos estudios concluyen que no hay diferencias significativas entre los distintos aerosoles utilizados en el tratamiento de las bronquiolitis. Sin embargo, en protocolos recientes, la adrenalina ha demostrado mayor eficacia que el placebo y los beta-2 agonistas a corto plazo, con una mejoría en los síntomas en los primeros 60 minutos. 
Objetivos: Demostrar que el uso de adrenalina nebulizada en los pacientes ingresados por bronquiolitis produce una mejoría subjetiva percibida por los cuidadores (en calidad del sueño, ingesta y estado general) e interfiere en los días de ingreso, respecto al uso de suero salino fisiológico (SSF). 
Pacientes y métodos: Estudio experimental, prospectivo, aleatorizado y simple ciego, en el que se incluyeron lactantes menores de 12 meses ingresados en nuestro hospital entre el 15 de octubre de 2015 y el 31 de marzo de 2016. 
Resultados: La muestra final fue de 58 niños, un 62% varones. La mediana de edad al ingreso fue de 2 meses (rango intercuartílico: 3), el 62% recibió adrenalina y el 38% SSF. No se hallaron diferencias en el número de días de oxigenoterapia ni en el de días de ingreso entre ambos grupos. Respecto a la apreciación de los padres sobre la ingesta, el sueño y el estado general, no encontramos diferencias estadísticamente significativas entre ambos aerosoles.
Conclusiones: El uso de adrenalina no produce una mejoría subjetiva percibida por los cuidadores frente al uso de SSF. 
 
Publicado en Originales
Introducción: La causa de estridor congénito más frecuente es la laringomalacia, pero también puede originarse a partir de quistes en la vallécula, laringoceles y quistes saculares congénitos, hemangiomas y otras anomalías congénitas de la laringe.
Caso clínico: Niña lactante de 41 días de vida, llevada al servicio de urgencias del hospital por presentar un estridor inspiratorio progresivo, con un componente postural de empeoramiento significativo, apneas y dificultad para la alimentación. En la interconsulta urgente con ORL, se realiza una nasofibroscopia, en la que se detecta una tumoración posiblemente quística en el repliegue aritenoepiglótico izquierdo. Se deriva a la paciente al hospital de referencia, donde se confirma la lesión mediante una nueva nasofibrolaringoscopia más tomografía computarizada cervical preoperatoria. Se opera con incisión y marsupialización. El estudio anatomopatológico descartó la presencia de malignidad y confirmó la sospecha diagnóstica. La evolución postoperatoria fue buena.
Conclusión: El alto índice de sospecha en las anomalías congénitas de la laringe reviste una gran importancia para realizar un diagnóstico precoz y disminuir la morbimortalidad. El quiste sacular congénito es una lesión inusual, que hay que considerar en el diagnóstico diferencial en los casos de estridor y dificultad respiratoria progresiva en neonatos y lactantes.
 
Publicado en Notas clínicas

La leche humana es el alimento recomendado para los lactantes en los primeros 6 meses de vida de manera exclusiva y hasta los 2 años, junto con la alimentación complementaria. En los casos en que ésta no sea posible, las fórmulas infantiles ofrecen una alternativa para la alimentación de los lactantes. Dichas fórmulas toman como modelo la leche materna, por lo que han ido incorporando cambios en su composición, como una disminución del contenido proteico o la adición de componentes bioactivos, como oligosacáridos o membranas de glóbulos lipídicos de la leche, que intentan disminuir las diferencias entre estas fórmulas y la leche humana.

Publicado en Nutrición infantil
La salud y la enfermedad están influenciadas en diferentes etapas de la vida por una combinación de factores genéticos, epigenéticos y ambientales. Está bien documentado que durante el desarrollo temprano la respuesta a diversos estímulos puede programar el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT). Los 1.000 días entre el embarazo y el segundo año de edad son un periodo de oportunidad único, ya que es cuando se establecen los fundamentos de la salud, el crecimiento y el neurodesarrollo para toda la vida. La nutrición temprana ejerce, tanto a corto como a largo plazo, el efecto sobre la salud mediante la programación inmunológica y metabólica y el desarrollo microbiológico. La interacción huésped-microbiota parece influir sobre el riesgo de desarrollar una enfermedad atópica. Por otra parte, la nutrición es especialmente importante para el desarrollo de habilidades cognitivas, motoras y socioemocionales, y mejora el rendimiento escolar y los ingresos económicos en el adulto. La desnutrición durante el embarazo afecta al crecimiento fetal, es un factor determinante del retraso del crecimiento y puede acarrear consecuencias, como la obesidad y las ENT. Existen suficientes evidencias que sugieren que la lactancia materna es un factor protector contra la obesidad y las ENT en la edad adulta, y la intervención precoz sobre la alimentación en los lactantes tendrá una influencia relevante sobre las preferencias alimentarias posteriores.
En conclusión, una buena nutrición en los primeros 1.000 días de vida tendrá una influencia muy beneficiosa para la salud posterior. Optimizar el crecimiento prenatal y posnatal temprano es esencial desde el punto de vista preventivo.
 
Publicado en Nutrición infantil

La recomendación global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de dar «lactancia exclusivamente materna durante los primeros 6 meses de vida» es considerada por las madres y los profesionales sanitarios un objetivo nutricional idóneo para cualquier lactante, si así se desea y no hay impedimento para efectuarla. Es importante destacar que el llamado «Tercer Mundo», con millones de desfavorecidos, era y es el objetivo fundamental de la difusión y puesta en marcha de un programa de salud de la OMS muy amplio, en el que se incluye dicha recomendación. Las circunstancias socioeconómicas y culturales en los países de nuestro ámbito occidental son diferentes, con una historia bien establecida, por lo que las recomendaciones de la European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition son compatibles con la citada recomendación de la OMS respecto a la introducción de la alimentación complementaria desde los 4 meses. Por ello, esta recomendación debe aplicarse con flexibilidad en nuestro ámbito pediátrico y vigilar los riesgos de ferropenia que puede conllevar.

Publicado en Artículo de opinión

El paciente pediátrico críticamente enfermo (CE) presenta una situación de alto riesgo nutricional, secundaria a la respuesta adaptativa al estrés que desencadena una situación proinflamatoria y de catabolismo en fases iniciales de la enfermedad. La prevalencia de desnutrición en estos pacientes es elevada y se asocia a una mayor mortalidad. Además, tanto la desnutrición como la obesidad conllevan un aumento de la morbilidad. En estos pacientes el soporte nutricional (SN) debe tener como objetivo no sólo mantener un adecuado estado nutricional, sino también modular dicha respuesta metabólica, neuroendocrina e inflamatoria, optimizar los beneficios de la respuesta adaptativa al estrés y, a medio-largo plazo, reducir las consecuencias negativas que pudieran derivarse de esta respuesta. A pesar de la importancia del SN en el paciente CE, la evidencia de la que disponemos es aún escasa, por lo que muchas de las recomendaciones de las guías clínicas se basan en opiniones de expertos y en estudios realizados en pacientes adultos o en niños no CE. Sin embargo, en los últimos años se han publicado distintos estudios cuyos resultados permiten mejorar el SN de estos pacientes: ajustar el aporte energético-proteico en función de la fase de la enfermedad, evitar la sobrenutrición y la hiperglucemia, la importancia de la nutrición enteral como vía de elección del SN, la superación de distintas barreras que dificultan su instauración o el momento de inicio de la nutrición parenteral. Estos aspectos se abordarán en esta revisión.

Publicado en Nutrición infantil
Objetivo: Determinar la frecuencia y los motivos de las visitas a urgencias de los neonatos de nuestro centro.
Métodos: Estudio prospectivo analítico-descriptivo de los recién nacidos en un hospital de segundo nivel entre junio y agosto de 2014. Se realizó una entrevista personal a los progenitores tras el nacimiento y otra, por vía telefónica, al mes de vida del neonato. Las variables recogidas fueron las siguientes: edad, nacionalidad y nivel de estudios de los padres, número de hijos, sexo, tipo de parto, peso al nacimiento, edad gestacional, tipo de lactancia, alta precoz, distancia al centro de salud de referencia y al hospital, y días de vida en primera valoración en su centro de salud. El análisis de los datos se realizó mediante el programa estadístico SPSS (versión 22).
Resultados: Durante el periodo referido nacieron 514 pacientes. Firmaron el consentimiento para el estudio 425 padres, de los cuales 384 completaron la segunda entrevista, lo que constituyó la muestra analizada. Acudió al servicio de urgencias un 24,5% de los pacientes. Los motivos más frecuentes de consulta fueron los siguientes: problemas del cordón umbilical (10,1%), intolerancia digestiva (9,4%), infección respiratoria y problemas de lactancia (ambos 8,6%). El 27,6% requirió algún tipo de prueba complementaria, y el 12,9% precisó ingreso o derivación a un especialista.
Las variables relacionadas con el mayor número de visitas a urgencias fueron el hecho de tener menos hijos, haber tenido un parto instrumental y una mayor edad gestacional en el momento del nacimiento. En el resto de variables no se encontraron diferencias significativas. 
Conclusiones: El 24,5% de los nacidos en nuestro hospital acudió a urgencias durante su primer mes de vida, aunque la mayor parte de los motivos no era urgente. Los factores de riesgo relacionados con el mayor número de visitas a urgencias fueron: menor número de hijos, parto instrumental y mayor edad gestacional.
 
Publicado en Originales

 

Maternal preferences for vitamin D supplementation in breastfed infants
Umaretiya PJ, Oberhelman SS, Cozine EW, Maxson JA, Quigg SM, Thacher TD. Ann Fam Med. 2017; 15: 68-70.

Los bebés amamantados son más vulnerables a la deficiencia de vitamina D debido a la baja concentración de ésta en la leche materna.

La Academia Americana de Pediatría y la Asociación Española de Pediatría y Previnfad/PAPPS, en nuestro país, recomiendan la suplementación con 400 UI de vitamina D a todos los lactantes menores de 1 año alimentados con lactancia materna, así como a los alimentados con sucedáneos de leche humana que ingieran menos de 1 L al día de fórmula adaptada enriquecida con vitamina D.

El cumplimiento de esta recomendación es bajo, tal como han puesto de manifiesto algunos estudios.

Algunos trabajos previos al actual concluyen que la suplementación materna con 6.400 UI/día de vitamina D proporciona niveles adecuados de ésta, tanto en el niño como en la madre, y se presenta como una alternativa útil a la suplementación infantil.

Este estudio evalúa las prácticas y explora las preferencias maternas para la suplementación con vitamina D en niños alimentados al pecho de un área de atención primaria de la Clínica Mayo, en Rochester (Minnesota). El estudio se basa en encuestas realizadas a madres de habla inglesa con bebés de entre 6 semanas y 5 meses de edad atendidos en dicha área entre noviembre y diciembre de 2013.

Se recogen los resultados de 140 encuestas realizadas a madres de bebés alimentados con lactancia materna exclusiva, y 44 con lactancia mixta, entre los que destacan los siguientes:
• El 76% de los niños había iniciado un suplemento con vitamina D.
• Sólo al 55% se le había administrado la suplementación en la semana anterior (mediana de 5 días/semana).
• Únicamente el 42% recibía la dosis recomendada de 400 UI/día.
• El 73% de las madres encuestadas había recibido el consejo de suplementación de su médico, y eran más proclives a suplementar a sus bebés (odds ratio= 08,3; intervalo de confianza del 95%: 3,8-18).
• Las madres calificaron la facilidad en la administración de vitamina D con una puntuación de 4 en una escala de 1 a 5, siendo 5 la mayor facilidad.
• La gran mayoría de las madres lactantes (88,4%) preferían recibir el suplemento ellas mismas que administrárselo a sus bebés. La mayor parte de ellas (57%) prefería una suplementación diaria a una de tipo mensual.
• Las madres primerizas y las que tenían más hijos manifestaban preferencias similares.
• Entre las razones por las que no suplementaban a sus bebés con vitamina D se encuentran el desconocimiento de la recomendación, la creencia de que la leche materna y la leche fortificada contienen cantidad suficiente de vitamina D, y el rechazo o malestar por parte del bebé.

Los resultados de este trabajo están limitados por la población de estudio y no son extrapolables a otras poblaciones. De los 601 cuestionarios enviados inicialmente, sólo respondieron 236 madres, por lo que cabe inferir que las prácticas y las preferencias de las madres que no contestaron pueden ser diferentes.

 

Lo que aporta este artículo:
Es cada vez más necesario tener en cuenta las preferencias de los pacientes a la hora de establecer recomendaciones y pautas de actuación referentes a su estado de salud.
En nuestro medio, la recomendación general para la profilaxis del raquitismo en niños amamantados sigue siendo la suplementación oral al bebé con 400 UI de vitamina D. Sin embargo, la suplementación materna con 6.400 UI al día puede ser una alternativa que podría tenerse en cuenta en madres con reticencias para suplementar a sus bebés.
En los controles de salud debemos explorar el seguimiento de las recomendaciones, orientar respecto a las dudas y dificultades planteadas y ofrecer alternativas contrastadas, teniendo en cuenta la opinión de los padres.
Este artículo pone de manifiesto que muchas madres preferirían tomar ellas mismas los suplementos de vitamina D a ofrecérselos a sus bebés, circunstancia que debe tenerse en cuenta para garantizar la adherencia al tratamiento en pacientes seleccionados tras ofrecerles una información contrastada y basada en la evidencia disponible.

M.L. Peralta Ibáñez
Centro de Salud «Huerta de los Frailes». Leganés (Madrid)

 

Sweet solutions to reduce procedural pain in neonates: a meta-analysis
Harrison D, Larocque C, Bueno M, Stokes Y, Turner L, Hutton B, et al. Pediatrics. 2017; 139(1): e20160955.

 
A pesar de que existe suficiente evidencia acerca del valor analgésico de las soluciones azucaradas en neonatos, todavía se continúan realizando ensayos con placebo. El objetivo de este estudio era revisar todos los ensayos publicados sobre el tema y hacer un metaanálisis acumulativo (CMA).
 
Método
Los autores incluyeron todos los estudios evaluados en dos revisiones sistemáticas publicadas previamente sobre la utilidad de las soluciones azucaradas para el control del dolor en recién nacidos y lactantes.
 
Resultados
Se identificaron 168 estudios publicados con soluciones dulces para disminuir el dolor o calmarlo. La mayoría de los estudios incluía un placebo o un grupo sin tratamiento. Los ensayos se realizaron en 35 países diferentes. La mayoría de las soluciones azucaradas usadas eran sacarosa (n= 102) o glucosa (n= 58). La valoración de la eficacia de la analgesia se realizaba mediante los siguientes procedimientos: prueba del talón (47%), venopunción (14%), exámenes oftalmológicos o inyección intramuscular. Más de la mitad de los estudios se realizó en recién nacidos a término (57%) y un 30% en recién nacidos pretérmino; en el 19% se incluyen ambos grupos. El dolor se puntuaba por la duración del llanto y la medida de parámetros fisiológicos.
 
Para el CMA se seleccionaron 62 de los estudios identificados previamente, con el fin de obtener datos homogéneos. Los resultados de este CMA demuestran claramente que desde los primeros ensayos publicados había suficiente evidencia que demostraba que las soluciones dulces disminuyen las respuestas conductuales de tiempo de llanto y las puntuaciones combinadas de intensidad de dolor, comparado con la ausencia de tratamiento o placebo (la diferencia media en tiempo de llanto fue de –23,18 s en favor de las soluciones azucaradas).
 
Después de dos décadas en que se ha demostrado con profusión que las soluciones de sacarosa y glucosa reducen consistentemente la respuesta al dolor procedural agudo durante los frecuentes procedimientos dolorosos en recién nacidos y en lactantes, los autores de este artículo cuestionan si es ético continuar promoviendo más ensayos controlados con placebo sobre los efectos analgésicos de las soluciones dulces. Cada vez es mayor la evidencia respecto a la asociación positiva entre el número de procedimientos dolorosos y el mayor riesgo de presentar un peor neurodesarrollo en recién nacidos pretérmino.    
 
 
Lo que aporta este artículo:
Modificar las costumbres no es sencillo. Ni siquiera en la ciencia. Se tarda demasiado tiempo en trasladar a la práctica clínica los resultados contrastados de la buena investigación científica. El valor analgésico de las soluciones azucaradas en recién nacidos y lactantes es un ejemplo palpable de ello. No debería realizarse ningún procedimiento doloroso en estas edades sin la administración de soluciones azucaradas, ni mucho menos realizar nuevos ensayos clínicos para evaluar su eficacia. Las prioridades de la investigación deberían dirigirse a conocer, por ejemplo, el mecanismo exacto de la analgesia inducida por el sabor dulce.
 
 
 
M.J. Galiano Segovia
 

 

La Directiva 2013/46/UE, y posteriormente el Reglamento 2016/127/UE, han autorizado la proteína de leche de cabra como fuente para la elaboración de fórmulas para lactantes. Capricare de inicio y continuación es una fórmula a base de leche de cabra disponible actualmente en farmacias. El proceso de elaboración de esta fórmula es diferente del empleado habitualmente para fórmulas a base de leche de vaca, lo cual repercute en su composición. 
El contenido lipídico mantiene un 55% de la grasa animal, con un 14% de ácido palmítico, un 31% de éste en posición -monoglicérido. Contiene también un 6,5% de MCT. La cantidad de calcio inorgánico libre es solo del 20%, ya que el resto está unido a la caseína. Todo ello repercutiría en una optimización de la absorción grasa. Debido a los niveles más bajos de -s1-caseína, el tamaño de las micelas de caseína en la leche de cabra son de 100-200 nm frente a los 60-80 nm en la leche de vaca. La consecuencia práctica es una digestión gástrica más rápida, más similar a la leche materna, favoreciendo el vaciado gástrico. La leche de cabra tiene un proceso de secreción apocrina que libera componentes celulares de forma natural, como nucleótidos, taurina, poliaminas y aminoácidos libres. Contiene oligosacáridos, muchos de los cuales son estructuralmente similares a los oligosacáridos de la leche humana.
En vista de las características de esta fórmula de cabra, es indudable que podría tener su posicionamiento en la dieta de los lactantes con el denominado «disconfort intestinal», o bien como alternativa natural de nutrición del lactante sano. Futuros estudios clínicos serán necesarios para corroborar dicho posicionamiento.
 
Publicado en Nutrición infantil

La mastitis infecciosa es una patología común durante la lactancia y constituye una de las primeras causas de destete precoz. Por tanto, debería considerarse un problema de salud pública relevante, ya que priva a la pareja madre-hijo de los incuestionables beneficios de la lactancia. No obstante, la mastitis humana ha sido hasta la fecha una enfermedad subestimada, ya que su diagnóstico microbiológico no se realiza de forma sistemática, y habitualmente sólo se consideran mastitis los casos agudos que cursan con una sintomatología evidente. En este trabajo se revisa la literatura médica acerca de los posibles factores de riesgo que podrían estar implicados en el desarrollo de mastitis infecciosa, incluidos los aspectos relacionados con el historial médico de la madre y del hijo, el embarazo, el parto, el posparto y la lactancia. En este sentido, el hecho de profundizar en el conocimiento de dichos factores permitirá proporcionar un asesoramiento adecuado durante la lactancia, así como diseñar estrategias para prevenir esta enfermedad, con el objetivo final de que muchas parejas madre-hijo disfruten plenamente de los beneficios que proporciona la lactancia materna.

Publicado en Nutrición infantil
Introducción: La deshidratación hipernatrémica en el neonato se asocia de forma característica a la alimentación con lactancia materna exclusiva en madres primigestas por una mala técnica de amamantamiento. Pese a los avances en los cuidados perinatológicos, continúa siendo una patología habitual en nuestros días.
Población y métodos: Estudio descriptivo retrospectivo de los neonatos alimentados con lactancia materna exclusiva y natremia ≥150 mmol/L, que precisaron ingreso en el Hospital Universitario Central de Asturias en los últimos 14 años.
Resultados: Serie de 26 casos (0,54 por cada 1.000 recién nacidos vivos). La pérdida media de peso hasta el ingreso fue del 17,9%, con una natremia media de 162 mmol/L. Se observó una relación lineal entre el sodio sérico y la pérdida de peso. El 73% de las madres eran primigestas. El 34% de los casos procedían de la maternidad de nuestro hospital, el 34% habían acudido al servicio de urgencias de nuestro centro y el 30,6% acudían remitidos por sus pediatras de referencia. Todos los casos evolucionaron satisfactoriamente. Se constató un aumento de la incidencia en los últimos años.
Conclusiones: La deshidratación hipernatrémica asociada a la lactancia materna exclusiva aparece, en la mayoría de los casos, en madres primigestas. La formación del personal sanitario, la intensificación de los cuidados del neonato durante su estancia en la maternidad y el control precoz del mismo tras el alta hospitalaria pueden considerarse medidas útiles para evitar esta patología, cuya existencia pone de manifiesto una carencia en el sistema sanitario.
 
Publicado en Nutrición infantil
 
Bass JL, Gartley T, Kleinman R.
JAMA Pediatrics. 2016; 170(10): 923-924.
 
 
Este breve punto de vista, publicado en la pujante nueva revista JAMA Pediatrics, pone los puntos sobre las íes en alguna de las consecuencias inesperadas de las intensas campañas de promoción de la lactancia materna. Ni los autores, ni probablemente nadie en el mundo de la pediatría, cuestionan la bondad de la lactancia materna ni la necesidad de su promoción, pero señalan la necesidad de que las recomendaciones estén basadas en estudios científicos reproducibles. En concreto, las puntualizaciones se refieren a los pasos 4 (ayudar a las madres a amamantar en la primera hora de vida), 6 (lactancia materna exclusiva), 7 (cohabitación las 24 h) y 9 (prohibición del uso de chupete).
 
Con respecto a favorecer el contacto piel con piel durante toda la estancia hospitalaria (paso 4), una reciente revisión Cochrane proporciona datos de sus beneficios tanto en niños nacidos a término como en pretérmino, aunque también señala –y no siempre se recuerda– que «tanto la madre como el niño deben estar siempre acompañados en ese periodo», por el riesgo de muertes súbitas neonatales inesperadas. En una revisión de muertes súbitas o de episodios aparentemente letales en el primer mes de vida, de los 400 casos comunicados, muchos de ellos se relacionaban con la práctica «piel con piel», y casi un tercio ocurrió en las primeras 2 horas de vida. Las tasas de esta mortalidad oscilan entre 2,6 y 74 casos por 100.000 nacimientos en Europa, y ha llevado a la Academia Americana de Pediatría (AAP) a señalar la importancia de mejorar las prácticas de sueño y monitorizar estrechamente esta práctica en el hospital. La pregunta es si realmente existe esta monitorización continua en nuestros hospitales. No digamos nada del parto domiciliario.
 
Los pasos 6 y 7 han demostrado sus beneficios en el periodo posparto, pero no están exentas de riesgo. Una madre exhausta o sedada no es la mejor condición para compartir lecho con el recién nacido, ya que le puede llevar a dormir en posición supino o sobre un colchón blando, situaciones contrarias a las recomendaciones por el Instituto Nacional de la Salud (y en España, tanto por la Asociación Española de Pediatría como por las distintas Autoridades Sanitarias). Estas prácticas de sueño poco seguras pueden mantenerse también en el domicilio. A pesar de la recomendación de una lactancia materna exclusiva (paso 6), la revisión de la literatura señala que cuando la suplementación es por indicación médica no tiene efecto sobre la duración de la lactancia.
 
El último de los pasos revisado hace referencia a la prohibición del chupete, «pues puede interferir en el establecimiento de la lactancia». Sin embargo, hay datos consistentes sobre la relación entre el uso del chupete y la disminución del riesgo de muerte súbita, lo que ha llevado a la AAP a recomendar esa prohibición sólo hasta que la lactancia esté bien establecida, alrededor de las 3 o 4 semanas de edad.
 
Algunas administraciones norteamericanas han apostado fuerte por los 10 pasos, ligando su cumplimiento incluso a implicaciones económicas para las instituciones. Pero no han de olvidarse los riegos de estas políticas «agresivas»: en Massachusetts, en el periodo comprendido entre 2004 y 2013, el 14% de las muertes súbitas se produjo en el primer mes de vida (en 28 de los casos en los primeros 5 días). Por tanto, la implementación de los 10 pasos ha de conllevar el resto de medidas, así como el apoyo directo y constante durante y después de la estancia hospitalaria, y la promoción de estas medidas debe ir en consonancia con la necesidad de integrar las prácticas de sueño seguras en el recién nacido y en el lactante.  
 
Lo que aporta este trabajo:
La promoción de la lactancia materna es una responsabilidad social y una medida de salud pública. Hay que destinar tiempo y recursos para favorecer el amamantamiento. La iniciativa «10 pasos para una lactancia feliz» es una de las herramientas. Pero no todos sus pasos tienen la misma fundamentación científica, y en todos los casos deben ir acompañados de supervisión y consejos apropiados para garantizar la seguridad de los recién nacidos. La coordinación y la coherencia de los consejos (promoción de la lactancia materna y unas prácticas de sueño seguro) son claves para evitar situaciones indeseables. 
 
  
J.M. Moreno-Villares
Unidad de Nutrición Clínica. Hospital Universitario «12 de Octubre». Madrid

 
 
Bleser WK, Elewonibi BR, Miranda PY, Belue R.
Pediatrics. 2016; 138(5): e20154664.
 
En los últimos años está aumentando el uso de medicinas alternativas y complementarias (MAC). Estos tratamientos se suelen usar junto a la medicina convencional para la prevención de enfermedades y mejorar la salud y el bienestar, por lo que no deberían interferir en las tasas de vacunación. Sin embargo, el empleo de las MAC puede dar apoyo a las personas indecisas o contrarias al uso de las vacunas.

Los efectos adversos de las vacunas están claramente sobrepasados por sus beneficios. Pero, debido a la baja incidencia de estas enfermedades prevenibles gracias a las vacunas, la población puede tener una percepción errónea de que su riesgo es bajo, lo que provoca una participación relativamente baja en el programa de vacunación.

La vacuna de la gripe se recomienda para toda la población mayor de 6 meses, administrada anualmente. En los niños la vacuna es segura, y aunque su efectividad varía cada año, es inmunológicamente eficaz. Sin embargo, la vacunación de la gripe en niños estadounidenses es subóptima y sustancialmente más baja que la de otras vacunas.

El uso de las MAC en los niños no es raro. La estimación nacional de 2007 muestra que casi un 12% de los niños en Estados Unidos ha usado algún tipo de MAC en los últimos 12 meses. Este hecho es más común entre adolescentes, blancos no hispanos, con un alto nivel de educación de sus padres, una situación económica estable y un seguro de salud privado. La literatura disponible sugiere que es menos probable que se vacunen los niños que usan MAC, aunque no se ha estudiado cómo afecta esto a la vacuna de la gripe. El presente estudio examina la asociación de MAC con la vacuna de gripe en una muestra representativa de niños de Estados Unidos.
 
Métodos
Se usaron los datos recogidos desde 2012 por el National Health Interview Survey (NHIS), acerca de la salud de la población no institucionalizada de Estados Unidos a través de entrevistas (contestadas por los padres) sobre unos 10.000 niños entre 4 y 17 años. Se estableció como variable dependiente si se habían puesto la vacuna de la gripe en el último año, y como variable independiente si habían utilizado alguna vez, por razones de salud, alguno de los 37 tipos de MAC en los últimos 12 meses. La prevalencia de haber usado alguna vez MAC variaba entre el 0,01 y el 6,4%, excepto el uso de multivitaminas/multiminerales (62,3%).

Los 37 tipos de MAC se agruparon en 4 categorías:
1. Sistemas de medicina alternativa (SMA; p. ej., acupuntura) (3,8%).
2. Terapias de base biológica (TBB; p. ej., suplementos dietéticos) (7,6%).
3. Terapias basadas en el cuerpo y manipulativas (TBCM; p. ej., manipulación quiropráctica) (7,3%).
4. Tratamiento mente-cuerpo (TMC; p. ej., yoga) (5,3%).
 
Resultados
El 43% de los niños recibió la vacuna antigripal en los 12 meses previos. Se ponían menos vacunas los sujetos que habían utilizado alguna vez SMA o TBCM, y la tasa más alta de vacunados se observó entre los que habían usado multivitaminas/multiminerales. No había ninguna asociación significativa entre los que habían utilizado alguna vez TBB o TMC. Las tasas de vacunación eran menores en los casos siguientes: niños blancos no hispanos (menor por cada año de edad cumplido), los que no habían efectuado recientemente una revisión del niño sano, los que no tenían una enfermedad crónica grave, los que carecían de seguro médico y los que habían realizado menos visitas médicas recientemente.

Discusión
Aunque las MAC se usan mayoritariamente junto con la medicina convencional, el presente estudio provee una clara evidencia de que los niños de Estados Unidos que alguna vez han usado algún subtipo de TAM o TBCM tenían menores tasas de vacunación contra la gripe. Estos tipos de MAC requieren un contacto con los profesionales que las practican (a diferencia de los suplementos de hierbas, las dietas alternativas o el yoga), críticos respecto a las vacunas, en contra de ellas o que aconsejan calendarios vacunales distintos al recomendado por el gobierno federal.

Varias covariables estaban significativamente asociadas, entre ellas acudir con más frecuencia al pediatra, ser de menor edad o padecer asma. Generalmente, la educación parental más alta se asocia a una mayor tasa de vacunación gripal en niños, aunque en este estudio se encontró una asociación inversa.

La limitación fundamental de este estudio es que se excluyó a los menores de 4 años, el grupo de edad con mayor riesgo de desarrollar complicaciones asociadas a la gripe.

Lo que aporta este trabajo:
Es cada vez mayor el número de personas que usan terapias complementarias y alternativas, algunas veces frente a tratamientos o recomendaciones de la medicina convencional. En este estudio se pone de manifiesto que utilizar alguna de estas terapias (en especial las suministradas por otras personas) se asocia a tasas de vacunación de la gripe en niños inferiores a las del resto de la población. Hoy día la pregunta sobre las terapias alternativas y complementarias debería formar parte de la anamnesis en cualquier consulta médica y explicar que su empleo no debe contradecir datos evidentes como, por ejemplo, la eficacia de la vacunación de la gripe.
  
M.J. Galiano Segovia
Miércoles, 02 Noviembre 2016 16:20

Galactocele: tumor mamario en un varón prepuberal

Introducción: Las enfermedades mamarias en niños y adolescentes de uno y otro sexo son poco frecuentes. Entre los tumores mamarios benignos, el galactocele es de rara aparición en la infancia y se caracteriza por la acumulación de fluido lechoso en una lesión quística mamaria.
Caso clínico: Niño de 4 años de edad, previamente sano, que presenta una masa retromamaria izquierda indolora. La ecografía muestra una lesión quística que es extirpada con diagnóstico anatomopatológico de galactocele. 
Conclusiones: El galactocele debe considerarse una posible causa de tumor mamario benigno en la infancia. El diagnóstico anatomopatológico es clave y su exéresis resulta curativa. Finalmente, se precisan más estudios acerca de su etiología y fisiopatogenia, aún no esclarecidas.
 
Publicado en Notas clínicas

El amamantamiento proporciona leche materna no deteriorada al lactante en condiciones naturales. Cuando es necesaria la administración de leche materna extraída, hay riesgo de contaminación y deterioro de la leche. La extracción cuidadosa, el mantenimiento de la cadena de frío en la conservación y el transporte y la manipulación adecuada son esenciales para no alterar sus propiedades.

Publicado en Nutrición infantil
 
Committee on Adolescent Health Care
ACOG May 2016; number 662.
 
Durante la adolescencia el cuerpo experimenta cambios importantes por efecto de las hormonas sexuales. En las chicas destaca el rápido crecimiento mamario y la trasformación del tejido genital, lo que les puede plantear dudas sobre la normalidad de su nueva apariencia, tamaño, simetría o función. Estos cambios bruscos que pueden percibir como anormales, junto con la nueva percepción social del cuerpo femenino ideal, les genera grandes preocupaciones. En estos casos suelen acudir al ginecólogo buscando consejo sobre cómo conseguir una mejor apariencia mamaria o de vulva. En ocasiones están interesadas en la modificación quirúrgica del pecho y/o los genitales. 
Los ginecólogos que atienden a estas adolescentes deberían asesorar sobre alternativas no quirúrgicas, así como informarles de las indicaciones y el tiempo de intervención quirúrgica de referencia. Aunque la cirugía consigue la corrección de anormalidades (causadas por defectos congénitos, trauma, infección o enfermedad) o con un fin cosmético para reconfigurar estructuras normales que puedan mejorar la función, la apariencia y la autoestima, no está indicado en todas las adolescentes.
 
Labioplastia
Durante la pubertad los labios mayores aumentan de tamaño. El labio menor normal puede tener una marcada variación en tamaño, forma y apariencia. La asimetría es común y puede ser vista como una variante de la normalidad. No existe un consenso sobre la definición de hipertrofia labial o criterios para la intervención quirúrgica.
 
Aunque puede haber una percepción que la labioplastia es un procedimiento quirúrgico menor, pueden ocurrir complicaciones serias (cicatriz dolorosa, dispareunia, hematoma, edema, o infección).
 
Cuando las adolescentes buscan tratamiento médico, el primer escalón es, a menudo, la educación y la información respecto a las variaciones normales en la anatomía, el crecimiento y el desarrollo. Se pueden ofrecer alternativas no quirúrgicas: medidas cosméticas o medidas de higiene personal (tales como el uso de emolientes). Sólo si el disconfort emocional o los síntomas persisten, se puede considerar la corrección quirúrgica.
 
Cirugía reductora de mama
En adolescentes con mamas grandes, puede aliviar el dolor de espalda, hombro y cuello. La cirugía correctora en adolescentes se ha asociado con la mejoría de la autoestima, con más de 75% de tasas de satisfacción. Se recomienda posponer la cirugía hasta que se alcance la maduración mamaria, esperando hasta que haya estabilidad en el tamaño de la copa durante 6 meses, y esperar hasta la edad de 18 años. 
 
Se recomiendo una valoración de la maduración física, emocional y psicológica del adolescente. El cirujano debería asegurar que los objetivos de las adolescentes son realistas y que ella y su familia tienen un claro sentido de riesgo, beneficios y limitaciones de la reducción de mama.
 
Hay alternativas no quirúrgicas como el uso de prendas adecuadas, y en algunos casos, la reducción de peso. La cirugía de reducción de pecho en adolescentes no afecta la capacidad de amamantar posterior.
 
Aumento de pecho
El aumento de pecho en adolescentes puede realizarse para la reconstrucción de condiciones genéticas con deformidad o asimetría grave o como un proceder electivo para aumentar un pecho de talla pequeña o una asimetría benigna. 
La Sociedad Americana de Cirugía Plástica ha hecho las siguientes recomendaciones para mujeres que consideran aumentar de pecho:
1. Deberían tener, al menos, 18 años de edad. 
2. Tener la madurez física y emocional necesaria. 
3. Tener una comprensión realista de los potenciales resultados, así como la posible necesidad de cirugía adicional. 
 
Los implantes rellenos de salino son los únicos tipos de implantes aprobados por la U.S. Food and Drug Administration para mujeres menores de 22 años (tienen un periodo de vida de 10 años).   
 
Lo que aporta este trabajo:
La edad pediátrica en nuestro país se ha elevado hasta los 16 años y no resultaría extraño que, en un futuro próximo, alcanzase los 18. Algunos problemas a los que el pediatra se enfrentaba de forma excepcional, se han convertido en motivo frecuente de consulta. Por ejemplo, el empleo de tatuajes o la colocación de piercings. Pero también el consejo sobre algunos tipos de cirugías plásticas. El pediatra ha de conocer las indicaciones y las características de algunos de estos procedimientos y asesorar a las pacientes el momento y a quién solicitar una valoración más detallada. 
 
  
M.J. Galiano Segovia

 

Recommended amount of sleep for pediatric populations: A statement of the American Academy of Sleep Medicine

Paruthi S, Brooks LJ, D’Ambrosio C, Hall W, Kotagal S, Lloyd RM, et al.
J Clin Sleep Med. 2016; 12: 785-786. 
 
Dormir es esencial para la salud, sobre todo en los niños y en los adolescentes. Y un sueño saludable implica una duración suficiente, el momento adecuado, buena calidad, regularidad y la ausencia de problemas o alteraciones del sueño. Un panel de 13 expertos en el sueño ha revisado la evidencia científica publicada para elaborar un elenco de recomendaciones que han sido aceptadas, entre otras, por la Academia Americana de Pediatría.
 
Dichas recomendaciones son las siguientes:
  1. Los lactantes entre 4 y 12 meses deberían dormir entre 12 y 16 horas al día de forma regular para tener una salud óptima. No hay recomendaciones en menores de 4 meses, debido a la amplia variabilidad en los patrones y en la duración del sueño a esa edad y su correlación con el estado de salud.
  2. Los niños entre 1 y 2 años deberían dormir entre 11 y 14 horas al día (incluyendo siestas) para tener una buena salud.
  3. Entre 3 y 5 años deberían dormir entre 9 y 12 horas (incluyendo siestas).
  4. Los niños de 6 a 12 años deberían dormir entre 9 y 12 horas diarias.
  5. Finalmente, los adolescentes entre 13 y 18 años deben dormir entre 8 y 10 horas de forma regular.
 
Dormir el número de horas aconsejadas se asocia a una mejor atención, conducta, aprendizaje, memoria, equilibrio emocional, calidad de vida y salud física y mental. Por el contrario, dormir pocas horas se asocia a problemas en esas mismas áreas. También aumenta el riesgo de accidentes, de hipertensión, obesidad, diabetes y depresión. Y en adolescentes, mayor riesgo de conductas autolesivas y pensamiento e intentos de suicidio. Dormir de más también tiene efectos negativos para la salud, entre otros, riesgo de hipertensión, diabetes, obesidad y problemas mentales. Los padres deben ser conscientes de que, si sus hijos presentan problemas de sueño, deberían consultar con el pediatra o buscar un especialista del sueño. 
 
Necesitamos, sin embargo, conocer más a qué se deben las variaciones individuales del sueño y entender los mecanismos biológicos que subyace en la necesidad de dormir.
Proporcionar recomendaciones sobre la duración ideal del sueño servirá para concienciar a los padres, los adolescentes y los profesionales de la salud, pero también a los cargos públicos en la importancia que el sueño tiene para la salud.   
 
Lo que aporta este trabajo:
No siempre se ha tenido en cuenta la importancia de dormir un número suficiente de horas en cada etapa de la infancia y la adolescencia y sus repercusiones sobre la salud. Cada vez hay una mayor concienciación en las repercusiones que tienen las alteraciones del sueño. Quedan muchos campos por investigar: desde la influencia de los factores genéticos y ambientales hasta cómo repercuten en la salud de los padres y de los demás miembros de la familia.
 
En España hay pocas Unidades del Sueño, aunque la mayoría se dedican al estudio de la patología respiratoria y su influencia sobre el sueño. Existe también una sociedad científica, la Sociedad Española del Sueño (http://www.ses.org.es/), que tiene un grupo de trabajo pediátrico. 

 

J.M. Moreno-Villares
Unidad de Nutrición Clínica. Hospital Universitario «12 de Octubre». Madrid

Kerzner B, Milano K, MacLean WC, Berall G, Stuart S, Chatoor I
Pediatrics. 2015; 135(2): 344-353. Epub 2015 Jan 5.
 
 
Éste es un artículo que todo pediatra debería leer, pues hasta una cuarta parte de los niños, a lo largo de su infancia, presenta algún problema con la comida. En la mayoría de ocasiones los problemas son leves, aunque un pequeño porcentaje de niños puede tener problemas más graves. El artículo está escrito por algunos de los profesionales que más han hecho por aclarar la clasificación y el manejo terapéutico de las dificultades para comer en la edad pediátrica. «Si una madre dice que hay un problema, hay un problema», afirman los autores en uno de los apartados, y realmente sitúan el problema en su justa medida: a veces el problema está en los niños, pero otras veces está en la percepción de los padres. Los pediatras debemos tomarnos en serio esas preocupaciones y orientarlas de la forma más adecuada. Y el primer paso es intentar clasificar –y denominar– de forma correcta el problema. La mayor objeción que podría ponerse a muchas de las clasificaciones es que, si proceden del mundo pediátrico, están enfocadas sobre todo a los problemas orgánicos y, si proceden de la psiquiatría, a los problemas de conducta. En el modelo que propone el grupo de Chatoor los niños se clasifican en tres categorías: los que tienen un escaso apetito, los que comen de forma selectiva y los que tienen miedo a comer. En cada una de estas categorías hay varios grados de intensidad, que van desde normal (percepción errónea) hasta grave (de causa orgánica o conductual). También se tiene en cuenta la forma en que los padres dan de comer a sus hijos (padres atentos, controladores, indulgentes o negligentes). A partir de estos dos aspectos (el de los niños y el de los padres), el pediatra podría clasificar y orientar el problema, incluyendo la necesidad de realizar pruebas complementarias o derivar a otras instancias si existieran datos de alarma (red flags).
 
Con los criterios mencionados podemos estimar que, del 25% de niños que ha experimentado problemas con la comida, sólo el 1-5% tiene un verdadero trastorno de la conducta alimentaria (feeding disorder). Además de analizar cada uno de los grupos y subgrupos, los autores proporcionan algunos consejos válidos para todas las situaciones: evitar las distracciones, actitud agradable durante las comidas, acotar la duración de cada comida, favorecer que el niño coma solo y tolerar cierto grado de «lío» a la hora de comer. Estos consejos no tienen desperdicio, y valen tanto para los padres como para los niños.
 
El párrafo final del artículo debería enmarcarse y ponerse en la pared de cada consulta: «Los padres cuando salen de la consulta del pediatra deberían tener claro cuál es el problema de su hijo o hija y llevarse una pautas de conducta claras para las comidas. Los padres deben irse con la confianza en su capacidad para resolver el problema, entendiendo los riesgos de obligar a comer y con esperanzas razonadas sobre objetivos y resultados».

Lo que aporta este trabajo:
Muchos padres tienen problemas a la hora de las comidas con sus hijos, especialmente en las edades más tempranas, lo que es un motivo frecuente de consulta al pediatra. En este artículo se presenta una clasificación sencilla de los diferentes tipos de problemas y cómo abordarlos, al tiempo que se incluyen entre ellos las percepciones de los padres. Además, proporciona consejos prácticos tanto para la prevención de los problemas como para solucionarlos.

  
J.M. Moreno-Villares
Servicio de Pediatría. Hospital Universitario «12 de Octubre».
Madrid
 
Brown JC, Tuuri RE, Akhter S, Guerra LD, Goodman IS, Myers SR, et al.
Ann Emerg Med. 2016;67(3): 307-315. Epub 2015 Oct. 9.
 
 
La prevalencia de reacciones anafilácticas va en aumento. La epinefrina autoinyectable es el tratamiento de elección y debe prescribirse a los niños de riesgo para tratar los síntomas y prevenir defunciones. Los autores del artículo describen 22 casos de complicaciones locales derivadas del uso de este tratamiento en niños, y analizan las características de los tres dispositivos comercializados en Estados Unidos, sus instrucciones de uso y cómo éstos pueden contribuir en la producción de las lesiones. Para la obtención de los casos realizaron una consulta por correo electrónico en listas de distribución de médicos de urgencias y en redes sociales de grupos relacionados con la alergia alimentaria. Incluyeron los casos en los que se habían producido laceraciones y aquellos en los que la aguja había quedado incrustada en el muslo del paciente y se había requerido atención médica para su extracción, y que hubieran ocurrido en Estados Unidos.
 
Resultados
Se recogieron 22 casos que cumplían los criterios descritos; 17 de ellos eran laceraciones y 5 problemas relacionados con la aguja: en 4 la aguja quedó atascada en el muslo y en otro causó lesiones en el dedo de la enfermera. El dispositivo había sido utilizado por profesionales sanitarios en 6 de los casos y por padres o cuidadores en el resto. Los autores hacen una descripción detallada con imágenes de la mayoría de los casos. En todos ellos las lesiones se produjeron por movimientos bruscos del niño durante la inyección. En el análisis de los tres dispositivos comercializados los autores constataron que ninguno de ellos recoge en las instrucciones la recomendación de inmovilizar la pierna del niño. En sólo uno de ellos la aguja queda oculta tras la administración. La recomendación de mantener el dispositivo durante 10 segundos en contacto con el muslo se relaciona con algunos de los eventos. Ninguno de ellos advierte sobre la prohibición de reinyectar el mismo dispositivo si se extrae antes del tiempo recomendado.
 
Conclusiones
La epinefrina autoinyectable es un tratamiento que puede salvar vidas. Las lesiones descritas son infrecuentes y no deberían disuadir de su uso. El análisis de estos casos permite implementar mejoras en el diseño de los dispositivos y en las instrucciones de uso para los pacientes. En cuanto a las primeras, los autores proponen que los dispositivos contengan agujas de material suficientemente fuerte para que no se doblen y que permanezcan insertadas en el muslo el menor tiempo posible. Asimismo, proponen revisar la recomendación de mantener el dispositivo durante 10 segundos, puesto que hay evidencia de que la dosis completa se vacía en menos de 3 segundos. Del mismo modo, plantean la revisión de la forma de administración. Actualmente se recomienda separar el dispositivo del muslo unos 10 cm y clavarlo enérgicamente en el muslo del paciente, lo cual podría aumentar la dificultad para quien lo administra e incrementar el dolor y la angustia en los niños, favoreciendo los movimientos bruscos. Se ha descrito como técnica alternativa sostener y comprimir el dispositivo, maniobra que los autores consideran más apropiada en los niños. En cuanto a la información facilitada a los pacientes, se propone incluir la recomendación de sujetar al niño e inmovilizar la pierna, y no reinsertar la aguja utilizada previamente aunque el tiempo de permanencia haya sido inferior a 10 segundos.

Comentario
La posibilidad de que se produzcan lesiones durante la administración de epinefrina es un hecho poco conocido por los profesionales sanitarios que participan en la prescripción y en el adiestramiento del niño y su familia en el uso de dispositivos autoinyectables. El presente artículo alerta sobre esta posibilidad y nos permite incorporar algunas recomendaciones, como la de inmovilizar al niño para evitar patadas y movimientos bruscos, causa principal de estos eventos adversos. El análisis de las características del dispositivo y su relación con el mecanismo de producción de dichas lesiones nos permitirá seleccionar el más adecuado para cada caso.
 
Actualmente en España están comercializados dos dispositivos: Altellus, de los laboratorios MEDA Pharma, y Jext, de los laboratorios Alk Abelló. Ambos contienen agujas que quedan ocultas en el dispositivo antes y después de la administración, lo que impide la reinserción del dispositivo y los pinchazos accidentales. Altellus recomienda clavar enérgicamente y Jext presionar contra el muslo. En ambos casos se incluye la recomendación de mantener el dispositivo en contacto con el muslo durante 10 segundos. También los dos incluyen una ventana de inspección que cambia de color tras la administración, lo que permite al usuario tener garantías de la que técnica se ha realizado correctamente. Para ambos preparados existen vídeos demostrativos que se pueden recomendar a los padres:
• Administración de Altellus. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=1JndtEff-tw
• Administración de Jext. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=MhFnwz3PEHo

M.L. Peralta Ibáñez
Pediatra de Atención Primaria. Centro de Salud Huerta de los Frailes. Leganés (Madrid)
Introducción: El objetivo de este estudio es analizar a los pacientes remitidos a cirugía para practicar una frenotomía en el periodo neonatal y revisar su correcta indicación, ya que en la actualidad no existe consenso en el diagnóstico y tratamiento de la anquiloglosia.
Material y métodos: Se realizó un estudio retrospectivo de 136 pacientes con anquiloglosia derivados a la consulta de cirugía plástica pediátrica. Se recogieron datos sobre la remisión a la consulta, problemas de lactancia y experiencia anterior y posterior a la intervención.
Resultados: Los principales motivos de consulta se relacionaron con problemas en la técnica de lactancia materna (69 pacientes [65,7%]). El dolor durante la toma era el síntoma más habitual, aunque 33 pacientes (31,4%) no presentaban síntomas. En la mayoría de los casos, la remisión a cirugía la realizó el pediatra de zona (85 pacientes [80%]). El tipo más frecuente de anquiloglosia en la muestra fue el tipo II. Sólo se detectó 1 caso de recidiva. La ansiedad debida a la separación durante la frenotomía fue la experiencia negativa más frecuente entre las madres.
Discusión: La falta de indicaciones establecidas para la frenotomía, así como la relativa facilidad de la aplicación de la técnica en la edad neonatal y el auge de las campañas de lactancia materna, está derivando en un exceso de indicación quirúrgica como tratamiento de la anquiloglosia. Debe promoverse la creación de guías que definan unos criterios adecuados de tratamiento, así como favorecer la remisión a la consulta de lactancia como un paso previo a la cirugía.
 
Publicado en Originales

La alimentación y la actividad física antes y durante el embarazo afectan de forma importante a la salud de la madre y de su hijo. Además, el periodo de lactancia acarrea un aumento de las necesidades de energía y nutrientes para la madre. Existe cada vez un mayor número de datos científicos sobre la trascendencia de la alimentación en las primeras etapas de la vida y el riesgo de desarrollar posteriormente enfermedad, que se engloba en la noción de «la nutrición en los mil primeros días». La intervención nutricional preventiva debería comenzar en el periodo periconcepcional, prolongarse durante el embarazo y los primeros años de vida y continuar como un programa de desarrollo de hábitos de vida saludable. Durante estos periodos es preciso que la mujer consiga alcanzar una ingesta suficiente de determinados nutrientes, más que un aumento en el aporte energético total. El pediatra debe considerarse un agente de salud pública clave para mejorar los hábitos de salud de toda la población. Desde el Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría se ha considerado de interés que el pediatra conozca las recomendaciones actuales para la alimentación de la mujer embarazada y lactante, con el fin de ejercer su influencia sobre la salud del recién nacido y del lactante.

Publicado en Nutrición infantil

Las fórmulas de continuación y los cereales infantiles van enriquecidos según lo establecido por la legislación. Sin embargo, el enriquecimiento de alimentos infantiles no es siempre igual de efectivo. En el caso del hierro, no todas las sales autorizadas por ley presentan la misma biodisponibilidad; por tanto, podría producirse una baja absorción de hierro no detectada que dé lugar a situaciones de deficiencia. Una dieta deficitaria durante el inicio de la alimentación complementaria (4-7 meses) es la principal causa de deficiencia de hierro, y suele estar ocasionada también por otros factores, como la presencia en la dieta de compuestos que modifican la absorción de hierro (p. ej., fitatos, calcio, oxalatos, vitamina C o proteínas). La carencia de hierro es, en la actualidad, el problema nutricional con más prevalencia entre la población. En la mayoría de los países no industrializados amenaza a más del 60% de las mujeres y niños, mientras que en los países industrializados el 12-18 % de las mujeres y el 9,6% de los niños sufren anemia. Por tanto, la alimentación complementaria es un ve­hículo idóneo para realizar una intervención nutricional preventiva y evitar que se produzcan situaciones carenciales. La búsqueda de fuentes de hierro altamente absorbibles supone un reto clave para la industria de alimentos infantiles.

Publicado en Nutrición infantil
 
Sr. Director:
 
La lactancia materna (LM) en España tuvo una alta prevalencia hasta la década de los setenta. Posteriormente, distintos factores culturales, económicos y sociales contribuyeron a su importante disminución. Actualmente, el trabajo que se realiza en diversos centros para fomentar la LM requiere un esfuerzo importante de coordinación, continuidad e implicación de todo el personal sanitario. Este trabajo parece que está siendo efectivo, ya que han aumentado de nuevo las tasas de niños alimentados con LM. 
La LM se relaciona con el descenso del riesgo de padecer varias patologías1. Entre los efectos más documentados2, cabe destacar la disminución de la diarrea infecciosa y de la otitis media. Además, estos beneficios parecen aumentar cuanto mayor es la duración de la LM3, por lo que se considera un objetivo deseable mantener un periodo de 6 meses de LM exclusiva2. Sin embargo, la aplicación de medidas favorecedoras de la LM realizadas sin control podría aumentar los casos de deshidratación neonatal4,5.
 
Algunos estudios realizados en diversos países analizan las características de esta patología6,7. En nuestro centro, con aproximadamente 1.400 partos y 460 ingresos anuales en el servicio de neonatología, estudiamos los 26 neonatos deshidratados ingresados en los últimos 5 años. Se realizó un estudio descriptivo y retrospectivo a partir de la revisión de 20 historias clínicas para el primer periodo (años 2010, 2011 y 2012), y descriptivo y prospectivo a partir de entonces (2013 y 2014), con 6 casos evaluados. Los datos obtenidos se recogen en la tabla 1; no fue posible realizar un análisis estadístico debido al pequeño número de casos. En los resultados destaca el descenso de la incidencia y la gravedad de estos casos, con menor natremia, uremia y días de estancia hospitalaria. Entre otros factores, esto podría deberse a que los niños incluidos en el segundo periodo ingresaron antes y, en su mayoría, desde la propia maternidad. 
CD LM y deshidratacion Tabla
En nuestro caso, la creación del Comité de Lactancia Materna y de un documento de consenso en 2009 fomentó el inicio de una serie de medidas a favor de la LM. En la maternidad contamos en los últimos años con una matrona de enlace que asesora a madres lactantes, y realizamos un control exhaustivo del peso y la alimentación de los neonatos, con citas hospitalarias o ingresos si así se requiere. Hasta 2013 se crearon talleres de LM en cada centro de atención primaria que, junto con el Grupo de Apoyo local a la LM, son fundamentales en su continuidad. En estos años se han impartido 321 horas lectivas de cursos de LM para personal sanitario. El reconocimiento recibido de la OMS/UNICEF como hospital IHAN8 (2011, fase 1D) facilita el trabajo y la interlocución fluida con los responsables sanitarios.
La mejora de nuestros datos nos permite considerar que los esfuerzos realizados están dirigidos en la dirección adecuada.
 
Bibliografía
1. Ip S, Chung M, Raman G, Chew P, Magula N, DeVine D, et al. Breastfeeding and maternal and infant health outcomes in developed countries. Evid Rep Technol Assess (Full Rep). 2007; 153: 1-186.
2. Agostoni C, Braegger C, Decsi T, Kolacek S, Koletzko B, et al; ESPGHAN Committee on Nutrition. Breast-feeding: a commentary by the ESPGHAN Committee on Nutrition. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2009; 49: 112-125.
3. Melissa Bartick, Arnold Reinhold. The Burden of suboptimal breastfeeding in the United States: a pediatric cost analysis. Pediatrics. 2010; 125: e1048-e1046. Disponible en: http://pediatrics.aappublications.org/content/125/5/e1048.full.pdf
4. Unal S, Arhan E, Kara N, Uncu N, Aliefendioğlu D. Breast-feeding-associated hypernatremia: retrospective analysis of 169 term newborns. Pediatr Int. 2008; 50(1): 29-34.
5. Peñalver Giner O, Gisbert Mestre J, Casero Soriano J, Bernal Ferrer A, Oltra Benavent M, Tomás Vila M. Deshidratación hipernatrémica asociada a lactancia materna. An Pediatr (Barc). 2004; 61(4): 340-343.
6. Boskabadi H, Maamouri G, Ebrahimi M, Ghayour-Mobarhan M, Esmaeily H, Sahebkar A, et al. Neonatal hypernatremia and dehydration in infants receiving inadequate breastfeeding. Asia Pac J Clin Nutr. 2010; 19(3): 301-307.
7. Pelleboer RA, Bontemps ST, Verkerk PH, Van Dommelen P, Pereira RR, Van Wouwe JP. A nationwide study on hospital admissions due to dehydration in exclusively breastfed infants in the Netherlands: its incidence, clinical characteristics, treatment and outcome. Acta Paediatr. 2009; 98(5): 807-811. 
8. Aguayo Maldonado J, Arana Cañada Argüelles C, Arena Ansótegui J, Canduela Martínez V, Flores Antón M, Gómez Papí A, et al. IHAN Calidad en la asistencia profesional al nacimiento y la lactancia. Informes, estudios e investigación. Madrid: Ministerio de Sanidad, Política e Igualdad. Centro de publicaciones, 2011.
 
Publicado en Cartas al Director
Objetivo: El presente artículo describe el tratamiento multidisciplinario de un niño de 5 años de edad con desnutrición, alimentación selectiva, inapetencia e hiperrespuesta a los estímulos orales y táctiles. Se utilizó una intervención basada en una estrecha colaboración entre un pediatra, una dietetista-nutricionista y una terapeuta ocupacional para afrontar el problema de alimentación. Se presenta una descripción de los 4 meses y medio de tratamiento y 2 meses de seguimiento.
Método: Se analizaron las entrevistas con la familia y las notas de evolución en pediatría, nutrición y terapia ocupacional. Se presenta la progresión hacia los objetivos nutricionales, de aceptación de alimentos y de participación activa en el proceso de alimentación.
Resultados: La normalización del estado nutricional se documenta mediante el seguimiento del índice de masa corporal y de datos antropométricos por parte del pediatra y de la nutricionista. La mejora en la participación en las comidas y en la aceptación de una mayor cantidad y variedad de alimentos se documenta mediante entrevistas con los padres y observaciones directas en las sesiones de terapia ocupacional. La mejora en las respuestas al estímulo oral y táctil se documenta mediante un cuestionario estandarizado (Sensory Profile). 
Conclusión: Este caso clínico contribuye a la evidencia existente sobre la utilización de un enfoque multidisciplinario en los casos de niños con desnutrición y rechazo a la alimentación. La consideración de problemas sensoriales como factor subyacente al problema de alimentación ha sido clave en la mejoría nutricional de este niño. Asimismo, este caso clínico contribuye a la evidencia sobre el uso de la terapia ocupacional basada en el enfoque de la integración sensorial de la Dra. Ayres para abordar la relación entre el procesamiento sensorial, la conducta y el desempeño ocupacional.
 
Publicado en Nutrición infantil
Objetivo: Estudiar los factores protectores y de riesgo relacionados con la duración de la lactancia materna completa (LMC) y total (LMT) en la Región de Murcia.
Material y métodos: Estudio de seguimiento desde el nacimiento hasta el año de vida de 327 recién nacidos y sus familias entre 2009 y 2010. Estudio descriptivo, de supervivencia de la lactancia y regresión de Cox. 
Resultados: La duración media de la LMC fue de 82 días y la prevalencia a los 6 meses del 15%. La prevalencia de la LMT a los 12 meses fue del 20%. El riesgo relativo (RR) para la LMC a los 6 meses variaba según las diferentes situaciones: madre fumadora (1,79; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,35-2,38), ausencia de «contacto precoz» (1,18; IC del 95%: 1,08-1,28), ingesta de alcohol –al menos una bebida/semana– (1,57; IC del 95%: 1,12-2,21), arrastrar trazas de tóxicos del trabajo a casa –en ropa o zapatos– durante el embarazo (1,43; IC del 95%:1,10-1,87), estudios maternos universitarios (0,48; IC del 95%: 0,33-0,70) y duración de la baja maternal (días) (0,99, IC del 95%: 0,98-0,99). El RR para la LMT a los 12 meses también difería según el tabaquismo materno (cigarros/semana) (1,01; IC del 95%: 1,01-1,02), la duración de las experiencias previas de lactancia materna (semanas) (0,98; IC del 95%: 0,97-0,99) y el tiempo de baja maternal (días) (0,99; IC del 95%: 0,98-0,99). 
Conclusiones: Los programas enfocados a conseguir una lactancia materna prolongada deberían contemplar un abordaje integral que ayude a crear ambientes más saludables desde la etapa periconcepcional, que incluya eliminar la exposición a drogas legales e ilegales, disminuir la contaminación química del trabajo hacia el hogar, fortalecer el contacto precoz en el paritorio, dedicar más recursos a las mujeres con menos estudios y contemplar mecanismos legales que prolonguen la baja por maternidad.
 
Publicado en Nutrición infantil

Introducción: Los beneficios de la lactancia materna (LM) son bien conocidos. En estudios previos se constata que aproximadamente un 20% de las madres deciden no iniciarla. Existe un escaso conocimiento de los factores que predicen tal decisión y los motivos maternos para ello. En este estudio analizamos la prevalencia de inicio de la LM, los factores asociados y las razones maternas al respecto.
Método: Estudio de prevalencia de inicio de la LM de gestaciones ≥36 semanas. Recogida de variables mediante encuestas presenciales en las primeras 24 horas posparto. Estudio multivariante de los factores asociados al inicio de la LM.
Resultados: Se estudió un total de 452 pares, madre-recién nacido. El 81% inició la LM. Los factores favorecedores fueron la opinión favorable de la pareja (odds ratio [OR]= 28,49; intervalo de confianza [IC] del 95%: 5,34-151,95), la opinión neutral de la abuela materna (OR= 4,79; IC del 95%: 0,99-23,76), haber dado LM al hijo previo (OR= 22,63; IC del 95%: 5,68-90,07) y residir en la misma provincia donde está ubicado el hospital (OR= 47,34; IC del 95%: 16,09-139,31). Los factores desfavorecedores fueron: el hábito tabáquico de la madre (OR= 0,37; IC del 95%: 0,15-0,92), haber tenido abortos previos (OR= 0,35; IC del 95%: 0,20-0,60) y precisar tratamiento farmacológico al iniciar la lactancia (OR= 0,25; IC del 95%: 0,08-0,74).
Conclusiones: Aportamos ciertos factores conocidos y otros novedosos asociados al inicio de la LM y los motivos de la madre para la toma de su decisión. Los tratamientos farmacológicos maternos son un factor asociado para no iniciar la LM, corregible con un asesoramiento adecuado. Urge adoptar medidas correctoras para conseguir tasas de inicio de la LM cercanas al 100%. Es necesaria la unificación de criterios respecto a lo que se considera «inicio de la LM» para comparar resultados de futuras investigaciones.

Publicado en Nutrición infantil

Objetivo: El objetivo de este estudio fue identificar los posibles factores de riesgo asociados a la mastitis infecciosa en mujeres lactantes.
Métodos: Se diseñó un estudio de casos y controles, con 368 casos (mujeres lactantes con mastitis) y 148 controles (mujeres lactantes sin mastitis). La información se recogió de forma retrospectiva mediante encuestas, que recopilaron información sobre diversos aspectos del historial médico de la madre y del hijo, así como distintos factores relacionados con el embarazo, el parto, el posparto y la lactancia que pudieran estar implicados en el desarrollo de la mastitis. La asociación entre la mastitis y dichos factores se realizó mediante un análisis bivariante y un modelo de regresión logística multivariante.
Resultados: Los resultados del análisis multivariante pusieron de manifiesto que los principales factores relacionados con un incremento estadísticamente significativo del riesgo de padecer mastitis fueron los siguientes: presencia de grietas en los pezones (p <0,0001), uso de antibióticos orales (p <0,0001), bombas de extracción (p <0,0001) y antifúngicos tópicos (p= 0,0009) durante la lactancia, padecimiento de mastitis en lactancias previas (p= 0,0014), subida de la leche después de 24 horas posparto (p= 0,0016), antecedentes familiares de mastitis (p= 0,0028), separación madre-hijo tras el parto durante más de 24 horas (p= 0,0027), aplicación de pomadas en los pezones (p= 0,0228) e infecciones de garganta (p= 0,0224).
Conclusiones: En este trabajo se han identificado diversos factores de riesgo relacionados con el desarrollo de la mastitis infecciosa. Este conocimiento permitirá proporcionar un asesoramiento adecuado durante la lactancia sobre los factores de riesgo modificables, como el uso de bombas de extracción o de una medicación inadecuada. También se podría identificar antes del parto a las mujeres con un riesgo elevado de desarrollar mastitis, como las que presentan antecedentes familiares de dicha enfermedad, y por tanto desarrollar estrategias para su prevención.

Publicado en Nutrición infantil

Introducción: Con la finalidad de prevenir la infección nosocomial (IN) en los recién nacidos con un peso <1.500 g, se implanta un programa de intervención. El objetivo de este estudio es analizar los resultados obtenidos en las tasas de IN antes y después de implantar dicho programa.
Población y método: Estudio descriptivo y retrospectivo de niños prematuros nacidos en nuestra unidad con un peso <1.500 g durante dos periodos de tiempo: un primer grupo de nacidos en los 2 años anteriores al inicio del proyecto (2007-2008: grupo preintervención) y un segundo grupo de nacidos tras la intervención (segundo semestre de 2009, y años 2010-2011: grupo postintervención). Excluimos los fallecidos o trasladados en las primeras 72 horas de vida.
Resultados: En el periodo preintervención nacen 45 niños con un peso <1.500 g. Descartamos 1 fallecido y 9 traslados (n= 35). En el periodo postintervención nacen 58 prematuros. Excluimos 3 fallecidos y 7 traslados (n= 48). No existen diferencias estadísticamente significativas en cuanto al sexo, los embarazos múltiples, la edad gestacional y el peso al nacimiento entre ambas poblaciones, ni tampoco respecto a los días de ingreso, las vías centrales, la nutrición parenteral, la ventilación mecánica y la lactancia materna. Observamos un aumento significativo en los días de antibioterapia en el grupo postintervención. En los resultados de IN se observa una tendencia, aunque no significativa, a la disminución de los porcentajes, las tasas y las densidades de IN en el grupo postintervención.
Conclusiones: Tras la aplicación de un programa de prevención, apreciamos una tendencia a disminuir los porcentajes y las tasas de IN en el grupo postintervención, sin llegar a ser significativa probablemente debido al reducido número de la muestra de estudio.

Publicado en Originales
Domingo, 08 Febrero 2015 16:53

Episodio aparentemente letal neonatal precoz

El contacto «piel con piel» tras el nacimiento ha demostrado efectos beneficiosos sobre la adaptación a la vida extrauterina y el vínculo madre-hijo, así como sobre la frecuencia y la duración de la lactancia materna. Teniendo en cuenta que la mayoría de los episodios aparentemente letales neonatales precoces se producen en las primeras 2 horas de vida, durante el contacto piel con piel, creemos imprescindible garantizar la vigilancia en ese periodo.

Publicado en Notas clínicas

Objetivo: El objetivo de este estudio fue identificar los posibles factores de riesgo asociados a la mastitis infecciosa en mujeres lactantes.
Métodos: Se diseñó un estudio de casos y controles, con 368 casos (mujeres lactantes con mastitis) y 148 controles (mujeres lactantes sin mastitis). La información se recogió de forma retrospectiva mediante encuestas, que recopilaron información sobre diversos aspectos del historial médico de la madre y del hijo, así como distintos factores relacionados con el embarazo, el parto, el posparto y la lactancia que pudieran estar implicados en el desarrollo de la mastitis. La asociación entre la mastitis y dichos factores se realizó mediante un análisis bivariante y un modelo de regresión logística multivariante.
Resultados: Los resultados del análisis multivariante pusieron de manifiesto que los principales factores relacionados con un incremento estadísticamente significativo del riesgo de padecer mastitis fueron los siguientes: presencia de grietas en los pezones (p <0,0001), uso de antibióticos orales (p <0,0001), bombas de extracción (p <0,0001) y antifúngicos tópicos (p= 0,0009) durante la lactancia, padecimiento de mastitis en lactancias previas (p= 0,0014), subida de la leche después de 24 horas posparto (p= 0,0016), antecedentes familiares de mastitis (p= 0,0028), separación madre-hijo tras el parto durante más de 24 horas (p= 0,0027), aplicación de pomadas en los pezones (p= 0,0228) e infecciones de garganta (p= 0,0224).
Conclusiones: En este trabajo se han identificado diversos factores de riesgo relacionados con el desarrollo de la mastitis infecciosa. Este conocimiento permitirá proporcionar un asesoramiento adecuado durante la lactancia sobre los factores de riesgo modificables, como el uso de bombas de extracción o de una medicación inadecuada. También se podría identificar antes del parto a las mujeres con un riesgo elevado de desarrollar mastitis, como las que presentan antecedentes familiares de dicha enfermedad, y por tanto desarrollar estrategias para su prevención.

Publicado en Nutrición infantil

Algunos lactantes precisan recibir una alimentación con un mayor contenido energético y/o proteico, con el fin de cubrir sus necesidades de energía y nutrientes. Clásicamente, este objetivo se conseguía aumentando la concentración de la fórmula o mediante el uso de módulos nutricionales. A pesar de ser una práctica habitual, existen pocos datos publicados en la bibliografía sobre su empleo. En los últimos años se han incorporado como opción de tratamiento las fórmulas hipercalóricas para lactantes, que en su presentación líquida, apta para su empleo, consiguen proporcionar una mayor cantidad de energía y de proteínas, sin desequilibrar el perfil nutricional del producto o con sólo un leve aumento de su carga osmolar.
En la actualidad, pues, estas fórmulas constituyen el primer paso para enriquecer la alimentación del lactante, quedando los módulos nutricionales para las situaciones en las que éstas no puedan utilizarse o en los errores innatos del metabolismo.
Es difícil manejar las situaciones que requieren un enriquecimiento de la alimentación de los recién nacidos que reciben lactancia materna. No están disponibles módulos específicos para suplementar la leche materna y son varias las alternativas que se plantean en este escenario (módulos nutricionales, alternar tomas de leche materna con fórmulas hipercalóricas, etc.).
Tanto las fórmulas hipercalóricas para lactantes como los módulos están financiados por el Sistema Nacional de Salud y pueden emplearse fuera del ámbito hospitalario.
En conclusión, se dispone de un buen número de productos que pueden emplearse para conseguir mejorar la calidad de la dieta del lactante con necesidades especiales, aunque cada situación precisa un abordaje individualizado.

Publicado en Nutrición infantil

Introducción: La nutrición enteral es la forma de soporte nutricional más utilizada. Su empleo en el paciente ingresado y en el domicilio ha aumentado en los últimos años. Sin embargo, pese a tratarse de la misma técnica de soporte nutricional, se trata de dos escenarios completamente distintos. El objetivo del presente estudio consiste en describir sus características y diferencias, así como su influencia en el estado nutricional.
Pacientes y métodos: Se analizaron retrospectivamente las historias de 124 pacientes con nutrición enteral domiciliaria entre 1995 y 2013, y prospectivamente las de 50 pacientes con nutrición enteral hospitalaria. Se utilizó una estadística descriptiva para el estudio de las dos poblaciones y un análisis de inferencias para la comparación entre ambas (t de Student o ji al cuadrado, en función de las variables) y comparación de medidas repetidas para el estudio de la situación nutricional a lo largo del tiempo, mediante el programa estadístico SPSS 15.0. Se consideró significación estadística a partir de valores de p <0,05.
Resultados: En la población domiciliaria, la media de edad de inicio era de 2,48 años. Las enfermedades principales fueron enfermedades del aparato digestivo o enfermedades neurológicas. La duración media fue de 33,29 meses, mientras que el tipo de acceso y el producto más usados fueron la sonda nasogástrica y la fórmula polimérica, respectivamente. Se observó mejoría del estado nutricional en esta población, al menos en cuanto al peso. En la población hospitalaria la media de edad de inicio fue de 1,29 años. La patología principal fue la respiratoria. La duración media fue de 1,12 meses, la mayoría de pacientes emplearon una sonda nasogástrica y los productos más usados fueron la leche materna y la fórmula polimérica pediátrica. No se apreció mejoría de la situación nutricional en esta población.
Conclusiones: 1) A pesar de utilizar los mismos accesos enterales y productos, las características de los pacientes, la edad de inicio y los resultados desde el punto de vista nutricional fueron diferentes en las dos poblaciones comparadas. 2) La nutrición enteral domiciliaria contribuyó a la mejoría del estado nutricional, mientras que la hospitalaria no lo consiguió.

Publicado en Nutrición infantil

En ocasiones, es necesaria la extracción y almacenamiento de la leche materna en refrigeración o congelación, con frecuencia relacionado con recién nacidos pretérmino (RNPT) o madres que se incorporan al trabajo. Se recomienda administrarla recién extraída, refrigerada durante un máximo de 72-96 horas, o congelada un máximo de 6 meses. El estrés oxidativo es un desequilibrio entre los agentes oxidantes y las defensas antioxidantes; está directamente implicado en diversas patologías propias del RNPT, como la retinopatía de la prematuridad, la displasia broncopulmonar, la enterocolitis necrosante o la encefalopatía hipóxico-isquémica. La leche materna es rica en sustancias antioxidantes, y presenta una mayor actividad antioxidante que las fórmulas artificiales. Esta riqueza es mayor en el calostro, y a menor edad gestacional.
Diversos estudios han demostrado que el almacenamiento de la leche humana puede alterar sus propiedades antioxidantes. Se produce un incremento significativo de los productos de la peroxidación de los lípidos (malondialdehído [MDA]) y una disminución de la actividad de la enzima antioxidante glutatión peroxidasa (GPx) con la refrigeración y, en menor grado, con la congelación. El incremento del MDA y el descenso de la actividad GPx es proporcional a la duración de la congelación, y mayor a –20 que a –80 ºC. Incluso en congelación, la concentración de MDA en la leche materna es significativamente menor que en las fórmulas artificiales.
Concluimos que la conservación en frío de la leche materna disminuye sus propiedades antioxidantes, en mayor medida durante almacenamientos prolongados y a temperaturas más altas. Por ello, en el caso de la leche materna almacenada para los recién nacidos enfermos o prematuros, es preferible congelar que refrigerar, y es mejor hacerlo durante el menor tiempo y a las más bajas temperaturas posibles. En el caso de las madres que se incorporan al trabajo, esta recomendación es más relativa (lactantes más maduros). Aun así, pese a las pérdidas por el almacenamiento, la leche materna sigue siendo de mejor calidad que los sucedáneos.

Publicado en Nutrición infantil

El rechazo de un niño a alimentarse se caracteriza por su negativa a comer todos o la mayoría de los alimentos. La selectividad alimentaria se caracteriza por la ingesta de una variedad limitada de alimentos y el rechazo a la mayoría de los nuevos nutrientes. Cuando los problemas de rechazo de alimentos y selectividad persisten, los niños corren el riesgo de tener deficiencias nutricionales. A pesar de que casi todos los niños con problemas de alimentación tienen alguna condición biológica, la mayoría de los programas de intervención se centran en los componentes conductuales. Los términos «rechazo a alimentarse» y «selectividad alimentaria» parecen implicar que se trata de comportamientos voluntarios cuando, en realidad, es muy probable que se deban a problemas médicos o sensoriomotores no identificados que transforman el proceso de alimentarse en algo difícil o doloroso. El presente trabajo tiene como objetivo ofrecer una revisión de los factores que deben tenerse en cuenta en la evaluación y el tratamiento del niño que rechaza alimentarse o que se muestra excesivamente selectivo en la aceptación de alimentos.

Publicado en Nutrición infantil

La leche humana (LH) proporciona todos los nutrientes necesarios para el crecimiento del recién nacido a término. Además de los nutrientes universalmente reconocidos, la LH contiene un número de componentes no nutritivos que probablemente desempeñan un papel en el crecimiento del lactante. Además, también contiene compuestos bioactivos responsables de una amplia gama de efectos beneficiosos, como la promoción de la maduración del sistema inmunitario y la protección contra las infecciones. El aislamiento y la identificación en LH de oligosacáridos y bacterias con efectos beneficiosos para el huésped proporciona apoyo científico para la suplementación de las fórmulas infantiles con estos compuestos, con el fin de avanzar hacia el objetivo de imitar los efectos funcionales observados en los lactantes alimentados con LH. Los oligosacáridos con funciones de prebióticos y cepas seleccionadas de bacterias con funciones probióticas se han añadido a las fórmulas infantiles en los países de la Unión Europea y otros países. Sin embargo, el Comité de Nutrición de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica ha publicado una revisión sistemática sobre las evidencias de los efectos que los probióticos y/o prebióticos ejercen sobre la salud y la seguridad de la administración de las fórmulas suplementadas. Este Comité llegó a la conclusión de que actualmente no hay datos suficientes para recomendar el uso sistemático de fórmulas infantiles suplementadas con probióticos y/o prebióticos para el lactante sano. El objetivo de esta revisión es analizar las bases científicas para la adición de estos compuestos a las fórmulas lácteas.

Publicado en Nutrición infantil

Sr. Director:

No podemos dejar de manifestar nuestro asombro y estupor ante las aseveraciones mantenidas en el artículo «Alimentación del lactante y riesgo nutricional»1. Una parte importante de ellas se pueden considerar imprecisas, erróneas y, lo que es más grave, meros juicios de valor. A lo largo de este artículo no vamos a tratar a fondo si es o no trabajo exclusivo del pediatra el seguimiento de la alimentación del lactante, situación en la que existe un consenso generalizado, nacional e internacional, que debe ser de colaboración entre pediatra y enfermera2-6, sino que centraremos en evaluar algunas de las afirmaciones sostenidas en dicho artículo, que nos han parecido especialmente preocupantes.
Algunas de las afirmaciones que a nuestro juicio son erróneas comienzan ya desde el mismo resumen, donde se asevera que «la alimentación del lactante debe ser decidida y supervisada por el pediatra» (pág. 205); la decisión sobre la alimentación del lactante corresponde a sus padres y no a los profesionales de la salud; la labor de los profesionales sanitarios consiste, por ejemplo, en informar de las ventajas de la lactancia materna sobre la «lactancia artificial», pero la decisión es paterna. Un poco más adelante (pág. 206) se sostiene que, desde un planteamiento maximalista, corresponde al pediatra la prescripción de la alimentación del lactante porque es el que más sabe del tema. Y nuevamente esta aseveración es incorrecta, ya que, siguiendo esta misma lógica maximalista, dicha prescripción correspondería al médico especialista en endocrinología y nutrición por ser el que más sabe sobre nutrición.
La justificación de que los vómitos, la diarrea, el estreñimiento, etc., están asociados de manera habitual a trastornos o enfermedades «graves» es falaz, ya que, por ejemplo, el estreñimiento es en más del 90% de los casos idiopático desde un punto de vista fisiopatológico7. Además de seguir esta línea de actuación sanitaria, nos encontraríamos ante una vulneración de la prevención cuaternaria8.

Formación pregrado en nutrición y pediatría
Sin embargo, el principal argumento que se esgrime a lo largo de este artículo para justificar que le corresponde al pediatra, de manera exclusiva, el manejo de la alimentación del lactante, en condiciones de «normalidad» o salud, es la descalificación constante al nivel de cualificación de las enfermeras. Brevemente, debemos recordar que la figura del ayudante técnico sanitario (ATS) constituye una particularidad –casi nos atreveríamos a afirmar una anomalía– del sistema sanitario español, que no tiene parangón con el de otro país del mundo, y que obedeció a una necesidad del colectivo médico de delegación de tareas, desde un plano eminentemente técnico y con una lógica subordinada a la labor médica, como puede apreciarse en los planes de estudios9-11. Afortunadamente, esta situación que originó un retraso en la evolución de la enfermería en nuestro país fue superada hace algo más de 35 años con el Real Decreto 2128/77, de 23 de julio, por el que las escuelas de ATS se convierten en escuelas universitarias de enfermería12. A lo largo de los años se ha producido un notable desarrollo de la enfermería como disciplina científica y como profesión.
Respecto a los cambios acontecidos en la formación, podemos afirmar que existe formación de pregrado en nutrición, tanto en los planes de estudios de la diplomatura en enfermería como en los actuales de graduado en enfermería, por lo que no podemos compartir esa supuesta falta de conocimientos y deficiente preparación técnica.
Si comparamos los planes de estudios de la Licenciatura de Medicina y la Diplomatura en la Universidad Autónoma de Madrid, ambos en extinción, podemos observar que el futuro médico estudia una asignatura denominada Nutrición Clínica (asignatura obligatoria en la universidad) con 4,5 créditos LRU, y la futura enfermera tiene en su currículum Nutrición y Dietética (asignatura troncal) con 5 créditos LRU13.
Asimismo, en esta misma universidad con los actuales Grados, en el de Medicina aparece la asignatura de Nutrición que se imparte en el quinto curso, con 3 créditos ECTS, mientras que el Grado de Enfermería contiene una asignatura denominada Farmacología y Nutrición II (sólo nutrición) según la Guía Docente de la asignatura 2012-2013, con 6 créditos ECTS, y que se desarrolla en el segundo curso14.
Vemos, pues, que la formación en Nutrición no es inferior en el caso de la titulación de Enfermería al Grado de Medicina, sino que es superior. Igualmente, 3 créditos ECTS se desarrollan en el plan de estudios del Grado de la Universidad «Rey Juan Carlos», con la asignatura de Nutrición en el tercer curso. En algunas universidades, como la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Alcalá de Henares, la Nutrición no aparece en el plan de estudios del Grado de Medicina, ni como asignatura básica ni como obligatoria. Éste es el panorama de enseñanza de la nutrición en las 4 universidades públicas de la Comunidad de Madrid que imparten los estudios de medicina15-20.
Por otra parte, los conocimientos sobre el niño y adolescente se sitúan entre los 6 créditos de Enfermería del Niño y la Adolescencia en la Universidad Autónoma de Madrid, con 6 ECTS, y el Grado de Medicina, que tiene dos asignaturas: Pediatría y Neonatología I con 3 ECTS, y Pediatría y Neonatología II con 6 ECTS. Como podemos apreciar, la diferencia no es tan llamativa entre ambos grados en la Universidad Autónoma de Madrid. En la Universidad de Alcalá de Henares también se imparten 9 ECTS de Pediatría, y en la Universidad Complutense de Madrid hay una asignatura, Enfermedades del Niño y Adolescente, con 12 ECTS. Del mismo modo, la asignatura del Niño y la Adolescencia se imparte con 6 créditos ECTS en varias universidades, como las de Burgos y Valladolid; en la Universidad «Rey Juan Carlos» se imparte Enfermería Neonatológica y Pediátrica, con 4,5 ECTS, en la Universidad Complutense de Madrid Enfermería Materno-Infantil, con 6 créditos ECTS, y en la Universidad de Alcalá de Henares Enfermería Clínica en la Infancia, Adolescencia y Envejecimiento, con 6 ECTS.

Del conocimiento científico a la opinión
Además, estas afirmaciones sobre el nivel de conocimientos y destrezas técnicas en la alimentación del lactante se mantienen en función de los datos obtenidos de 2 estudios que, por su relevancia para el argumentario general del artículo, nos gustaría analizarlos brevemente. El trabajo de Hyde de 199421 ha sido imposible de localizar, ni en las bases de datos PubMed y CINAHL ni en la propia revista, tanto en la búsqueda por los autores de este artículo como por un servicio de búsquedas bibliográficas. El artículo de Williams y Pinnington22 data del año 2003, con una muestra de 42 enfermeras de distintos niveles formativos adscritas al Derbyshire Children's Hospital. En nuestra opinión, sustentar que las enfermeras españolas presentan un déficit de conocimientos a partir de un estudio realizado en 42 enfermeras en un contexto formativo y asistencial diferente al nuestro es, cuanto menos, atrevido. El resto de la bibliografía se centra principalmente en el ámbito anglosajón, con muestras poco o nada representativas del propio ámbito de estudio, por lo que es imposible que pueden arrojar luz sobre los conocimientos de las enfermeras y enfermeros españoles, ya que la formación pregrado y posgrado es diferente en nuestro país. Por tanto, consideramos que las afirmaciones respecto al conocimiento sobre alimentación de lactantes y habilidades técnicas de las enfermeras de nuestro país no se basan en una evidencia o conocimiento científico, sino exclusivamente en las propias opiniones de los autores de dicho artículo.
Hasta ahora sólo hemos considerado la formación enfermera pregrado y, siguiendo la misma lógica que la formación pregrado, el desarrollo de las especialidades enfermeras se ha ido demorando sucesivamente, haciéndose finalmente efectivo en el año 2010 a través de la Orden SAS/1730/2010, de 17 de junio23, por la que se aprueba y publica el Programa Formativo de la Especialidad de Enfermería Pediátrica. El programa de formación de la especialidad se centra, como es lógico, en el desarrollo de las competencias enfermeras desarrolladas a través de la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias24. Siguiendo esta lógica, parece claro que los profesionales encargados de la formación de las futuras enfermeras especialistas serán los que posean conocimientos específicos del ámbito de aplicación, en este caso las enfermeras. Lo que no significa que la colaboración del pediatra no sea relevante para algunos aspectos concretos de dicha formación. Pero pretender que sea el pediatra la persona que más sabe de cuidados enfermeros en la infancia nos lleva a recordar esa etapa afortunadamente superada del ATS, o al menos eso pensábamos nosotros.

Bibliografía

1. Martínez V, Dalmau J, Gil M, Morais A, Moreno L, Moreno-Villares JM, et al. Alimentación del lactante y riesgo nutricional. Acta Pediatr Esp. 2012; 70: 205-208.
2. French GM, Nicholson L, Skybo T, Klein EG, Schwirian PM, Murray-Johnson L, et al. An evaluation of mother-centered anticipatory guidance to reduce obesogenic infant feeding behaviors. Pediatrics. 2012; 130: e507-e517.
3. Bayón M, Jiménez CC. Atención a la salud infantil en los centros de atención primaria de la Comunidad de Madrid. Madrid: Servicio Madrileño de Salud. Gerencia de Atención Primaria, 2012.
4. Garrido FJ. Evidencias científicas en el control del niño sano. Actuaciones realmente necesarias. Falta ciudad y editorial, 2006.
5. Arribas A, Gasco S, Hernández M, Muñoz E. Papel de enfermeria en atención primaria. Madrid: Servicio Madrileño de Salud. Dirección General de Atención Primaria, 2009.
6. Wen LM, Baur LA, Simpson JM, Rissel C, Wardle K, Flood VM. Effectiveness of home based early intervention on children's BMI at age 2: randomised controlled trial. BMJ. 2012; 344: e3732.
7. Cilleruelo ML, Fernández S. Estreñimiento. En: Argüelles F, García MD, Pavón P, Román E, Silva G, Sojo A, eds. Tratado de gastroenterología, hepatología y nutrición pediátrica aplicada de la SEGHNP. Madrid: Ergon, 2011; 111-122.
8. Gérvas J, Pérez M. Uso y abuso del poder médico para definir enfermedad y factor de riesgo, en relación con la prevención cuaternaria. Gac Sanit. 2006; 20: 66-71.
9. Sellán MC. La profesión va por dentro. Elementos para una historia de la enfermería española contemporánea, 2.ª ed. Madrid: Fuden, 2010.
10. Sellán MC. Identidad y conflicto en el ejercicio del cuidado. Una aproximación histórica a la dinámica de la identidad enfermera en España [tesis doctoral]. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid, 2007.
11. Vázquez A. El papel del conocimiento histórico en la constitución de la identidad enfermera en España: una perspectiva mediacional sobre el conflicto disciplinar [tesis doctoral]. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid, 2012.
12. Real Decreto 2128/1977, de 23 de julio, relativo a la conversión de las Escuelas de Ayudantes Técnicos Sanitarios (ATS) en Escuelas Universitarias de Enfermería y la homologación de los títulos a efectos nominativos, corporativos y profesionales.
13. Universidad Autónoma de Madrid [internet]. Madrid: Planes de estudios: licenciaturas, diplomaturas e ingenierias [citado el 5 de marzo de 2013]. Disponible en: http://www.uam.es/ss/Satellite/es/1234886331475/listadoEstudios/Licenciaturas,_diplomaturas_e_ingenierias.htm
14. Universidad Autónoma de Madrid [internet]. Madrid: Planes de estudios: grados [citado el 5 de marzo de 2013]. Disponible en: http://www.uam.es/ss/Satellite/es/1234886331475/listadoEstudios/Licenciaturas,_diplomaturas_e_ingenierias.htm
15. Universidad Rey Juan Carlos [internet]. Móstoles: Plan de estudios grado en enfermería [citado el 5 de marzo de 2013]. Disponible en: http://www.urjc.es/estudios/grado/enfermeria/enfermeria.html
16. Universidad Rey Juan Carlos [internet]. Móstoles: Plan de estudios grado en medicina [citado el 5 de marzo de 2013]. Disponible en: http://www.urjc.es/estudios/grado/medicina/medicina.html
17. Universidad Complutense de Madrid [internet]. Madrid: Plan de estudios grado en enfermería [citado el 5 de marzo de 2013]. Disponible en: http://pendientedemigracion.ucm.es/?a=estudios&d=muestragrado3&idgr=31
18. Universidad Complutense de Madrid [internet]. Madrid: Plan de estudios grado en medicina [citado el 5 de marzo de 2013]. Disponible en: http://pendientedemigracion.ucm.es/?a=estudios&d=muestragrado3&idgr=29
19. Universidad de Alcalá de Henares [internet]. Alcalá de Henares: Plan de estudios grado en medicina [citado el 5 de marzo de 2013]. Disponible en: http://www.uah.es/estudios/grados/planes.asp?cd=101&plan=G215&T=CIENCIAS_DE_LA_SALUD
20. Universidad de Alcalá de Henares [internet]. Alcalá de Henares: Plan de estudios grado en enfermería [citado el 5 de marzo de 2013]. Disponible en: http://www.uah.es/estudios/grados/planes.asp?cd=205&plan=G209&T=CIENCIAS_DE_LA_SALUD
21. Hyde L. Knowledge of basic infant nutrition amongst community health professionals. Matern Child Nurs J. 1994; 19: 27-32.
22. Williams A, Pinnington LL. Nurses' knowledge of current guidelines for infant feeding and weaning. J Hum Nutr Diet. 2003; 16: 73-80.
23. Orden SAS/1730/2010, de 17 de junio, por la que se aprueba y publica el Programa Formativo de la Especialidad de Enfermería Pediátrica.
24. Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias.

Publicado en Cartas al Director

Desde el inicio de la era industrial, el raquitismo ha sido una enfermedad endémica. Con el
descubrimiento de la vitamina D y el aporte de suplementos, sobre todo en las fórmulas lácteas infantiles,
prácticamente había desaparecido, pero durante los últimos años parece haberse convertido de nuevo en
un problema de salud pública. La carencia de vitamina D se asocia no sólo a problemas óseos, sino
también a un importante incremento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, autoinmunes,
infecciosas y tumorales.
Comunicamos un caso de tetania neonatal por hipocalcemia secundaria a hipovitaminosis D en un
neonato de menos de 2 días de vida. La precocidad de la aparición y la gravedad clínica son
excepcionales. Además, advierte del problema emergente que constituye el déficit de vitamina D y de la
necesidad de instaurar la suplementación con ésta vitamina, siguiendo las últimas recomendaciones de la
Asociación Española de Pediatría.

Publicado en Notas clínicas

Se presenta el caso de un recién nacido de 6 días de vida, atendido en el centro de salud, cuya madre estaba contaminada por el estreptococo grupo B (SGB), o Agalactiae, durante la gestación y que había recibido 4 dosis de ampicilina intraparto. En los informes no se mencionó la presencia de SGB ni nada relativo al tratamiento antibiótico profiláctico intraparto. El recién nacido presentaba ictericia, por lo que se remitió al hospital e ingresó en el servicio de neonatología para realizar fototerapia, ya que presentaba una bilirrubinemia de 23,1 mg/dL. Fue dado de alta con una bilirrubinemia de 10 mg/dL, una exploración física y una analítica normales, y alimentación con lactancia materna bien instaurada. Tras el alta, a los 13 días de vida, se realizó un urocultivo para descartar una contaminación por SGB, que se confirmó a los 15 días de vida, por lo que se diagnosticó como recién nacido contaminado por SGB y se inició tratamiento con amoxicilina oral durante 10 días, con controles clínicos y urocultivos posteriores normales.

Publicado en Notas clínicas

Tradicionalmente, la introducción de la alimentación complementaria pasa por un periodo de alimentación triturada, hasta que el lactante adquiere las habilidades para tomar comida en trocitos. En la práctica, el momento de la introducción de alimentos no triturados se ha ido retrasando, lo que ha llevado a una mayor frecuencia de problemas en la alimentación en esa edad.

La alimentación complementaria guiada por el bebé (baby-led weaning) se basa en que sea el propio lactante quien se alimenta llevándose la comida a la boca, en vez de ser alimentado con una cuchara por un adulto. En esta práctica, el lactante se incorpora pronto a la comida familiar y comparte su menú, manteniendo la lactancia materna. Algunos estudios observacionales de pequeño tamaño sugieren que esta técnica favorece los patrones de alimentación, aunque no se ha podido demostrar si se plasma en efectos beneficiosos para la salud. Su difusión surge a raíz de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de retrasar la introducción de la alimentación complementaria hasta los 6 meses, en un momento en que el lactante ha alcanzado hitos importantes en su desarrollo, lo que haría posible que se alimentara por sí mismo. Algunos de los aspectos contenidos en esta filosofía serían válidos para la mayoría de los lactantes, aunque es difícil aceptarlo en su radicalidad (oposición a las comidas con cuchara).

Las principales dudas que se plantean respecto a esta técnica son saber si el lactante recibe suficiente variedad de nutrientes y en una cuantía suficiente (p. ej., el hierro), si existe riesgo de atragantamiento y si la técnica es aplicable en todos los niños.

A fecha de hoy, parece importante que los pediatras conozcamos en qué consiste esta técnica de alimentación y podamos responder a las preguntas de los padres sobre su eficacia y seguridad.

Publicado en Nutrición infantil

En el primer año de vida, la lactancia materna es el referente durante al menos los 6 primeros meses, pero hay una cierta dispersión de tendencias cuando se llega a la edad de introducir la alimentación complementaria. Tradicionalmente, los cereales han sido y son los primeros alimentos que se aconsejan como inicio de la alimentación complementaria. En los últimos tiempos se ha observado un descenso que posiblemente esté relacionado con algunos tópicos negativos, por lo que nos ha parecido oportuno actualizar su papel.

Las características fisiológicas de los primeros años de vida son circunstancias que tienen gran importancia para conseguir una buena adaptación en la progresión de la alimentación atendiendo a las capacidades que el nuevo ser va adquiriendo en estos primeros años, preferentemente en sus funciones digestivas, renales y neuromusculares.

Los cereales son una excelente fuente nutricional, pero no todos tienen las mismas propiedades, por lo que se repasa su composición para valorar los beneficios que representan en la salud del niño, tanto como aporte de la energía que va necesitando para cubrir sus necesidades, como para evitar deficiencias proteicas y de vitaminas y oligoelementos. No sólo es importante la cantidad, sino también la calidad y el contexto de una alimentación variada y equilibrada que ayude a compensar el resto de los aportes.

Ya que los cereales son fundamentales en la alimentación de nuestros hijos, es bueno recordar algunas recomendaciones actualizadas sobre su uso en los diferentes periodos de la vida, ya sea en forma de papillas en los primeros meses o de cereales más complejos en etapas más avanzadas, así como resaltar la vigencia que conservan en la alimentación de los primeros años si se utilizan correctamente.

Publicado en Revisión

Introducción: La leche materna debería ser el alimento exclusivo de los bebés hasta los 6 meses, pero puede ser necesaria la alimentación complementaria entre los 4 y los 6 meses.

Objetivo: Valoración clínica del empleo de una nueva papilla de cereales preparada con agua, en niños de 4 meses de edad con lactancia materna.

Material y métodos: Fueron reclutados 30 lactantes sanos, con lactancia materna hasta los 6 meses. A los 4 meses se indicó durante 4 semanas una toma diaria de dichos cereales en sustitución de una toma de leche materna. La composición, preparada al 25% con agua, aporta 106 kcal/100 g. El promedio de ingesta de papilla fue de 190 kcal/día. Se constató una diferencia significativa en el Z-score (p <0,01) para el peso a los 4 meses de 0,15 ± 0,88 frente al peso a los 5 meses de 0,40 ± 0,85. Las curvas de talla y perímetro craneal fueron normales. No se alteró el ritmo deposicional y la aceptación de la papilla fue excelente.

Conclusión: El nuevo preparado es una magnífica alternativa para iniciar la alimentación complementaria en lactantes con lactancia materna exclusiva que precisen el inicio de dicha alimentación sin incorporar fórmula.

Publicado en Originales

Introducción: El uso de la oxitocina (Oxt) durante el parto está tan generalizado que hay una tendencia a asumir que sus efectos son bien conocidos. El objetivo del presente estudio es determinar si la Oxt administrada durante el parto posee alguna influencia sobre el mantenimiento de la lactancia materna exclusiva (LME).

Pacientes y métodos: Este trabajo forma parte de un estudio cuyo objetivo principal es valorar la influencia de la Oxt administrada durante el parto en los reflejos neonatales primitivos. Se trata de un estudio descriptivo observacional realizado en 20 díadas madre-hijo. Se incluyeron madres primigestas que no habían presentado complicaciones durante el embarazo y habían tenido un recién nacido a término sano fruto de un parto vaginal inducido o estimulado con Oxt. Se realizó una llamada telefónica a los 3 meses.

Resultados: Las dosis de Oxt que recibieron durante el parto las madres que no mantenían LME al cabo de 1 y 3 meses fueron superiores a las que mantenían LME (p <0,05).

Conclusión: La Oxt administrada durante el parto puede influir de forma negativa en el mantenimiento de la LME.

Publicado en Originales
Viernes, 21 Diciembre 2012 11:20

«Fast food» frente a dieta mediterránea

En las últimas décadas se han ido imponiendo nuevas formas de alimentarse en consonancia con un modelo social basado en el consumo, y en el que la idea de dieta saludable ha cobrado un enorme interés comercial. Es frecuente que, al referirse a la comida rápida (fast food) y a la dieta mediterránea, tanto los medios de comunicación como algunos profesionales hagan valoraciones generales, imprecisas, y en las que se prescinde del sistema cultural y económico en el que ambos conceptos se han establecido. En el presente texto hacemos una recapitulación de diferentes informaciones técnicas sobre el tema y exponemos una visión de estos dos modos de alimentarse y de sus principales factores condicionantes. Señalamos también la importancia decisiva de la intervención educativa desde edades tempranas y el papel fundamental del pediatra de atención primaria en la prevención de las enfermedades relacionadas con la alimentación.

Publicado en Nutrición infantil

Las mastitis representan la principal causa médica de destete precoz. Generalmente, las mastitis agudas se diagnostican sin dificultad, pero no así las mastitis subagudas o las subclínicas.

Publicado en Nutrición infantil

El síndrome de Cowden es una enfermedad hereditaria rara, caracterizada por la presencia de una poliposis gastrointestinal de tipo hamartomatoso, anomalías cutaneomucosas y riesgo aumentado de neoplasias, sobre todo de mama, tiroides y genitourinarias; de ahí la importancia de su diagnóstico temprano.

Presentamos el caso de una niña de 10 años de edad, remitida al servicio de pediatría desde el de estomatología por la sospecha de un síndrome de Cowden, dada la presencia de fibropapilomas orales. En el estudio realizado se constata la presencia de criterios clínicos mayores (macrocefalia) y menores (nódulos tiroideos, poliposis intestinal) que permiten su diagnóstico, pendiente de los resultados del gen supresor tumoral PTEN. Este diagnóstico precoz permitirá realizar revisiones periódicas para prevenir o detectar inicialmente enfermedades malignas, por lo que consideramos muy importante que el pediatra piense en este síndrome ante lesiones orales en apariencia banales.

Publicado en Notas clínicas
Martes, 29 Mayo 2012 12:27

Síndrome de Peutz-Jeghers

Presentamos el caso de un niño de 6 años de edad con lesiones hiperpigmentadas en la región perioral. El padre del paciente había sido diagnosticado de síndrome de Peutz-Jeghers (SPJ) mediante un estudio genético. Las lesiones cutáneas, junto con los antecedentes familiares, fueron la clave para el diagnóstico temprano de la enfermedad. El SPJ es una entidad rara, caracterizada por la aparición de lentigos periorificiales y pólipos gastrointestinales. Histológicamente, estos pólipos son hamartomas que pueden llegar a malignizarse. Además, el SPJ se asocia al desarrollo de tumores extraintestinales (mama, endometrio, ovario, testículo, páncreas...). Por ello, es necesario realizar un diagnóstico precoz y un control periódico de las personas que padecen este síndrome y sus familiares.

Los dos primeros años de vida representan un periodo de gran vulnerabilidad para el ser humano. Decidir la composición de la dieta o la forma de administrar los alimentos a esta edad obliga a conocer los riesgos generales e individuales que se puedan presentar en cada niño, afrontándolos desde un conocimiento suficiente de la fisiología de la digestión, la absorción y el metabolismo de los nutrientes y la semiología de los trastornos que pueden necesitar una valoración específica. En los últimos años, se ha ido produciendo una delegación de responsabilidades respecto a la alimentación del niño por parte de los pediatras y de alguno de sus órganos de representación. Las razones de esta delegación son múltiples y se analizan en este documento. La publicación de la Orden SAS/1730/2010, que regula el Programa Formativo de la Especialidad de Enfermería Pediátrica, es un punto más en esta pendiente. Basándose en la exigencia de cualificación profesional, de calidad en los procesos y servicios, en el presente texto se defiende la idea de que la alimentación del lactante debe ser decidida y supervisada por el pediatra.

Publicado en Nutrición infantil

Objetivo: Conocer la incidencia y la prevalencia de la lactancia materna (LM) en los 6 primeros meses de vida, y relacionarla con las variables que predisponen al inicio de la lactancia y su mantenimiento, las dificultades más frecuentes y los motivos de abandono y/o la introducción temprana de otros alimentos. Se pretende comparar las prácticas hospitalarias recomendadas por la Organización Mundial de la Salud y la prevalencia de lactancia materna al inicio.

Material y método: Estudio descriptivo transversal con recogida de datos retrospectivos, mediante encuesta telefónica a madres de bebés de 15, 30, 90 y 180 días, y los registros de enfermería de la maternidad sobre alimentación de los recién nacidos.

Resultados: La prevalencia de la decisión de lactancia materna en el momento del parto es del 81,2%, y al alta del hospital del 76%. Va descendiendo progresivamente, y a los 15 días de vida es del 73,6%, al mes del 72,5%, a los 3 meses del 56,9%, y a los 6 meses del 37,8%. Las madres que han hecho «piel con piel» después del parto y han iniciado la lactancia precoz en la primera hora tienen una mayor prevalencia de lactancia materna completa frente a lactancia parcial a los 15 días (un 86,6 y un 86,3%, frente un 56,3 y un 55%, respectivamente). La asociación desaparece a partir del primer mes, y tampoco se observa ninguna relación entre la práctica de «piel con piel» y la lactancia materna en la primera hora, con el abandono precoz de la lactancia. La edad de la madre no se asocia al tipo de la lactancia, según los datos obtenidos. El 79,3% de las madres con estudios universitarios mantiene la lactancia hasta los 3 meses, frente al 62,2% de las madres con otros estudios; a los 6 meses, todas lo hacen de forma similar.

Los momentos críticos de abandono se presentan alrededor del primer mes, y entre el cuarto y quinto mes de vida.

Los motivos de lactancia parcial durante el primer mes son principalmente (75,64%) el llanto, el hambre, la poca ganancia de peso y la leche insuficiente. Los motivos de lactancia parcial entre los 3 y 6 meses son la recomendación profesional (60,6%), motivos de trabajo o estudios (18,2%), y leche insuficiente, llanto o hambre (18,2%).

Conclusiones: Las tasas de lactancia materna en el sector de salud del Hospital «Son Llàtzer» son similares a las obtenidas en otros estudios y a las de la Encuesta Nacional de Salud de 2006. Las prácticas hospitalarias adecuadas mejoran la prevalencia de la lactancia al inicio; después son muchos los factores que intervienen. Para mejorar la prevalencia de la lactancia los meses posteriores, se debe mejorar la atención sanitaria tras la hospitalización y las medidas institucionales que la protejan.

Publicado en Originales

La mayoría de los protocolos desarrollados para la atención del niño inmigrante se centran en la patología infecciosa importada, y hay menos información sobre sus problemas nutricionales y riesgos de la alimentación. Cuando llegan a nuestro país, la mayoría de estos niños presentan carencias larvadas en relación con las características de su alimentación en el país de origen, y en el proceso de adaptación al país de acogida incorporan nuevos hábitos que pueden desequilibrar su alimentación. El propósito del pediatra será conseguir que realicen una alimentación equilibrada, siendo respetuoso y sensible con las diferencias. Por ello, el objetivo de este artículo es conocer las características de la alimentación de los niños inmigrantes en su país de origen y los posibles riesgos nutricionales que de ellas se deriven, para fomentar los hábitos saludables y promover el mantenimiento de las prácticas alimentarias tradicionales que sean beneficiosas.

Publicado en Nutrición infantil

Se presenta el caso de un niño que al año de vida fue diagnosticado y tratado de infección por Helicobacter pylori.

Ingresó en 3 ocasiones entre los 8 y 11 meses de vida en el servicio de lactantes por rechazo a la alimentación, estreñimiento pertinaz y desnutrición de grado III. En las analíticas y pruebas realizadas se descartaron las causas más frecuentes de malabsorción intestinal a esta edad. En el último ingreso, a los 11 meses de edad, se diagnosticó gastritis crónica activa y sensibilización a alimentos; la determinación de antígeno de H. pylori en heces y mucosa gástrica fue positiva. Se instauró tratamiento con triple terapia y dieta exenta de alimentos a los que el niño había demostrado sensibilización. Asimismo, se necesitó administrar la alimentación por sonda nasogástrica dado el rechazo total oral a la misma. El paciente evolucionó de forma favorable.

Publicado en Notas clínicas
Miércoles, 20 Diciembre 2006 08:02

Disfunción faríngea congénita aislada

Presentamos el caso de un paciente con disfagia congénita, cuyas características se corresponden con las de la disfunción faríngea congénita aislada: episodios de atragantamiento y/o aspiración con regurgitación nasal durante las tomas, facies hipomímica con ligeros rasgos dismórficos y moderado retraso psicomotor, sin apenas reseñable hipotonía. En él fueron excluidas las causas anatómicas o neurológicas de disfagia. Su evolución fue algo tórpida, con procesos respiratorios repetidos, y se apreció una clara mejoría a partir del año de edad. Su hermano presentó síntomas similares más leves, lo que apoyaría el posible carácter hereditario de esta enfermedad.

Publicado en Notas clínicas

El síndrome de Prader-Willi (SPW) es una entidad de escasa incidencia que, sin embargo, supone la causa más frecuente de obesidad de origen genético, cuya alteración se sitúa en el cromosoma 15 (q11-13). Para su diagnóstico es necesario que cumpla una serie de criterios, destacando en el periodo neonatal la hipotonía generalizada con dificultades para la alimentación, junto con una criptorquidia secundaria al hipogonadismo de base. A largo plazo, presenta un mayor riesgo de complicaciones de tipo metabólico, entre otras, que condicionan la calidad de vida de los pacientes, siendo fundamental el diagnóstico precoz con el fin de instaurar un tratamiento multidisciplinario temprano en el que participen endocrinólogos, rehabilitadores y psicólogos.

Como conclusiones, extraemos que, ante toda hipotonía neonatal, debe considerarse dentro del diagnóstico diferencial el SPW y que, como en nuestro caso, el diagnóstico precoz permite al paciente beneficiarse de una intervención multidisciplinaria desde el primer momento, con lo que disminuye la incidencia de complicaciones y mejora la calidad de vida.

Publicado en Notas clínicas

Introducción: Hay muchos factores implicados en el desarrollo y la progresión del asma bronquial infantil.

Objetivo: Valorar si estos factores están claramente implicados en la etiopatogenia de esta enfermedad.

Material y métodos: Revisión bibliográfica estructurada de los trabajos sobre factores de riesgo para el asma publicados en la bibliografía biomédica actualizada durante los últimos 5 años.

Resultados: Se han seleccionado 14 artículos que aportan datos a favor y en contra sobre los factores considerados de riesgo para el desarrollo y la progresión del asma bronquial, como la genética o los antecedentes familiares, la atopia, las anomalías de la función pulmonar, el sexo, la lactancia materna y los estilos de alimentación, el tabaco, las infecciones respiratorias virales y otros factores ambientales (hipótesis de la higiene).

Conclusiones: Hay discordancia entre la implicación de los diferentes factores etiopatogénicos del asma con la propia enfermedad.

Publicado en Revisión

Objetivos: Evaluar un programa de intervención para promocionar la lactancia materna llevado a cabo en el Centro de Salud de Nazaret (Valencia) desde 1997 y que consiste en repartir y explicar un tríptico diseñado para este fin.

Material y métodos: Se recogieron datos demográficos, antropométricos y respecto a la alimentación infantil en el grupo de recién nacidos antes de la intervención (1995 y 1996) (grupo 1) y en el grupo de nacidos después de la intervención (de 1998 al 2000, ambos inclusive) (grupo 2).

Resultados: En el grupo 1, comenzaron la lactancia materna el 52,4%, y en el grupo 2 el 56%. La duración media de la lactancia materna, para aquellos que la empezaron, fue para el grupo 1 de 3,53 meses (IC del 95%, 3,25-3,77), y para el grupo 2 de 3,78 meses (IC del 95%, 3,31-4,25), con un log rank test de 1,21 (p no significativa). No hubo diferencias respecto al motivo por el que no se inició la lactancia materna o por el que se abandonó. La edad de la madre, estado civil o número de hijos anteriores no tuvieron efecto sobre el inicio o el mantenimiento de la lactancia materna tras la intervención.

Conclusiones: El programa de intervención no supuso un cambio relevante en el inicio ni en el mantenimiento de la lactancia materna.

Publicado en Pediatría primaria

Objetivo: Conocer con precisión las características principales del recién nacido, hijo de inmigrantes, en el Hospital Clínico «San Carlos» de Madrid.

Material y métodos: La población de estudio la forman 2.759 recién nacidos hijos de inmigrantes, de los que 264 son hijos de africanas, 2.008 de americanas, 258 de europeas y 229 de orientales. Sus datos se comparan estadísticamente con los 3.990 recién nacidos hijos de españolas. Se analiza: sexo, edad gestacional, vitalidad y destino del recién nacido, tipo de lactancia, cribado metabólico y auditivo, y adopción.

Resultados: El 52% de los recién nacidos hijos de inmigrantes son niños y el 48%, niñas, y más de la mitad, primogénitos. De los que después del parto se han quedado con su madre, un 3,91% fueron pretérmino, un 93,72%, a término, y un 2,37%, postérmino. Los africanos y orientales fueron los que nacieron con más vitalidad. Casi el 94% recibió lactancia materna, frente a un 6% que tomó fórmula. A todos los recién nacidos se les efectuó un cribado metabólico y auditivo. El porcentaje de hipoacusias en ambos oídos fue similar en todos. Las madres que entregan más a sus hijos en adopción son las europeas, seguidas de las sudamericanas y de las españolas.

Conclusiones: El recién nacido hijo de inmigrantes, por la Ley de Extranjería, tiene el mismo derecho a la asistencia sanitaria que el nacido hijo de españolas, así que, cuanto mejor le conozcamos a él y a sus antecedentes, mejor se le podrá asistir para garantizar su salud.


Publicado en Originales

La secuencia de Poland es una anomalía musculosquelética congénita caracterizada por la ausencia de la porción esternal del músculo pectoral mayor asociada a braquisindactilia. Se presenta con una incidencia aproximada de 1/20.000-30.000 nacidos vivos (un 75% de los casos corresponde a varones), y en un 70% está afectado el lado derecho. Además de la asociación con la braquisandactilia, la ausencia del pectoral mayor puede presentarse aislada o bien asociada a otras malformaciones, especialmente de la zona pectoral o del brazo y la mano homolaterales, como sindactilia, ausencia del pectoral menor, hipoplasia de la extremidad o amastia. También se puede asociar a alteraciones de otros territorios, como dextrocardia, síndrome de Moebius o neurofibromatosis.

La etiología es desconocida y habitualmente no presenta base hereditaria. Se ha propuesto como teoría patogénica una hipoplasia de la arteria subclavia fetal. El tratamiento es quirúrgico, fundamentalmente con fines estéticos o para corregir las alteraciones funcionales de la mano que esta anomalía conlleva.

Aportamos dos casos tratados en nuestro servicio de pediatría: uno corresponde a un varón recién nacido, con afectación del pectoral mayor e hipoplasia del arco anterior de las costillas 2-5, y el otro a una niña de 9 años afectada de asma mediada por inmunoglobulina E (IgE), que asocia a la agenesia del pectoral mayor una hipoplasia de la mama, una hipoplasia de la mano y braquisindactilia.

Publicado en Notas clínicas

Los beneficios de la lactancia materna, para el niño y la madre, su familia, el sistema sanitario y la sociedad en general, están muy bien documentados en múltiples publicaciones. Suprimir una lactancia sin un motivo de peso es una grave irresponsabilidad desde el punto de vista sanitario. Más del 90% de las mujeres pueden tener que tomar medicamentos o productos de fitoterapia durante el periodo de lactancia, lo que constituye un motivo clásico de cese de la lactancia, pese a no estar demostrado su peligro real más que en un pequeñísimo porcentaje de productos: fenindiona, amiodarona, derivados del ergot, antineoplásicos, yoduros y psicodrogas de abuso. Del mismo modo, sólo 6 enfermedades de la madre contraindican o hacen prácticamente imposible la lactancia. Con sentido común, unos conocimientos básicos de farmacología y pediatría y buenas guías (libros, revistas y páginas web), podemos asesorar a las mujeres que lactan, deben tomar remedios para alguna dolencia o sufren una enfermedad. Las madres huirán de informaciones erróneas, basadas sólo en prejuicios o en el Vademécum. Una página web (www.e-lactancia.org), en español y de sencillo manejo, nos ayudará a tomar decisiones acertadas ante más de 1.400 opciones diferentes implicadas en la lactancia materna.

Publicado en Nutrición infantil

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) constituye, actualmente, la pieza clave del análisis de riesgos asociados a la cadena alimentaria en Europa. En este contexto, la EFSA se encarga de proporcionar asesoramiento científico, de forma independiente de los Estados miembros y la Comisión Europea, y de comunicar los riesgos existentes o emergentes. La EFSA cubre todos los aspectos de la seguridad alimentaria, la nutrición humana, la salud y el bienestar animal, así como la salud y la protección de las plantas. Para ello, existen diversos paneles científicos especializados en diversas áreas del conocimiento, una comisión científica y varios directorados. En particular, el Panel de Nutrición, Productos Dietéticos y Alergias (NDA) se ocupa de los temas relacionados con la nutrición, como la evaluación de las solicitudes de alegaciones nutricionales y de propiedades saludables de los alimentos y de nuevos alimentos, el establecimiento de valores de referencia de ingesta, las alergias alimentarias y las fórmulas infantiles. El resultado de la labor de evaluación y asesoramiento de la EFSA se traduce en opiniones científicas y otras publicaciones. El asesoramiento de la EFSA constituye la base de la legislación europea, así como del desarrollo de políticas nutricionales, la identificación de aspectos clave para la salud pública relacionados con la dieta, y el desarrollo de programas de educación para el mantenimiento de una dieta saludable.

Publicado en Nutrición infantil

La leche materna es el mejor alimento para los bebés durante sus fases de rápido desarrollo, puesto que no sólo aporta todos los nutrientes necesarios, sino que además contiene importantes factores funcionales implicados en el desarrollo y la maduración del sistema inmunitario neonatal, así como en la protección frente a infecciones. Entre estos factores cabe incluir también las bacterias comensales de la leche materna. Este trabajo pretende mostrar los posibles efectos beneficiosos ejercidos por las bacterias presentes en la leche materna, así como de cepas probióticas aisladas de dicha fuente. Entre ellos, cabe resaltar los efectos antimicrobianos, antiinflamatorios y/o moduladores de la respuesta inmunitaria, tanto en modelos de experimentación animal como en estudios clínicos. La demostración de la existencia de bacterias en la leche materna y los efectos beneficiosos potencialmente ejercidos por éstas en el lactante ofrecen nuevas ideas para la sustentación de las propuestas dirigidas a la inclusión de determinadas cepas probióticas en las fórmulas infantiles.

Publicado en Nutrición infantil

Introducción: El cólico del lactante es un problema prevalente en el que se han ensayado a lo largo de la historia diversos tratamientos, ninguno de ellos definitivo. En los últimos años se han realizado nuevas propuestas terapéuticas, y han aparecido en el mercado las llamadas fórmulas anticólico o confort (FAC). En el presente trabajo se realiza una revisión estructurada sobre el tratamiento nutricional del cólico del lactante, con el objetivo de integrar la información actual sobre este aspecto y establecer las pruebas existentes sobre la utilidad de distintas modalidades de tratamiento nutricional.

Metodología: Revisión sistemática mediante búsqueda bibliográfica electrónica de los ensayos clínicos con diseño aleatorizado y controlado acerca del tratamiento nutricional del cólico del lactante.

Análisis de las modificaciones en la composición de las FAC en relación con la fórmula adaptada convencional según los datos proporcionados por los fabricantes del producto.

Resultados: Los 23 ensayos clínicos incluidos estudiaron 6 modalidades de tratamiento nutricional: disminución de lactosa en la fórmula artificial, dieta hipoalergénica, adición de fibra, administración de soluciones azucaradas, probióticos y preparados fitoterápicos. Una proporción significativa de los trabajos analizados presenta problemas metodológicos, como escaso número de pacientes, alta tasa de pérdidas y sesgos de selección, que dificultan la extrapolación de sus resultados a la práctica clínica.

De las distintas intervenciones nutricionales, la exclusión de proteínas de leche de vaca en lactantes con fórmula artificial, la administración de preparados fitoterápicos y la dieta hipoalergénica extensa en la madre del lactante han demostrado tener algún grado de eficacia. Se necesitan estudios adicionales para verificar la eficacia de otras modalidades de tratamiento nutricional.

Publicado en Revisión

La leche materna es una fuente importante de bacterias comensales, mutualistas o probióticas para el intestino infantil. Entre las bacterias predominantes destacan diversas especies de estafilococos, estreptococos y bacterias lácticas. Por tanto, este fluido representa uno de los factores clave en el desarrollo de la microbiota intestinal infantil. El número de especies que coexisten en la leche de una mujer sana suele ser bajo, hecho que explicaría por qué la microbiota intestinal de los lactantes está compuesta por un reducido espectro de especies y por qué el desarrollo de una microbiota más diversa coin­cide con el inicio del destete. Las bacterias de la leche podrían desempeñar un papel importante en la prevención de enfermedades infecciosas y en la maduración del sistema inmunitario. Algunos estudios recientes indican que al menos una parte de las bacterias comensales existentes en la leche podrían proceder de la microbiota intestinal materna y accederían a la glándula mamaria a través de la ruta enteromamaria.

Publicado en Nutrición infantil

La prevalencia de desnutrición entre los niños ingresados en una unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP) se sitúa en alrededor del 15-20%, pese a que se sabe que puede aumentar la morbimortalidad.

Objetivo: Analizar el soporte nutricional de los niños ingresados en una UCIP. Valorar la adecuación de los aportes recibidos a los requerimientos y los motivos de la falta de cumplimiento.

Material y métodos: De los 238 pacientes ingresados durante un periodo de 6 meses, se recogieron los siguientes datos de 40 pacientes que permanecieron ingresados más de 48 horas: filiación, antropometría, características del soporte nutricional y desviaciones sobre el plan de tratamiento. Los requerimientos energéticos se estimaron a partir de la ecuación de Schofield.

Resultados: La edad media al ingreso fue de 10,5 ± 23,5 meses (rango: 3 días a 10 años). El 64% de los pacientes había sido intervenido de una cardiopatía congénita. La duración media del ingreso en la unidad fue de 22,6 ± 24,5 días (rango: 3-112). Cinco pacientes fallecieron durante el ingreso. Tipo de soporte nutricional: 2 niños recibieron nutrición parenteral (NP) exclusiva; 6 NP + nutrición enteral continua (NEC); 16 NEC; 6 NEC + nutrición enteral intermitente (NEI); 3 NEC + alimentación oral; 3 NEI, y 3 otras combinaciones. El grupo tardó como media 2,17 ± 1,06 días en recibir soporte nutricional desde su admisión en la UCIP. El porcentaje de días de estancia durante los cuales los pacientes recibieron los requerimientos estimados varió entre el 16 y el 65%, en función del método de alimentación utilizado. Sólo un pequeño porcentaje (27,5%) de los pacientes recibió un aporte calórico adecuado durante todo el periodo de hospitalización en la unidad.

Conclusiones: Sólo el 27,5% de los niños ingresados en la UCIP recibieron durante el ingreso los aportes estimados. La nutrición enteral, sola o en combinación con otros métodos de alimentación, es la forma de soporte nutricional más empleada. Se precisan protocolos adecuados sobre el soporte nutricional en el paciente en las UCIP para conseguir durante su hospitalización un aporte nutricional óptimo.

Publicado en Nutrición infantil

Introducción: El cólico del lactante es un problema prevalente en el que se han ensayado a lo largo de la historia diversos tratamientos, ninguno de ellos definitivo. En los últimos años se han realizado nuevas propuestas terapéuticas, y han aparecido en el mercado las llamadas fórmulas anticólico (FAC), o confort. En el presente trabajo se realiza una revisión estructurada sobre el tratamiento nutricional del cólico del lactante, con el objetivo de integrar la información actual sobre este aspecto y establecer las pruebas existentes sobre la utilidad de distintas modalidades de tratamientvo nutricional.

Metodología: Se efectuó una revisión sistemática mediante búsqueda bibliográfica electrónica de los ensayos clínicos con diseño aleatorizado y controlado acerca del tratamiento nutricional del cólico del lactante.

Se realizó un análisis de las modificaciones en la composición de las FAC en relación con la fórmula adaptada convencional, según los datos proporcionados por los fabricantes del producto.

Resultados: Los 23 ensayos clínicos incluidos estudiaron seis modalidades de tratamiento nutricional: disminución de lactosa en la fórmula artificial, dieta hipoalergénica, adición de fibra, administración de soluciones azucaradas, probióticos y preparados fitoterápicos. Una proporción significativa de los trabajos analizados presenta problemas metodológicos, como un escaso número de pacientes, una alta tasa de pérdidas y sesgos de selección, que dificultan la extrapolación de sus resultados a la práctica clínica.

De las distintas intervenciones nutricionales, la exclusión de proteínas de leche de vaca en lactantes con fórmula artificial, la administración de preparados fitoterápicos y la dieta hipoalergénica extensa en la madre del lactante han demostrado tener algún grado de eficacia. Se necesitan estudios adicionales para verificar la eficacia de otras modalidades de tratamiento nutricional.

Publicado en Revisión

El dolor y los problemas del pecho son habituales en las madres que amamantan: originan importantes molestias, disminuyen la confianza de las madres en su capacidad para amamantar y, con frecuencia, son causa de abandonos precoces. A menudo, los profesionales no conocemos el mejor modo de prevenir o tratar estos problemas, ya que su abordaje no suele estar incluido en los programas de formación de pregrado o posgrado. Con esta revisión, los autores pretenden ofrecer al profesional que atiende a la díada madre-hijo una herramienta básica basada en los conocimientos más actuales sobre el tema.

Publicado en Nutrición infantil

La lactancia materna (LM) es la mejor forma de alimentar al recién nacido y al lactante, ya que confiere una serie de beneficios tanto a corto como a largo plazo. Según recomienda la Organización Mundial de la Salud, la LM debe mantenerse durante los primeros 6 meses como alimento exclusivo, y a partir de este momento junto con la alimentación complementaria, mientras la madre y el niño deseen. Según los datos disponibles, el tiempo medio de mantenimiento de la LM en nuestro entorno no supera los 3-5 meses, el abandono precoz durante el primer mes de vida ocurre en un 30% de los casos y sólo en un 10-20% se mantiene a los 6 meses. Se revisan los factores de riesgo para la instauración y el mantenimiento de la LM, los momentos clave para la promoción de la LM desde las instituciones sanitarias y el tipo de medidas que son más efectivas. Asimismo, se presenta el Proyecto PALMA, que pretende evaluar la efectividad de un programa de intervención de apoyo multidisciplinario a la LM desde atención primaria en un grupo de lactantes frente a un grupo control.

Publicado en Nutrición infantil

La lactancia materna es la forma ideal de alimentación del recién nacido. Entre sus múltiples ventajas está la de prevenir las enfermedades alérgicas. La colitis hemorrágica es una forma de intolerancia a las proteínas de leche de vaca, cuya frecuencia está aumentando especialmente en los niños lactados al pecho. Se debe pensar en ella en un lactante con hebras de sangre en heces sin afectación del estado general, en el que se ha descartado la existencia de una fisura anal y una infección gastrointestinal. El diagnóstico se basa fundamentalmente en la respuesta clínica a la dieta de exclusión. El diagnóstico de certeza raramente se obtiene, ya que el buen pronóstico y la buena evolución del cuadro hacen innecesarios los estudios invasivos. Sólo en casos de persistencia del sangrado se debe valorar la realización de una endoscopia con toma de biopsias. Su tratamiento es la dieta exenta de proteínas de leche de vaca. El tratamiento de los niños alimentados con fórmula es sencillo. Sin embargo, en los casos de lactancia materna exclusiva hay algunos interrogantes que permanecen sin aclarar.

Publicado en Nutrición infantil
Jueves, 28 Junio 2007 17:30

El método de la madre canguro

Desde hace tiempo, las unidades de neonatología están tratando de introducir los cuidados centrados en el desarrollo, que pretenden mejorar el desarrollo del prematuro a través de intervenciones especiales, entendiendo al recién nacido y a su familia como una unidad. En estos cuidados se incluye el método de la madre canguro (MMC), que se define como el contacto piel con piel entre la madre y el niño prematuro de la forma más precoz, continua y prolongada posible con lactancia materna, para que ambos se beneficien de sus ventajas. El MMC debería ofrecerse a todos los niños prematuros o recién nacidos a término enfermos como una alternativa al cuidado en la incubadora, dado que es efectivo para el control de la temperatura, reduce el riesgo de infecciones y de episodios de apnea, favorece la lactancia materna, permite y fortalece la vinculación madre/padre-hijo, devuelve a los padres el protagonismo del cuidado de sus hijos y reduce la estancia hospitalaria.

Publicado en Nutrición infantil

Se han revisado los ensayos clínicos, aleatorizados y controlados sobre la adición de oligosacáridos (OS) en la nutrición infantil. La adición de la mezcla prebiótica de fructoligosacáridos (FOS) y galactoligosacáridos (GOS) a la fórmula infantil y de continuación aumenta el número total de bifidobacterias en heces y disminuye la consistencia de éstas. La fórmula infantil suplementada con 1,5 g/L de FOS es más bifidogénica que 3 g/L, y la adición de OS ácidos no tiene efecto sobre la flora intestinal. Una mezcla de GOS/FOS (0,8 g/L) en una fórmula de proteína hidrolizada reduce la incidencia de dermatitis atópica durante los primeros 6 meses. Los suplementos de FOS añadidos al cereal son bien tolerados y favorecen las deposiciones más frecuentes y blandas. Finalmente, la adición de oligofructosa en adolescentes puede mejorar la absorción de calcio. En resumen, la mayoría de los estudios demuestran que la adición de OS es bifidogénica y produce unas heces más blandas, pero, salvo un trabajo sobre la atopia, no hay datos clínicos que permitan recomendar el empleo general de suplementación de OS en la alimentación infantil.

Publicado en Nutrición infantil
Jueves, 22 Marzo 2007 13:17

Oligosacáridos en la leche humana

La leche materna contiene más de 130 oligosacáridos distintos, que constituyen el tercer componente de ésta. Su concentración total disminuye a medida que avanza el curso de lactancia, de modo que al año contiene menos de la mitad que en las primeras semanas de vida. Los oligosacáridos más abundantes en la leche humana son libres (no conjugados) y neutros y contienen fucosa. Los oligosacáridos fucosilados pueden tener un enlace 2-fucosa o 3-fucosa, composición que varía según la procedencia de las madres y el curso de la lactancia. Los oligosacáridos actúan como receptores competitivos sobre la superficie celular del huésped, previniendo así la adherencia de determinados patógenos. La fracción de oligosacáridos no digerida en la leche materna estimula el crecimiento de bifidobacterias en el colon, y esta flora podría tener efectos beneficiosos de protección frente a infecciones entéricas. Así, los oligosacáridos son un componente principal del sistema inmunológico innato por el cual la madre protege a su hijo de patógenos (entéricos o de otra localización) durante la lactancia.

Publicado en Nutrición infantil

Objetivo: Conocer la prevalencia de la lactancia materna (LM) en nuestro medio y valorar la eficacia de un programa de promoción en el inicio y mantenimiento de ésta.

Método: Estudio descriptivo, retrospectivo mediante la revisión de historias clínicas de los recién nacidos en el año 2005 en nuestra área de salud.

Resultados y conclusiones: Baja prevalencia y duración de la lactancia en función de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La influencia del programa de promoción de LM es escasa.

Publicado en Pediatría primaria

Introducción: La lactancia materna exclusiva es el mejor método de alimentación del niño durante los 6 primeros meses, y la recomiendan la mayoría de los organismos e instituciones. Pero las tasas de inicio y su duración son todavía muy bajas y variables.

Material y métodos: Se entrevistó tras el parto a las madres que dieron a luz en el hospital durante los años 2001-2003 para conocer el método elegido de alimentación del niño. Se siguió durante el primer semestre de vida a las que amamantaban al alta para conocer la duración de la lactancia y el motivo fundamental de abandono.

Resultados: De 1.166 madres (1.185 recién nacidos vivos), el 69,9% tenía intención de amamantar. De 1.170 niños estudiados, el 31,5% recibió siempre leche artificial; del resto, el 17,4% abandonó la lactancia en la primera semana, el 3,8% entre las semanas 1 y 4, el 12,7% entre las semanas 4 y 12, el 20,8% entre las semanas 12 y 24, y el 13,8% siguió la lactancia tras la semana 24. Las causas fundamentales de abandono fueron: fallo de la técnica de amamantamiento (45,2%), abandono natural (22,1%), trabajo (11%) y enfermedades maternas (8,6%). En las primeras 4 semanas la causa fundamental de abandono es la mala técnica (el 58,1 frente al 41,3%), seguido de enfermedades maternas (el 17,4 frente al 6%) y enfermedades del niño (el 9,8 frente al 2,4%).

Conclusiones: La lactancia materna es un método de alimentación sujeto a muchos factores externos, que se podrían modificar con una educación adecuada de las madres y su entorno, así como con la puesta en marcha de medidas institucionales que la protejan.

Publicado en Originales

La glándula mamaria de la mujer lactante contiene una microbiota fisiológica propia, dominada por estafilococos, estreptococos y bacterias lácticas. Sin embargo, existen diversos factores que pueden conducir a una mastitis infecciosa, la principal causa médica de destete precoz. Este proceso constituye una auténtica disbiosis microbiana, con un espectacular aumento de la concentración del agente causal y la desaparición del resto de las bacterias. Esta alteración provoca una inflamación y la obstrucción de los conductos galactóforos. Algunas mastitis pueden cursar con una sintomatología florida e incluso derivar en un absceso; sin embargo, en muchos casos, los únicos síntomas son un dolor intenso en forma de «pinchazos» y/o lesiones en el pezón. Este hecho provoca que se trate de un problema tan infravalorado como infradiagnosticado. Los principales agentes etiológicos de las mastitis infecciosas pertenecen a los géneros Staphylococcus y Streptococcus, con un papel creciente de los estafilococos coagulasa-negativos. Las cepas de estafilococos causantes de mastitis suelen compartir diversas propiedades: capacidad para formar biopelículas, resistencia a la meticilina (mecA+) y a otros antibióticos de relevancia clínica, y mecanismos de evasión de la respuesta del sistema inmunitario. Algunas especies de levaduras también pueden causar mastitis; sin embargo, y a pesar de las creencias injustificadas en sentido contrario, su incidencia es muy baja.

Publicado en Nutrición infantil

Objetivo: Conocer la prevalencia y la duración de la lactancia materna (LM) en la Región de Murcia.

Método: Estudio transversal (junio de 2007), mediante encuestas a madres de niños menores de 24 meses realizadas en centros de vacunación. El ámbito de estudio estuvo comprendido por 77 zonas de salud de 6 áreas sanitarias de la región, y el muestreo fue proporcional al número de niños nacidos en el área. Se recogieron datos sociosanitarios del niño, de la madre y de la alimentación del niño. Se calculó la prevalencia de LM según las categorías definidas por la Organización Mundial de Salud (OMS) y se estudiaron los motivos de no iniciar y de abandonar la LM.

Resultados: Se obtuvieron datos de 1.836 niños, con una tasa de respuesta del 95,2%. Al alta del hospital, un total de 1.643 niños (89,7%) fueron alimentados con LM; de éstos, el 76,7% (n= 1.405) lo hicieron sin suplementos nutritivos. Al tercer mes mantenían la LM completa el 44,4% y al sexto mes el 36,3%. La mediana de duración de LM exclusiva fue de 75 días y para la LM parcial de 129 días. Los motivos de no alimentar con LM fueron: enfermedad/ingreso (46,7%), falta de leche (28,6%) y decisión de la madre (19,3%). Entre las causas de abandono, cabe citar las siguientes: hipogalactia e insaciabilidad (29,3%) y escasa ganancia de peso (11%). Las variables que mostraron una asociación estadísticamente significativa (p <0,05) con la LM fueron el peso del niño, el tipo de parto y el área sanitaria, y, en relación con la madre, la edad, la paridad, la actividad laboral, el lugar de procedencia y el nivel de estudios.

Conclusiones: Las cifras de LM en la Región de Murcia son similares a las de nuestro entorno, pero se alejan de las recomendadas por la OMS.

Publicado en Nutrición infantil

Objetivo: Determinar si la rehidratación rápida es un método efectivo para corregir la deshidratación en niños con gastroenteritis aguda (GEA) y deshidratación leve-moderada, y comprobar si permite restablecer en menos tiempo el estado de hidratación, en comparación con el método tradicional.

Métodos: Se trata de un estudio retrospectivo, analítico-descriptivo, llevado a cabo en niños atendidos en un servicio de urgencias, con una deshidratación leve-moderada isonatrémica, desencadenada por una GEA. Se recopilaron un total de 42 casos y se compararon dos pautas de rehidratación: rápida (19 casos) y tradicional (23 casos).

Resultados: El tiempo empleado para la rehidratación i.v. fue menor con la pauta rápida que con la tradicional, con una media de 3,53 horas (desviación estándar [DE]= 1,3) y 12,04 horas (DE= 4,08), respectivamente. Esta diferencia fue estadísticamente significativa (p <0,01). También se encontraron diferencias estadísticamente significativas en cuanto al tiempo necesario para alcanzar una tolerancia oral exitosa, con una media de 6,37 horas (DE= 3,63) en el grupo de la pauta rápida, frente a 9,35 horas (DE= 5,16) en el de la pauta tradicional (p= 0,04). Por el contrario, a pesar de que el tiempo medio de estancia en el servicio de urgencias fue menor para la pauta rápida y que la ganancia de peso fue mayor que en la pauta tradicional, estas diferencias no fueron estadísticamente significativas.

Conclusión: La rehidratación i.v. rápida supone una alternativa a la pauta clásica con una serie de ventajas, como la facilidad de cálculo con menor posibilidad de errores, una mejora más rápida del estado de hidratación y del estado general, que permite una tolerancia oral más precoz, o la corrección más rápida de las alteraciones electrolíticas y del equilibrio ácido-base gracias a la restauración precoz de la perfusión renal, y todo ello de forma segura, sin que aumente el riesgo de complicaciones como la hipernatremia.

Publicado en Originales

Se revisan los conceptos, las características y los tipos de aguas de consumo público y de aguas de bebida envasadas. Se realizan recomendaciones sobre las características que debe reunir el agua destinada al lactante y al niño mayor. Es preferible que la concentración de sodio sea menor de 25 mg/L en los primeros 4-6 meses e inferior a 50 mg/L a partir de dicha edad. El agua de consumo público debe hervirse un máximo de 1 minuto (a nivel del mar) para evitar la excesiva concentración de sales. El agua de bebida envasada no precisa ebullición. El nivel de flúor debe ser menor de 0,3 mg/L en el primer año de vida para evitar la fluorosis. La concentración de nitratos en agua debe ser menor de 25 mg/L para evitar la metahemoglobinemia. Las aguas con una concentración entre 25 y 100 mg/L de calcio suponen una fuente dietética importante y aportan hasta un 48% de la ingesta adecuada diaria en el lactante.

Publicado en Revisión
Lunes, 13 Julio 2009 16:35

Enfermedad de Kawasaki

La enfermedad de Kawasaki es una vasculitis multisistémica de pequeños y medianos vasos, propia de lactantes y niños pequeños. Es muy frecuente en Japón. Su etiología es desconocida, pero la mayoría de las evidencias epidemiológicas e inmunológicas indican que el agente causal es probablemente infeccioso. El diagnóstico se basa en una serie de criterios clínicos. El exantema polimorfo puede ser confundido con otras entidades clínicas. El tratamiento debe ser lo más precoz posible con el fin de prevenir las complicaciones cardiacas.

Introducción: Un porcentaje de recién nacidos (RN) a término sanos desarrollan ictericia clínica en la primera semana de vida. El objetivo principal del tratamiento es evitar la aparición de encefalopatía. La tendencia actual al alta precoz en las plantas de maternidad se ha relacionado con un aumento de la incidencia de hiperbilirrubinemia, que requiere tratamiento intensivo. La exanguinotransfusión (ET) es una técnica que, aunque invasiva, permite disminuir rápidamente la concentración de bilirrubina y minimizar el riesgo de daño neurológico.

Propósito y objetivos: Conocer las características clínicas y epidemiológicas de los RN que requieren ET y las complicaciones derivadas de la técnica.

Material y métodos: Estudio retrospectivo de las historias clínicas de los RN ≥35 semanas y de ≤28 días de vida que ingresaron en la Unidad de Neonatología del Hospital Universitario «Reina Sofía» de Córdoba en los últimos 6 años y que requirieron la realización de ET. Se analizaron las siguientes variables: edad gestacional media, sexo, etiología de la ictericia, tipo de lactancia, horas de vida en el momento de la técnica, concentración máxima de bilirrubina sérica, y necesidad o no de repetición. Además, se revisaron las complicaciones asociadas a la técnica y la necesidad de su repetición.

Resultados: Se diagnosticaron 16 RN con hiperbilirrubinemia extrema que requirieron ET. La etiología más frecuente fue la isoinmunización ABO (56,25%), seguida de la enfermedad por Rh (37,5%). No se encontraron diferencias en cuanto al sexo. Un 68,75% eran alimentados con lactancia materna exclusiva. El promedio de estancia hospitalaria fue de 7 días. El efecto adverso más frecuente fue la trombocitopenia. En un caso se detectó un aumento del trabajo respiratorio y bradicardia. No se diagnosticó ningún caso de convulsiones, kerníctero, sepsis o parada cardiaca. En un caso se produjo perforación intestinal puntiforme con buena evolución posterior. Las otoemisiones acústicas y la ecografía cerebral fueron normales en todos los casos. En 2 RN con isoinmunización Rh fue necesario repetir la ET.

Conclusiones: La mayoría de las reacciones adversas relacionadas con la técnica son alteraciones hematológicas, asintomáticas y tratables.

Publicado en Originales

Introducción: La caries es actualmente la enfermedad infecciosa más frecuente en la infancia, y puede ocasionar graves problemas de salud general. Los diferentes factores etiológicos implicados pueden estar condicionados por los profesionales que asisten al niño y su entorno, especialmente por el pediatra, que es el profesional que tiene el primer y mayor contacto con el bebé y su familia. Por ello, creemos que es indispensable la elaboración de una guía integral con el objetivo de uniformar los criterios y orientaciones para la salud bucal en la primera infancia, y así proveer una información única y efectiva a los padres de nuestros pacientes.

Objetivo: Proponer una guía de salud bucal para los padres, que debe estar consensuada por todos los profesionales que trabajen con niños. De esta forma, los padres tendrán más seguridad sobre el cuidado de sus hijos si poseen la misma información de los diferentes profesionales. Se plantean temas como la lactancia materna, el uso del biberón y del chupete, la transmisión bacteriana precoz, los alimentos con potencial cariogénico, la higiene bucal, el uso de flúor y la primera visita al odontopediatra.

Conclusión: Esta guía de salud bucal para los primeros años de vida fue elaborada con el fin de esclarecer y definir algunos temas en común respecto a la salud bucal, que creemos indispensable en la práctica diaria de los pediatras para reducir las consecuencias físicas, psicológicas, económicas y emocionales que ocasiona la caries en la primera infancia.

Publicado en Nutrición infantil

Se revisa la etiología de la ferropenia, especialmente las causas de origen nutricional. Se describe la sistemática diagnóstica, en especial las pruebas de laboratorio y el diagnóstico diferencial. Se indican las poblaciones de riesgo y las recomendaciones nutricionales para la prevención tanto en lactantes como en escolares y adolescentes, y se dan las pautas para el tratamiento farmacológico oral y parenteral, con indicación de los preparados actuales, su coste y su composición.

Publicado en Nutrición infantil

Sr. Director:

Tabla_1Los pezones supernumerarios (PS), también denominados pezones accesorios o politelia, son una anomalía congénita menor, relativamente común, y constituyen la patología mamaria accesoria más frecuente (tabla 1). Representan restos de las crestas mamarias embriológicas, engrosamientos ectodérmicos simétricos que se extienden desde la axila hasta la ingle. Para algunos autores, son un ejemplo de atavismo o aparición espontánea de características ancestrales en los miembros de una especie. Antiguamente se asociaban con la fertilidad, y en la época medieval se consideraron una marca del diablo1.

 

Figura 1. Pezón supernumerario en la región inframamaria izquierda
Figura 1. Pezón supernumerario en la región inframamaria izquierda

Según las series, su prevalencia varía desde el 0,22 hasta el 6%, son más frecuentes en los sujetos de raza negra, asiáticos, indígenas americanos, árabes y judíos que en los europeos de raza caucásica. No hay diferencias según el sexo, aunque se detecta un ligero predominio en los varones. Normalmente es una anomalía esporádica, aunque el 6-10% de los casos son familiares (herencia autosómica dominante con penetrancia incompleta o dominante ligada al cromosoma X). Los PS se localizan habitualmente en la región inframamaria, sobre todo la izquierda (figura 1). Pueden presentarse en la región supramamaria o en cualquier otra zona de las líneas mamarias embriológicas. En ocasiones se sitúan fuera de esas líneas, como la espalda, los hombros, la cara posterior de los muslos, la cara, el cuello o la vulva. Las lesiones suelen ser solitarias, pero hay casos múltiples (incluso 8) unilaterales o bilaterales. Clínicamente, se manifiestan como tumores pediculados pequeños, blandos y rosados o marrones. En el recién nacido las lesiones pueden ser muy tenues, en forma de máculas de 1-3 mm de tamaño y de color marrón claro2.

 

Generalmente, el diagnóstico se basa en la clínica y en su presencia desde el nacimiento. Pueden confirmarse mediante dermatoscopia, nuevas técnicas, como la microscopia confocal de reflexión, o el estudio histopatológico. Éste muestra el engrosamiento epidérmico, las estructuras pilosebáceas y el músculo liso, con o sin glándulas mamarias verdaderas. El diagnóstico diferencial se realiza con el nevo melanocítico, el neurofibroma, las cicatrices de amniocentesis y el pólipo anexial neonatal. Los PS son un proceso benigno, pero pueden desarrollar cualquier enfermedad que aparezca en las mamas normales, incluidos los tumores benignos y malignos. Normalmente no precisa tratamiento, pero en casos sintomáticos, o por motivos estéticos, pueden extirparse1,3.

Los PS se asocian a varios síndromes polimalformativos, como el síndrome de Simpson-Golabi-Behmel (trastorno de herencia recesiva ligada al cromosoma X caracterizado por sobrecrecimiento prenatal y posnatal, alteraciones craneofaciales, anomalías congénitas cardiacas, renales y/o esqueléticas y tumores embrionarios), varios subgrupos del síndrome de displasia ectodérmica, el síndrome 3-M, el síndrome de Killian/Teschler-Nicola y la disostosis espondilocostal. También se ha observado una coexistencia con el nevo de Becker o la lentiginosis unilateral parcial1.

Lo más importante de los PS es su posible relación con algunas enfermedades y, por tanto, su posible utilidad como marcador cutáneo. Aunque esta relación es controvertida4, recientemente han aparecido nuevos estudios que la apoyan5-7. Entre dichas enfermedades se incluyen las hematológicas (deficiencias de factores y leucemias agudas)5, las cardiovasculares6,8, el cáncer renal o genital9 y las malformaciones renales y de las vías urinarias7,10. Algunos autores explican esta última asociación por un desarrollo embriológico paralelo del sistema genitourinario y mamario. Mientras que algunos autores recomiendan realizar en todos los pacientes con PS7 un estudio renal, especialmente mediante ecografía, otros lo reservan para los casos familiares10 o los asociados a otras malformaciones3.

Bibliografía

  1. Antaya R, Schaffer JV. Anomalías del desarrollo. En: Bolognia JL, Jorizzo JL, Rapini RP, eds. Dermatología, 1.ª ed. Madrid: Elsevier España, S.A.; 2004; 915-931.
  2. Brown J, Schwartz RA. Supernumerary nipples: an overview. Cutis. 2003; 71: 344-346.
  3. Merlob P. Congenital malformations and developmental changes of the breast: a neonatological view. J Pediatr Endocrinol Metab. 2003; 16: 471-485.
  4. Grotto I, Browner-Elhanan K, Mimouni D, Varsano I, Cohen HA, Mimouni M. Occurrence of supernumerary nipples in children with kidney and urinary tract malformations. Pediatr Dermatol. 2001; 18: 291-294.
  5. Aslan D, Gürsel T, Kaya Z. Supernumerary nipples in children with hematologic disorders. Pediatr Hematol Oncol. 2004; 21: 461-463.
  6. Rajaratnam K, Kumar PD, Sahasranam KV. Supernumerary nipple as a cutaneous marker of mitral valve prolapse in Asian Indians. Am J Cardiol. 2000; 86: 695-697.
  7. Ferrara P, Giorgio V, Vitelli O, Gatto A, Romano V, Bufalo FD, et al. Polythelia: still a marker of urinary tract anomalies in children? Scand J Urol Nephrol. 2009; 43: 47-50.
  8. Urbani CE. Supernumerary nipple and cardiocutaneous associations. J Am Acad Dermatol. 2004; 50: e9.
  9. Urbani CE, Betti R. Aberrant mammary tissue and nephrourinary malignancy. Cancer Genet Cytogenet. 1996; 87: 88-89.
  10. Brown J, Schwartz RA. Supernumerary nipples and renal malformations: a family study. J Cutan Med Surg. 2004; 8: 170-172.
Publicado en Cartas al Director

Introducción: El Comité de Bioética de la Academia Americana de Pediatría publicó en 2009 un documento de posicionamiento sobre los aspectos éticos del soporte nutricional en niños, en el que se concluía que la retirada de la hidratación o la nutrición artificial en el paciente pediátrico es éticamente aceptable en determinadas circunstancias. Los miembros del Comité reconocen la dificultad en la toma de decisiones, en gran parte debido a la fuerte carga emocional y simbólica que tiene la alimentación en el niño. El documento se fundamenta en que la administración artificial de líquidos y nutrientes es un tratamiento médico y está sujeto a los mismos principios en la toma de decisiones que otras intervenciones médicas (balance riesgos/beneficios).

Material y métodos: Revisamos las consideraciones descritas en el documento para situaciones clínicas concretas desde la perspectiva de la medicina europea y una ética mediterránea.

Resultados: Confirman la obligación de proporcionar líquidos y alimentos por vía oral a cualquier paciente pediátrico que presente sed o hambre, mientras no esté médicamente contraindicado. El documento resalta que el soporte nutricional (administración de líquidos o nutrientes a través de un dispositivo médico) es distinto de comida y bebida. Sin embargo, en algunas situaciones (p. ej., la alimentación de prematuros de <32-34 semanas sin una succión-deglución eficiente) únicamente puede realizarse a través de una sonda, considerándose pues como un cuidado. La última parte del documento se destina a analizar situaciones clínicas concretas en las que puede no estar indicado iniciar o mantener el soporte nutricional: daño cerebral profundo congénito o adquirido, estado vegetativo persistente/estado de mínimo nivel de conciencia, fracaso intestinal permanente o cardiopatías congénitas complejas.

Críticas: 1. Las dos primeras consideraciones se basan en el criterio de que cuando no existe capacidad de relación, o está profundamente mermada, el soporte nutricional puede suponer una carga superior a los beneficios. Esta afirmación se basa erróneamente en la «carga» que supone el soporte nutricional y en la consideración de qué se considera como vida digna. 2. Respecto a las dos últimas situaciones, la crítica se centra en que ambos supuestos están lejos de los avances científicos de los últimos 20 años (nutrición parenteral domiciliaria o trasplante intestinal para el caso del fracaso intestinal y la cirugía correctora o paliativa desde el periodo neonatal, o el trasplante cardiaco para las cardiopatías congénitas complejas).

Publicado en Nutrición infantil

El sueño es una necesidad fisiológica fundamental para nuestra salud. La infancia es la etapa en la que el sueño adquiere mayor relevancia porque el niño pasa la mayor parte del día durmiendo. El sueño, como toda conducta humana, es susceptible de cierta modificación para aprender a dormir bien. Y este proceso debe ser adaptativo, porque el sueño de los bebés y de los niños se encuentra sometido a una lenta maduración. Para ello, es fundamental que los padres tengan un conocimiento profundo de los patrones del sueño del bebé, del niño y del adolescente. En los niños, la clave está en establecer rutinas, proporcionando al menor los denominados «objetos de transición», que facilitan la asociación del entorno al sueño y fomentan su capacidad de conciliar y mantener el sueño de forma autónoma. En los adolescentes, mantener una disciplina respecto al sueño, restringiendo el uso de los ordenadores y el móvil por la noche, son medidas útiles para mejorar el sueño.

Publicado en Revisión

La evolución de la nutrición enteral (NE) dentro de la nutrición artificial en pediatría es manifiesta, tanto para el soporte del paciente desnutrido como para tratar patologías específicas, lo que da lugar al concepto de «alimento-medicamento». La indicación básica de la NE se da en el paciente que no consigue la cobertura energético-proteica adecuada con la ingesta oral espontánea.

En el presente artículo se revisan las principales enfermedades subsidiarias de beneficiarse de una NE efectiva, así como las vías de acceso a través de las que se administrará la NE en el paciente pediátrico: sondas oro/nasoenterales y sondas a través de ostomías. Las modalidades de administración de NE son: continua, intermitente y cíclica.

Finalmente, se incide en las complicaciones de la NE, relacionándolas con el tipo de sonda utilizada, el tipo de fórmula y su administración, la edad de instauración de la sonda, y la enfermedad de base y clínica del paciente.

Publicado en Nutrición infantil

A partir de los 4-6 meses, la lactancia materna no es suficiente para cubrir las necesidades nutricionales del niño, por lo que se deben introducir alimentos suplementarios para aportar los nutrientes y energía que la leche o fórmulas infantiles no pueden proporcionar. Así, a partir de los 5-6 meses de edad, se comienzan a introducir alimentos sólidos de forma progresiva. Entre este tipo de alimentos, los purés comerciales listos para el consumo han cobrado una gran importancia, debido, entre otros factores, al escaso tiempo del que disponen muchas familias para elaborar purés de forma casera. Dada la poca información de la que se dispone en la actualidad, este estudio ha comparado el perfil nutricional de tres tipos diferentes de purés a base de carne de cordero, ternera y pollo, seleccionando para ello tres marcas comerciales diferentes y elaborando purés caseros para compararlos. Se llegó a la conclusión de que tanto los purés caseros como los comerciales presentan un perfil nutricional muy similar y dentro de los rangos recomendados, con una mayor variabilidad en el contenido proteico y de sodio; en el caso de purés caseros, existe la posibilidad de que la adición de sal pueda llevar a sobrepasar los niveles de sodio recomendados.

Publicado en Originales


Tras el periodo inicial de alimentación láctea exclusiva, van introduciéndose nuevos alimentos en la dieta del lactante. Las sociedades científicas recomiendan que no se introduzca leche entera de vaca antes de los 12 meses de edad.

En los lactantes menores de 6 meses que no reciban leche materna, se recomienda el empleo de fórmulas o leches para lactantes, y posterioremente fórmulas o leches de continuación. Aunque han ido disminuyendo las diferencias entre ambos tipos de fórmulas, las principales son un mayor contenido proteico y un mayor aporte de hierro en las leches de continuación. Después del año de edad, la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN) señala que no hay inconveniente en que los lactantes reciban leche entera de vaca.

Sin embargo, en el mercado han aparecido leches modificadas destinadas a niños pequeños de a partir de un año. A diferencia de las anteriores, no existe una normativa específica que regule su composición, lo que ha dado lugar a que haya grandes diferencias en la composición de los preparados denominados «leches de crecimiento». En la mayoría de ocasiones se trata de preparados similares a las fórmulas de continuación, mientras que otras veces se han modificado en cierto grado el cuerpo graso, tanto en cantidad –disminuyéndolo– como en calidad, retirando parte de la grasa y sustituyéndola por grasa monoinsaturada o suplementándola con ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga.

¿Tienen utilidad estos preparados en la alimentación infantil? Para la mayor parte de los niños que llevan una dieta variada en cantidad suficiente, el empleo de leches de crecimiento supone sólo una pequeña modificación sobre la composición de la dieta. Pero dado que un significativo número de preescolares españoles reciben dietas desequilibradas, el consumo de este tipo de leches puede ser de gran interés.

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El recién nacido prematuro presenta características nutricionales y funcionales diferenciales que, según el peso al nacimiento y la edad gestacional, serán la base para llevar a cabo su soporte nutricional. Una nutrición precoz y eficaz mejora el pronóstico.

El mantenimiento de un crecimiento extrauterino adecuado, el aporte óptimo de energía y el descenso de la morbilidad precoz serán los tres objetivos fundamentales de la nutrición artificial. En este artículo se exponen los requerimientos de energía, líquidos, proteínas, hidratos de carbono y lípidos en este tipo de pacientes.

Además de aportar sustrato energético, la nutrición enteral también estimula la mucosa intestinal, influye en la adquisición apropiada de una microbiota y ayuda a conseguir un buen vínculo madre-hijo, así como una adecuada maduración psicomotora. Se revisan los diferentes procedimientos de alimentación, así como la progresión a nutrición enteral total, la intolerancia digestiva en estos pacientes y el tipo de alimentación al alta.

Publicado en Nutrición infantil

La desnutrición crónica ha sido un problema universal, y actualmente la vigilancia y el soporte nutricional son parte integral y esencial en el cuidado multidisciplinario de esta enfermedad. La importancia de un óptimo estado nutricional es bien conocida, y así se sabe que incide en la mortalidad, que disminuye la morbilidad y que podría favorecer un menor deterioro de la función pulmonar. Actualmente el objetivo es lograr mantener a los pacientes sobre el percentil 50 de índice de masa corporal. Si no se consigue alcanzar o mantener las metas propuestas con las modificaciones en la dieta, optimizando el aporte energético, se pueden aportar suplementos, y en algunos casos están indicadas otras medidas de soporte más agresivas, como la nutrición enteral. Además, son importantes los aportes de micronutrientes, como las vitaminas liposolubles, por lo que se recomienda su administración sistemática; en los últimos años, con el aumento de la expectativa de vida de las personas, se presentan otros desafíos nutricionales, como los déficit específicos de ácidos grasos o el mantenimiento de una buena salud ósea.

Publicado en Nutrición infantil

Sr. Director:

La ectasia ductal mamaria es una manifestación poco común en los niños, que en ocasiones conlleva la aparición de una telorragia importante, cuya presencia puede causar una gran alarma entre los progenitores. No obstante, en la edad pediátrica un alto porcentaje de las patologías que conllevan telorragia tienen un pronóstico excelente y son de carácter autolimitado.

Presentamos dos casos de ectasia ductal mamaria.

Caso 1
Lactante de 8 meses de edad, que acude al servicio de urgencias por presentar una ingurgitación mamaria y un sangrado intermitente por el pezón derecho de una semana de evolución. No tenía antecedentes familiares, obstétricos ni neonatales de interés. No recibía lactancia materna desde el segundo mes de vida. Los padres no referían antecedentes traumáticos ni de manipulación en la niña, y negaban la ingesta de fármacos.

En la exploración la niña mostraba un excelente estado general y estaba afebril. En la inspección no presentaba anomalías en el área mamilar, pero se observaba una induración en la palpación de la areola derecha, que emitía una sustancia serosanguinolenta. Dicha zona no presentaba signos de sobreinfección ni dolor con la manipulación. El resto de la exploración por aparatos y sistemas fue normal.

Ante la sospecha clínica de una ectasia ductal, se solicitó una ecografía mamaria, en la que no se observaban lesiones nodulares ni otras alteraciones; tampoco se apreciaban asimetrías ecográficas entre las dos mamas. El cultivo de la secreción no aisló gérmenes sugerentes de sobreinfección.

Se derivó a la paciente al servicio de endocrinología pediátrica para efectuarle un seguimiento, y en pocos meses se observó una resolución espontánea de la afección.

Caso 2
Niña de 13 meses de edad, que acude al servicio de urgencias por presentar una ingurgitación mamaria con emisión de sangre de forma intermitente por ambos pezones de dos semanas de evolución.

No tenía antecedentes familiares, obstétricos y neonatales de interés. No recibía lactancia materna desde los 4 meses de vida. Los padres no referían antecedentes traumáticos ni de manipulación en la niña, y negaban la ingesta de fármacos.

En la exploración estaba afebril. No se apreciaban alteraciones ni asimetrías en las mamas, los pezones y las areolas. Se observaba una secreción espontánea bilateral de una sustancia sanguinolenta. La palpación no provocaba dolor en las areolas, y no se observaban signos de rubor ni de calor local. El resto de la exploración por aparatos y sistemas fue normal.

Ante la sospecha clínica de una ectasia ductal, se solicitó una ecografía, en la que se observaban unas glándulas mamarias de 1 cm de tamaño aproximadamente, con formaciones quísticas anecoicas, más acusadas en el lado derecho. Al igual que en el caso anterior, no se aislaron gérmenes patógenos en el cultivo de la secreción.

Tras confirmar el diagnóstico se realizó un seguimiento clínico y ecográfico, y el cuadro se normalizó al cabo de 4 meses.

Aunque la galactorrea es un fenómeno que aparece con frecuencia en los neonatos y los lactantes en los primeros meses de vida, la telorragia en los lactantes o en niños más mayores es una patología rara que en ocasiones produce una gran alarma entre los familiares y el personal sanitario.

La causa más común de telorragia en estos pacientes es la ectasia ductal mamaria1-3.

La fisiopatología de esta entidad aún no está clara. Al parecer, el paso de hormonas maternas podría favorecer su desarrollo. Así, los estrógenos promoverían el crecimiento del sistema ductal, y la progesterona el de los alvéolos mamarios. La hormona foliculoestimulante y la prolactina también parecen tener un papel activo, ya que se han encontrado concentraciones particularmente altas de estas sustancias en el plasma de estos pacientes, que permanecen inalteradas en los primeros años de vida4,5.

Así pues, algunas series, como la de McKierman et al., han demostrado que gracias a estas hormonas las glándulas mamarias permanecen activas durante los primeros años de vida6.

Respecto al manejo terapéutico en los niños asintomáticos, se recomienda realizar un tratamiento conservador con controles ecográficos periódicos7,8. Se aconseja efectuar un cultivo de la secreción y, si existen signos sugerentes de sobreinfección, comenzar con antibioterapia empírica, teniendo en cuenta que el germen más frecuentemente implicado en dicho proceso es Staphylococcus aureus9. Se desaconseja la manipulación o el masaje del área afectada, ya que tales maniobras conllevan una ulceración del epitelio ductal y el consiguiente sangrado, y favorecen la colonización bacteriana.

A diferencia del manejo de la telorragia en los adultos, en los niños se debe evitar la realización de biopsias u otras pruebas invasivas para descartar un proceso maligno, siempre que no existan otros signos sugestivos aparte del sangrado3,7.

Bibliografía

1. Miller JD, Brownell MD, Shaw A. Bilateral breast masses and bloody nipple discharge in a 4-year-old boy. J Pediatr. 1990; 116: 744-747.

2. Weimann E. Clinical management of nipple discharge in neonates and children. J Paediatr Child Health. 2002; 39: 155-156.

3. Bober E, Ozer E, Akgur F, Buyukgebiz A. Bilateral breast masses and bloody nipple discharge in a two year old boy. J Pediatr Endocrinol Metab. 1996; 9: 419-421.

4. Fenster DL. Bloody nipple discharge. J Pediatr. 1984; 104: 640-641.

5. Sigalas J. Bloody nipple discharge in infants. J Pediatr. 1985; 107: 484.

6. McKiernan JF, Hull D. Prolactin, maternal oestrogens, and breast development in the newborn. Arch Dis Child. 1981; 56: 770-774.

7. Stringel G, Perelman A, Jiménez C. Infantile mammary ductal ectasia: a cause of bloody nipple discharge. J Pediatr Surg. 1986; 21: 671-674.

8. Menken KU, Roll C. Bloody nipple discharge in a three year-old girl. Eur J Pediatr. 1992; 152: 1.047.

9. Imamoglu M, Ali C. Bloody nipple discharge in children: possible etiologies and selection of appropriate therapy. Pediatr Surg Int. 2006; 22: 158-163.

Publicado en Cartas al Director
Viernes, 11 Marzo 2011 08:50

Profilaxis con vitamina D

En los últimos años la vitamina D ha vuelto a ser tema de actualidad en la literatura científica internacional. Las principales causas de ello son las interesantes hipótesis sobre nuevas funciones no relacionadas con el metabolismo mineral, la persistencia de casos de raquitismo en distintos países del mundo y un nuevo concepto: la deficiencia subclínica, que podría afectar a determinados grupos de población.

Recientemente, algunas guías oficiales sobre profilaxis con vitamina D han experimentado cambios, y el aporte adecuado de vitamina D ha sido revisado y modificado por el Food and Nutrition Board, teniendo en cuenta estas consideraciones.

Actualmente, en nuestro pa ís se recomienda administrar 400 UI/día de vitamina D a todos los lactantes que consuman menos de 1 L de leche fortificada al día, y también a los niños y adolescentes que no consigan este aporte por los alimentos y/o una adecuada exposición solar, que es también la tendencia observada en otros países.

Existen conceptos pendientes de clarificar, como el umbral de deficiencia en los lactantes y niños, la influencia de algunos factores ambientales en dicho umbral y los parámetros de referencia sobre la salud para este grupo de población. Los niños con factores de riesgo específicos, bien definidos, pueden requerir un estudio del metabolismo mineral, y cada situación debe ser individualizada en el contexto de las recomendaciones generales.

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La leche materna, por sus múltiples beneficios sobre la salud incluso a largo plazo, es reconocida como el alimento de elección para todos los lactantes. En las situaciones en que no se dispone de leche de madre propia, la leche de madre donada es una alternativa válida. Con la finalidad de proporcionar leche humana donada existen bancos de leche humana (BLH) ampliamente distribuidos en todo el mundo y con presencia creciente en nuestro país. Se describe la actividad realizada por el BLH del Hospital «La Fe», integrado en el Servicio de Neonatología con participación de la Unidad de Nutrición, en sus primeros 9 meses de actividad.

Publicado en Nutrición infantil
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